ASOCIACIÓN NACIONAL DE VETERANOS DE LA FUERZA PÚBLICA “ANALVET” N. I. T: 900154396-7 …y se quedaron “calladitos”. La resonante e histórica victoria de la Fuerza Pública en la Corte Constitucional que confirmó nuestro legítimo derecho a la Nivelación Salarial ordenada en la Ley 4ª de 1992, no mereció ni una sola línea en el reciente Boletín de la CREMIL. Durante años perversamente esta Entidad repitió en su publicación mensual (para favorecer al gobierno), que el derecho reclamado no era un derecho cierto y que faltaban a la verdad quienes afirmaban lo contrario. Esta vez y en contraste con la locuacidad acostumbrada para disuadir con falsedades a los potenciales demandantes, los CREMILES se quedaron “calladitos”, en actitud que podrán juzgar los propios afiliados, omitiendo cualquier mención a la sentencia T-327-15 que favorece por su trascendencia de precedente vertical obligatorio y definitivo, a miles y miles de miembros de la Fuerza Pública tanto activos como retirados. Esta decisión de la Alta Corporación que debió ser informada con grandes titulares a los afiliados en el medio de comunicación oficial, no fue considerada de relevancia por el Director quien estaba MORALMENTE obligado a difundirla pues restablece un derecho que la Entidad venía desconociendo arbitrariamente por más de dos décadas. Pero no, prefirió guardar malintencionado silencio quizás por temor a las represalias gubernamentales. ¿Qué habría pasado si la sentencia en mención hubiera sido contraria a los intereses de la Fuerza Pública? No es difícil predecir: ¡quién sabe cuántos editoriales le habrían dedicado a explicar sus alcances! El lugar de privilegio del Boletín de noviembre que debió ser ocupado por tan trascendental FALLO alcanzado con el paciente esfuerzo de muchos años, lo ocuparon (como en diciente y despreciable reto) con una foto gigante titulada “en familia” que reúne en formación de cuña a todos los que faltando a su ética profesional, perversamente han venido negando nuestros legítimos derechos. ¡Qué familia! En otras culturas luego de un hecho similar las renuncias colectivas se hubieran presentado por honor: en la nuestra el honor de esta “gran familia” es mostrar su mejor sonrisa para la foto como si nada hubiera pasado. Condenable la actitud del Director: guarda reprochable silencio ante el restablecimiento de un derecho cuya reclamación ha sido el clamor más sentido de los afiliados por largos años pero privilegia en la publicación oficial a los que al negarlo han causado tanto daño. ¡Qué contraste! Fiel reflejo de lo que está sucediendo a nivel nacional con los bandidos de la Habana. Señor Director: Los afiliados no merecen que la Entidad que dice ser “su mano amiga” les oculte (para mantenerlos desinformados) una decisión judicial que los favorece y que es de tanta trascendencia como la plasmada en la sentencia T-327-15 de la Corte Constitucional. Esto es mala fe. Si Ud. considera que no puede apartarse del libreto que le ha dictado el gobierno, creemos que está en el lugar equivocado. Cordialmente, Capitán Juan Alfonso Fierro Manrique e-mail: analvetcolombia@gmail.com Cel. 310-7091485 Dirección: Carrera 18 N°33-30 Oficina 106 Bogotá (D.C) NOVIEMBRE 25 DE 2015 Presidente ANALVET