Síntomas obsesivo-compulsivo en las demencias

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artículo de revisión
Síntomas obsesivo-compulsivos en las demencias
Juan Marín Muñoz1 y Laura Vivancos Moreau2
1Neurólogo.
2Psicóloga
clínica.
Unidad de Demencias. Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca. El Palmar (Murcia).
Resumen
Abstract
Los síntomas obsesivo-compulsivos pueden presentarse a lo
largo de toda la vida. Las causas y el modo de presentación
son diferentes en cada grupo de edad. En los ancianos y adultos mayores debe plantearse la demencia como parte del
diagnóstico diferencial.
Obsessive-compulsive symptoms can occur throughout the life
span. The causes and presentation forms are different according to age. It is important to consider dementia as a differential
diagnosis of obsessive-compulsive symptoms in adults and older people.
Los síntomas obsesivos y compulsivos se presentan en múltiples enfermedades neurológicas cuya base orgánica se ha
demostrado que afecta a los ganglios basales y circuitos frontosubcorticales. Hay evidencias suficientes para afirmar que
en el trastorno obsesivo-compulsivo también están afectados estos circuitos.
These obsessive-compulsive symptoms occur in many neurological diseases where organic substrate dwells in fronto-subcortical circuits and basal ganglia. It is well known that these
circuits are also affected in obsessive-compulsive disorder (OCD).
El tratamiento de elección será la terapia cognitivo-conductual y farmacológica.
(Alzheimer. Real Invest Demenc. 2008;40:28-35)
(Alzheimer. Real Invest Demenc. 2008;40:28-35)
Palabras clave: trastorno obsesivo-compulsivo, demencia
frontotemporal, corteza orbitofrontal, ganglios basales, inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, terapia
cognitivo-conductual.
Introducción
Los síntomas obsesivo-compulsivos se presentan en el
2-3% de la población1. Generalmente estos pacientes
son atendidos en las consultas de atención primaria o
en las de salud mental, pero a veces consultan con espe-
Recibido para su publicación: 26 de febrero de 2008.
Aceptado para su publicación: 31 de marzo de 2008.
Correspondencia: J. Marín Muñoz.
E-mail: juan.marin5@carm.es
28
First line treatment should be cognitive-behavioural therapy
and pharmacological therapy.
Keywords: obsessive-compulsive disorder, fronto-temporal
dementia, orbito-frontal cortex, basal ganglia, treatment, selective serotonin reuptake inhibitors, cognitive-behavioural therapy.
cialistas en neurología por diversos motivos: porque el
psiquiatra considera que el cuadro es atípico y puede
tener una base orgánica, porque el paciente considera
que tiene pérdida de memoria y no confiesa los síntomas obsesivo-compulsivos a su médico o porque estos
síntomas aparecen en el contexto de un deterioro
cognitivo previo. En cualquier caso, el neurólogo debe
plantearse una serie de diagnósticos diferenciales entre
los que están las demencias.
Estos síntomas son diferentes en función del tipo de
demencia y del estadio de la enfermedad.
Alzheimer. Real Invest Demenc. 2008;40:28-35
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Trastorno obsesivo-compulsivo: cuadro
clínico, comorbilidad, prevalencia y
curso evolutivo
Características clínicas
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) está incluido entre los denominados trastornos de ansiedad, como
queda reflejado en los principales manuales de diagnóstico psiquiátricos2,3.
El TOC se caracteriza por la presencia de obsesiones y/o compulsiones recurrentes y que interfieren
notablemente en la vida laboral, social y/o personal del
paciente, bien por el malestar que le genera, bien por
el excesivo tiempo que invierte en ellas4. En concreto,
se definen de la siguiente forma:
Obsesiones: son pensamientos, imágenes, ideas o
impulsos que la persona considera inadecuados y de
carácter intrusivo. Aunque el individuo reconoce que
no tienen sentido y que son producidas por su propia
mente, generan altos niveles de ansiedad. El paciente
intenta sin éxito dejar de lado o acabar con estas ideas
o pensamientos que nada tienen que ver con preocupaciones exageradas sobre asuntos cotidianos.
Son habituales las ideas de contaminación, futuras
catástrofes, religiosas, sexuales, fragmentos musicales,
dudas, impulsos agresivos hacia uno mismo o los demás
y necesidad de simetría o exactitud.
Compulsiones: son acciones mentales y/o comportamientos repetitivos, carentes de sentido y gratificación, que el paciente realiza con el fin de aliviar la
angustia generada por alguna obsesión o para prevenir
alguna situación negativa (sin que exista una conexión
lógica entre ambas). A veces debe realizar ciertas conductas atendiendo a una serie de reglas que debe seguir
con exactitud.
