El desnudo de Ana Maria Orozco Fotografias de Mauricio Velez La

Anuncio
El desnudo de Ana Maria Orozco
Fotografias de Mauricio Velez
La actriz que protagonizò Betty la fea,
la telenovela mas vista del mundo,
se desnuda en exclusia para SoHo
despues de doce anos de vivir por fuera del pais
Ana Maria Orozco por Jorge Enrique Abello
La primera vez que la vi fue en Villa de Leyva,
hace más de 20 años. Me detuve en la futura fea,
porque se veía muy hermosa. Ella no supo que yo la
vi. Ana prefiere pensar que nadie la ve, que no existe.
De vez en vez, estira la delgada mano para atravesar la
burbuja de su mundo y tocar el exterior, o lo que otros
se aventuran a llamar la realidad. Sus ojos almendrados
se abren con la sorpresa del recién nacido, mira a su
alrededor y llora porque no soporta la injusticia del
mundo, por eso es lejana. Solo ella podría interpretar a
Betty, la fea, un alma buena detrás de una máscara:
Anita conocía su dolor desde pequeña. La una, fea; la
otra, bella, pero lloraban con las mismas lágrimas.
Pocos la conocen, y más pocos la conocen como la
conozco yo: he sido su amigo, su compañero de
actuación, su padrino de bodas; en mi casa conoció a
su segundo marido; compartimos el miedo a volar y
andamos volados siempre de este mundo; en la ficción,
he sido su torturador, su jefe, su marido, hemos tenido
hasta hijos. Y cada vez que la vida quiere que nos
veamos al espejo, nos reencuentra y nos pone uno
frente al otro para ver si hemos hecho la tarea. Siempre
que esto sucede, la respuesta de Ana es la misma:
“Todo lo que hago lo hago por amor”. Pase lo que
pase, caiga Roma o lleguemos a Marte, Ana todo lo
hace por amor. De eso dan cuenta sus hijas, bellas
rubicundas y nórdicas hechas a punta de latidos de
corazón y mate.
La vida de ella siempre tiene humor, porque pese a que
hemos llorado en alguna ocasión o hemos visto el fondo
de la taza, nos hemos reído mucho, muchísimo, hasta
llorar y completar el círculo. Los que tengan a bien abrir
estas páginas descubrirán por qué don Armando no
volvió a tener paz desde el día que se acostó con
Betty. Detrás de cada fea se esconde una mujer
hermosa y detrás de la mujer invisible se esconde Ana,
una gran actriz que, cuando lo mire a los ojos
completamente desnuda, le estará insinuando lo que el
tango reza: “Yo soy así…”.
Cuando empezamos a grabar Betty, la fea todos
soñábamos con ver a la fea más querida de Colombia
empelota, ¿por qué lo decides hacer 16 años después?
Porque, primero, curiosamente en todos estos años
nunca me llamaron a proponérmelo; segundo, porque
ahora que me llamaron me dije: “¿Por qué no?”. La
verdad, nunca tuve pudor con mi cuerpo, pero tampoco
me interesó explotar el tema de mujer objeto. Bueno, tal
vez antes tenía un rollo con eso, pero ahora me siento
más liberada en el sentido del pudor. Con mi cuerpo
me siento muy tranquila, muy cómoda. Y antes que
nada soy actriz, y una actriz también puede hacer
cualquier tipo de personaje. También me pasa que por
haber hecho Betty, por ejemplo, nunca me ven en rol
de insinuar algo más sensual.
Siendo, además, una mujer muy sensual…
Gracias, mi Jorgi.
¿Qué crees que va a pensar esa generación de
muchachos que te vio crecer como la fea y, de pronto,
va a descubrir que esa fea es una mujer divina,
bellísima?
Creo que se van a sorprender, hasta yo me
sorprendí por hacer estas fotos, pero no porque crea
que me voy a ver divina, pues la belleza es algo
subjetivo.
¿Qué es la belleza para ti?
La belleza se proyecta. De por sí, el cuerpo de la
mujer me parece hermoso, y creo que la belleza es la
relación de ese cuerpo con lo que uno proyecta. Todo
depende de cómo uno se sienta. No hay perfección, no
existe mujer perfecta.
¿Cómo es la relación con tu cuerpo?
Sé que no soy perfecta, ahora me siento muy
cómoda, estoy liberada de muchos pudores que tuve en
la infancia y la adolescencia. No me cuestiono muchas
cosas, no soy fanática de un gimnasio, pero me cuido,
muy en la onda natural. Me gusta sentirme más que
nada saludable. Camino, hago algo de yoga.
A diferencia de los demás personajes del elenco,
Betty tenía una especie de máscara. ¿Podríamos decir
hoy que,16 años después, posar desnuda para SoHo
sería como quitarseesa máscara?
No lo había pensado así, pero sí, totalmente de
acuerdo.
