Señor, ayúdame a servir Jesús, quiero seguir tu camino. Vivir alegre y dispuesto para servir a mis hermanos. En el lugar que me pidas. En mi familia, con mis amigos, en la escuela, en el club o en el barrio. Quiero vivir atento a las necesidades de los demás. En especial muy atento a todas las personas que sufren. Quiero ser como vos, servidor de todos. Ayúdame a lograrlo. XXXII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Marcelo A. Murúa Acción Católica General Sector de Infancia www.accioncatolicageneral.es Que llega el esposo, salid a recibirle En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: - El Reino de los Cielos se parecerá a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco sensatas. Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. momento, con cualquier persona, en cualquier sitio, alguien puede necesitar de nuestra ayuda. Los cristianos recibimos la fuerza para ayudar a los demás de la Iglesia, de la palabra de Dios, de los demás cristianos con los que trabajamos unidos, de la oración, del compromiso cristiano de transformar aquello que no está bien. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz: «¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!» Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas: - «Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas.» Pero las sensatas contestaron: - «Por si acasono hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis .» Unas preguntillas para pensar y comprometerse... ¿Eres de las personas que en el día a día se olvida de los demás, o de las personas que están siempre atentas a ayudar al que lo necesita? Mientras iban a comprarlo llegó el esposo y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo: «Señor, señor, ábrenos.» ¿Qué cosas crees que puedes hacer por los demás? Pero él repondió: «Os lo aseguro: no os conozco.» Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora. Mateo 25, 1-13 Jesús esta vez nos invita a que estemos preparados. El aceite de las doncellas representa lo que nosotros podemos hacer por los demás. Debemos estar, por lo tanto, preparados siempre para ayudar a los demás. Jesús quiere que nos pongamos al servicio de los demás y que estemos siempre atentos y preparados, porque en cualquier Piensa en alguien que conoces y crees que puedes ayudar. Piensa en algo concreto que puedes hacer por esa persona en esta semana y hazlo. Serás entonces como las doncellas que se acordaron del aceite para la lámpara y así estuvieron preparadas cuando el esposo las necesitaba.