C@rta de Seikyuji

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C@rta de
Seikyuji
Septiembre 2014 - número 12
• Editorial,
Raphaël Doko Triet
• Taller de introducción,
Michel Go Shin Ménard
• Un dojo, un nombre,
Kaido Begoña Aguiriano
• Rápido como Idaten
Pedro Kogen
• Un altar para los muertos, • La costura del rakusu,
Raphaël Doko Triet
Emilia Gen In Hermoso
Editorial - 5 de septiembre de 2014
por Raphaël Doko Triet
Estos días estamos en nuestro templo, estamos haciendo algunos arreglos en la cocina y en el
office. Es una ocasión para seguir practicando unos días más después de las sesiones de verano,
una vez que las vacaciones se han terminado…
Ya conocéis la expresión que el Maestro Dogen cita de forma recurrente: «Tras llegar al extremo de
un mástil de cien pies, dar un paso más.» Sin embargo, un día, al final del ango de verano dijo a
sus discípulos: «Hoy que se termina este ango de tres meses, retroceded un paso.
En ambos casos se trata de la misma idea: avanzar o retroceder es no permanecer en ninguna
posición. Es no apegarse a la letra y mantener viva la más bella de las capacidades, la de ser capaz
de cambiar de decisión en cualquier momento, de revisar el propio punto de vista en cada instante.
Se atribuyen a Shinran estas maravillosas palabras: «Incluso los buenos entran al Paraíso, con más
razón los malos.» Los buenos cuentan con su virtud, su aptitud para el bien. Pero los malos no
tienen esos apoyos, dependen del poder de otro.
A fin de cuentas ¿no dependemos todos del poder de otro? ¿Acaso no tenemos que ponernos todos
al final en manos de otra cosa? Ese otro que no tiene substancia ni nombre, ni olor ni forma y que,
sin embargo, nos llena las manos, la nariz, el cielo, lo llena todo. Ese otro que se manifiesta en
cada punto del kesa que cosemos, en cada bocado que nos llevamos a los labios.
Os deseo una buena vuelta a la actividad.
Taller de introducción a
zazen en el dojo de Montreal
por Michel Go Shin Ménard
En Montreal, une persona que se interesa por el Zen y que desea
practicar en nuestro centro puede contactarnos por correo electrónico o
por teléfono. No hacemos publicidad para atraer a la gente.
En ese primer contacto, le animamos a participar en
motivación, determinación y fe en la práctica. Damos
uno de los talleres de introducción que organizamos
algunas indicaciones sobre la actitud de la mente
una vez al mes, el sábado a las 11h, después del
durante zazen y, sobre todo, llegamos a la postura.
zazen de la mañana que acaba a las 10h30. El
objetivo de este taller es prepararle para que pueda
En estos primeros momentos, todos estamos sentados
volver y sentirse cómodo al
de manera informal en un zafu y un
integrarse en uno de los zazenes
zafuton en el Bouddha Hall y colocados
cotidianos.
en semicírculo.
Cada mes participan entre 8 y 12
Después de que cada participante haya
personas de media. El taller lo dirige
podido aproximarse a la postura con
uno de los antiguos del dojo, monje
nuestra ayuda, les invitamos a entrar al
o monja. Con el precio de la
dojo donde van a practicar zazen de la
introducción, 30 dólares (+/- 20
misma manera que durante una sesión
euros), cantidad que corresponde a
habitual. Es decir, dos periodos de zazen
la cuota mensual del dojo, damos la
separados por uno de kinhin (que se
oportunidad de practicar durante
enseña en el dojo). La duración de este
todo el resto del mes y muchas
zazen varía entre 20 y 30 minutos. Luego
veces hasta el final del mes
se ofrece a los participantes un tiempo
siguiente.
para explicar y preguntar a partir de su
experiencia de zazen. Al salir del dojo, les invitamos
El taller, de una duración aproximada de tres horas, se
de forma distendida a una taza de té con pastas.
lleva a cabo de la siguiente manera:
En primer lugar, se invita a cada participante a
No se trata de una fórmula cerrada. Siempre se
presentarse y explicar las razones que le llevan a
mantiene la sorpresa en el hecho de que pocos
querer practicar Zen en este momento de su vida. Las
permanecen. Debriamos pasar mas tiempo¿ Cómo
respuestas a esta pregunta nos permiten aclarar
mejorar la supervicion de los que vuelven¿ Pensamos
ciertos aspectos de nuestra práctica, precisar lo que
experimentar une nueva formula esta otoño para
no es, hablar de nuestra filiación y también de
ofrecer una mayor atención a sus dificultades.
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Seikyuji, Campo de verano
2014
Kusen de
(extracto)
Tr i e t
Raphaël
Doko
Domingo, el 29 de junio - Zazen de las 8h45 de la mañana
Roger ha hecho un altar muy bonito cerca del estanque, un altar
para los muertos. Los muertos son importantes, están enterrados
en nuestro templo.
