2das Jornadas de Ciencia Política del Litoral - Universidad Nacional del Litoral; 29 y 30 de Mayo de 2014. Área temática: Historia política Título: “El camino recorrido hacia la provincialización: Río Negro entre 1884 y 1958” Autor: Romina Marchisio e-mail: rominajm_@hotmail.com Universidad Nacional del Comahue. Centro Universitario Regional Zona Atlántica (graduada de la Licenciatura en Ciencias Políticas). Universidad Nacional de Río Negro (estudiante de la Maestría en Políticas Públicas y Gobierno) ___________________________________________________________________________ El camino recorrido hacia la provincialización: Río Negro entre 1884 y 1958.Resumen. Este trabajo pretende ser una aproximación sobre los factores políticos, sociales y culturales que atravesaron a la ciudadanía de Río Negro, desde la conformación de los Territorios Nacionales hasta su provincialización en 1957. Para ello, se realiza un recorrido sobre los fenómenos que atravesaron al Territorio Nacional de Río Negro desde sus orígenes, los intentos de provincialización durante la presidencia de Perón entre 1946 y 1955, las controversias que surgieron durante la institucionalización de Río Negro a partir de la autodenominada "Revolución Libertadora", y las características que asumieron la Convención Constituyente de 1957 y las posteriores elecciones en 1958. Palabras clave: Ciudadanía- Territorios Nacionales- Provincialización- Río Negro 1 I.- Los Territorios Nacionales.Antes de la sanción de la Constitución Nacional en 1853, las Provincias existentes se enfrentaron en conflictos armados, en disputa por el modelo de Estado que cada una pretendía para el país. Sin embargo, además de esas Provincias, el país se conformaba por otros territorios, los cuales, fueron denominados tierras nacionales en 1862, gobernaciones militares en 1872 y Territorios Nacionales en 1884. Estos territorios estaban ocupados por indígenas, y más tarde fueron objetivo de campañas militares de exterminio de los pueblos originarios, en la erróneamente denominada "campaña del desierto". Sin embargo, los Territorios Nacionales se encontraban en una posición de desventaja respecto a las Provincias, en virtud de un centralismo absorbente y una enorme marginalidad política (Ruffini. 2012). Pero la diferencia fundamental entre una y otra forma organizacional jurídica, se encontraba en la capacidad y el derecho de elegir a sus representantes. Durante la presidencia de Nicolás Avellaneda, la Ley de Fronteras de 1878 creó la Gobernación de la Patagonia, designando a Mercedes de Patagones (actual Viedma) como capital de ese enorme terreno. Más tarde, en 1884, la Ley Nacional 1532 dividió la Gobernación de la Patagonia en los Territorios Nacionales de Río Negro, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego y Neuquén. Viedma continuaba manteniendo su condición de capital del Territorio Nacional de Río Negro Esta Ley estableció entre sus articulados: a) los límites entre los Territorios, b) las condiciones para transformarse en Provincia y c) el régimen de gobierno que estos debían desarrollar (Cardone. 2005). Los límites entre los Territorios se fijaron arbitrariamente, sin respetar los ríos como cuencas naturales que deben estar bajo una misma autoridad. Además esas demarcaciones fueron poco claras e imprecisas. La más perjudicada fue Río Negro, cuyos tres centros poblacionales y de principales actividades económicas (Bariloche, Alto Valle y Viedma) quedan muy alejados y mal comunicados entre sí, compartiendo además los tres, actividades y recursos con sus respectivas provincias y ciudades limítrofes. Asimismo, la conexión directa del Alto Valle y el Valle Medio con Bahía Blanca y Buenos Aires, en virtud del trazado del Ferrocarril del Sud, aumentó el estancamiento y aislamiento del Valle Inferior. También, el tema de la capitalidad profundizó las diferencias entre el Valle Inferior y el Alto Valle: luego de una gran inundación en el año 1899, el pueblo de Gral. Roca presionó para que la Capital se asentara definitivamente en Choele Choel (donde se había trasladado provisoriamente) o para que se constituyera en su propia ciudad. Sin embargo, una comisión de ingenieros dictaminó en el año 1900 que la capital volviera a Viedma. El conflicto por la capital de la 2 Provincia persistió durante varias décadas, hasta 1973, año en que se asienta definitivamente en la Ciudad de Viedma, mediante Ley Provincial Nº 852 (Navarro Floria y Nicoletti. 2001). Asimismo, en cuanto a las condiciones para que un Territorio Nacional se transformara en Provincia, "...El art. 4º de la Ley 1532 establecía que cuando la población de una Gobernación alcanzara los 60.000 habitantes, constatados por el censo general y por los censos complementarios, tendría derecho a ser declarada provincia. El 31 de diciembre de 1933, según estimaciones hechas por el entonces Gobernador Ing. Adalberto Pagano, el Territorio rionegrino contaba con una población de 115.380 habitantes, duplicando lo solicitado por la Ley..." (Cardone, Edgardo. 2005: 27). Cada Territorio contaba con un Poder Ejecutivo (a cargo de un Gobernador designado por el Presidente), un Poder Legislativo (cuando se superara el número de 30.000 habitantes) y un Poder Judicial integrado por un Juez letrado y Jueces locales de Paz (estos últimos eran los únicos que se elegían por votación de las personas, imitándose la legislación norteamericana para el lejano Oeste). Los Gobernadores surgían siempre de los sectores dominantes, ya que eran designados por el gobierno nacional, siendo en su mayoría militares o terratenientes. Asimismo, tenían poca autoridad real para tomar decisiones: el Presidente tenía la facultad de nombrar empleados administrativos, fijar impuestos y administrar las rentas. Además, hasta 1911 -año en que se creó el Ministerio del Interior- debían coordinar las pocas decisiones que podían tomar con varios Ministerios Nacionales. Las