Las compulsiones más comunes son rituales de lavado, limpieza, comprobaciones, reaseguros, ordenar o
acumular objetos, realizar una acción con extremada
lentitud, repetir pensamientos o acciones de un modo
predeterminado.
Es frecuente que algunos pacientes se rindan a ellas,
no se resistan y acaben incorporándolas a sus vidas.
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Suelen adoptar conductas de evitación generalizadas
ante las circunstancias que propician su aparición, afectando a su entorno y calidad de vida5.
Desde hace más de una década se ha cuestionado
la presencia del TOC en los trastornos de ansiedad debido a su fenomenología tan heterogénea. Se plantea abiertamente su reclasificación como «trastornos del espectro obsesivo-compulsivo»6. Seguramente se trate de un
continuum, en uno de cuyos extremos se encontrarían
las preocupaciones normales, y en el otro los síntomas
característicos del TOC. Esto implicaría cambios en el
diagnóstico, el tratamiento y de investigación, así como
la reestructuración de los métodos de evaluación7.
Comorbilidad
Es sabida la coexistencia del TOC con otros trastornos
psiquiátricos y que el 50% de los pacientes con TOC
cumplen criterios diagnósticos de, al menos, otro trastorno primario8.
El TOC suele asociarse a depresión mayor (el más
común), otros trastornos de ansiedad (fobia específica, fobia social, trastorno de angustia), trastornos de la
conducta alimentaria, dismorfofobia, tricotilomanía,
juego patológico y trastorno obsesivo-compulsivo o
anancástico de la personalidad. Estos trastornos comparten ciertas similitudes en su etiología, comorbilidad, características clínicas y tratamiento. Esto vuelve a sugerir la presencia de un espectro de trastornos
relacionados con el obsesivo-compulsivo6,9.
Prevalencia
Los datos de prevalencia del TOC son bastante variables, oscilando entre el 1 y el 3% de la población, aunque se considera que está infradiagnosticado. Según
los distintos estudios publicados no hay diferencias en
cuanto a sexo, raza ni cultura1.
Evolución
El TOC puede aparecer en la niñez, la adolescencia o
la edad madura, pero suele hacerlo mayoritariamente
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en la juventud o a principios de la edad adulta. La edad
de inicio en los varones es entre los 6 y los 15 años,
mientras que en la mujer suele ser más tardío, entre
los 20 y los 29 años. Además, los rituales de comprobación predominan en los varones frente a los de limpieza que son más frecuentes en las mujeres. Existen
casos de inicio agudo, pero lo más habitual es que sea
gradual y se cronifique, presentando períodos de mejoría y empeoramiento en relación con acontecimientos vitales estresantes.
La aparición del TOC después de los 35 años es infrecuente y, en general, debe hacer sospechar un origen
orgánico. No obstante, se han descrito casos clínicos
de inicio tardío del TOC que cumplían estrictamente
sus pautas diagnósticas, aunque con los años algunos
de los pacientes han desarrollado una demencia frontotemporal10. En el TOC de inicio tardío predominan los rituales de lavado frente a las obsesiones por la
simetría y el orden que se ven en los individuos más
jóvenes.
Se ha sugerido que la vejez y la presencia de acontecimientos vitales estresantes actuarían como desencadenantes de síntomas obsesivo-compulsivos ya existentes desde la adolescencia11.
Neurobiología de los trastornos
obsesivo-compulsivos
Las teorías psicológicas desarrolladas por Freud citaban los rituales compulsivos como mecanismos de
defensa contra los impulsos inconscientes12. En las
últimas décadas se han desarrollado otras teorías acerca de las bases neurológicas de estos impulsos.
Múltiples enfermedades neurológicas, como la corea
de Sydenham, la enfermedad de Huntington, tumores cerebrales de determinada localización, etc., se
han asociado a síntomas de tipo obsesivo-compulsivo.
Estas enfermedades tienen en común un mal funcionamiento de la corteza orbitofrontal y de los ganglios
basales12.
En niños se ha descrito un mecanismo autoinmune
en respuesta a una infección previa por estreptococo
betahemolítico del grupo A (síndrome PANDAS: pedia-
30
tric autoimmune neuropsychiatric disorders associated
with streptococcal infections). Algo parecido ocurre en
la corea de Sydenham; de hecho se han encontrado
anticuerpos antineuronales similares en ambas afecciones13.
