Hospital Kawson. Cátedra del Prof. B E R N A R D I N O MARA1NI Por ios Doctores GUILLERMO IACAPRARO y JOSE T. E C H E N I Q U E LITIASIS U R E T E R A L P E L V I A N A COINCIDIENDO CON IMAGEN SEUDO-CALCULOSA ^ ON el e n f e r m o que m o t i v a la presente comunicación hemos comp r o b a d o una vez más que, por claro que parezca un s í n d r o m e urinario, se i m p o n e siempre la necesidad de una exploración metó- dica y completa. En las averiguaciones y terapéutica seguidas h a n i n t e r v e n i d o en f o r m a más o m e n o s activa distintos médicos, con éxito variado, a causa de exámenes parciales. Para dar u n i f o r m i d a d al relato se prescindirá del acierto de unos o de otros, h a b l a n d o en f o r m a impersonal ya que lo que interesa es el caso en sí. HISTORIA El e n f e r m o L. S. de Y ? año:, de e d a d .sohc.ro. este a ñ o , a c o n s u l t a r n o s . 8 d í a s d e s p u é s de u n quierdo intensa acompañado de oliguria, empicado, discreta R e f i e r e el e n f e r m o q u e esa crisis d o l o r o s a Este reposo, intenso medicación accidente q u e t u v o su p r i m e r analgésica doloroso, y baños viene hematuna Síndrome aguda ha de tipo total repitiéndose y mejorado un d e s p u é s de desde enero súbito, de con 193 7 3 mo año doloroso, menor f e b r e r o y a b r i l del en intensidad en irradiación d o l o r o s o que d u r ó 4 días y que cedió último ataque. En y con mis- duración p e r o con i g u a l e s c a r a c t e r í s t i c a s en lo q u e se r e f i e r e al s i t i o del d o l o r t i p o de diación y f e n ó m e n o s agregados. iz- calientes. m e d i c a c i ó n s i m i l a r a la i n d i c a d a en su t u v o idéntico accidente a g u d o de urinosa. cólico nefrítico, intenso d o l o r l u m b a r epigástrica e ingumoescrotaí. v i e n e en m a y o intenso cóüco ureterai pelviano s í n d r o m e f e b r i l a g u d o q u e c o r r e s p o n d e al t i p o de f i e b r e días con CLINICA irra- En j u n i o y setiembre la repetición del accidente doloroso muestra como característica saliente su mayor intensidad en la región de la fosa ilíaca izquierda agregándose fenómenos vesicales de tipo seudo cistitis, polaquiuria, micción imperiosa, tenesmo y dolor terminal. Radiografía simple mostrando únicamente la presunta culosa (indicada con una flecha). imagen cal- Los fenómenos dolorosos ceden, las molestias vesicales desaparecen y todo entra en calma con idéntica medicación. E n enero del corriente año hay repetición del cólico ureteral ya de intensidad casi dramática, cede poco o nada a los analgésicos y antiespasmódicos habituales y es acompañado de un deficiente estado general. En el curso de todos estos ataques agudos el enfermo es sometido a tratamientos y controlada su enfermedad con el examen radiológico que consiste en radiografías simples y urografías de excreción. E n ambas formas de exploración ra- de 89 diográficas se encuentran elementos que permiten hacer el diagnóstico de litiasis ureterai pelviana: 1" U n a imagen de tipo presuntamente calculosa, ubicada más o menos en el trayecto u r e t r a l . . ; • . - • W M ; B Og* m , f Urograma excretor obtenido a los 8 meses, muestra idéntica dilatación y persistencia de la sombra supuesta calculosa. Urograma de excreción, franca dilatación uréteropielocalicial izquierda, pudiéndose observar la imagen pseudo calculosa. 2" La franca dilatación urétero pielo calicial que confirma la obstrucción de la vía excretora. Ello agregado al síndrome clínico confirma el diagnóstico. En marzo de este año se repite el ataque y visto p o r uno de nosotros aconseja de inmediato un cateterismo ureterai con fines de tratamiento, cateterismo que ya en una ocasión habíase practicado con resultado negativo, pues no se conseguía con él obtener la expulsión del cálculo. Dadas las características de su afección y los exámenes que se exigen para su tratamiento le aconsejamos su internación. En el m o m e n t o de la consulta estamos en presencia de un enfermo pálido, demacrado, desnutrido y visiblemente asténico. Declara el enfermo que viene mejorando paulatinamente y que el intenso dolor ha desaparecido. Véase con qué nitidez se observa la rombra del supuesto cálculo. A los 10 meses. N o ha variado de forma, tamaño y ubicación. El examen renal no denota en el lado derecho nada de particular, el riñon no se palpa; en el lado izquierdo el riñon es fácilmente palpable por los procedimientos clínicos bimanuales, es doloroso y p o r momentos hay sensación de franca renitencia. Los p u n t o s dolorosos clásicos renopicloureterales anteriores y posteriores son todos positivos. Exquisita sensibilidad en la fosa ilíaca izquierda y sobre todo en la zona que corresponde al p u n t o ureteral medio de Bazy. {Revista ^rg d e O P r 0 entina ( C n = i a = = = = 91 El examen genital nada de particular. Resolvemos practicar un cateterismo ureterai izquierdo y en la cistoscopía previa que se realiza con 2 0 0 grs. de líquidos se constata: mucosa vesical sana en su mayor parte con pequeñas zonas congestiva, : : S#íS¡¡i¡l r Sil . J h H * Al