funciones de los Gobernadores se limitaban a la administración y la seguridad (en las costas y pasos cordilleranos). En general, la comunicación con la Capital Federal era muy restringida. A medida que la población aumentaba y que los problemas sociales eran cada vez más complejos y heterogéneos, se hacía más latente la necesidad de contar con autonomía política, es decir, transformar los Territorios Nacionales en Provincias. Sin embargo, según establece Villca (2012), el objetivo de la creación de los Territorios Nacionales fue consolidar el orden en esas regiones, por lo que existió una larga postergación de derechos políticos. La violencia física representó una de las principales herramientas del Estado Nacional, utilizando como instrumento las fuerzas de represión. Se instaura la primera organización represiva del Estado (el Ejército Nacional) y luego se consolida ese aparato con la policía de seguridad, la policía fronteriza y la policía rural. Los primeros gobernadores de los Territorios Nacionales se encargaron de controlar severamente a la población, transformándola en mano de obra o poniéndola al servicio de la Guardia Nacional. En el Territorio de Río Negro, con el Reglamento de Conchabo de Peones, del Gral. Lorenzo Vintter, se busca reprimir las formas de vida alternativas al trabajo asalariado (caza, arreo, 3 comercio legal). Las fuerzas represivas sofocaron algunos focos de conflicto proletarizados en esta parte del país. El gobierno nacional no tenía la intención de estimular los derechos civiles y políticos en los Territorios Nacionales en ésta época, por lo que primero era necesario colonizar para sentar las bases del capitalismo. La meta primera era establecer un orden, y una vez concluido definitivamente éste, sería el momento del progreso. Estos Territorios contaban con formas institucionales muy débiles, con lo que organizar un sistema de políticas públicas fue imposible, contrariamente a lo que ocurría en el resto del país a principios del Siglo XX. Por otra parte, a pesar de que se negaba la ciudadanía política a los territorianos, estos tuvieron importantes espacios de participación o de expresión en ámbitos como los Concejos Municipales, Juzgados de Paz, Comisiones de Gobierno, los cuales reflejaban la preponderancia de los sectores dominantes locales, sin extensión más allá de las propias fronteras locales. Era una dominación incipiente que no abría el juego a pactos de dominación territoriales. Si bien, las burguesías dominantes locales no podía proyectar su poder a escala provincial, participaban de forma activa en los Concejos Municipales y Juzgados de Paz; así como en los espacios convocados por los gobernadores, tales como consejos asesores o comisiones de gobierno; asimismo, también integraban ampliamente clubes, periódicos, entidades culturales y económicas (Villca. 2012). Iuorno (2008) postula que los vecinos de los Territorios Nacionales desarrollaron prácticas políticas de carácter local, organizadas en torno a partidos comunales, que, si bien eran claramente adherentes al radicalismo y al socialismo en general, se presentaban como agrupaciones de raigambre local. Hasta mediados del Siglo XX, más allá de que en algunos espacios –como los Concejos Municipales- se abrió el juego a la participación ciudadana, la situación de restricción continuaba a pesar de haberse cumplido los requisitos poblacionales establecidos por la Ley 1532. Río Negro como Territorio Provincial tenía una sociedad civil muy frágil, cuya ciudadanía no era plena, con alcance local e instituciones precarias (Villca. 2012). Con la Ley Sáenz Peña de 1912 en el país y, por lo tanto, con la ampliación de la participación política a nivel nacional, se estimula poco a poco la participación ciudadana en la Patagonia. En 1930 se reconocía el derecho al voto para autoridades nacionales pero no para las autoridades de los Territorios Nacionales. La autonomía municipal, que debía otorgarse a los pueblos que contaran con más de mil habitantes según la ley, también fue implementada a medias en muchas localidades de los Territorios. Los golpes militares de 1930, 1945 y 1955 también interrumpieron la vida institucional de los pueblos. La 4 participación y la definición de identidades políticas específicas se vieron truncadas además por la deficiencia de las comunicaciones, el despoblamiento de amplias zonas, gran cantidad de población extranjera, falta de tradiciones y de arraigo. La administración de la justicia también presentó falencias, ya que en cada pueblo los comisarios representaban la autoridad estatal. Un único juzgado letrado funcionaba en Viedma desde 1887. Recién en 1934 se crea la segunda circunscripción judicial con cabecera en Roca. Iuorno (2008) expresa que las relaciones políticas de Río Negro a principios del Siglo XX se basaban mayoritariamente en las que se establecían en virtud de la fragmentación de espacios, generalmente subordinados a jueces de paz y comisarios. Esos primeros vínculos políticos, se articulaban generalmente por un funcionario, por lo que aparecía fuertemente el poder personal y las negociaciones permanentes. Los primeros gobernantes del Territorio se preocuparon fundamentalmente porque la población era escasa, estaba muy dispersa y se movilizaba constantemente. Hacia 1912 la población era predominantemente argentina, masculina, rural y generalmente analfabeta. Todavía en 1920 la situación era similar. En este contexto, se destaca que Río Negro se caracterizó desde sus inicios por ser un territorio con núcleos bien diferenciados: los Valles (Alto, Medio e Inferior), la Costa Atlántica, la Zona Andina y la Línea Sur. Iuorno (2008) expone claramente que: la Cordillera se conformó alrededor del comercio entre las casas comerciales de Bariloche –vinculadas a comerciantes provenientes de Chile- y los parajes aledaños. Por su parte, en el Valle Inferior, Viedma tenía un aparato administrativo