Por otro lado, se han llevado a cabo múltiples estudios de identificación de patrones familiares y de casuística en gemelos idénticos con el fin de encontrar ligamientos. No se han encontrado herencias mendelianas,
pero sí tendencia a la agregación familiar en los pacientes con TOC14.
En pacientes con epilepsia se ha podido comprobar
que la activación eléctrica de la corteza de los lóbulos
frontales a nivel orbitomedial puede disparar la aparición de pensamientos forzados, así como la urgencia
compulsiva de realización de actos aberrantes. Estudios
con tomografía por emisión de positrones (PET) han
mostrado un aumento de la actividad metabólica de
estas zonas en pacientes con TOC; de hecho, se ha
correlacionado la respuesta al tratamiento farmacológico con el descenso de esta actividad. Comoquiera
que las regiones adyacentes del lóbulo frontal están
íntimamente conectadas con la corteza orbitofrontal,
las lesiones en la corteza ventral o inferolateral del lóbulo frontal pueden liberar la activación de la corteza orbitofrontal, provocando la aparición de pensamientos forzados y compulsiones obsesivas incontroladas15.
Enfermedades asociadas a síntomas
obsesivo-compulsivos
Son múltiples las enfermedades que se han descrito
asociadas a síntomas obsesivo-compulsivos, con las
cuales debe realizarse el diagnóstico diferencial. El
más frecuente es el TOC idiopático, que, aunque puede presentarse a cualquier edad, es más común en
adultos jóvenes y suele asociarse a antecedentes familiares.
También se ha asociado con otros procesos patológicos: síndrome PANDAS13, epilepsia15, encefalitis y
otros procesos infecciosos, como enfermedad de Lyme,
neurolúes, VIH y neurocisticercosis, enfermedad de
Creutzfeldt-Jakob, hemorragia cerebral parietal dere-
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cha, degeneración corticobasal, parálisis supranuclear
progresiva, síndrome paraneoplásico, enfermedad de
Hallervorden-Spatz, neuroacantocitosis, déficit de vitamina B12, enfermedad de Alzheimer (EA), demencia
vascular, traumatismo craneoencefálico con daño frontal bilateral, encefalopatía connatal, porfiria aguda intermitente, tumores cerebrales que afectan al lóbulo frontal, síndrome de Gilles de la Tourette, autismo y otros
trastornos generalizados del desarrollo, corea de
Sydenham, corea de Huntington, demencia frontotemporal, enfermedad de Parkinson16.
Síntomas obsesivo-compulsivos
en las demencias
Los síntomas obsesivo-compulsivos pueden presentarse en la consulta de neurología en distintos contextos clínicos, bien como cuadro de inicio, bien acompañando la evolución de otra afección neurológica, que
puede ser una demencia.
Demencia en pacientes con trastorno
obsesivo-compulsivo previo
Hay pacientes en los que los síntomas obsesivo-compulsivos están presentes desde la juventud y no constituyen el motivo de consulta, pero indudablemente influyen en cómo se presenta ese problema. En ocasiones el
paciente ha ocultado durante años sus síntomas obsesivo-compulsivos y ha sido diagnosticado de trastorno
de ansiedad, o es remitido a la consulta de neurología
por pérdida de memoria16. Suelen ser pacientes con antecedentes familiares y personales de TOC. Al inicio pueden plantear problemas de diagnóstico diferencial, puesto que los pacientes con TOC per se suelen tener quejas
de memoria, que se confirman mediante la realización de
test neuropsicológicos. Estos déficits afectan sobre todo
a la memoria visual y procedimental17, mientras que en
los pacientes con EA la memoria procedimental suele
preservarse hasta etapas ya avanzadas. No obstante en
muchos casos habrá que repetir los test neuropsicológicos cada cierto tiempo para saber si se produce o no
un deterioro.
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Trastorno obsesivo-compulsivo
en pacientes con demencia
Otros pacientes a los 55-60 años comienzan con síntomas obsesivo-compulsivos muy incapacitantes, que
constituyen el síntoma principal. En este grupo es en
el que suele encontrarse la variante conductual de la
demencia frontotemporal. Puede haber antecedentes
familiares de demencia y el paciente no suele tener
antecedentes psiquiátricos. En estos casos debe plantearse el diagnóstico diferencial entre un TOC de aparición tardía y el inicio de una demencia frontotemporal. Desde el punto de vista neuropsicológico, estos
pacientes pueden ser difíciles de evaluar, por su pobre
colaboración en la realización de los test. En estas circunstancias puede tener mucho valor la presencia de
hipoperfusión/hipometabolismo frontotemporal en la
tomografía computarizada por emisión de fotón único (SPECT) o la PET18. En estudios realizados con
PET en pacientes con TOC, se encontró hipermetabolismo en regiones orbitofrontales19, lo que puede
resultar muy útil en el diagnóstico diferencial entre
el TOC y la demencia frontotemporal.