Las civilizaciones que pierden este vínculo con sus muertos están
perdidas para siempre. El cementerio no es sólo para conservar las
cenizas sino también para mantener el fuego. Un maestro dijo : «Si
no entendéis que los muertos no están sólo muertos y que los vivos
no están sólo vivos, estáis muy lejos de nuestra práctica.»
En estas cenizas también mora la memoria ancestral de ese fuego,
el fuego del despertar, puesto que las cenizas no son sólo cenizas,
puesto que el fuego no es sólo fuego. Sin embargo, las cenizas no
pueden volver a ser fuego. Es imposible volver atrás.
Por eso, por la mañana, antes de zazen, voy con el jisha a ofrecer
incienso en el altar de los muertos, en el de la cocina, en el del
comedor, en el del Buda para mantener ese vínculo fresco y vivo.
Por favor, no temáis la regla. Su origen está oculto a nuestros ojos.
Donde algunos ven un obstáculo, otros ven una perla brillante.
Igual que con el kesa. Para algunos es sólo un vulgar trozo de tela.
Para otros, es el más maravilloso tesoro. El kesa no sólo enseña el
kesa, lo enseña todo: la regla, el vínculo con los vivos, con los
muertos.
UN DOJO, UN NOMBRE : Vitoria-Gasteiz (España)
por Kaido Begoña Aguiriano
Ji Mu Gai
Vida sin límites
Hace mucho tiempo que estamos en nuestro local, en un barrio obrero que mantiene relaciones de vecindad
propias de otra época, pero muy agradables. Alrededor del local un gran parque, precioso, con tilos, chopos y
catalpas, que nos permite zazen silenciosos y tranquilos.
Durante mucho tiempo nuestro dojo ha sido un dojo sin nombre, primero porque ni siquiera me lo había
planteado. Luego, cuando comprendí que existía la posibilidad de recibir un nombre, sin duda no había llegado el
momento. Hace ahora tres años, al final de una sesshin en el dojo, Raphaël Dôkô Triet nos regaló una caligrafía
que el Maestro Taisen Deshimaru dibujó en Japón y que contiene tres caracteres: Ji Mu Gai.
Cuando nos la dio solo veíamos la belleza del dibujo, el equilibrio de los ideogramas en el espacio. Entonces nos
dijo el significado: « vida sin límites » y esta expresión se convirtió en nuestro nombre. La « vida sin límites » es
la que no se detiene en las fronteras del ego y sabe que entre tú y yo no hay distancia.
Los tres kanji son una enseñanza cotidiana para nosotros. Pienso a menudo en el momento en que el maestro
Deshimaru tuvo la idea de dibujar esos caracteres, en sus razones, y también pienso en el lazo que ha hecho que
su pensamiento de entonces nos acompañe en nuestro zazen de todos los días, lazo que no es otro sino la línea
de sangre, I Shin Den Shin, de la mano caliente a la mano caliente.
Rá pido como Idaten
por Pedro Kogen
«Cuando el Venerable Shâkya (el Buda Shâkyamuni)
entró en el nirvana, mientras el ataúd de oro aún no
estaba cerrado, un espíritu, que se llamaba Fantasma-elRápido, se acercó rápidamente a los árboles Shâla (bajo
los que había muerto el Buda), le quitó un diente y se
apropió de él. Los discípulos del Buda de las cuatro
asambleas (formadas por monjes, monjas, laicos y laicas)
quedaron petrificados.
Apenas cometido su delito, él ya había saltado cuarenta
mil yojanas (280 000 kilómetros!) y había sobrepasado a
los cuatro dioses celestes (que protegen el mundo), en el
medio del Monte Sumeru. Pero Idaten lo persiguió y lo
capturó.» Historia de la Gran Paz, capítulo 8.
Idaten, «el dios Veda», es hijo del Dios Shiva y jefe de su
ejército. Por esta razón también se le llama Shogun Ida,
«el general Veda.» Se le representa con armadura, la cara
iracunda, los ropajes agitados por el viento, sosteniendo
en las manos en gassho un bastón o una espada. Se
supone que esta deidad protege contra incendios y robos.
Es muy común encontrar una estatua de Idaten
entronizado en las cocinas de los templos y monasterios
en Japón. Cada mañana, los monjes llevan a cabo Idaten
fugin (el ritual de Idaten). Recitan en su honor El Sutra del
corazón y el hechizo que aniquila las desgracias; un
mantra que hunde sus raíces en el budismo tántrico. El
ritual de Idaten es específico de la escuela Zen y no es
objeto de devoción en otras escuelas budistas japonesas.
Mi intención era ofrecer a Seikyuji una representación de
Idaten que coincida con las características de nuestro
templo y así contribuir al profundo desarrollo de nuestra
práctica.
Recordad la fecha !
- La tradicional recogida de las olivas de la Morejona será este otoño del 24 al 26 de octubre.