incipiente y un sistema bancario rudimentario que eran la base de su economía. Sus sectores dominantes se fueron erigiendo alrededor de la actividad comercial y agropecuaria. Por otra parte, la construcción en 1910 del sistema de riego en el Alto Valle generó la constitución de numerosas colonias agrícolas entre 1912 y 1928, siendo el motor de su constante desarrollo. Fue así que se conformaron las primeras burguesías agroindustriales. También se fueron definiendo en el Territorio los primeros sujetos sociales que irían definiendo la identidad de cada región: propietarios de terrenos destinados a la explotación agrícola ganadera (vacuna en la cordillera, ovina en la Línea Sur), quienes se dedicaban a la explotación de la minería en la Línea Sur y los comerciantes de ramos generales en todo el terreno. Los vínculos socio- políticos reflejaban intereses puramente locales, lo cual queda claramente reflejado en la Convención Constituyente de 1957. El Alto Valle fue el principal centro demográfico hasta entrada la década de 1950, principalmente General Roca. Por su temprano desarrollo agroindustrial y poblacional en los años ´20, esta zona se erigió en el primer punto de contacto con el gobierno nacional. Los 5 sujetos sociales burgueses que comenzaban a conformarse encontraron su principal representación política en la Unión Cívica Radical (Iuorno. 2008). Las autoridades nacionales se preocuparon en extender la educación primaria en los Territorios Nacionales para crear un sentido de pertenencia de los habitantes hacia la Argentina. Las primeras escuelas se establecieron en Viedma, Conesa y Guardia Mitre. Más allá de que desde 1884 todas debían ajustarse a la ley nacional 1420 de educación común, la compleja y precaria situación de la Patagonia hizo muy difícil el cumplimiento efectivo de esta norma. La mayoría de los primeros docentes no tenía título, y por lo general eran extranjeros. Además la ley no contemplaba la heterogeneidad social de la región, ni las diferentes demandas de cada sector social, ya que el sistema educativo era excesivamente centralizado. Asimismo, las escuelas salesianas tenían más oferta educativa que el Estado, ofreciendo educación integral y cristiana, internados, separación por sexos, educación práctica a partir de talleres de oficios y artes, y la formación de maestros con el sistema que ellos denominaron "preventivo"1. Las escuelas salesianas fueron fundadas paralelamente a las estatales en Viedma (1884), Roca (1889), Conesa (1891) y otras. De todas maneras, la educación se reconfiguró a partir de la inundación de 1899 -por la necesidad de reubicar la población-, del tendido de los trenes, de la expansión de la actividad ganadera ovina y del incremento poblacional inmigrante caracterizado por el analfabetismo. Sin embargo, a pesar de las dificultades iniciales con el gobierno nacional, los Salesianos lograron mantenerse de forma preponderante respecto de las misiones y la educación confesional en la Patagonia, siendo de gran trascendencia su accionar para la configuración cultural y social de los estratos altos y de los populares (Navarro Floria y Nicoletti. 2001). II.- Los Territorios Nacionales durante el gobierno peronista.Con la llegada de Perón al gobierno en 1946, se producen reformas sociales, económicas y políticas sustanciales en todo el país. En relación a los derechos políticos, Martha Ruffini (2012) destaca la aprobación del sufragio femenino en 1947, y la provincialización de los Territorios de Chaco y La Pampa en 1951 y de Misiones en 1953. En 1955 se sanciona la Ley Nacional 14.408 que determina la provincialización de los Territorios Nacionales de Formosa, Neuquen, Santa Cruz, Chubut y Río Negro, pero el Golpe de Estado encabezado por los generales Lonardi y Aramburu unos meses después, haría que la medida quede en suspenso. 1 El método educativo desarrollado por los salesianos a partir de la experiencia educativa de Don Bosco nació como una respuesta al sistema educativo represivo, de castigo físico y distancia entre el docente y el alumno, que se impartía en Europa en el Siglo XIX. 6 Alonso (2010) explica que durante el peronismo se realiza una reforma estatal profunda a nivel nacional y regional. Con la transformación de los Territorios Nacionales en Provincias, el objetivo era consolidar un verdadero “Estado peronista”. Las reformas producidas por el peronismo generaron cambios profundos en la relación entre el Estado y la Sociedad. El reconocimiento de derechos políticos a los habitantes de los Territorios Nacionales inició con la reforma constitucional de 19492, la cual a través del artículo 82º establecía que los Territorios Nacionales también participarían de la elección directa del Presidente y Vicepresidente de la Nación, formando un único distrito con las Provincias y la Capital Federal. A esta iniciativa se sumó la provincialización de La Pampa y Chaco; la elección de un delegado al parlamento que contaba con voz pero sin voto; la retirada de las intervenciones locales y el reconocimiento a Municipios que habían sido hasta ese momento Comisiones de Fomento. Todas estas medidas contribuyeron a la participación efectiva de la población de los Territorios, relegada en sus derechos políticos hasta ese momento (Bucciarelli. 2011). El peronismo decide otorgar la ciudadanía política primero a Chaco y La Pampa (1951), ya que consideró que estaban dadas las condiciones sociales y materiales para ello. Durante el primer discurso de apertura de sesiones ordinarias en el Congreso, el entonces Presidente J. D. Perón se compromete a provincializar todos los Territorios Nacionales. Estableció reformas económicas y jurídicas de carácter gradual, para que las provincializaciones se fueran produciendo en un desarrollo progresivo y no de rupturas institucionales generadas de un día para el otro (Alonso. 