El mustang, el inmortal cimarrón

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El mustang, el inmortal cimarrón
Este nombre americano es mucho más que una marca de coches o de zapatos. El caballo mustang, duro
y resistente como pocos, es el símbolo de la libertad. Un mito del Far West.
Para nosotros, hablar del mustang no es hacerlo sobre un coche o una marca de zapatos. Todo lo
contrario. Estamos ante una raza salvaje de caballos norteamericanos, descendientes directos de los equinos
llevados a América por los conquistadores españoles a partir del siglo XVI de raza española, árabe o mezcla de
ambas. Nos encontramos por tanto ante el eterno cimarrón. El caballo que encontraron los colonos europeos
posteriores a los españoles en algunas tribus indias. Son los caballos fotografiados por Curtis. Un símbolo de la
libertad. Un mito del Far West. Ante todo, el mustang es un caballo muy conectado a nuestra cultura. Es
necesario destacar que mustang es la evolución de la palabra española mesteña, que significa grupo o manada
de caballos. Aunque es un término poco usado en la actualidad, antes se usaba para designar a los caballos
salvajes, o semisalvajes, que pululaban en grandes manadas por el territorio del Viejo Oeste Americano. En
estos momentos es más común denominar a este caballo como Español Colonial Norteamericano.
Orígenes de la raza - Como decíamos anteriormente, el mustang tiene su génesis en el caballo español
introducido en América por los conquistadores españoles. Los primeros animales que llegaron a lo que hoy
denominamos territorio de los Estados Unidos fueron los cincuenta caballos que llevó Ponce de León. Aquel
conquistador vallisoletano, paje de los Reyes Católicos y combatiente en la conquista del Reino de Granada,
viajó hasta América, llevando consigo los primeros equinos a Florida en 1521. Después de numerosas penurias
terminó conquistando el territorio de la Florida. En años sucesivos llegaron nuevas expediciones, como la de
Juan de Oñate en Río Grande o la de Coronado. En un principio los caballos asustaban a los indígenas, pero
posteriormente, fueron robados por los indios, huidos de los ranchos o haciendas o bien perdidos durante
expediciones. Rápidamente, los animales se diseminaron por el continente americano en poco tiempo,
encontrando allí un hábitat favorable, especialmente en las grandes llanuras, donde se multiplicaron por miles
en un breve espacio de tiempo. La naturaleza ofrecía un medio perfecto para la cría de estos animales en
libertad. Los caballos eran también base del comercio. Las diferentes tribus nativas norteamericanas, con sus
robos y trueques, dieron un gran impulso a la propagación de estos animales, que se extendieron desde Florida
hasta las Carolinas, y hacia el Oeste a través de Tennessee, las grandes llanuras y las regiones montañosas hasta
llegar a California. En aquella época solamente los indios, los exploradores y primeros pioneros instalados en el
territorio capturaban y montaban a los mustang. Era ésta una tarea relativamente fácil por la enorme cantidad de
manadas existentes; pero requería una gran habilidad y grandes cuotas de valerosidad. Los indios americanos
fueron los primeros en domar a estos cimarrones. Los colonos blancos también capturaron algunos y
consideraron valiosa su habilidad en el trabajo con el ganado. Sin embargo, a medida que los rancheros
utilizaron las tierras para la cría y pasto de su ganado, los mustang se convirtieron en un estorbo más que en una
ventaja. Se mataron a tiros muchos ejemplares para conservar el pasto para otros animales y los caballos que en
un tiempo se domaron fueron al matadero.
Un oficio para valientes - Los mustangeers o mesteñeros, como se pasó a llamar a los cazadores de
mustang, desarrollaron diferentes técnicas para capturarlos. La más habitual consistía en construir un cercado
sólido en forma circular, hecho con grandes troncos sujetos con tiras de cuero crudo (rawhide). Del cercado
salían dos mangas, a modo de pasillo, en forma de embudo. Uno de los mesteñeros se colocaba cerca del
extremo de una de las mangas mientras que el resto de los compañeros, a caballo, localizaban una manada, la
rodeaban presionándola en dirección a la manga más larga y luego hacia el interior del cercado. Una vez
estaban los mustang acorralados cerraban el cercado y comenzaba el trabajo de enlazarlos y amansarlos
utilizando diversos métodos, brutales en su mayor parte. En numerosas ocasiones los caballos eran una manera
de incrementar el patrimonio y solían terminar vendiéndolos por dos dólares y medio cada uno. En aquella
época era un precio asequible… Evidentemente no eran tiempos fáciles, pero la necesidad de caballos para las
jornadas de trabajo fomentaba la continua doma de animales. El cliente más destacado de los mesteños fue la
Caballería de Estados Unidos, pues compraba manadas enteras para abastecer a su ejército.
