TESTIMONIO: MI PRIMERA COMUNION Carta para DIOS: Rozaba los 12 años, mi alegría por recibirte era indescriptible, solo mi corazón podía entender lo que ocurría, una inmensa alegría llenaba todo mi ser; cuanto esperaba ese momento. En catequesis quería saberlo todo de ti, mis oídos y mi alma se llenaban de ti; contemplaba a mi catequista como hablaba, que nos contaba de tus evangelios; ella decía: que eres el camino la verdad y la vida y así también lo leía cada domingo en la parroquia donde asistía con unas letras enormes en lo alto , allí podía leer esas mismas palabras que me impregnaba de tu amor. Pues yo sabía lo que encerraba ese mensaje, sabía que si te seguía tendría vida y en abundancia, sabía que si caminaba por tu lado encontraría el camino hacia ti y sabía que si sabía la verdad de tu existencia y de tu amor ya era tuya; todo estaba predispuesto, solo faltaba el gran día de mi vida: MI COMUNION. Antes debía pasar por el confesionario: Recuerdo mi primera confesión con el sacerdote; veía como los niños nos preparábamos un papelito con nuestras faltas para que cuando nos tocará el turno no se nos olvidara nada, ya que como sabíamos que te recibiríamos dentro de poco teníamos que estar impecables como copitos de nieve para dejarte entrar en nuestra casita: tu templo y vinieras a morar en él. No había maldad en mi corazón, pero había sido una niña algo desobediente con mi mamá (me encantaba salir a jugar y muchas veces lo hacía a escondidas) sabía que debía decir algo en el confesionario, no sabía que hasta que llego mi turno y dije: padre perdóname por mis faltas, si te he ofendido en algo lo siento, y empecé a decir mi pequeña lista de pormenores y antes de acabar tú me dijiste: te amo, tus pecados son perdonados, vete en paz. Ohhh!!, que paz sentí en ese momento parecía que estaba en el cielo, tu voz sonaba tan suave y a la vez tan llena de paz, y mientras tanto sabía que tú me decías eso porque me amabas y mucho!! Nunca nadie me había perdonado así, totalmente e incondicionalmente! Salí del confesionario tan feliz que llegaba a casa dando saltos de alegría, en mi boca solo había alabanzas a tu nombre, no sabía cantar otra cosa. En ese periodo mis padres pasaban por un periodo de discusiones, yo no me daba cuenta de esto, estaba tan sumergida en ti que tú me estabas protegiendo al mismo tiempo del sufrimiento que en mi casa se olía. Era obvio que contigo solo podía ver las cosas buenas que habían en mi vida tanto que las malas pasaban sin hacerme daño. Llego el gran día!! Mi primera comunión: todo estaba preparado, las flores en el altar, los vestidos y trajes de los niños blancos como la nieve igual que nuestras almas. Empezó la ceremonia y los cantos del coro parecía la de los ángeles, uní mi voz a ellos junto con los demás niños. el sacerdote un hombre de unos 50 años predecía la ceremonia, me queda impregnada de sus palabras cuando predicaba y que amor tenia hacia todos especialmente hacia los niños; cuando llego el momento de la paz el recorría todo el pasillo y dejaba que los niños se acercaran a él y los recibía con un abrazo y un beso--yo luchaba con los demás niños para tocar su mano… el representaba lo que eras TU en la tierra. Cuando llego el momento de recibir tu carne y tu sangre, representadas en esa pequeña hostia mi corazón empezó a saltar de emoción, como explicar cuando te vi tan cerca? como explicar lo que sentí cuando por fin te comía? Solo sé que mi corazón y mi alma se unía a ti, y tú te unías a mí.... me guardabas un espacio en tu corazón el lugar más bello cerca del cielo!! ESTE ACONTECIMIENTO LO RECUERDO COMO SI FUERA AYER, Y POR CONSIGUIENTE HERMANOS GRACIAS A DIOS AUN LO SIENTO ASI CON CADA COMUNION, REALMENTE EL AMOR DE DIOS QUE NOS DA A COMER SU CUERPO Y SU SANGRE COMO EXPIACION DE NUESTROS PECADOS ME HA SANADO Y LIBERADO DE MUCHOS TORMENTOS, EL ME HA REVESTIDO DE EL, ME SIENTO TAN AGRADECIDA PORQUE EL ME HA DADO LO QUE PROMETIO: EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA PORQUE HE TENIDO "UN NUEVO NACIMIENTO" QUE DIOS LES BENDIGA A TODOS!!