Literatura Bíblica Reseña histórica del pueblo hebreo El pueblo hebreo es originario de Arabia, de origen semítico, penetró en Egipto con los reyes pastores (hicsos) y emprendió la marcha hacia Palestina dirigidos por Moisés. La total posesión de la “Tierra Prometida” solamente la lograron – al principio gobernados por Jueces y más tarde por Reyes – bajo el imperio de David y luego de su hijo Salomón. A la muerte de este último el pueblo quedó dividido en dos reinos: Israel y Judá. El primero fue destruido por los asirios y el segundo por Nabucondosor en el siglo I, a. C., quien tras apoderarse de de Jerusalén, condujo a los hebreos al cautiverio en Babilonia. Tiempo más tarde reconquistaron su independencia, pero las luchas internas entre sus gobernantes determinaron la intervención de Pompeyo y la toma de Jerusalén (63 a.C.), ciudad que finalmente fue devastada por Tito. La devastación total del país llegó a causa de la sublevación judía contra Roma en tiempos de Adriano, como consecuencia sus habitantes fueron dispersos por el mundo. Literatura hebrea La literatura hebrea está reunida en los libros que conforman el Pentateuco (los cinco primeros libros del Antiguo Testamento). Según Rogerio Sánchez, la Biblia incluye todos los géneros literarios: lírica, épica, oratoria, libros didácticos, narraciones históricas, poemas pastoriles.” La Biblia Los hebreos no poseían ninguna palabra especial, ni siquiera un vocablo cualquiera que, empleado en determinada acepción, sirviera para designar el conjunto de los libros sagrados. En general, esta determinación precisa y oficial con respecto a los libros que contenían sus tradiciones, siempre les preocupó un poco: les llamaban simplemente T.N.K (Thorá, Nebiim y Ketubiim) que es la división tripartita que establecieron, de acuerdo con el orden cronológico en que aparecieron los libros. Resumido en un cuadro, la estructura del T.N.K es: Thorá o Ley: Génesis Éxodo Levítico Números Deuteronomio Cánones Bíblicos Un canon (etimológicamente, regla o vara, es el criterio a seguir) es el conjunto de libros que integran la Biblia según una tradición religiosa concreta, que los considera así "divinamente inspirados" y los distingue de otros textos que no se consideran revelados. Estas diferencias entre las distintas ramas del cristianismo se dan únicamente para el Antiguo Testamento, ya que todas las Biblias tienen el mismo número de libros en el Nuevo Testamento. Canon La palabra significa “vara”, medida usada en la Antigüedad, es una medida o regla de las costumbres. ¿Qué miden los cánones con respecto a la Biblia? La pertenencia o no de las diversas escrituras al grupo de libros considerados sagrados (de inspiración divina) Canon hebreo Según los hebreos, estos primeros libros o Escrituras se denominan T.N.K, o Thorá, Nebiim y Ketubimm. El criterio para esta organización es el orden cronológico de su creación. La Thorá contiene la ley, aquellos preceptos a los que debe obedecer toda la comunidad hebrea. El Ketubiim reúne la palabra de los profetas. En el Nebiim se encuentran los escritos o hagiografías, formas literarias que no encuadraban en ninguno de las dos partes anteriores (Salmos, Proverbios, Lamentaciones, Cantar, etc.) ` Canon Alejandrino Es, junto al hebreo, el canon más popular es el alejandrino, adoptado por las comunidades cristianas. Este canon incorpora el concepto de Testamento, vocablo que significa Pacto o Alianza. Con ello se referían a la alianza establecida entre Dios y el pueblo hebreo. Al hablar de Antiguo Testamento hace referencia al pacto establecido entre Jhavé (Dios) y el pueblo judío, al que consideraba el pueblo elegido, a través de Abraham y ratificada por Moisés. El Nuevo Testamento es la alianza establecida entre Dios y toda la humanidad a través de Jesús Este canon organiza los libros teniendo en cuenta los géneros literarios a los que pertenecen, rompiendo con el criterio cronológico de los hebreos. Según esto, la Biblia está conformada por un corpus de 45 libros agrupados en: La ley Históricos Didácticos o Sapienciales o Poéticos Proféticos Otra diferencia con respecto al canon hebreo es que agrega un nuevo grupo de libros considerados apócrifos por la comunidad hebrea. Por apócrifo se entiende aquel libro que se considera sospechoso, es decir, que se duda sobre su naturaleza sagrada. CARACTERÍSTICAS DE LA ESCRITURA El Antiguo Testamento está escrito, en su mayor parte, en hebreo y arameo, otras partes han sido escritas en griego, pero en general lo que predominan son las denominadas lenguas semíticas. En hebreo se escribían solamente las consonantes Posee pocas palabras La sintaxis es muy simple o rígida, es por ello que se reitera la idea principal muchas veces Se utilizan frases cortas, unidas entre sí por la conjunción “y” A pesar de sus limitaciones. La lengua hebrea presenta ciertas recursos: Existe gran cantidad de conjugaciones para cada verbo, pudiendo en la misma frase expresar una gran gama de matices (ej.: una misma raíz puede expresar la idea de morir o matar, o de parir, engendrar o nacer) Los tiempos verbales son imprecisos, lo cual hace difícil, al traducir, definir si se trata de pasado, presente o futuro Como forma de contrarrestar