Ranchos y mustang - Poco tiempo más tarde, numerosas manadas de mustang pasaron a pertenecer a
los ranchos, por la sencilla razón de que habitaban en sus propiedades, pero eran tan salvajes como el resto de
mesteños. Los legendarios cowboys que trabajaban en dichos ranchos se dedicaron también a capturarlos y
domarlos con métodos igual de rudos que los utilizados por los mustangeers. Sujetaban los caballos por el
cuello con lazos de nudos corredizos para atontarlos por la asfixia, les colocaban la montura y subían de un salto
a los mustang, que comenzaban de inmediato a brincar y cocear, luchando por desembarazarse de sus jinetes
hasta que sometían al caballo a su voluntad. Era un método peligroso que suponía muchas caídas y accidentes,
pero se había creado un mito. La doma continuaba tiempo más tarde con el trabajo diario de perseguir y atrapar
reses, de modo que el resultado final era una doma impecable, pues el cowboy acababa logrando que el equino
se moviese con la más leve insinuación a toda velocidad y en la dirección requerida. Y todo gracias a la buena
disposición del mustang, a su nobleza, a su buena voluntad y a su singular sentido vacuno para trabajar con el
ganado. Por otro lado, sólo el mesteño era capaz de soportar los drásticos cambios climáticos que la conducción
de ganado requería: temperaturas de 50 grados, grandísimas nevadas, molestas tormentas de arena y grandes
galopadas con una escasa alimentación. El mustang, fiel a sus impagables prestaciones, tuvo una utilización
bélica. Al comenzar la I Guerra Mundial, como ocurrió en Estados Unidos, este caballo fue sobre todo un
instrumento de movilización y no tanto de ataque, los caballos de tiro se seguían usando para arrastrar cañones.
Un caballo a punto de extinguirse - Desgraciadamente, con el paso del tiempo, el mustang fue
exterminado casi por completo. En los años de terribles sequía se sacrificaban manadas enteras persiguiéndolas
hacia acantilados y precipicios donde se despeñaban. El objetivo era que no bebieran el agua que los
propietarios de ganado querían sólo para sus vacas. También, el ejército disparaba contra los mustang de los
nativos norteamericanos cuando éstos se le rendían, porque se afirmaba que el indio a pie no era un indio.
En definitiva, era una cuestión de logística. - El ejército sustituiría posteriormente sus mustang por
otro tipo de caballos o vehículos motorizados y los cowboys lo hicieron por el Quarter Horse. Incluso en
tiempos más modernos los mustang eran capturados para suministrar las fábricas de cola o para aprovechar su
carne como alimento para animales o para el consumo del ser humano. En torno al año 1926, el número de
caballos disminuyó de dos millones a un millón. En diez años, la población estaba formada por unos 150.000
ejemplares. El exterminio del mustang continuó hasta 1971, cuando se aprobó la Wild Fre Roaming Horse and
Burro Act para proteger y controlar a los equinos salvajes. Incluso bajo el amparo de la ley, la escasez de pasto
y el incremento de humanos y ganado vacuno hicieron necesaria la reducción del número de caballos salvajes y
en 1973 el gobierno comenzó un programa de adopción. Así, el mustang se podía adquirir por muy poco dinero,
pero el gobierno mantenía la propiedad durante un periodo aproximado de un año, hasta tener la seguridad de
que el caballo recibía los cuidados adecuados. Texto: Rafael NEIRA y Manuel HORCAJO
En la variedad está el gusto - Existen algunas variedades de mustang con sus propias asociaciones de
criadores, incluido el mustang español, formada con el objetivo de preservar el tipo berberisco y el mustang
kiger, que fomenta la variedad criada en Oregón. Los mustang que han sobrevivido hasta hoy en día provienen
de diversas líneas fundadoras: líneas salvajes, líneas de los nativos norteamericanos, líneas rancheras, líneas
mexicanas y líneas del sureste.