2010). Durante los años ´50 se registran incipientes reclamos por parte de la población de los Territorios Nacionales para lograr la integración efectiva al sistema nacional. Durante el gobierno peronista un grupo de personas envía un documento avalado por más de 25.000 personas, solicitando la provincialización; por lo que en abril de 1955 Perón recibió pobladores de la Patagonia –comisionados municipales, comerciantes, ganaderos, obreros petroleros y productores-. Como afirma Ruffini (2012), la particularidad en Río Negro en relación a lo que ocurrió en las restantes Provincias, se basó en que aquí se ejercieron derechos políticos en años anteriores a la provincialización. Esta experiencia influyó en la conformación del entramado institucional que se debía comenzar a articular. En 1957 entonces, iniciaría una etapa para Río Negro en la que su soberanía institucional, económica y cultural, permite terminar con años de marginalidad; teniendo en cuenta un escenario nacional signado por la intervención militar nacional y la fragmentación institucional. 2 En su afán reformista, el gobierno peronista había sancionado una nueva Constitución en ese año, derogando completamente la de 1853. 7 La provincialización de los Territorios Nacionales en los años ´50 se produce en un proceso cargado de conflictos y controversias, donde se hicieron presentes especulaciones electorales y desequilibrios en el régimen capitalista de acumulación, pero fundamentalmente se evidenciaron temas no resueltos en relación a los límites y configuraciones territoriales, así como la presencia de intereses económicos y políticos en dichos Territorios. Además, a diferencia de lo que había ocurrido hasta ese momento (se había puesto el énfasis en la necesidad de comprobar el número de habitantes y su capacidad cívica), durante esta etapa el discurso oficial hace hincapié en la necesidad de aprendizaje gradual por parte de los habitantes de los Territorios para la ampliación de los derechos políticos, y de las oportunidades que representaba tal situación (Bucciarelli. 2011). III.- La provincialización en épocas de la dictadura en 1955.En septiembre de 1955 fue derrocado el gobierno peronista por la autodenominada “Revolución Libertadora”. Tres meses antes, el Poder Ejecutivo había enviado al Congreso la Ley de provincialización de Río Negro, Santa Cruz, Formosa, Chubut y Neuquén. Pero la interrupción golpista hizo que se postergue la formalización de las autonomías provinciales y se llene de contradicciones (Bucciarelli. 2011). En esos años, el consenso por parte de sectores civiles hacia el golpe de estado de 1955 fue amplio, la interrupción democrática “...fue justificada en virtud del carácter ´autoritario, demagógico y represivo del gobierno depuesto´ y la incompatibilidad de sus principios y actuación con la democracia como sistema político...” (Ruffini, Martha. 2012: 83). De cualquier modo, el gobierno de facto atravesaba una coyuntura social y política en la que era necesario buscar una fórmula política democrática3 excluyendo al peronismo e integrando a las demás fuerzas políticas, en una situación definida por O´Donnell (1972) como “empate hegemónico”4. En este sentido, en 1956 el gobierno nacional convocó a una Convención Constituyente para derogar la Constitución Nacional de 1949, ya que el gobierno de facto consideraba que para fundar un nuevo orden era necesario interceder sobre la base institucional, es decir, sobre la Constitución Nacional. En ese mismo año el gobierno dispone que los Territorios provincializados en 1955 dicten sus constituciones y por lo tanto, su organización institucional (Martha Ruffini. 2012). 3 Además de contar con el aval de la jerarquía eclesiástica y los sectores terratenientes, el golpe de estado de 1955 fue apoyado por partidos políticos como la Unión Cívica Radical, el Partido Socialista, el Partido Demócrata Cristiano, los cuales requerían garantías para el adecuado funcionamiento institucional. 4 Ya que no lograba imponerse un proyecto político. 8 Así, el 1 de mayo de 1956 mediante un Decreto Ley que denominaron “Proclama” volvió a cobrar vigencia la Constitución Nacional de 1853 y se inició el proceso de reforma. Consideraron que era necesaria la derogación de la Constitución de 1949 en tanto no afectara los “principios revolucionarios” (Ruffini. 2012). Mediante la “Proclama” también se decidió el destino de las Provincias que se encontraban en tres situaciones diferentes: a) Las que se encontraban con su Constitución derogada, restableciéndose las de vigencia anterior. b) Las que debían dictar una nueva Constitución por la derogación de la primera c) Nuevas Provincias, sin Constitución (ex Territorios Nacionales) Al interior de los partidos no había demasiado consenso sobre la posición que se debía tomar respecto al peronismo proscripto. A pesar de que la mayoría de las fuerzas políticas estuvo de acuerdo en derogar la Constitución Nacional de 1949, las modificaciones sobre la Constitución de 1853 se basaron en mantener los Derechos Sociales establecidos por el gobierno de Perón (incorporados por medio del artículo 14 bis). En ese escenario político nacional fragmentado, se comienzan a configurar los lineamientos institucionales de las nuevas Provincias. El gobierno nacional crea Estatutos5 para su gobierno y administración, los cuales estarían vigentes hasta que estas dicten sus Constituciones. Además dispuso Interventores militares, los cuales actuaban en representación del gobierno nacional, hasta tanto estuvieran las condiciones de los nuevos gobiernos soberanos. Finalmente, en abril de 1957 se convocan las elecciones para conformar la Convención Constituyente de la Provincia de Río Negro. La entrada en vigencia de la Carta Magna de 1853, suponía también su revisión, sin embargo se produjeron grandes controversias: “...En primer lugar, la ilegalidad de origen de la convocatoria. Se cuestionó la potestad de un gobierno de facto para derogar una Constitución y dictar otra (...). De igual modo, la puesta en vigencia de la Constitución de 1853 y sus reformas no era plena: (...) el imperio de la Constitución quedaba sujeto a los fines del gobierno de facto y a las necesidades de organización y conservación del gobierno provisional...” (Ruffini, Martha. 