SEA 07 23/1/07 11:04 Página 1 María Luisa GARCÍA VARGAS Directora de FRACTAL SLNE Investigadora asociada al IAC en el proyecto “Estallidos de Formación Estelar http://www.iac.es/proyect/GEFE/estallidos/ Espacio coordinado por la SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ASTRONOMÍA HTTP://SEA.AM.UB.ES Imagen fondo © Instituto de Astrofísica de Canarias h t t p ://SEA.AM.UB.ES El ciclo de vida de las estrellas organiza la estructura del Universo. Incluso los átomos de nuestro cuerpo, excepto los de hidrógeno y helio, provienen del interior de las estrellas. Allí, en condiciones extremas de presión y temperatura, se producen los elementos químicos pesados, los cuales terminan en casos extremos por provocar el derrumbe gravitatorio de la estrella, y son expelidos al medio interestelar en explosiones de supernova que marcan el final de las estrellas más masivas. En ese momento, se generan ondas de choque que desencadenan la formación de una nueva generación de estrellas. A estas agrupaciones estelares, formadas “simultáneamente” (lo que significa miles de años en la escala de tiempo astronómica), con edades comprendidas entre 1 y 20 millones de años y dominadas por la radiación de las estrellas más masivas, el gas y el polvo, las llamamos brotes o “estallidos” (del inglés “bursts”) de formación estelar, y su estudio se ha convertido en parte esencial de la astrofísica moderna. Imagen del cúmulo NGC602 tomada con el El estudio de los brotes de formación estelar es una gymkhana en la que recolecta- Telescopio Espacial Hubble en el centro de una región de "Estallidos" de formación mos pistas en los diferentes colores en los que los astrónomos “vemos” el Universo. estelar en la Nube Menor de Magallanes. Hace 40 años sólo teníamos acceso limitado al espectro visible y de radio, y sólo La radiación ionizante de las estrellas para regiones de nuestra propia Galaxia o las más brillantes en galaxias cercanas. esculpe los bordes de la nebulosa, en la que se aprecian también los filamentos Además, las observaciones estaban emborronadas debido al paso de los fotones a gaseosos y el polvo. través de nuestra atmósfera. Hoy disponemos de grandes observatorios terrestres Imagen de fondo: la Vía Láctea tomada dotados de sistemas de alta resolución y podemos detectar frecuencias que no con una cámara de gran campo desde el Observatorio del Roque de los Muchachos atraviesan la atmósfera gracias a los telescopios espaciales. Además, los instru- (La Palma). mentos actuales son mucho más sensibles y revelan más detalles. ¿Cuáles son las huellas que buscamos? Las estrellas masivas ionizan el gas y producen hermosas nebulosas de cuyo estudio deducimos propiedades químicas del gas y propiedades físicas de los cúmulos estelares. Pero este gas ionizado enmascara los rasgos espectrales visibles de las estrellas. Por ello tenemos que detectarlas en el intervalo ultravioleta, con telescopios espaciales. Para complicarlo más, las regiones con mucho polvo se “comen” la radiación ultravioleta y sólo podemos ver esas zonas de los brotes, más oscurecidas, en el espectro infrarrojo. Las antenas de radio permiten estudiar el gas molecular y neutro y las observaciones en altas energías (rayos X, gamma, etc.), desde el espacio, completan la información sobre las explosiones y los vientos de las estrellas masivas. Los brotes son nuestros laboratorios. En ellos probamos los modelos teóricos, con diferentes hipótesis sobre la formación y evolución de los cúmulos de estrellas y sobre las condiciones del gas y el polvo. Esto nos permite interpretar las observaciones de otras galaxias, en las que los brotes trazan la historia de su formación estelar. © NASA, ESA and The Hubble Heritage Team (STScI/AURA) REGIONES CON “ESTALLIDOS” DE FORMACIÓN ESTELAR