ESPAI D'HOMES LAS DELICIAS DEL OJETE Como abrirnos al placer anal Por Peter Kogelbauer Muchas veces el ano es una parte del cuerpo asociada a emociones y sensaciones negativas, como por ejemplo vergüenza, asco, rechazo o dolor. Y al mismo tiempo es una zona con muchas terminaciones nerviosas que tienen un gran potencial de darnos placer, que todas las personas, independientemente de la identidad y orientación sexual, podemos experimentar. Aprender a disfrutar más de nuestro ojete en el juego erótico es un recorrido con importantes beneficios: profundiza nuestro placer, nos permite nuevas maneras de interactuar con nuestros compañeros íntimos, nos ayuda a aceptarnos más y nos conecta más con nuestro cuerpo. Hay un mito muy extendido según el cual hay que asumir que el dolor forma parte del sexo anal. Nada menos cierto que esto. La estimulación anal, incluyendo la penetración, no duelen si se hace adecuadamente. Por eso recomendamos el principio de “dolor cero” para los que quieren explorar esta dimensión de su sexualidad. En el ano hay dos músculos circulares: el esfínter externo, que podemos tensar y relajar a voluntad, y el esfínter interno que no podemos controlar de forma directa. Muchas personas han desarrollado tensiones crónicas en la musculatura pélvica, incluido el ano, lo que supone la causa principal de la incomodidad durante el sexo anal. Sin embargo podemos aprender a tener más conciencia y a relajar el ano de forma paulatina. Este aprendizaje es comparable con el proceso de aprender otras funciones corporales, como aprender a hacer posturas de yoga o un nuevo deporte. Hace falta atención y práctica. ¿Cómo lo podemos hacer? Tocando esta zona, por ejemplo en la ducha, ganamos conciencia sobre las sensaciones corporales en esta parte de nuestro cuerpo. Es importante darnos la libertad de explorar sin la presión de tener que conseguir ningún resultado. Podemos aprender a relajar el ano con la respiración, o tensionándolo y relajándolo sucesivamente. Y podemos explorar diferentes maneras de estimular el ano y dejarnos sorprender por las diferentes sensaciones y placeres escondidos allí. La penetración solamente es una opción, hay otras posibilidades: estimular el ano por fuera durante la masturbación o el sexo, el beso negro, o introducir lentamente el dedo o un dildo. Incluso si hemos tenido experiencias desagradables en el pasado, podemos aprender a disfrutar de diferentes tipos de estimulación anal. Practicar el sexo anal puede beneficiar nuestra salud. Como explica Jack Morin, quien se ha ganado el título “Dr. Anal” gracias a sus investigaciones científicas acerca del sexo anal en EE.UU., “la extendida creencia de que debemos escoger entre placer anal o salud anal es terriblemente equivocada. En realidad una persona que desea el máximo de placer anal debería seguir virtualmente los mismos pasos que cualquiera que desee una óptima salud anal. Ambos requieren: • • • • consciencia profunda del área anal y su funcionamiento eliminación total del dolor anal reducir la tensión muscular sustituir sentimientos y actitudes negativos hacia el ano y recto por pensamientos positivos.” Si quieres acercarte más a esta faceta de tu sexualidad dentro de un marco seguro y de confianza, te invitamos a los talleres sobre el placer anal y las sesiones individuales de Sexological Bodywork que ofrecemos en Espai d'Homes. (Más información en www.espaidhomes.net).