su pobreza léxica usaron el lenguaje figurado (metáforas, comparaciones, alegorías) LAS FORMAS LITERARIAS Paralelismo Se denomina así a una propiedad de la poesía, aunque también puede aparecer en la prosa. Consiste en la repetición de determinadas estructuras sintácticas y semánticas que, en ocasiones pueden ser redundantes, pero que, sin embargo, dotan al texto de una mayor motivación poética, acentuando el ritmo o ciertas connotaciones.1 Tipos de paralelismo Sinonímico: consiste en la repetición de la idea inicial en dos o más miembros de frase o versos consecutivos, para fijar el concepto por medio de la repetición. Se basa en la similitud i semejanza que el espíritu establece entre una y otra idea o entre ésta y un objeto material. La correspondencia los miembros de la frase puede ser total o parcial. El segundo miembro repite algunas veces una parte del primero, agregando una idea que es su desarrollo o complemento. Ejemplo: Desde lo alto de los cielos, Jhavé mira ve todos los hijos de los hombres desde el lugar de su morada observa a todos los habitantes de la tierra Salmo XCVII,1 Antitético: en este caso el segundo miembro de la frase expresa una idea contraria o antitética del primer miembro, en algunas circunstancias la oposición está resaltada por el uso de la conjunción adversativa pero, como ocurre en los Proverbios. Ejemplo: Las heridas de un amigo, prueban su fidelidad, mas los besos de un enemigo son engañosos. Proverbios, XXVII, 6. 1 Ayusso de Vicente, Ma. Victoria et alt., Diccionario Akal de Términos Literarios, Ed. Akal, Madrid, 1997 Sintético o de composición: es la forma más amplia y flexible. En este caso las ideas no se repiten por oposición o por sinonimia, sino que se corresponden de una manera más general. La relación puede ser de causa a efecto, progresiva, de antecedente a consecuente, de gradación, de disyuntiva o dividida y finalmente, parabólica o de simple comparación. Ejemplo: La ley de Jhavé es perfecta, restaura el alma; El testimonio de Jhavé es verdadero, hace sabioal ignorante; los mandamientos de Jhavé son rectos, regocijan al corazón; el precepto de Jhavé es puro, ilumina los ojos. El temor de Jhavé es santo, subsiste para siempre. Los decretos de Jhavé son verdaderos, están llenos de justicia. Son más preciados que el oro, que mucho oro fino, Más dulces que la miel, que la que destila del panal. Salmo XIX, 8-11 Los seis primeros versos expresan, a través de los dos miembros que los forman, una idea completa sobre la ley de Dios, en los últimos dos se complementa con dos versos en los que se establecen dos comparaciones (oro y miel) que muestran el valor y la pureza de la ley. LOS ESTILOS Son tres los estilos literarios que surgen a partir de la literatura hebrea: Estilo sentencioso: es el más antiguo. Dentro de la Antigua Alianza, el ejemplo por excelencia es el libro de los Proverbios, basado en materiales populares muy antiguos. Se trata de sentencias cortas en las que se concentra una idea, que luego evolucionaron hacia el refrán, el enigma o el oráculo.´ Estilo parabólico: el procedimiento consiste en comparar ideas abstractas con elementos familiares para que el lector aplique las cualidades de éstos a aquellas. o Comparaciones: tienen tres finalidades Didáctica: se utiliza para enseñar mediante la aclaración del sentido de una expresión. Poética: procura elevar la expresión de la idea, por ello establece símiles con objetos menos vulgares y que sirven para comunicar con más idealidad el concepto o Mixta: se unen la finalidad didáctica y la poética, siendo ambas totalmente prescindibles Metáfora: en su mayoría realizadas sobre objetos vulgares y con una correspondencia que lleva a que la misma metáfora designe siempre a la misma idea, por ejemplo la luz y las tinieblas para referirse a la desgracia y a la felicidad. o Alegoría: conjunto de metáforas relacionadas entre sí que conforman un todo unitario. Un ejemplo es la alegoría de la vejez en Eclesiastés, XII, cuyas metáforas son tomadas del ciclo día – noche, del crecimiento vegetal, etc. o Parábola: es una comparación cuya interpretación puede ser muy flexible, sus componentes son: el objeto sobre el que se habla, el objeto con el que se compara y la explicación de la relación entre ambas. Prosopopeya: o personificación, atribución de personalidad humana a seres, ideas u objetos o Poesía pura: es la culminación del estilo parabólico y del estilo sentencioso. En ella, el poeta logra provocar en sus giros imprevistos, sorpresivos, destinados a causa en el lector la impresión cabal de lo que narra hacerlo compenetrarse con el estado de ánimo de sus personajes. Esta libertad se manifiesta en determinados rasgos introducidos en la marcha lógica del pensamiento, por ejemplo: ǣ Cambio en las personas gramaticales: “Y engrosó Jeshurún y tiró coces; tú engordaste, engordaste y quedaste repleto, Él abandonó a Dios su creador” Deut. XXXII ǣ Cambio de número, fluctúa entre el singular y el plural ǣ Cambio en los tiempos verbales Bibliografía: Ayuso de Vicente, María et alt., Diccionario Akal de Términos Literarios, Ed. Akal, Madrid, 1997 Menafra, Luis, Explicación de Literatura Hebrea, Editorial Síntesis, Montevideo, 1995