2012: 86). Además, la convocada Convención se hacía sin representación de la totalidad de la población ya que el peronismo se encontraba proscripto. Tal como explica Iuorno (2008), la autodenominada “Revolución Libertadora” destituyó por medio de la fuerza al gobierno constitucional peronista y tanto la Unión Cívica Radical, como el Partido Socialista y los conservadores, habían sufrido fracturas en su interior en 5 “Estatuto Provisional para el gobierno y administración de las nuevas provincias”. 9 relación a la cuestión de cómo enfrentar al régimen de Perón, y por lo tanto, también sobre qué postura tomar respecto a su proscripción6. El Interventor de Río Negro, Cnel. Wheeler7, mediante el Decreto 477/55, dispuso investigar todas las acciones del gobierno anterior; y más tarde esto se traduciría en una persecución contra todos aquellos que ocuparon cargos durante el gobierno peronista, incluyendo funcionarios de Concejos Municipales, de Comisiones de Fomento, del Registro Civil e incluso directores de escuelas. En este contexto, algunos celebran poder volver a la vida partidaria, mientras que otros comienzan a actuar en la clandestinidad. IV.- La Convención Constituyente de 1957 en Río Negro y las primeras elecciones provinciales constitucionales,En las elecciones para Convencionales Constituyentes realizada en julio de 1957 en Río Negro, la UCRI (Unión Cívica Radical Intransigente) obtuvo mayoría de los votos, pero con la implementación del sistema electoral D´Hont, todos los partidos políticos que representaban la minoría obtuvieron bancas para representación y el voto en blanco ocupó el segundo lugar, como pasaría también en Santa Cruz. En esas elecciones las bancas quedaron distribuidas de la siguiente manera: Partido Político Porcentaje de votos obtenidos Bancas asignadas 28% 9 18,7% 6 Democracia Cristiana 12% 3 Partido Socialista 9,8% 3 Democracia Progresista 6,8% 3 Partido Demócrata de Río 4,8% 1 Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI) Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP) Negro Votos en blanco 19,5% Fuente: elaboración propia según datos extraídos de “La provincializaciòn de Río Negro. Interregno y conflicto de intereses nacionales y locales”. Iuorno, Graciela. 2008. 6 Esta fue una de las principales controversias al interior de la UCR a nivel nacional, Frondizi (representante máximo de la Unión Cívica Radical Intransigente) consideraba que la solución no era eliminar al peronismo y Balbín (representante máximo de la Unión Cívica Radical del Pueblo) apoyaba la decisión de la cúpula militar de eliminar sus rastros (Cardone. 2005). 7 “...Wheeler se desempeño como comisionado e interventor nacional en el período comprendido entre el 17/09/1955 y el 26/04/1957 y finalmente, Carlos Ramos Mexías fue designado interventor federal para el período transicional (26/04/1957) hasta la asunción de las autoridades elegidas por el pueblo rionegrino...” (Iuorno, G. 2008: 8) 10 La UCRP (Unión Cívica Radical del Pueblo) se hacía fuerte en el Alto Valle (destacándose en la dirigencia a Julio Rajneri8, Enrique Gadano y otros) y la UCRI en Viedma (destacándose a José María Guido9, Edgardo Castello10 y otros), ambos influyendo en sus zonas aledañas (Cardone. 2005). Viedma y General Roca fueron las localidades que contaron con mayor número de Constituyentes, con cinco y nueve respectivamente. La Convención contaba mayoritariamente con abogados, pero también con productores y un periodista. Asimismo, la novedad era que por primera vez en el país una mujer, Nelly Fey de Neumeyer (Bariloche), presidía una Convención Constituyente (Iuorno. 2008). Las sesiones de la Convención iniciaron en agosto de 1957 y finalizaron en diciembre de ese año. Los legisladores que participaron de la Convención, más tarde serían sumamente influyentes en la vida política provincial11 e incluso nacional (como ocurrió con Guido12). La Constitución Provincial se basó en las de otras Provincias, pero también en las de otros países, siempre bajo la línea del constitucionalismo social, como afirma Martha Ruffini (2012): “...se ha afirmado que esta primera Constitución fue meramente social. Incluyó derechos sociales, estipuló garantías e institutos para vigilar su efectivo cumplimiento, recuperando la impronta dejada por el peronismo, el trabajo, la propiedad y la economía fueron consideradas en función social y se reconoció expresamente la diversidad regional y la necesidad de descentralización administrativa. En alguna medida podemos considerarla una Constitución de avanzada, ya que consagra prescripciones poco usuales para la época como la autonomía municipal –incorporada en Argentina en la reforma de 1994-, declaraciones y derechos que reconocen las libertades humanas y un anticipo del Consejo de la Magistratura mediante la designación de magistrados judiciales con un acuerdo previo de una junta calificadora...” (Ruffini, Martha. 2012: 91). Tal como explica Ruffini (2012), los debates de la Convención Constituyente en Río Negro estuvieron marcados por la rivalidad al interior de las regiones de la Provincia, generando disputas por temáticas económicas y políticas (como sucedió por ejemplo con el 8 Actual Director del Diario Río Negro. José María Guido nació en San Telmo, ciudad de Buenos Aires en 1910, desde los inicios de su militancia fue radical irigoyenista, y participó activamente en la llegada a la presidencia de Frondizi (Cardone. 2005) 10 Mientras Guido estudiaba abogacía en La Plata, conoció a Herberto Castello, quien era de Viedma y también radical e irigoyenista. Herberto Castello lo invita a radicarse en Viedma y a asociarse en el estudio de su hermano, Edgardo, de iguales ideas políticas. Los Castello eran una familia muy influyente, y herederos políticos de su tío Felipe Contín, amigo directo de Hipólito Irigoyen (Cardone. 