Carpeta N°2 – LOS ENEMIGOS DEL ALMA - Lección 6: “La avaricia” Introducción La avaricia la podemos definir como el afán desmedido de acumular riquezas. Es un deseo inmoderado de tener más; un hambre excesivo de poseer y que no se satisface. No necesariamente alguien debe ser rico para ser avaro; hay personas que tienen poco, pero su corazón está lleno de avaricia y codicia. 1. Las riquezas de este mundo: El deseo de Dios para nuestra vida, en lo relacionado a lo material, está expresado en 3 Juan 1:2 “Amado, yo deseo que seas prosperado en todas las cosas”. Esto quiere decir que el Señor anhela bendecirnos para que vivamos reposados, pero lo que Él decididamente no quiere es que nuestro corazón esté puesto en las riquezas, en lo material y en los afanes de este mundo. Veamos cuál es la voluntad de Dios y algunos textos que nos hablan de la incompatibilidad de la avaricia con las cosas de Dios. “Mas buscar primeramente el Reino de Dios y su justicia, y todas las demás cosas serán añadidas” Mt 6:33 “Ninguno puede servir a dos señores, porque o aborrecerá a uno y amará al otro; o estimará a uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas” Mateo 6:24 “El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la Palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la Palabra y se hace infructuosa” Mt 13:22 “¡Cuán difícil les es entrar en el Reino de Dios a los que confían en las riquezas!” Marcos 10:23 2. El juicio de Dios sobre la avaricia: La avaricia tal como lo expresa la Biblia en Marcos 7:22, sale de lo profundo del corazón del hombre caído. El avaro es seducido y engañado por las riquezas de este mundo, sin percibir lo pasajero que es el disfrute de estas cosas. Al igual que el joven rico (Marcos 10:17-31), no está dispuesto a renunciar a todo por seguir a Jesucristo. “Ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el Reino de Cristo y de Dios” Efesios 5:5. La idolatría del avaro consiste en adorar sus bienes materiales antes que a Dios. 3. La necedad del avaro: El avaro no tiene real conciencia de lo temporal de esta vida, y de lo inútil que resulta acumular riquezas en este mundo. El Señor Jesús ilustra esta verdad con una parábola. Leamos juntos Lucas 12:13-21 “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan, ni hurtan” Mateo 6:19-20 4. Nuestra posición como mayordomos de los bienes del Señor: Cuando le entregamos nuestra vida a Jesús, todo lo que somos y tenemos, pasa a ser de Él. Ya nada es nuestro. Vivimos tan solo para Él. Esta entrega debe incluir nuestro dinero y posesiones. Ahora el Señor es el dueño de todo y nosotros simples administradores de sus bienes. Es por ello que debemos utilizarlos de acuerdo a su voluntad: siendo generosos siempre, ocupándonos de la necesidad de quienes nos rodean, apoyando de todas las formas posibles la obra de Dios, y cumpliendo con nuestros diezmos y ofrendas. Jesús nos enseña respecto de esta administración: “Pues si en las riquezas injustas (lo que tenemos en este tiempo) no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero? Y si en lo ajeno (lo que poseo que es de Dios) no fuisteis fieles ¿Quién os dará lo que es vuestro? (…) No podéis servir a Dios y a las riquezas”. Lucas 16:11-13 Es interesante tomar en cuenta el versículo siguiente: “Y oían todas estas cosas los fariseos, que eran avaros, y se burlaban de Él”. Lucas 16:14 La gente que es avara, no puede comprender este principio y se burla de quienes ponemos nuestros bienes al total servicio de Dios, para la extensión de su Reino. Ellos no pueden entender como nuestro corazón no está puesto en las riquezas, porque para ellos eso es todo, más para nosotros las verdadera riquezas están en la Gloria de Dios. 5. La importancia de valorar lo que tenemos. Dice la Biblia: “Sean vuestras costumbres, sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora” Hebreos 13:5 “Así que teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto” 1 Timoteo 6:8 ¡Qué importante es vivir agradecido a Dios por lo que tenemos! Cuantas deudas hubiéramos evitado. El avaro no conoce esta paz, siempre está buscando más y más riquezas. Los cristianos vivimos en reposo, contentos con lo que tenemos “…porque nada hemos traído a este mundo y nada nos llevaremos” 1 Timoteo 6:7 El Apóstol Pablo había aprendido esta importante enseñanza: “He aprendido a estar satisfecho en cualquier situación en la que me encuentre. Se lo que es vivir en la pobreza, y lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a vivir en todas y en cada una de las circunstancias, tanto a quedar saciado como a pasar hambre, a tener de sobra, como a sufrir escasez. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” Filipenses 4:11-13 Conclusión Desechemos la avaricia “porque raíz de todos los males es el amor al dinero” (1 Timoteo 6:10), seamos sabios administradores del Señor, usando sus bienes generosamente para su obra, y haciendo tesoros en el cielo, donde está nuestra esperanza. Año 2015 Iglesia “Rey de Reyes” Pastores Claudio y Betty Freidzon