Estimadas y estimados: Por estos días trascendieron públicamente unas declaraciones mías sobre la necesidad de incrementar la natalidad en los sectores medios de la sociedad. Algunos tomaron el planteo con seriedad, otros como una broma y también hubo gente que se molestó. El Uruguay tiene una población envejecida, la tasa de reposición poblacional es muy baja y existe además una brecha entre lo que se llama fertilidad deseada (cuántos hijos quiero tener) y fertilidad real (cuántos hijos tuve), que tiene un signo diferente según el extracto social que se analice. En la población más pobre hay una fertilidad real mayor a la que desearon y en los sectores medios y altos ocurre a la inversa: hay una fertilidad real menor a la deseada. Esto significa que la reposición poblacional se ha dado fundamentalmente a expensas de los sectores más vulnerables, dando lugar a lo que se ha llamado infantilización de la pobreza (la pobreza infantil llegó a ser del 60% años atrás). “La mayor parte de los pobres son niños, y la mayor parte de los niños son pobres”, fue la expresión de una realidad que reinó durante años en nuestro país. En términos generales, ¿cómo se puede corregir esto? Por un lado, con lo que se ha hecho: asistiendo a los sectores más vulnerables en el cuidado de sus hijos con programas como el Uruguay Crece Contigo, políticas específicas de salud infantil, atención a las madres, sistema nacional de cuidados, políticas de equidad de género, Plan Juntos, educación sexual, control y seguimiento de embarazo, el conjunto de los planes del Mides, etc. Se debe continuar con estas políticas y perfeccionarlas. Por otro lado, a nuestro entender, también se debe impulsar una política activa que permita estimular la natalidad en los sectores medios de la sociedad, para asegurar que se reduzca lo que se llama fertilidad reprimida (por múltiples razones, entre otras la carrera profesional, la seguridad económica, el desequilibrio en la responsabilidad parental, etc). Esto pasa por combinar estímulos económicos o fiscales, equidad de género para afrontar la paternidad, garantías laborales, un sistema de cuidados para esta infancia, etc. Este sector medio no se siente del todo respaldado por el Estado para afrontar libremente la gestación y el cuidado de sus hijos; por eso mencionamos este tema, y por eso comprometemos una propuesta de la 711 para apoyar el crecimiento de la natalidad en los diversos sectores sociales de nuestro país. Un abrazo Raúl Sendic