2005). 11 Guido y Castello habían conseguido mucha presencia en la vida de los vecinos en virtud de su profesión de abogados, por el asentamiento de la Justicia Federal en Viedma, entonces no había nadie que no hubiera tenido contacto con estos dirigentes (Cardone. 2005). 12 Quien estuvo a cargo de los poderes Ejecutivo y Legislativo de la Nación desde marzo de 1962 y hasta octubre de 1963, como consecuencia del Golpe de Estado que derrocó y detuvo a Arturo Frondizi. 9 11 tema de la capitalidad). Los planteos de los convencionales se destacaron por resaltar el momento histórico y fundacional del que formaban parte, ya que Río Negro se incorporaría definitivamente al país pero con autonomía, en un esquema federal, considerando a la vez que la Provincia había iniciado su desarrollo como tal muchos años antes. Las diferencias se dieron más que nada entre los representantes de la UCRP y la UCRI, ya que los últimos eran críticos con el gobierno militar, en consonancia con el partido a nivel nacional. Sin embargo, como afirma Martha Ruffini (2012), existía un claro consenso político provincial de crear una Constitución capaz de superar el contexto ilegal nacional, y fragmentado partidariamente a nivel provincial, más allá de las claras diferencias y conflictos que surgían. Los debates surgieron alrededor de incorporar la invocación a Dios en el Preámbulo; sobre la forma de gobierno y el contenido filosófico de conceptos como Democracia13; sobre la inclusión expresa o no de la representación en el sistema de gobierno. Pero de cualquier manera, los Convencionales acordaban en definir sujetos políticos con amplitud de derechos y libertades, elevando propuestas al Poder Ejecutivo Nacional para garantizar derechos individuales y colectivos, para lo que era necesario derogar las inhabilidades políticas establecidas y respetar los derechos sociales a nivel nacional y provincial. Esto fue una manifestación sin antecedentes en los gobiernos de facto. Se erigieron además las garantías constitucionales y se mantuvieron iguales postulados respecto a los derechos civiles: “...igualdad ante la ley, la libertad de profesar el culto, emitir ideas u opiniones, libre acceso a las fuentes de información, derecho de reunión para asuntos políticos, gremiales o partidarios, económicos, religiosos, sociales incluso para los agentes de la administración pública que deben ser protegidos por el Estado...” (Ruffini, Martha. 2012: 95). También se incluyeron institutos de democracia semi directa como la iniciativa popular, el referéndum y la revocatoria, y se postuló la importancia de los municipios como únicos ámbitos de participación política que había tenido la ciudadanía hasta ese momento, destacando las ideas de descentralización y federalismo, por lo que se establece su autonomía. Había una concepción amplia sobre la ciudadanía, que se combinaba con los principios del Estado de Bienestar. Ruffini (2012) expone que la problemática de la capitalidad produjo los debates más acalorados. El Convencional Rajneri argumentó la necesidad de trasladar la capital a Gral. Roca, generando tensiones y agresiones personales. Finalizando la Convención, la UCRP intentó incluir una disposición que permitiera que la Legislatura se traslade a diferentes 13 A diferencia de lo que ocurría a nivel nacional, donde se consideraba democrático todo aquello que fuera opuesto al peronismo. 12 lugares de la Provincia dos veces al año, bajo una supuesta intención descentralizadora que escondía intereses para impulsar la capitalidad en Roca, argumentando que la descentralización había ocupado un rol fundamental en la historia de Río Negro por la existencia de los municipios electivos en tiempos del Territorio Nacional. La solución se logra mediante un acuerdo político entre la mayoría de los Convencionales -salvo los de la UCRP-, redactándose el artículo 4º de la Constitución Provincial, en el que se establecía que la sede de la Capital provincial se determinaría mediante Ley especial de la Legislatura, la cual debía ser aprobada con los 2/3 del total de los miembros, lo cual sucedería, como ya se ha dicho, el 10 de octubre de 1973 con la Ley Provincial 852 (Iuorno. 2008). Con la reforma de 1988, la Constitución establece definitivamente en el artículo 11º que Viedma es la Capital provincial, y que lo será hasta que en ella se erija definitivamente la Capital Federal del país14. También surgieron controversias respecto al sistema electoral: la UCRP quería que las elecciones se realizaran mediante el sistema de lista incompleta, argumentando que la oposición debía adquirir protagonismo en los medios todos los días y no en el parlamento, ya que consideraban que de ser así podría producir parálisis de gobierno. El Partido Socialista y la Democracia Cristiana preferían un sistema de representación proporcional o D´Hont, argumentando que garantizaría una representación acorde a la realidad de la población en cada momento. Ante la falta de acuerdos, se aprueba una cláusula estableciendo que se sancionaría una ley en el futuro (el Código Electoral) que garantice la participación de las minorías en Legislatura (Ruffini. 