Raphaël Doko Triet estará en Seikyuji del 22 au 29 de octubre. Inscription : www.seikyuji.org
- La Rohatsu sesshin tendrá lugar del 5 al 8 de deciembre. Inscription : www.seikyuji.org
S E I K Y U J I Te m p l o Z e n
Finca la Morejona - carretera Marchena
Morón de la Frontera,
km 8,8 - 41003 Sevilla
(+34) 955 957 005 / seikyujitemplozen@gmail.com
w w w. s e i k y u j i . o r g
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L a
c o s t u r a
d e l
r a k u s u
por Émilia Gen In Hermoso
La vivencia de coser el rakusu ha abierto en mí una
memoria, una memoria en el cuerpo, en mi ser…
Desde las primeras puntadas ensayando el punto, se notaba que yo sabía coser, ¡y tanto que sabía!, porque
desde muy niña mi madre y me abuela me enseñaban. Cuando empecé a coser el rakusu, empezó a abrirse mi
memoria y se acercaron tantos y tantos recuerdos…
Cuando yo era niña no había piscinas ni vacaciones y muy pocos tenían televisión. Mi madre, para tenerme
ocupada, por la tarde me mandaba a bordar a casa de una señora que vivía cerca. Íbamos con nuestras sillitas y
bolsas de costura y allí nos sentábamos muchas niñas, en su patio lleno de macetas. Allí pasábamos las tardes
de calor dando puntadas con hilos de muchos colores; extendiendo constantemente nuestros bastidores para
hacer más fácil el bordado. Íbamos juntas desde los tres años mi primera amiga, Mª Rosa, y yo.
Cuando ya crecimos nuestras madres nos mandaron más lejos, a la otra
punta del pueblo. Esta vez a casa de una costurera. Y allí que íbamos con
todo el peso de « la calor » de estas tardes de Andalucía, cargando con
nuestras sillitas bajas y bolso de costura por la poquita sombra que
encontrábamos por las calles del pueblo.
Cada puntada del rakusu me ha traído toda esta memoria enterrada. Ha
sido como recorrer toda mi vida y sentir la presencia de mi abuela, con toda
su ternura y su paciencia. Cada puntada de días de mi vida ya vividos que
creía que ya no existieran pero que están ahí como muchas puntadas del
rakusu que no se ven pero que están. Al comenzar la costura del Rakusu
con Bego, estaba yo empeñada en deshacer una puntada que no me
gustaba porque no se veía y en eso que me dice Bego: « Es lo que es. » Y
lo dejé; es así, ¿qué más da? « Es así. »
Ha sido un regalo poder coser el rakusu, puntada a puntada, despertando
mi memoria para llegar a este momento: « Pedir refugio en la Vía del
Bodhisattva ». Siempre he vivido con un ideal de vida muy alto. He
arriesgado mi vida muchas veces, incluso estuve de joven en la cárcel.
Creo que podría tener un cementerio para mí sola por los riesgos que he
corrido y por las veces que me han amenazado de muerte.
Siento que somos aves y que nuestras alas representan la bondad y la
sabiduría. Antes de ahora yo era un ave en la que la bondad era loca porque el ala de la sabiduría aún no había
crecido. Por eso pido refugio en el Buda, en el Dharma y en la Shanga. Quiere seguir viviendo una vida con ese
ideal tan alto y digo: « Sí, sí, sí.»
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Podría dar miles de razones por las que deseo tomar los votos del Bodhisattva, tantas como puntadas tiene el
rakusu, pero al final pasa como en una de las enseñanzas que daba mi maestro, Raphaël Dôkô Triet en la que a
un monje le preguntaban el porqué de su práctica. Dio tantas razones que se quedó sin palabras y ya no le
quedaba nada, solo la « confianza ».
¿A quién si no voy a confiarme con este ideal tan alto? Una puntada más…
Esta puntada en el rakusu de mi vida da continuidad a mi ideal de vida, y los hilos y la tela me dicen que es una
puntada de coherencia y de continuidad.
No digo « mi » rakusu, no lo considero mío, al igual que mi vida; es de todos; es el rakusu de los que me
acompañan, de la gente de la sangha; es el rakusu de los que ya no están pero que han revivido en mi memoria
con las puntadas.
Yo no tenía pensado pedir los votos del bodhisattva pero las puntadas ya estaban dadas y las que vinieron
después me llevaron a decir: « Sí, sí, sí. Así es. » Ha sido una vivencia hermosísima, por los recuerdos
despertados, algunos, al igual que mis puntadas, no son visibles pero están ahí, y también por la compañía de
las otras personas que han cosido conmigo y por Marie-France; su descripción está oculta como algunas de mis
puntadas, pero es así, está ahí.
Mi madre murió hace cuatro años. Con muchísima frecuencia sueño con ella. El sueño se repite una y otra vez.
En el sueño ella me echa de su casa y me dice: « coge tus joyas y vete ». En el sueño me hace escarbar la
tierra de un rincón del corral de su casa y saco tres piezas: una pulsera de aguamarina, otra de oro y otra de
azabache.
Yo no sabía nada del budismo, mi madre ni mi abuela tampoco. Poco después de morir ella descubrí zazen: otra
puntada más en el rakusu de nuestras vidas.
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