Benjamin Lee Whorf, “Ciencia y lingüística” En: Lenguaje, pensamiento y realidad. Barcelona, Barral. 1971. Las lenguas diseccionan la naturaleza de un modo diferente y clasifican de manera diferente las particularidades de la experiencia. Para el “sentido común” el pensamiento no depende de la gramática, sino de las leyes de la lógica y de la razón, que se supone son las mismas para todos los observadores del universo para representar un racional en el universo que pueda ser “encontrado” independientemente por todos los observadores inteligentes, ya hablen éstos chinos o choctaw. Se piensa que las lenguas diferentes son métodos paralelos para expresar un mismo racional de pensamiento y que solamente difieren en cosas menores. “Si una raza humana, por ejemplo, tuviera el defecto fisiológico de no poder ver más que el color azul, difícilmente sería capaz de formular la regla de que solamente ve azul. El término azul no transmitiría ningún significado; en su lengua no existirían términos para designar los colores, y las palabras para indicar las diversas sensaciones de azul contestarían y traducirían nuestras palabras “luz, oscuridad, blanco, negro”, etc., pero no nuestra palabra “azul”. Para poder formular la regla o norma de ser solamente azul, se necesitarían momentos excepcionales en los que se pudieran ver otros colores.” (1971:237) HIPÓTESIS 1: DETERMINISMO LINGÜÍSTICO “El sistema lingüístico de fondo de experiencia (en otras palabras, la gramática) de cada lengua no es simplemente un instrumento que reproduce las ideas, sino que es en sí mismo el verdadero formador de las ideas, el programa y guía de la actividad mental del individuo. La formulación de las ideas no es un proceso independiente, estrictamente racional en el antiguo sentido, sino que forma parte de una gramática particular y difiere entre las diferentes gramáticas.” (1971:241) Dividimos la naturaleza, la organizamos en conceptos, y adscribimos significados porque hemos llegado a un acuerdo que se mantiene a través de la comunidad que habla nuestra misma lengua y que está codificado en los modelos de nuestro lenguaje. Este acuerdo es implícito pero sus términos son obligatorios. HIPÓTESIS 2: RELATIVISMO LINGÜÍSTICO Ningún individuo es libre para describir la naturaleza con absoluta imparcialidad, sino que está constreñido a utilizar ciertos modos de interpretación. Principio de relatividad: todos los observadores no son dirigidos por la misma evidencia física hacia la misma imagen del universo, a menos que sus fondos de experiencia lingüística sean similares. En nuestras lenguas modernas existe una unanimidad de modelo superior: el fondo de experiencia del latín y del griego. Cuando se contrastan con nuestra lengua las lenguas semíticas, china, tibetana y africanas, se evidencia la divergencia en el análisis del mundo. Cuando observamos las lenguas nativas de América se patentiza el hecho de que las lenguas diseccionan la naturaleza de muchas formas diferentes. Se pone de relieve la relatividad de todos los sistemas conceptuales y su dependencia del lenguaje. Benjamin Lee Whorf, “La relación entre lenguaje y pensamiento y conducta habituales” En: Paul L. Garvin y Yolanda Lastra de Suárez (Comps.), Antología de estudios de Etnolingüística y Sociolingüística. México, UNAM, 1984. Suponemos que una cierta línea de conducta se da debido a las analogías de la fórmula lingüística con una situación dada, y por ella se analiza, se clasifica, y se le asigna su lugar en ese mundo que está en gran medida inconscientemente construido sobre los hábitos lingüísticos del grupo. Y siempre suponemos que el análisis lingüístico hecho por nuestro grupo refleja la realidad mejor de lo que lo hace. Una categoría como la de número (singular versus plural) es un intento de interpretar todo un gran sector de experiencia, virtualmente todo el mundo o la naturaleza; es un intento de demostrar cómo debe segmentarse la experiencia, cuál experiencia debe llamarse “una” y cuál “varias”. En Hopi los verbos no tienen “tiempos”, tienen formas de validez (“aseveraciones”), aspectos y formas para ligar cláusulas (modos) que llevan a una mayor precisión del habla.