2012). Luego de la sanción de la Constitución Provincial, en 1958 se realizaron las primeras elecciones de autoridades constitucionales provinciales. Abel (2011) explica que las primeras elecciones para gobernador y legisladores de Río Negro se realizaron el 23 de febrero de 1958, haciéndolas coincidir con las previstas para los cargos nacionales y municipales. Participaron los mismos partidos que lo hicieron en las elecciones para convencionales. La UCRI se dividió en dos listas: una lista oficial, que candidateaba al Dr. Edgardo Castello como gobernador, y otra lista que era encabezada por el Dr. Epifanio, abogado de General Roca. Esta división de la UCRI se había producido en la Convención en relación a la capitalidad. Los candidatos a gobernador fueron: por la UCRI oficialista, Edgardo Castello; por la UCRI Lista Verde, Justo Epifanio; Por la UCRP, Enrique Gadano (abogado de General Roca); por la Democracia Cristiana, Roberto de Rege (abogado de Viedma); por el Partido 14 Haciendo referencia a la Ley Nacional 23.512, de traslado de la Capital Federal, sancionada en 1986, durante el gobierno de Raúl Alfonsín, y aún vigente. 13 Socialista, Celestino Lucchetti (de Bahía Blanca y luego radicado en el Alto Valle); por el Partido Demócrata de Río Negro, Ingeniero Pagano (radicado en Viedma); por el Partido Demócrata Progresista, el Dr. Osvaldo Francisco Bessone; por el Partido Comunista, Isidro Pérez; por el Partido Blanco, Enrique Díaz Vera. En esas elecciones, se consagró Edgardo Castello como el primer Gobernador de Río Negro, hasta la interrupción golpista de 1962. Castello, alineado al frondizismo, sentó las bases para el nuevo Estado, de corte modernizador y desarrollista en los planos económico, social y político. El denominado “Proyecto Castello” incluyó la instalación de la planta de Soda Solvay, el Instituto de Desarrollo del Valle Inferior (IDEVI), el polo petroquímico – finalmente instalado en Bahía Blanca-, el Banco de la Provincia de Río Negro, la Caja de Previsión Social, el Aeropuerto de Viedma, el Puerto de San Antonio Este, el yacimiento ferrífero de Sierra Grande y otros de similar envergadura (Graciela Iuorno. 2008). En 1958, además del amplio triunfo de Frondizi sobre Balbín, la UCRI ganó todas las gobernaciones en las que compitió. En el caso de Río Negro, obtuvo un triunfo modesto, en comparación con los dieciséis puntos de diferencia que obtuvo Frondizi sobre Balbín. En Río Negro no hubo una fuerte polarización del voto entre los dos partidos del radicalismo (Abel. 2011). V.- Consideraciones finales.A partir de la exposición que se ha hecho en el presente trabajo, se destaca a los Territorios Nacionales como los primeros intentos formales de organización administrativa en la región, a pesar de que implicaron una clara restricción a los derechos políticos de sus habitantes. De todas maneras, resulta interesante la experiencia democrática a nivel local con que contaban varias zonas de Río Negro al momento de la provincialización, lo cual marcó la diferencia con otros Territorios Nacionales. Ahora bien, la delimitación geográfica de lo que fue el Territorio Nacional de Río Negro, al realizarse de manera arbitraria, sin tener en cuenta los límites establecidos por los ríos, hizo inevitable que se generasen actividades productivas autónomas y cada una con diferente inserción y orientación. De allí que se conformaran sectores productivos limitados a sus propias regiones. La diversidad geográfica de Río Negro (encontrándose el Alto Valle de los ríos al norte, el área andina al oeste, la meseta en el centro-sur, el Valle Medio en el Centro, y la costa atlántica y el Valle Inferior al este), hace que se desarrollen realidades tan diferentes que dificultan incluso en la actualidad la consolidación de una identidad provincial común. Esta escasa integración de las regiones entre sí, hizo imposible a lo largo de su historia, el surgimiento de 14 un núcleo económico y político; “...condiciones y factores que hacen de la identidad rionegrina una suerte de puzzle de identificaciones locales...” (Favaro, Orieta y Iuorno, Graciela. 2008: 11). Por ello se hace hincapié en el hecho de que las regiones de la Provincia tienen su propia identidad e intereses arraigados, contradictorios entre sí. Todavía hoy nos encontramos ante la ausencia de una elite dominante, que pueda recrear instituciones de sociedades más complejas, como una estructura de clases, o un mercado con orientación común, un sistema de identidad compartida. La ausencia de un sector dominante o burguesía con alcance provincial ha hecho que no puedan materializarse consensos a largo plazo para forjar destinos claros en Río Negro. Es decir que, durante el proceso de provincialización se cristalizaron las diferencias, evidenciando conflictos que hacen eco aún después de más de seis décadas. Cabe destacar que se acuerda con Iuorno (2008), quien afirma que la integración de Río Negro en sus orígenes fue imposible en virtud de la diversidad de su territorio, pero también por la poca población existente (a la vez que dispersa), pro las escasas vías de comunicación interna y por el incipiente desarrollo económico y demográfico de algunas zonas específicas. Se puede afirmar entonces que la falta de integración en la provincia retrasó su institucionalización, y por lo tanto, la extensión de derechos políticos y sociales a los territorianos. Asimismo, de acuerdo con Martha Ruffini (2012), cabe resaltar que es probable que la postergación de las provincializaciones se haya producido también por la necesidad del gobierno nacional de continuar con una política arbitraria respecto a la explotación de sus recursos económicos, la designación de cargos políticos para intercambiar favores, la cobranza de impuestos y para evitar cambios en la composición del Congreso de la Nación. Resumiendo, podríamos decir que, en los orígenes de Río Negro, convergieron los siguientes fenómenos: 1. Delimitación geográfica arbitraria de los Territorios Nacionales por parte del Gobierno nacional en 1884. 2. Ausencia de ciudadanía política (negación de derechos políticos reconocidos a las provincias). 3. Población escasa y dispersa. 4. Escaso desarrollo de las comunicaciones y de la economía. 5. Debilidad institucional, con fuerte presencia de lo local. 6. Intereses del gobierno nacional por mantener el monopolio del poder en los Territorios. 