36 LATERCERA Sábado 2 de febrero de 2013 Mundo Libro detalla batalla de Stalingrado a partir de relatos de soldados soviéticos R Un historiador alemán publicó una colección de entrevistas con miembros del Ejército Rojo realizadas durante la guerra. M. Sontheimer (Der Spiegel) En la madrugada del 31 de enero de 1943 la batalla más sangrienta de la Segunda Guerra Mundial llegaba a su fin para el principal comandante alemán en Stalingrado. Los soldados rusos estaban apostados a la entrada del sótano de la tienda de deparmentos Univermag, en la que los oficiales alemanes de mayor rango, incluyendo al comandante en jefe Friedrich Paulus, se habían refugiado. Un día antes, Adolf Hitler había promovido al líder de las tropas alemanas en Stalingrado al rango de mariscal de campo, no tanto como un signo de reconocimiento, sino más bien como una orden im- plícita de acabar con su vida antes que ser capturado. El teniente coronel ruso Leonid Vinokur fue el primero en divisar a Paulus: “Estaba recostado en una cama cuando entré. Llevaba su abrigo y su gorra. Tenía una barba de tres días y parecía haber perdido el coraje”. El último escondite del comandante del 6º Ejército alemán parecía una letrina. Poco después los alemanes fueron obligados a entregar sus armas. “Podrían haberse disparado fácilmente”, dice el mayor general Ivan Burmakov. Pero Paulus y sus hombres optaron por no hacerlo. “No tenían la intención de morir -eran cobardes. No tuvieron el coraje para R Estas entregan el primer recuento R Rusia conmemora hoy los 70 años preciso y en primera persona de uno de los combates decisivos de la Segunda Guerra Mundial. del triunfo del Ejército Rojo sobre las tropas alemanas en la batalla de Stalingrado. morir”, dice el testigo presencial Burmakov. La batalla de Stalingrado marcó un momento decisivo para Alemania en la guerra, desde el punto de vista psicológico. “Las noticias que llegaban de Stalingrado tuvieron un efecto impactante en el pueblo alemán”, admitió el ministro de propaganda del Reich, Joseph Goebbels, el 4 de febrero de 1943. “A partir de Stalingrado, todos sabían que la derrota de Alemania sólo era cuestión de tiempo”, resumió la situación el ya fallecido historiador británico Eric Hobsbawm. Miles de personas perdieron sus vidas en el duelo de honor entre los dos dictadores, Hitler y Stalin. Unos 60 mil soldados alema- nes murieron en el sitio (y más de 700 mil en los cinco meses que duró la batalla). De los 110 mil prisioneros alemanes capturados en Stalingrado, sólo unos 5 mil regresaron a su hogar. Por el lado soviético, murieron entre medio millón y un millón de soldados del Ejército Rojo. Ahora, 70 años después, es posible comprender con una claridad sin precedentes cómo vivieron los vencedores esta fatídica batalla en el río Volga. Esta nueva información fue originalmente trabajo del historiador moscovita Isaak Izrailevich Mints. En 1941, fundó la comisión para la historia de la guerra patriótica. La idea era que todos en las fuerzas armadas expre- saran sus pensamientos, sentimientos y experiencias como modelo para otros, pero sin adornos. Así, en 1943, tres historiadores entrevistaron a más de 20 soldados soviéticos que estuvieron presentes cuando Paulus y sus hombres fueron capturados. En total, los investigadores realizaron entrevistas a 215 combatientes en Stalingrado, algunas durante la batalla y otras poco después. Algunas declaraciones reflejan el carácter formal del evento, pero los soldados también hablan sobre sus temores, e incluso critican las decisiones de sus superiores. Los testimonios son tan honestos que más tarde los comunistas sólo publicaron una pequeña parte de ellos. RR Soldados soviéticos disparan contra las tropas nazis desde un edificio en ruinas en Stalingrado, el 1 de diciembre de 1942. FOTO: REUTERS Los aproximadamente 5 mil protocolos compilados por la comisión de historiadores desaparecieron en los archivos del departamento de historia en la Academia Soviética de Ciencias. En 2001, el historiador alemán Jochen Hellbeck, que enseña en la Universidad de Rutgers en New Jersey, escuchó hablar de este tesoro. Siete años después pudo conseguir más de 10 mil páginas en Moscú. Una nueva versión Hellbeck publica ahora Die Stalingrad-Protokolle (o Los protocolos de Stalingrado), que consiste en entrevistas, incluyendo en algunos casos fotos de los soldados entrevistados, junto a la descripción