Líneas Salvajes - Bob Brislaw fundó el Spanish Mustang Registry en 1957 y usó muchos caballos
salvajes para iniciar la cría de la raza. En el Estado de Utah todavía quedan algunas manadas de mustang
salvajes y los caballos salvajes de las montañas de Cerbat, en Arizona, que se han mantenido puros en este
estado desde 1862, también contribuyeron al desarrollo de la raza.
Líneas de los Nativos Salvajes - Las tribus indias que más contribuyeron al desarrollo y pureza del
mustang fueron las Cheyenne, Lakotas, Paiute y Navajos o Dineh. Hay líneas indias que se han mantenido
como razas diferentes, como las de los caballos Chotaw, Cherokee y Comanche. Otras líneas nativo
norteamericanas son la Whitmire, Nokota, Brame, Crisp, Locke, Helms, Thurman y Carter.
Líneas Rancheras - El ranchero Ilo Belsky mantuvo el tipo del colonial español original en sus
caballos. Eran mustang que usaba en las conducciones de ganado desde Texas, hacia la década de 1880. Belsky
los popularizó como espléndidos caballos. Otra línea ranchera, la Romero González Márquez, era originaria de
Nuevo México, mientras que la línea Wilbur-Cruce proviene de Arizona.
Líneas Mexicanas - Destaca sobremanera la manada reunida por Ira Yates. Hay otros caballos que si
bien no pueden considerarse como una línea tuvieron un papel destacado en la formación de la raza.
Líneas del Sureste - Todavía se conservan en Florida caballos coloniales españoles que descienden de
los que acompañaron la expedición de Ponce de León y que se han cruzado con caballos, también de origen
castellano, traídos de Cuba. Esta línea se conoce como Cracker.
El Mustang hoy en día - El bureau o Land Management, que actualmente se encarga del cuidado de
estos caballos, se ha visto acusado por su mala administración, No obstante, el programa de adopción ha
proporcionado muy buenos equinos, especialmente para el raid, a muchos jinetes. Algunos mustang compiten
en pruebas de doma y salto, dos disciplinas que difieren mucho de la monta del oeste.
Utilización de la raza - Esta raza se usa tanto para el trabajo con ganado como para montar. En la
actualidad, los mustang compiten en torneos de salto y doma, entre otras exhibiciones. Existen aún entre 30.000
y 45.000 caballos salvajes en los estados del oeste de Estados Unidos (Nevada, Oregon, California, Wyoming y
Montana). Es difícil dar una cifra exacta debido a que viven en lugares inaccesibles. En las montañas, la
población es controlada por los pumas, pero en las llanuras no están amenazados por ningún predador, por lo
que puede producirse un exceso de población hasta que la competencia por el forraje disponible se torna
insostenible. Cuando existe abundancia de agua y forraje, se mantienen saludables. Pero cuando las condiciones
climáticas se vuelven adversas, es más difícil reproducirse y sobrevivir. Cuando se produce una sequía, muchos
mueren. Los mustang viven en pequeñas manadas de varias yeguas, sus potrillos y un semental dominante, que
usualmente tiene seis años o más. También hay una yegua dominante, que es la responsable de llevar el rebaño
a pastar. Los potrillos permanecen con sus madres por casi dos años y después dejan la manada, para evitar la
reproducción endógena.
Radiografía del mustang - El mustang tiene poca alzada, es increíblemente duro y capaz de aguantar
las condiciones climáticas. Ocasionalmente nace un mustang que refleja la descendencia española o berberisca,
con la alzada, la solidez y el porte de sus antepasados; no obstante, en su mayoría, los mustang son sólidos,
ágiles, tienen buenos cascos, una constitución fuerte y una capacidad de resistencia excelente. El tipo y la
conformación varían considerablemente según la manada. Que los mustang sean indomables, rebeldes y malos
es un mito, ya que en su mayoría son muy tratables y a menudo forman fuertes lazos con sus propietarios,
aunque es importante que se acostumbren al trato de más de un individuo para que se familiaricen con los
humanos y no sólo con una persona en particular. Es un equino muy resistente y de hábitos extremadamente
frugales: come casi de todo sin que ello le ocasione problemas. En un principio era capturado y domado para la
monta, tarea que pronto se abandonó debido a las grandes dificultades que ofrecía su adiestramiento. Todos
presentan una silueta y un aspecto general totalmente españoles. Capas: Los colores de esta raza son muy
variados, e incluyen el overo y el sabino, entre otros, así como también las capas más comunes como el bayo,
castaño, blanco y negro. Alzada: Oscila entre los 135 y los 150 centímetros. Cabeza: Poco elegante, de perfil
recto y además suele ser pesada. Ollares y ojos, pequeños pero expresivos. Cuello: Hundido. Dorso: Fuerte.