15 Estos fenómenos hicieron imposible una integración real de la Provincia, lo cual trajo como consecuencia: 1. Conformación de actividades productivas autónomas, que generaron sectores productivos limitados a sus propias regiones, con sus propios intereses. 2. Ausencia de un sector dominante a nivel provincial. 3. Organización social débil y compleja. Todos estos procesos, entonces, se conjugaron para que la provincialización se retrase hasta mediados del Siglo XX, con consecuencias que se pueden visualizar incluso en la actualidad. Por otra parte, la extensión de los derechos políticos y sociales por parte del peronismo fue un gran avance para los Territorios Nacionales y para todo el país -teniendo en cuenta que se incluyó sectores históricamente postergados como las mujeres y los territorianos-, pero cabe discutir respecto a las acciones sobre los derechos civiles y la política, así como las formas en que se realizaron esas reformas y con qué fin. De lo que no caben dudas es que solucionó un viejo problema de ciudadanía. De todas maneras, se afirma, parafraseando a Cardone (2005), que el peronismo probablemente puso la discusión de la provincialización sobre el tapete porque su incorporación a la vida política nacional ampliaba su base electoral. Ahora bien, refiriéndonos específicamente a la provincialización, Río Negro se constituye en un momento en que el Estado de Bienestar estaba en su apogeo en Argentina y el mundo. De allí el carácter social de la Constitución Provincial, que cristaliza el Estado providencialista en Río Negro. Tal fue la base social de la Constitución Provincial, que, en la reforma de 1988 incorporó más derechos y la protección a grupos como los niños, las familias, los ancianos, y los indígenas, manteniendo siempre su base social original. Es trascendente que Río Negro haya podido diseñar un proyecto acorde a su momento histórico en 1957, más allá de las restricciones que implicaba atravesar simultáneamente un gobierno de facto, y de la falta de cohesión de los intereses regionales. Por eso se destaca la voluntad de construir las bases normativas para la formación de ciudadanos políticos responsables y participativos, en un contexto de ilegalidad del país; aunque no se hayan podido sortear obstáculos específicos, que se tradujeron en la postergación de decisiones sobre temas fundamentales como la capitalidad y el Código Electoral, encomendando tal responsabilidad a los gobiernos constitucionales venideros, lo que termina por reflejar el mencionado débil consenso de las fuerzas políticas. A pesar de haber alcanzado la provincialización y el reconocimiento de derechos políticos y sociales, fue imposible la construcción de una identidad provincial común, una fuerza superadora de los localismos y alianzas de clases extra territoriales (Cipolletti16 Neuquen/ Viedma- Carmen de Patagones/ San Carlos de Bariloche- Chile), en virtud de los motivos que ya se han expuesto en el presente. Dadas estas circunstancias, como afirma acertadamente Iuorno (2008), en la Convención de 1957 se produjo una agregación y no una integración de intereses regionales, lo cual todavía hoy se refleja en las dificultades que han atravesado y atraviesan a los diferentes gobiernos provinciales constitucionales para consolidar un modelo de políticas públicas integrador, no fragmentado ni sectorial. Mapa de la Provincia de Río Negro y sus regiones. Fuente: Gobierno de la Provincia de Río Negro www.rionegro.gov.ar ___________________________________________________________________________ VI.- Bibliografía. • Abel, José Luis. “La UCRI de Río Negro 1958-1963: Partido, elecciones y gobierno”, Ponencia presentada en la Mesa: Procesos políticos y actores sociales en la Patagonia de fines del Siglo XIX hasta la democracia reciente, del IV Jornadas de Historia Social de la Patagonia Santa Rosa, 19 y 20 de mayo de 2011 • Alonso, Aldo. “Peronismo pampeano y formación del “Estado” provincial” Ponencia presentada en el Segundo Congreso de Estudios sobre el Peronismo (1943 – 1976). Universidad Nacional de Tres de Febrero. Noviembre de 2010. 17 • Bucciarelli, Mario Arias “Repensar la expansión de la ciudadanía política en los territorios nacionales durante el primer peronismo. Debates y derivaciones teóricos metodológicas”. Revista Iberoamérica Global. Volumen 4. Nº 2. 2011. • Cardone, Edgardo "José María Guido: un patriota en la borrasca". Altuna Impresores. 2005. Ciudad Autónoma de Buenos Aires. • Favaro, Orieta y Iuorno, Graciela. “Neuquinos y rionegrinos. ¿Cautivos o cautivados por los sistemas políticos locales?” Programa Buenos Aires de Historia Polìtica del Siglo XX. Trabajo en prensa en la Revista Periferias, FiSYP- CLACSO, 2008. • Fundación Don Bosco Perú. www.fundaciondonbosco.org.pe • Iuorno, Graciela. “La provincializaciòn de Río Negro. Interregno y conflicto de intereses nacionales y locales”. Publicado en Graciela Iuorno y Edda Crespo (coordinadoras). “Nuevos espacios. Nuevos problemas. Los territorios nacionales”. Neuquén. Educo – Universidad Nacional del Comahue – Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco. CEHEPYC. 2008 • Navarro Floria, Pedro y Nicoletti, María Andrea (2001). Río Negro: Mil voces en una historia. Cap. 4: Río Negro en el Modelo Agroexportador. Ed. Manuscritos Libros. Neuquen. • Ruffini, Martha. “Un orden institucional para las provincias argentinas en tiempos de la “Revolución Libertadora”. Democracia y Ciudadanía en los debates de la Convención Constituyente de Río Negro (1957)”. Informe Proyecto de Investigación “Tiempos antiperonistas en la Norpatagonia. Poder y Ciudadanía en la formación de las nuevas provincias argentinas. Río Negro. 1955 – 1976. • Villca, Hugo. “Estado y Sociedad en Río Negro a mediados del siglo XX”. Ponencia presentada en la 2 Jornadas de Políticas Públicas organizadas por la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN). Noviembre de 2012 Fuentes: • Legislatura de Río Negro www.legisrn.gov.ar • Gobierno de la Provincia de Río Negro www.rionegro.gov.ar 18