¿Y qué sientes?
Siento que estoy preparada para eso. Antes como
que estaba guardada, pero no a propósito ni como una
estrategia; estuve ocupada con mi vida, pero ahora me
siento más allá de muchas cosas, como que realmente
no tengo nada que esconder. Esta soy yo. Y me
encanta poderme parar de otra manera hoy y poder
madurar en muchas cosas, como en mi propia imagen.
Estoy mucho más tranquila con eso.
¿Es cierto que llega un momento en que comienza
a importar poco lo que opinen de uno?
Por suerte, sí. Eso lo da el tiempo. Hay cosas
que ya no me afectan como me pudieron afectar hace
unos años, por tanta exposición. Hoy en día no, sé que
todo es relativo, que la belleza es subjetiva, que hay
gente que te quiere, gente que no te quiere, gente que
tiene más empatía con tu carrera como actriz…
Sé que para ti en un momento la exposición
mediática fue muy fuerte, tanto que te hizo crear una
armadura y alejarte de todo...
Sí, un poco sí.
Podríamos decir que desnudarte para SoHo va a
ser, de alguna manera, un triunfo en esa batalla contra
la distancia…
Puede ser… En todo caso, nunca sentí que me
alejé, lo viví de otra manera, de afuera se ve diferente.
Viví mi vida, viví lo que tenía que vivir y me ocupé
muchísimo. Pero a veces pasa que si uno no está, si
no te están viendo en televisión o no estás expuesto,
piensan que no estás viviendo, que te desapareciste.
Como si no existieras…
Piensan que uno no existe. Yo he hecho de todo:
he trabajado esporádicamente y he estado muy dedicada
a mis hijas, que son lo mejor que me ha pasado. Ser
mamá ha sido un aprendizaje hermoso, ha sido para mí
un crecimiento en todo. Entonces siento que no me alejé
a propósito. Tampoco fue tan pensado. Sí, en el
momento de sobreexposición sentí que tenía que parar
un poco y mirar dónde estaba ubicada. Y, bueno, tomó
un tiempo y coincidió con la maternidad. Ahora siento
que la vida misma me está haciendo volver a retomar el
rumbo, mis hijas están más grandes y, más allá de
todo, a mí me encanta actuar.
¿Les contaste a tus hijas que ibas a hacer esto?
No… Igual, yo les hablo mucho.
¿Pero les vas a contar?
Sí, pero más adelante… Quiero que tengan una
relación con el cuerpo más natural.
Sin tabú.
Sí, totalmente.
¿Podríamos decir que estas fotos son un regreso,
una forma de decirles a los colombianos “no dejé de
existir”?
He vuelto. No me raptó un ovni. Estoy acá y
quiero hacer muchas cosas nuevas como actriz. Actuar
es mi pasión, eso no ha cambiado, quiero seguir
haciendo personajes.
¿Te gustaría hacerlos en Colombia?
Me gustaría pasar una temporada, estar cerca de la
familia, me gusta mucho lo que se hace acá. Además,
tengo grandes amigos y actores, como tú, con los que
me gustaría volver a trabajar.
Hay una cosa que me llama la atención: fíjate que
la sexualidad de Betty nunca fue muy mostrada en
televisión…
Pero Betty era superpasional, por eso fue que don
Armando se enamoró…
Con la primera noche quedó loco. Fíjate que en las
escenas de amor de las novelas muestran la pasión,
aquí no se apagó la luz porque no podíamos ver la
pasión de Betty.
Primero salió en batica…
Sí, pero no hubo acción. Eso me hizo pensar que
Fernando Gaitán, el director, insinuó que Betty era un
catre bravo.
Sí era una mujer pasional, muy sensible, divina.
Ella se enamoró y se entregó a ese amor y también la
sexualidad pasa por eso, por la entrega que te hace
sentir ese encuentro.
Para ti, ¿Betty era sexual?
Sí, total.
Y ahora vemos en estas fotos lo que don Armando
y solo don Armando conoció…
Pues yo creo…
Vemos lo que volvió loco a don Armando…
Eso lo dirán los que las vean, eso no lo puedo
decir yo, pero espero que sí. Tampoco tengo
pretensiones con esto, pero ojalá sean bien recibidas.
Cuéntame de Maxi, tu pareja, lo conozco apenas…
¿Qué opina él de las fotos?
Está superfeliz, le encantó que lo hiciera, fue el
que más me apoyó. Me dijo que se siente orgulloso..
Le gusta la idea, él vino a acompañarte…
Sí, vino a acompañarme. Sin embargo, en el
momento de las fotos me dijo: “¿Sabes? Prefiero que
vayas tú sola, te olvides de todo y estés relajada”.
¿Y cómo te fue con Mauricio Vélez?
