PIE DE ATLETA (TIÑA DE LOS PIES) Concepto La

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PIE DE ATLETA (TIÑA DE LOS PIES)
Concepto
La tiña de los pies o pie de atleta (tinea pedis) es una infección provocada por hongos de tipo dermatofito, localizada, obviamente, en el pie.
Afecta inicialmente a los espacios interdigitales tercero y cuarto de los pies, aunque
frecuentemente acaba por extenderse a la superficie de la planta. Las lesiones suelen ser descamativas y, en ocasiones, vesiculosas o incluso con ampollas, en especial durante las estaciones cálidas.
Produce prurito, dolor e incluso inflamación, que puede llegar a ser moderadamente
intenso, y puede complicarse con infecciones bacterianas secundarias, que son las
auténticas responsables del característico mal olor.
En los meses cálidos se producen frecuentes episodios de reactivación aguda, con
aparición de vesículas y de ampollas. Puede haber afectación ungueal, en cuyo caso, las uñas infectadas se engrosan y deforman. En las infecciones provocadas por
Trichophyton rubrum suele haber descamación y engrosamiento de la planta del pie,
que suele extenderse más allá de la superficie plantar, provocando con ello un típico aspecto de "mocasín".
Epidemiología
La incidencia de las distintas especies de dermatofitos y las manifestaciones clínicas no son iguales en todo el mundo. Globalmente, el agente más común es Trichophyton rubrum, aunque hay grandes variaciones regionales.
El pie de atleta es frecuente en España, con mayor incidencia en los meses de verano y especialmente en relación con instalaciones sanitarias (piscinas, duchas, etc),
mal controladas higiénicamente.
Etiología
Las dermatofitosis o tiñas son enfermedades infectocontagiosas causadas por un
grupo de hongos miceliales, denominados dermatófitos, que invaden los tejidos queratinizados (estrato córneo de la piel, pelos y uñas). Hay tres géneros de dermatófitos: Trichophyton, Microsporum y Epidermophyton. Este último está representado
por una sola especie, E. floccosum. Los otros géneros comprenden unas 40 especies,
siendo diez las más prevalentes en infecciones humanas. En el caso de la tiña de
los pies, está producida por dos especies de dermatofitos, Trichophyton mentagrophytes y Trichophyton rubrum.
Existen factores predisponentes locales, tales como la rotura de barrera cutánea, la
existencia de oclusión, sudación, maceración o de alteraciones vasculares periféricas, que favorecen la infección. También hay factores raciales y genéticos que pueden resultar determinantes, aunque en realidad la transmisión de las dermatofitosis depende fundamentalmente del contacto directo o indirecto con las fuentes infectivas. La infección no confiere inmunidad.
Tratamiento
Los mejores resultados terapéuticos objetivamente demostrados para la tiña de los
pies se han obtenido con itraconazol y con terbinafina, aunque suelen tener un
efecto muy poco inmediato sobre la infección inflamatoria aguda, que corresponde a
una respuesta inmune mediada por células. Cualquiera de los dos fármacos se
puede emplear para las infecciones crónicas y para evitar las exacerbaciones agudas.
Las infecciones interdigitales se pueden tratar con fármacos tópicos. El tratamiento
tópico con antifúngicos de tipo azólico o similares durante 2 a 4 semanas es el ha-
bitualmente utilizado, pero las infecciones que afecten a las uñas, o con gran extensión cutánea deben tratarse sistémicamente. Resulta difícil conseguir la curación
con el tratamiento tópico, pero el tratamiento prolongado puede conseguir el control, aunque se suelen producir recaídas al suspender el tratamiento
Resulta fundamental la buena higiene de los pies. Se debe secar cormpletamente el
espacio interdigital después del baño, desbridar con cuidado la piel macerada y
aplicar el antifúngico, preferiblemente en una forma de aplicación suave y desecante (polvo, etc). Se recomienda un calzado ligero y permeable, sobre todo en los
meses de calor. Algunos pacientes se benefician si caminan descalzos (para evitar la
maceración), siempre que se haga por zonas limpias.
En los episodios vesiculosos agudos se deben drenar las ampollas (preferiblemente
por un lado), pero no se debe resecar el techo de las mismas.
Valoración
La tiña de los pies se puede complicar con sobreinfecciones bacterianas secundarias, celulitis o linfangitis, que pueden recidivar. Se puede confundir también con la
simple maceración (por hiperhidrosis y calzado oclusivo), con la dermatitis por
contacto (por sensibilidad a distintos materiales de los zapatos, sobre todo el cemento adhesivo), o con la psoriasis. Por ello, si el tratamiento tópico no produce resultados apreciables en 2 o 3 semanas, es necesario acudir al médico para un examen clínico preciso.
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Principio Activo
Indicación
Clotrimazol (máximo al 1%)
Miconazol (máximo al 2%)
Pie de atleta
Tioconazol (máximo al 1%)
Tolnaftato (máximo al 1%).
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