Hasta lo último de la tierra Cuatrimestre Septiembre-Diciembre. Serie: La madurez del cristiano Tema: El carácter del hombre maduro Unidad: El hombre maduro y su casa I. Base bíblica: Salmos 1:1-3 ; Ezequiel 47:12 II. Propósito: Que mis oyentes identifiquen el carácter de un hombre maduro. III. Desarrollo: Apocalipsis 4:8 (versión Dios habla hoy) IV. Introducción Originalmente el hombre fue creado a la estatura del varón perfecto, totalmente iluminado de adentro hacia afuera, con capacidades excepcionales de gobierno, análisis, sentido común, discernimiento, comunicación, y dominio de los mares y de los cielos. El pecado apagó las grandes virtudes suprimiendo desde el espíritu, la luz que le permitía hacer cosas excepcionales. Esta pérdida oscureció su ser interior, de tal manera, que su espíritu ya no fue la luz que le permitiera ver su estado, su verdadera identidad. Desde luego, esto también le privó que sus sentidos le dieran una información acertada del entorno. Provocándole, una involución catastrófica, de señor a esclavo y aún peor: esclavo de sí mismo. El nacido de nuevo trae por lo regular un inventario como éste, y partiendo de ahí, el Espíritu Santo a través de la Palabra y de la aplicación de la sangre de Cristo, empieza un desmantelamiento de toda la infraestructura existente para preparar los ambientes internos para que la luz, o través, vuelva a alumbrar y el creyente pueda tener alguna información de sí mismo, apegada a la verdad. La restauración y ordenamiento interno de acuerdo a la luz y a la palabra ordena el accionar del creyente, de tal manera que progresivamente da fruto, hasta llegar a concederle al Espíritu Santo los derechos totales de remoción de la vida vieja y reinstalación del carácter de Cristo para que cada área de la vida del restaurado sea como la rama de un árbol plantado junto a arroyos de agua y como los seres vivientes con una información consciente por dentro y por fuera. Apóstol Isauro Vielman “El carácter es la suma de lo que el Espíritu Santo formo en el camino” Apóstol Isauro Vielman “Los vicios del hombre viejo son más poderosos que cualquier fuerza de voluntad” Apóstol Isauro Vielman “El hombre maduro es el que tiene conciencia de una panorámica interna de sí mismo, y logra apreciar con precisión todo su entorno.” (Ap. Isauro Vielman) Sal. 8:5-8; 1ª Cor. 2:15 (Versión Torres Amat); Filip. 4:17 V. DESARROLLO 1. El Conocimiento y dominio de sí mismo Las apreciaciones acerca de los errores y las tinieblas que el creyente abriga en su interior, normalmente son benévolas y minimizantes, en el sentido que, muy pocas veces se usa severidad en cuánto al escrutinio de sí mismo. Este mal, vino por el pecado y por la ausencia de la luz suficiente para poder medir aquellas cosas que están fuera de la Palabra y del sentido común. La Biblia dice que “la senda de los justos es como la luz de la aurora” esto implica un progreso de iluminación interna que da paso a una visibilidad mejor en cuanto nuestras tinieblas son disipadas. El hombre maduro por haber arribado a esta categoría tendrá la capacidad práctica de evaluar sus propias acciones y juzgar, de acuerdo a la Escritura, los elementos de cargo y descargo para después, tomar una decisión de su estado interno. Ap. Isauro Vielman 1ª Cor. 11:31-32; 1ª Cor. 4:3-4; Sal.19:12; Job 42:2-3; Mateo 6:23; Isaías 5:20 2. La conciencia clara del entorno La pérdida de la conciencia hacia el exterior fue otro de los costos que el hombre está pagando por el pecado. De tal manera, que la gran confusión anterior amenaza un juicio justo de los eventos externos al grado que cada persona tiene una concepción diferente de un hecho particular. Mientras que el hombre maduro a la medida que va arribando a este estado temporal y progresivo, logra percibir las cosas y las juzga por la Palabra de Dios que mora en él, en abundancia; de modo que el juicio no es suyo sino se convierte en un mero administrador del estado de derecho del reino de Dios. (Ap. I.V.) ) Juan 8:16; Isaías 11:3-4 - “ Pero aquí el contexto concuerda mejor con el parecer de que tiene a los cuatro seres vivientes por representativos de la redimida Iglesia elegida en su relación con los reyes sacerdotes de Dios, administradores de bendición en la tierra redimida, y las naciones de ella, así como la creación animal, en la que el hombre está a la cabeza de todo, el león, a la cabeza de los animales salvajes, el buey a la cabeza de las domados, el águila a la cabeza de las aves y de las criaturas de las aguas”. Comentario JFB Conclusión: 2ª Pedro 1:5-7 San Salvador, lunes 29 de diciembre 2014 www.misioncristiananuevopacto.org Predicador: Apostol Isauro Vielman Tel. (503) 2205-7400 comunicaciones@nuevopactosv.org