Evolución de los síntomas de trastorno
obsesivo-compulsivo en las demencias
Los casos con TOC previo que desarrollan EA en general presentan una mejoría de sus síntomas a medida
que la demencia va avanzando20.
El 80% de los pacientes con demencias frontotemporales presenta síntomas obsesivo-compulsivos.
Pueden ser desde movimientos estereotipados hasta
los más complejos síntomas característicos de un
TOC21 . Los síntomas suelen alcanzar un pico de máxima intensidad en estadios moderados de la enfermedad. A medida que ésta avanza, va destruyendo las
estructuras mediales del lóbulo frontal que intervienen
en la motivación. Los pacientes se van quedando apáticos, y los trastornos de conducta en general tienen
un manejo más sencillo22. Los comportamientos compulsivos se van simplificando y se van convirtiendo en
gestos estereotipados y ecopraxia19.
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Otros síntomas del espectro del trastorno
obsesivo-compulsivo en pacientes con
demencia
Hay otros síntomas que merecen un comentario aparte, por estar en el espectro entre lo compulsivo y lo
impulsivo: el síndrome de la casa desordenada, el síndrome de Diógenes, la coprofagia, la ludopatía y la micción compulsiva, que tienen en común un déficit en
el control de impulsos y que pueden presentarse
en pacientes con demencia, sobre todo en la frontotemporal, además de en trastornos psiquiátricos como
la esquizofrenia o el TOC.
Tratamiento de los síntomas obsesivocompulsivos en las demencias
Tratamiento médico
El tratamiento de los síntomas psicológicos y conductuales en las demencias es similar al de los pacientes
psiquiátricos, pero hay que tener en cuenta una serie
de particularidades de los pacientes con demencia que
influyen en el manejo de los fármacos.
En primer lugar debe tenerse en cuenta que, en general, los pacientes con demencia son mayores y, por lo
tanto, más sensibles a los efectos secundarios de los
fármacos. En los distintos manuales y guías de consenso
suelen establecerse los siguientes puntos23: elegir el
síntoma diana cuidadosamente; el objetivo es tolerar,
no normalizar; iniciar los psicofármacos en dosis más
bajas de lo habitual, con subidas muy lentas, y mantenerlos el menor tiempo posible.
Algunas de estas normas básicas chocan con las recomendaciones generales del tratamiento del TOC, como
se analizará a continuación. No existen ensayos clínicos controlados con placebo sobre el tratamiento de
los síntomas conductuales de las demencias frontotemporales ni, por lo tanto, de los síntomas obsesivocompulsivos que suelen presentarse en ellas. Sólo se
han realizado estudios abiertos o bien con muy escaso
número de pacientes.
No hay evidencia para recomendar en las alteraciones conductuales de las demencias frontotemporales
anticolinesterásicos ni memantina22.
Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) constituyen el tratamiento de elección
en los síntomas del TOC. Se recomiendan dosis mucho
más altas que en el tratamiento de los síntomas depresivos (tabla 1). Debe explicarse a los pacientes que los
efectos secundarios son transitorios y que suelen superarse en pocas semanas. También debe dejárseles claro que los efectos adversos aparecen antes que los
potenciales beneficios, ya que éstos pueden hacerse
esperar hasta 12 semanas. Además, deberán mantenerse durante mucho tiempo, pues los síntomas suelen recidivar al interrumpir la medicación.
Como segunda elección se dispone de clomipramina. Durante muchos años fue el único tratamiento
posible del TOC. Provoca efectos anticolinérgicos
importantes (boca seca, estreñimiento, confusión),
hipotensión ortostática, disfunción sexual, ganancia de
Fármaco
Dosis diaria (mg)
Efectos adversos
Citalopram
Fluoxetina
Fluvoxamina
Paroxetina
Sertralina
Clomipramina
10-60
10-80
50-300
10-60
50-225
25-300
Insomnio
Disfunción sexual
Náuseas
Diarrea, cefalea
Insomnio, diarrea, náuseas
Síntomas anticolinérgicos
Tabla 1. Tratamiento de los síntomas obsesivo-compulsivos.
