INSTITUTO NACIONAL DE MEDICINA LEGAL Y CIENCIAS FORENSES VALORES Y VIRTUDES EN LA FAMILIA Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses Calle 7A N° 12-61 familegal@medicinalegal.gov.co Conmutadores 4069944-4069977 –6061106 Ext 1518 –1520-- Telefax 1522 www.medicinalegal.gov.co BOGOTÁ, D.C. – COLOMBIA JUNIO 2010 Fotografía, Diseño e Impresión: Subdirección de Investigación Científica - Grupo de Apoyo Editorial Manuel Castañeda Montenegro Diseñador Gráfico - U.N. No. 3 Revisión y publicación en la Pag. Web. - Unidad Divulgación , Prensa y Publicaciones. SECRETARIA GENERAL - OFICINA DE PERSONAL UNIDAD DE REGISTRO Y CONTROL LA FAMILIA COMO UN CONJUNTO DE INTIMIDADES En esta vida de relación, los comportamientos de cada uno son, en su mayor parte imprevisibles. Es decir, los miembros no cumplen con funciones determinadas y, por tanto se llega a pensar en la persona más por lo que es que por lo que hace. En este sentido se puede considerar la familia como un conjunto de relaciones en que lo que se relaciona es lo mas profundo y lo mas especifico de la persona, o sea, su intimidad. La familia sirve como base de unas relaciones, donde no cabe más que la aceptación incondicional porque estas relaciones no están controladas por las personas; nadie elige a sus hijos, ni los hijos eligen a sus padres, ni a sus hermanos. En la familia la persona tiene la seguridad de ser aceptada y amada por lo que es irrepetiblemente. Al crecer, la persona necesita raíces, raíces emotivas, raíces históricas, de pertenencia a un proceso que comenzó hace mucho y seguirá hacia el futuro. La familia permite el arraigo básico que todos necesitamos. LA FAMILIA COMO PRIMERA ESCUELA DE VIRTUDES HUMANAS Los valores son como niños que van naciendo día tras día en el seno del hogar. Cada día, cada momento, los van generando y exigiendo. Cada niño aporta su modalidad nueva de vivir la simpatía, la confianza, el agradecimiento, la sinceridad. Los valores están al alcance de quien quiera cogerlos como frutos maduros en el árbol familiar. Al alcance de todos, porque son dones de Dios, como el agua, y el aire. LA FAMILIA ES EL AMBITO NATURAL PARA EDUCAR EN VALORES La familia es el cultivo de los valores humanos lo que el invernadero es al cultivo de buenas plantas: El ambiente óptimo. El invernadero es ideal porque allí se pueden crear las mejores condiciones de temperatura, humedad, fertilidad, etc para cada planta. El ambiente propio de la familia es al amor, amar es desear lo mejor. Cada mañana, cada noche deseamos a los otros “Buenos días”, “Buenas noches”. Y para que estos deseos se hagan realidad, no agotamos esfuerzo. La repetición de ese esfuerzo es ya el valor, en germen, que va creciendo en los niños sin dolor, y a su vez, van creciendo ellos en valores y formando una firme y agradable personalidad. SON NECESARIOS LOS VALORES Los valores nos marcan un rumbo coherente. La mejor forma de educar es lograr que quieran imitarnos, mostrarles con la propia vida, los valores que les conviene adquirir, enseñar con el ejemplo: Si nos ven responsables con una sonrisa sentirán que vale la pena el esfuerzo. DIFERENCIA ENTRE VALOR Y VIRTUD Los valores son como los pilares que sostienen el equilibrio humano. El valor es aquello que se presenta como bueno en un momento dado, que da sentido a la vida, que sostiene la estructura física, espiritual y orgánica. Las virtudes son valores encarnados, regalo de Dios, que nos permiten alcanzar un habito bueno por la repetición continua de actos. La virtud es una perfección de la naturaleza del ser humano. PODEMOS RESCATAR LOS VALORES? Hay muchas quejas en los libros, en la prensa, por la carencia excesiva de valores, pero lo que en realidad nos hace falta, son las virtudes y el deseo de conseguirlas. Estamos desprovistos de generosidad, sinceridad, lealtad, responsabilidad, optimismo. Buscamos desesperadamente estos atributos en los demás, sin darnos cuenta que nosotros también carecemos de algunos de ellos. No se pueden rescatar los valores. Los valores no mueren, más bien lo que hay que hacer es encarnar las virtudes, que estén vivas dentro de nosotros, para que se vuelvan vida en nuestros hijos. No pensemos tanto en las que faltan en los demás (cónyuge, hijo, amigo, compañero), pensemos en las que nos hacen falta a nosotros y empecemos por ahí. A ésto se llama “recuperar” los valores. Recuperar o rescatar algo significa que todos vivamos ese algo, de verdad, es la única manera de que vuelvan los valores a lo más íntimo de nosotros, al medio ambiente y al exterior de la sociedad. Preparado por: Patricia Pataquiva Rodríguez Psicóloga Especializada en Desarrollo Personal y Familiar Unidad de Registro y Control Oficina de Personal FUENTE: Ser familia No 5. 2 fasciculo. David Isaacs. La Educación de las Virtudes Humanas y su Evaluación. 14 Edición. Eunsa. Ediciones Universidad de Navarra s.-a.. Mayo 2003