Grupa: Inclinada. Patas: Huesudas pero fuertes. Son muy firmes y resisten los terrenos difíciles o agrestes
debido a sus cascos cóncavos, duros y resistentes, que no necesitan herraduras. Casco: Muy duro. Nariz:
Convexa y fina. Ojos: Prominentes y brillantes. Crines y cola: Son finas pero muy densas y largas. Pecho:
Saliente, profundo, angosto y musculoso. En realidad, es muy difícil realizar una descripción generalizada del
mustang porque incluso las líneas más puras varían según la percepción de los criadores que realizan la
selección.
Alimentación del mustang - Los caballos de esta raza deben cabalgar y pastar libremente para estar
saludables. El mustang seleccionará lo que es bueno para su cuerpo. Pero si se los mantiene en un corral
pequeño, el dueño debe cuidar de su alimentación. Lo mejor es darles alfalfa, tréboles o césped bermuda.
También los cereales son muy importantes, especialmente la avena arollada. El maíz y la cebada también son
aceptables. Para proveer las proteínas que necesita puede comer semillas de lino y de algodón, leche desnatada
en polvo o suplementos de proteínas comerciales. Asimismo, deben tener disponibles sal y minerales (como
calcio y fósforo) en todo momento; sin embargo, deben ser minerales especiales para equinos pues otro tipo será
peligroso. También deben tener mucha agua fresca, especialmente en verano.
Direcciones de interés www.spanishmustang.org www.mttaylormustangs.com/herd.htm
www.ranchowestern.com www.westernfriendscompany.com www.monta-western.com
www.southwestspanishmustangassociation.com http://spiritrider.tripod.com
El semental ‘Hidalgo’, una aventura de cine - Hay que señalar que hazañas como las del afamado
semental de capa pinta, conocido como ‘Hidalgo’, avalan las excelentes cualidades, tanto físicas como psíquicas
del mustang. Montado excelentemente por Frank T. Hopkins, este equino tomó parte en una carrera de
resistencia de 68 días de travesía contra caballos árabes en la Península Arábiga, celebrada en 1890. ‘Hidalgo’
ganó con una ventaja de 24 horas sobre el siguiente jinete. Posiblemente nos suene la historia en el film
Oceános de Fuego.
S.O.S., la fuerza de la publicidad - Una de las grandes multinacionales que se ha subido al carro de la
ayuda y la solidaridad hacia el mustang ha sido Ford. En menos de un año de donaciones, Ford ha anunciado
que su campaña para preservar a los mustang salvajes ha llegado a una cifra de donativos de 200.000 dólares,
gracias a la aportación de los amantes de este icono de América y símbolo de la libertad. La campaña Save the
Mustangs comenzó en mayo de 2005 y fue lanzada con el motivo de recuperar la especie de caballos salvajes
que da nombre al más mítico de todos los Ford. En ella, Ford ya ha contribuido a la recuperación de 2.000
mustang. El apoyo de la ley El acto Wild Free-Roaming Horses and Burros Act de1971 dio al Departamento
del Interior BLM y al Department of Agriculture’s Forest Service la autoridad para manejar, proteger, y
controlar caballos y burros salvajes en las tierras públicas de la nación para asegurar las manadas y los terrenos
de gama sanos. La protección federal y una carencia de depredadores naturales han otorgado a las poblaciones
de mustang la posibilidad de prosperar y aumentar cada año. Los terrenos de BLM y las manadas salvajes del
caballo determinan el número de animales, incluyendo el ganado y fauna que la tierra puede mantener. Cada
año, el BLM recolecta el exceso de caballos y de burros salvajes de las áreas donde la vegetación y el agua
podrían llegar a ser escasas si muchos animales utilizaron el área. Desde 1973 hasta el año pasado el BLM
colocó más de 192.000 caballos, muchos de ellos mustang, en cuidado privado.
