LEALTAD MUÑOZ, Francisco A. y LORENTE LINDES, Marcelo Es una obligación contraída, libre, gustosamente aceptada y reconocida, con relación a alguna persona, grupo humano o ente abstracto (como pudiera ser una constitución, una nación o un credo político). Como cualidad de las personas (también se emplea para los animales) que les hace ser incapaces de cometer falsedades, de engañar o de traicionar. Esta observancia de la fe debida se considera uno de los rasgos definitorios del honor y la categoría personal. El origen de lealtad, del adjetivo latino legalem (de «leal» y este a su vez del latín legalis, «legal», «conforme a la ley»), nos habla de una persona leal como «observadora de la ley», «que se rige por prescripciones no escritas» o lo que hoy día se conoce tan coloquial como acertadamente desde el punto de vista del habla corriente como un «tío legal»; dicho en otras palabras, alguien que arregla su comportamiento a una serie de normas, escritas o no, de fidelidad y veracidad, sin dobleces, ni falsedades y, en la que, en definitiva, se puede confiar. Es una de las virtudes eminentemente sociales, ya que siempre implica la interacción con el otro, por eso se la entiende como fundamento de toda vida en sociedad, comprendiendo ésta desde las relaciones de pareja (NOVIAZGO, MATRIMONIO) y paternofiliales, a las de simple AMISTAD, pasando por la FIDELIDAD personal a los principios constitutivos de cualquier credo, ya sea este de naturaleza intelectual, política o básicamente sentimental, como el referido a la nación o al grupo social al que se pertenece. En este sentido, en la mayoría de los juramentos -compromisos- públicos, tanto a una constitución como al EJÉRCITO (jura de bandera) o de cualquier otro ordenamiento jurídico, o político, siempre hay una referencia expresa a que se jure «lealtad». Igualmente, en todos los contratos de asociación (matrimonial, comercial, profesional, etc.) se considera un ingrediente básico de la sociedad (SOCIALIZACIÓN) el que las partes se guarden lealtad, sin reserva ninguna. Este acuerdo se renueva continuamente con el solo cumplimiento de sus objetivos, pudiéndose disolver, en su caso, si se prueba que una de las partes actuó deja de cumplir lo establecido o actúa de mala fe. Véase también: amistad, fidelidad. BIBLIOGRAFÍA: CALSAMIGLIA, Albert (2000) Cuestiones de lealtad: límites del liberalismo: corrupción, nacionalismo y multiculturalismo, Barcelona. MLL - FAM