año. Idéntica imagen obtenida con uroselectan B. de primer grado en la región trigonal Uréteropíelografía ascendente. Obsérvese la rara coincidencia: la sonda detenida a la altura de la imagen seudocalculosa, pues el presunto cálculo se halla fuera del trayecto ureterai. (pérdida del brillo p o r despulido epitelial y aumento de vascularización). Se buscan los meatos ureterales, el derecho es p u n t i f o r m e , de caracteres normales* con eyaculación de orina clara; el izquierdo es lineal, francamente entreabierto, ligeramente edematoso y congestivo. De inmediato en la misma intentamos el cateterismo ureterai izquierdo y no consguimos seston avanzar la sonda {J^eiHsfa rgentina rologw 92 más de 6 c m s „ v a n o s resultan los i n t e n t o s p o r f r a n q u e a r el o b s t á c u l o que ya preveíamos p o r las r a d i o g r a f í a s . I n t e n t a m o s efectuar u n a especie de u r é t e r o p i e l o g r a m a r e t r ó g r a d o con la sonda i n t r o d u c i d a hasta el nivel de su detención. Esa p r i m e r a pielografía ascendente consigue visualizar bien la vía excretora ureteropielocalicial francamente dilatada con toda sorpresa nos m u e s t r a además, p o r p r i m e r a ver., que la p r e s u n t a y imagen P r i m e r a y única r a d i o g r a f í a simple en la que p u e d e n verse las d o s imágenes. P o r d e n t r o el cálculo ureteral, a f u e r a la imagen seudo- calculosa. calculosa, a p a r e n t e m e n t e a u t o r a de t o d o el s í n d r o m e d o l o r o s o se halla fuera del trayecto ureteral. Y h e c h o curioso, la detención de la sonda coincide casi exactamente con la altura en que se halla la i m a g e n . A n t e s e m e j a n t e revelación que nos deja p o r m o m e n t o s perplejos, pedimos u n a nueva r a d i o g r a f í a simple de la región pelviana y ya con más atención m o s de i n d i v i d u a l i z a r la causa del o b s t á c u l o ureteral. y o b s e r v a m o s p o r vez en la r a d i o g r a f í a simple u n a imagen no m u y tipica de c o n t o r n o s trata- primera irregulares, p o c o visible y de opacidad p o c o o nada u n i f o r m e situada p o r d e n t r o de la imagen seudc-calculosa y que c o r r e s p o n d e más o m e n o s al sitio de detención de la s o n d a . E l c u a d r o d o l o r o s o del e n f e r m o se repite, el estado general es deficiente, febril, oligúrico, y resolvemos i n t e n t a r un n u e v o cateterismo ureteral y con mas f o r t u n a conseguimos después de varios intentos franquear el obstáculo, introdu- ciendo la sonda 25 centímetros. La dejamos en permanencia 4 8 horas en el curso de las cuales nos vemos obligados a calmar los dolores del enfermo con repetidas inyecciones de eucodal y espasmalgina. Aprovechamos el cateterismo para inyectar glicerina cada 3 ó 4 horas. Al Urograma excretor después de expulsado el cálculo. Vías normales. Persistencia de la imagen seudocalculosa. cabo de 4 8 horas retiramos el catéter y con gran felicidad para el enfermo a las pocas horas expulsa el cálculo. El reposo, la alimentación adecuada, la desinfección urinaria por vía oral y parenteral mejoran rápidamente al enfermo que recupera en poco tiempo su buen estado general. Las orinas se hacen transparentes al cabo de 20 días, no acusando ya el enfermo el más m í n i m o dolor. U n nuevo urograma excretor muestra ya la vía uréteropielocalicial libre, desaparición completa del estado de dilatación y siempre calculosa ubicada en el mismo sitio. presente la imagen seudo- CONSIDERACIONES E n el e n f e r m o al q u e nos referimos, los s í n t o m a s clínicos h a cían pensar en u n a litiasis ureteral b a j a , c o n f i r m a d a al parecer p o r las r a d i o g r a f í a s , las que n o p e r m i t í a n ver n i n g u n a otra s o m b r a sospechosa; sin e m b a r g o , b a s t ó que u n o de los médicos quisiera conf i r m a r r i g u r o s a m e n t e la existencia del cálculo para q u e se c o m p r o b a ra q u e la p r e s u n t a s o m b r a era a j e n a al a p a r a t o u r i n a r i o , y la persistencia en la observación m o s t r a r a la presencia de un cálculo hasta entonces n o v i s u a l i z a d o . H a h a b i d o la e x t r a ñ a coincidencia de u n a s o m b r a seudo-calculosa con la falta de visualización del cálculo v e r d a d e r o , coincidencia q u e p u d o i n t r o d u c i r c o n f u s i ó n al n o extremarse los e x á m e n e s que h o y p e r m i t e la técnica urológica. Hace m á s rara la coincidencia el h e c h o de que las s o m b r a s se h a l l a r a n f r e n t e u n a de la otra. D e j a m o s de l a d o la consideración de la frecuencia de los cálculos t r a n s p a r e n t e s a los r a y o s X y la frecuencia y m o d a l i d a d e s de las s o m b r a s seudo-calculosas, lo m i s m o que los m e d i o s para descubrir y t r a t a r las a n o m a l í a s que representan, p a r a referir el caso con el obj e t o de r e t e m p l a r el espíritu crítico c o n f i r m a n d o u n a vez m á s q u e en M e d i c i n a las exploraciones deben ser t o d o lo c o m p l e t a s que se p u e d a .