SOY TÍMIDA Por Aloyma Ravelo Una chica de Güines, Mayabeque, escribe una larga carta sobre su timidez, y como pudiera lograr ser distinta. La carta de Laura, así se llama, denota falta de autoestima y un exceso de preocupación y agobio por su problema. ¿Quieres también aconsejarla tú? Escribe a esta sección para adolescentes. Las personas con dificultades para relacionarse no deben obsesionarse ni pretender convertirse en individuos extrovertidos y totalmente sociables. Este deseo no es sano porque sencillamente no es posible. Hablemos a Laura, ¿cuál sería el reto? Sí puedes, claro que sí convertirte en una muchacha más natural, menos contenida y sociable, poco a poco. ¿Cómo conseguirlo? Mediante la búsqueda de situaciones en las que te sientas cómoda, como contactos breves y cotidianos que sirvan para reducir los miedos. Entre las más recomendados se encuentran los de acudir a las tiendas y comercios, hacer preguntas sobre los productos que se venden, y así entablar una conversación con desconocidos. Esta experiencia servirá para que no se perciba a los demás como seres amenazantes. También puedes realizar otras actividades que no impliquen una interacción verbal con los demás, como apuntarte en un curso o un gimnasio, por ejemplo, donde nadie espera de ti un esfuerzo para relacionarte. Lo prioritario es mantener el contacto con otras personas, aunque éste sea superficial, porque un aislamiento social persistente puede generar tal estado de soledad, que podría acabar en intensos sentimientos de tristeza o depresión. Por lo común, te sientes mal siendo asíporque también sobre tu persona recae toda una serie de mitos que existen acerca de los tímidos. Es realmente falso que las personas reservadas sean más aburridas. Quienes son remisos a mostrar sus sentimientos en público tienen, en general, un mundo interior rico y estimulante, aunque sin dudas, gozan de menos simpatía y aceptación social. Sin embargo, todo es cuestión de confianza. Cuando se les da una oportunidad, sin juzgarles de antemano, sorprenden por su capacidad para conversar y por su simpatía. Los jóvenes tímidos, de los dos sexos, a diferencia de las personas extrovertidas, son los que ríen pero se contienen, están siempre en el público y optan por no exponerse, aunque las opiniones que puedan decir, sean las más interesantes, pero terminan callándolas. Y nadie se entera. Por ello, muchas veces pasan desapercibidos. Este es un problema Laura, que de alguna manera necesita solución, pues no es nada positivo para tu desarrollo personal permanecer toda la vida en la oscuridad. Por todo esto es importante –y se puede-- rebajar el grado de timidez y aumentar tu capacidad para convivir en sociedad. Para ello te recomiendo acudir a un especialista que puede ofrecerte las herramientas, habilidades y conocimientos que necesitas para que comiences a sentirte más cómoda en la vida. El uso de las nuevas tecnologías puede ser un primer paso para iniciar una interacción social de forma indirecta. Sin embargo, sólo debes recurrir a esta opción como una vía más para socializar, y no como la única. Empieza a pensar que puedes superarla, ese sería un buen inicio, sin dudas, * La autora es master en salud sexual y reproductiva, y ha publicado varios libros sobre sexualidad.