Modificada de Neel et al.16
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peso, anormalidades en la conducción cardíaca, descenso en el umbral convulsivo, sedación16. Puede usarse en pacientes con demencia frontotemporal de inicio, en los que no se ha encontrado realmente un déficit
colinérgico. Siempre será una segunda elección o una
terapia añadida a los pacientes con escasa respuesta
a los ISRS.
Se recomiendan los neurolépticos atípicos (olanzapina, risperidona, quetiapina) como terapia añadida en
los casos resistentes a los ISRS16 o en los pacientes que,
además, presenten síntomas delirantes o alucinatorios.
Psiconeurocirugía lesional
La psiconeurocirugía es una técnica indicada en el
TOC grave resistente al tratamiento médico. Existen
diversas técnicas, como la capsulotomía anterior o la
leucotomía límbica (por termocoagulación o por radiocirugía estereotáctica)24. Lo que se pretende es interrumpir las vías eferentes entre la corteza orbitofrontal y los ganglios basales. En España existe poca
experiencia en este tipo de tratamientos25.
Estimulación profunda
La estimulación eléctrica de estructuras cerebrales
profundas mediante el implante de electrodos guiados por estereotaxia está indicada en el tratamiento
del TOC resistente a otras terapias26. Existe aún poca
experiencia en España en este tipo de tratamiento,
pero las opiniones de los neurocirujanos son más favorables que para la psiconeurocirugía lesional25. No
obstante, en el caso concreto de las demencias frontotemporales con síntomas TOC no existen datos
publicados.
Terapia psicológica
El abordaje del TOC se ha visto enriquecido por la inclusión de terapias alternativas, como los tratamientos psicológicos, en concreto por las denominadas técnicas
cognitivo-conductuales. Hoy en día podría afirmarse
que el tratamiento de elección es la exposición en vivo
con prevención de respuesta, mediante el cual se evi-
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tan activamente los rituales y se expone al paciente de
forma gradual y sistemática a las imágenes o pensamientos intrusivos. La aplicación clínica de este tipo de
programas se combina con farmacoterapia y consigue27:
a. Una reducción significativa de los síntomas (el 5070%).
b. Una mejoría general del funcionamiento y de los
cuadros clínicos asociados (sobre todo, acompañados de modelado, tratamiento farmacológico y apoyo familiar).
c. El mantenimiento de los resultados en el seguimiento
en el 80% de los casos.
También se han utilizado estas mismas técnicas cuando predominan las obsesiones en ausencia de compulsiones manifiestas, pero la eficacia es menor (aproximadamente el 50-60%). Otra intervención llevada a
cabo con este subtipo del TOC ha sido la detención del
pensamiento. Esta técnica no sólo no ha demostrado
eficacia, sino que en ocasiones ha supuesto un empeoramiento del estado clínico previo.
Sin embargo, más del 25% de los pacientes con diagnóstico de TOC no se beneficia de estos tratamientos basados en la evidencia. Se están desarrollando
otras alternativas para aumentar su efectividad, como
las terapias basadas en la aceptación y en los principios
de la metacognición28.
La combinación de terapia conductual consistente
en exposición y prevención de respuesta más tratamiento farmacológico ha resultado ser la aproximación
terapéutica más efectiva a lo largo de numerosos estudios de alto rigor científico6,29.
Recomendaciones
• Si se detectan síntomas obsesivo-compulsivos en
pacientes con demencia debe considerarse siempre
la instauración de tratamiento, que se organizará
de forma escalonada en función de la gravedad y de
la respuesta a las distintas opciones terapéuticas30.
• Si los síntomas son leves, es decir, no tienen un gran
impacto en la vida diaria, se comenzará con terapia
cognitivo-conductual.
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• Si los síntomas son moderados o graves, es decir,
suponen dedicar varias horas al día a los actos compulsivos o incluso la totalidad del tiempo, se iniciará tratamiento con un ISRS, intentando llegar a las
dosis más altas tolerables, además de la terapia cognitivo-conductual.
• Si las medidas anteriores fracasan, se cambiará el fármaco por otro ISRS, como citalopram o escitalopram.
• Si resulta inefectivo se asociará clomipramina al tratamiento anterior.
• Si todo resulta inefectivo se añadirán antipsicóticos
atípicos a los ISRS.
• Si todo lo anterior fracasa y los síntomas son muy
perturbadores, cabría plantearse la psiconeurocirugía o la estimulación cerebral profunda, si bien no
existen estudios sobre estas terapias en pacientes con
demencia.
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