Me sentí muy cómoda, y eso es clave. Me gusta
mucho su trabajo. Jugué como actriz que soy y nos
divertimos. Aguantamos un poco de frío, pero creo que
es un lindo trabajo.
Uno siempre dice cuando es padre: “Juemadre,
ojalá a mi hija no le dé por salir en SoHo”. ¿Qué
opinó don Luis Fernando?
Mi papá con eso siempre ha sido como reservado.
O sea, no es que le guste mucho, pero él es muy
respetuoso con lo que hacemos nosotras, con Vero y
conmigo. Pero hoy en día entiende, está más allá de
muchas cosas. Le conté en el último momento y lo
tomó bien. No creo que las vaya a ver.
¡Lo dudo! Esto va a salir en todos lados... Tu
hermana Verónica también fue portada de SoHo, ¿ella te
dio algunos tips?
Sí: que me relaje, que lo disfrute, que es como
uno se sienta. No lo hubiera hecho si no me sintiera
tranquila y relajada, hay que hacerlo sin pudor.
¿Cuál es la diferencia entre que una modelo se
desnude para la portada de SoHo y que se desnude
una actriz, tan buena actriz, tan reconocida por su
capacidad histriónica?
No sé, tal vez el enfoque que le di. Lo tomé
como si fuera un personaje, jugué a hacer algo que no
pensé hacer.
¿A qué jugaste, qué personaje hiciste?
Jugué a sacar el lado sensual. No sé, en un
momento me sentí como una india en medio de las
montañas… fue lindo. Estuve muy cómoda, no me sentí
como si fuera una modelo, pero no sé si la diferencia
la notará la gente.
La mujer que conocí hace 16 años no hubiera
hecho estas fotos…
No. Me siento más suelta, estoy más liberada de
pudores, de prejuicios en general.
¿Qué te trajo esa seguridad?
La vida, los años, ser mamá. También he hecho
mucho trabajo interior y mucho trabajo corporal, ejercicios
de actuación, y hay otra relación con el cuerpo.
¿Cómo es para una actriz trabajar en Argentina?
Pues me he sentido muy cómoda. Primero, he
tenido una suerte enorme de poder trabajar en un país
donde hay un gremio con 17.000 actores y actrices, uno
mejor que otro. Hay un nivel actoral impresionante, me
siento muy privilegiada y muy agradecida por el espacio
que he encontrado allá. Por supuesto, esas puertas me
las abrió Betty, la fea. En Argentina son muy
respetuosos con el oficio de actor, lo valoran muchísimo.
Son muy profesionales y hay espacio para todo, los
actores están en movimiento.
¿Cómo hace una mujer tan hermosa como tú para
hacerse respetar por su talento y no por su belleza?
Nunca me sentí tan hermosa. Bueno, no sé, no
sentí que mi carrera pasara por ahí, y he podido hacer
personajes, pero nunca ha sido un problema para nada,
es como secundario eso. No me gusta tener esa presión
si me llaman para un protagónico y me piden más
exigencia con respecto a la belleza. Me gusta olvidarme
de esa parte, me gusta cuidarme y verme linda.
¿Cuál es la historia que has hecho que más
recuerdes?
Perro amor, me gustó mucho, en esa estuvimos tú
y yo. Le tengo un gran cariño. Había un grupo muy
especial, estaba Frank Ramírez. Tengo los mejores
recuerdos de esa novela. Y, bueno, Betty es inolvidable,
está todavía muy presente.
Tú dejaste aquí dos exmaridos y otro río de
enamorados. ¿Qué crees que van a decir esos señores
cuando te vean en SoHo?
No tengo ni idea qué van a pensar, creo que los
va a sorprender, pero no sé, pregúntales a ellos, debe
ser como ver a una prima en bola. O sea, uno se
vuelve como un primo lejano con los ex. Aparte, tengo
un buen recuerdo de todos, buena onda con todos.
Imaginémonos qué habría pasado con Betty después
de la telenovela: ¿Tú crees que Betty se excitaba
cuando don Armando la gritaba?
Creo que sí. Ella se emocionaba, era una atracción
sexual.
¿Y lo harían como conejos?
Uffff, claro que sí, y esos no paran…
La última vez que supimos de ellos tenían una
hija…
Tenían una hija y a cada rato se tomaban su luna
de miel, viajaban.
¿Tú sabes que tumbaron Ecomoda?
¿Sí? Pero me imagino que vendieron y ahora
viajan por el mundo.
¿Crees que ellos sean como el papá de Betty?
¿Será que don Armando le dejó la franquicia a él y se
fue a viajar por el mundo?
Pero la hija es chiquita, no creo que todavía vaya
a pasar eso. Pero son prósperos. Y viajan, y se aman,
y como conejos…
¿Tendrán más hijos?
No creo.
¿Te los imaginas iguales?
No, más maduritos, pero divinos…
¿Como tú y yo?
Sí, mientras más añejo, mejor...
Descargar