Un caballo de cine - La presencia del caballo en la historia del cine es bastante habitual. Títulos como
El hombre que susurraba a los caballos o Un hombre llamado caballo prueban que este animal tiene una
estrecha relación con el séptimo arte. La raza mustang también fue protagonista absoluto de un film rodado en
2006 por el británico Michael Myer, Flicka, basada en la novela My Friend Flicka de Mary O"Hara. Katy
McLaughlin, de dieciséis años de edad, sueña con honrar el legado familiar trabajando en el rancho de su padre
en el Wyoming de nuestros días. Pero el padre de Katy quiere más para su hija e insiste en que vaya a la
universidad. Katy encuentra un mustang salvaje, cuyo nombre es ‘Flicka’, y empieza a hacer de él un caballo de
equitación. Pero ‘Flicka’ y Katy se parecen más de lo que ella se había imaginado. Al igual que Katy, ‘Flicka’
muestra cierto desdén por la autoridad y no va a renunciar a su libertad sin plantar dura batalla. También esta
raza interviene en las películas de animación, como en Spirit: el Corcel Indomable, realizada en 2002 y que
narra las aventuras de un joven caballo mustang osado y valiente. Cuando se encuentra con el hombre por
primera vez, ‘Spirit’ se niega a ser domado, aunque casi al mismo tiempo desarrolla una amistad especial con
un joven guerrero llamado Little Creek (Pequeño Riachuelo). El valiente corcel también descubre el amor al
conocer a la bella yegua moteada ‘Rain’ (Lluvia) mientras va camino de convertirse en uno de los grandes
héroes desconocidos del Viejo Oeste. Además, esta es la raza del caballo de la película Océano de Fuego,
protagonizada por Viggo Mortensen. Íntimamente ligada a la lucha indígena contra el despojo de sus tierras, es
una de las pocas variedades que mantiene intactas todas sus características desde su introducción por parte de
los españoles en América del Norte.
Entrevista a Frank Collins “El mustang no es rebelde, eso es un mito” - Este norteamericano nacido
en Iowa, aunque empadronado en Rota (Cádiz), porque allí tiene fijada su residencia (el matrimonio obliga) es
un diletante del mustang, su caballo fetiche y por el que siente especial atracción. ¿De dónde le viene su
vinculación con el mustang? Desde siempre. Ya cuando era pequeño me aficioné al western por sus caballos y
el mustang era un animal que salía en la mayoría de esas películas. Para mí es el caballo del lejano oeste por
excelencia. Gracias a un gran amigo que posee un rancho en Montana, logré montar alguno de estos ejemplares
y lo cierto es que quedé cautivado. Aunque resido en España viajo regularmente a mi país y aprovecho para
montar los mustang. ¿Qué tiene el mustang que no tengan otras razas? Pues fundamentalmente que son muy
tratables. No sé de donde viene ese mito de que son equinos indómitos y rebeldes. Cuando he montado uno me
he sentido muy cómodo, porque se trata de un caballo muy cercano para el ser humano, lo que provoca que se
puedan unir lazos muy fácilmente con él.
¿Qué características tiene este caballo? - El mustang tiene poca alzada, es increíblemente duro y
capaz de aguantar las condiciones climáticas más adversas. Los mustang son sólidos, ágiles, tienen buenos
cascos, una constitución fuerte y una capacidad de resistencia excelente.
¿Es cierto que estuvo al borde del exterminio? - Totalmente cierto. En los años de las grandes sequías
se sacrificaban manadas enteras persiguiéndolas hacia riscos y precipicios donde se despeñaban para que no
bebieran el agua que los propietarios de ganado querían solo para sus vacas. Lo cierto es que ha sido milagroso
que muchos de estos animales hubiesen sobrevivido. ¿Hay muchas diferencias entre un appaloosa y un
mustang? Cada caballo norteamericano es un mundo pese a que tienen en común que pertenecen al lejano oeste.
El appaloosa presenta como característica más notable su peculiar capa moteada y además es también fuerte,
ágil y resistente y su carácter recuerda al de la mula… Un tanto obstinado pero muy listo, claramente
inteligente. El mustang, sin embargo, cuenta con todas las capas equinas y posee un perfil que podríamos
denominar clásico.
¿Continúa el mustang en apuros actualmente? - Según tengo entendido sí, a medida que el ser humano va
invadiendo los terrenos insondables de Norteamérica. El Bureau of Land Management, que actualmente se
encarga del cuidado de estos caballos, se ha visto acusado por su mala administración. No obstante, el programa
de adopción ha proporcionado muy buenos caballos.
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