D.1. Vulnerabilidad del medio biológico Irene Sommer Cervantes1, Oralia Oropeza Orozco1 y Silke Cram Heydrich1 La cuenca baja de los ríos Coatzacoalcos y Tonalá es una región de gran relevancia desde el punto de vista biológico y ecológico, ya que es el hábitat permanente de numerosas especies de plantas y animales, y el hábitat temporal de muchas poblaciones de aves migratorias. Algunas de estas especies están clasificadas como amenazadas por la World Conservation Union (UICN, 2007) y la Convention on International Trade in Endangered Species of Wild Fauna and Flora (CITES, 2007). Además, esta región alberga ecosistemas, como las selvas altas y medianas, los humedales y la vegetación riparia, que son especialmente importantes para conservar la riqueza florística y faunística no sólo local sino también nacional. Las características anteriormente descritas muestran la necesidad de conservar los recursos naturales y buen estado de los ecosistemas de esta región; sin embargo, las actividades antropogénicas están ejerciendo una fuerte presión sobre ella, particularmente debido a la elevada tasa de cambio de uso del suelo y al acelerado Departamento de Geografía Física, Instituto de Geografía, Universidad Nacional Autónoma de México. irenes@igg. unam.mx. 1 96 ATLAS REGIONAL > Vulnerabilidad del medio biológico crecimiento urbano e industrial. Asimismo, al ser ésta una región petrolera con una importante red de ductos, los derrames de petróleo crudo han sido frecuentes en ella y han provocado daños en los ecosistemas a diferentes niveles. Los cuerpos de agua dulces han resultado particularmente afectados, sobre todo si se considera que son áreas de anidamiento y fuentes de abastecimiento de agua y de alimento para la población humana y la fauna locales (USEPA, 1999). En la figura D.1.1 se muestran los principales efectos que puede producir un derrame de petróleo crudo sobre los seres vivos. En el presente mapa están representados los cinco niveles de vulnerabilidad (muy alta a muy baja) del medio biológico de la región de la cuenca baja de los ríos Coatzacoalcos y Tonalá, obtenidos con base en la geomorfología e hidrografía de la zona y la importancia relativa de la riqueza, singularidad y fragmentación de sus geosistemas constitutivos (ver metodología). A continuación se explican las variables seleccionadas para describir la vulnerabilidad del medio biológico de la región. Riqueza Se refiere al número total de especies diferentes que alberga cada uno de los geosistemas. La intención que se persigue con esta variable es la protección de recursos naturales de la zona. Su evaluación se llevó a cabo de manera cualitativa, considerando las secuencias de riqueza propuestas por varios autores o instituciones (Rzedowsky, 1978; CONABIO, 2007). La información espacial de base utilizada para su evaluación se muestra en el mapa de geosistemas (B.8). El criterio empleado para determinar la vulnerabilidad para esta variable fue el siguiente: a mayor número de especies mayor vulnerabilidad, dado por el mayor valor del recurso natural dominante en cada geosistema. Singularidad Se consideró que entre más raro es un recurso, en términos de superficie ocupada a nivel local, nacional o mun- Figura D.1.1. Efectos por derrames de hidrocarburos sobre la biota. Efectos por: Contacto directo Alteración del hábitat Toxicidad crónica Afecta { { { Movimiento Termoregulación (hipotermia) Respiración (sofocación) Fotosíntesis Reproducción (se cubren los huevos con petróleo Destrucción de fuentes de alimento y agua limpia (deshidratación) Destrucción del hábitat Neumonía por inhalación de vapores Desórdenes estomacales e intestinales por ingestión de petróleo Irritación de piel y ojos por contacto dial y del número de especies endémicas o en estatus que contenga, habrá que hacer mayores esfuerzos para su conservación. La evaluación de esta variable entre los geosistemas implicados se llevó a cabo tomando en cuenta la información proporcionada por la CONABIO (2007). El criterio empleado para esta variable fue el siguiente: entre más raro es el geosistema a nivel regional, nacional o mundial y entre más especies raras o en alguna categoría de riesgo contenga, más vulnerable se considera. Este criterio se estableció considerando que se requiere la protección de las especies y los ecosistemas. Fragmentación Un ecosistema es más resistente entre menos perturbaciones previas haya recibido, por lo que se hace necesario preservar esta condición. Esta variable pudo evaluarse para cada geosistema con base en las imágenes de satélite que se compilaron para el área de estudio. En ellas se evaluó la integridad-continuidad de los ecosistemas propios de la zona por su grado de fragmentación o distribución en mosaicos o parches; es decir, a través de la fragmentación que muestran los polígonos de los diferentes geosistemas. El criterio empleado para esta variable fue el siguiente: a mayor integridad-continuidad de un tipo de vegetación natural, más sensible será el geosistema que lo contiene. Esto con miras a la protección de los recursos bióticos mejor conservados. Los 22 geosistemas identificados en la zona de estudio fueron reagrupados en 11 categorías sobre las que se aplicó el proceso de jerarquíazación analítica (Banai-Kashani, 1989) (ver metodología). Los pesos asignados a cada una de estas variables fueron iguales (0.33), para no privilegiar una sobre las otras y se calculó la secuencia de mayor a menor vulnerabilidad biológica de estos 11 geosistemas (cuadro D.1.1). Las comparaciones realizadas fueron esencialmente cualitativas ya que no existe la información cuantitativa requerida. Vulnerabilidad del medio biológico N Atlas regional > Vulnerabilidad del medio biológico 97 Cuadro D.1.1. Secuencia ordenada de los 11 geosistemas evaluados por el proceso de jerarquización analítica para el medio biológico Geosistema 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 Calificación final Manglar Selva alta y mediana perennifolia con vegetación secundaria Planicie acumulativa (tanto la de bajos inundadados permanentemente con vegetación hidrófila como la fluvio lacustre y palustre con vegetación hidrófila y pastizales inundables) Planicie acumulativa costera (campos de dunas) Costa acumulativa (playas arenosas), Mixto Agricultura de humedad, Agricultura de temporal Pastizales cultivados e inducidos, cultivos semipermanentes y permanentes, y cultivos permanentes. Las calificaciones obtenidas fueron agrupadas en las siguientes tres categorías de vulnerabilidad: vulnerabilidad media (III), vulnerabilidad baja (IV) y vulnerabilidad muy baja (V), conforme al método de cálculo de escala relativa (el valor más alto 26 fue tomado como 100). Se obtuvieron los siguientes resultados finales: • • • 98 Vulnerabilidad media (III) incluye dos geosistemas: manglar y selva alta y mediana perennifolia con vegetación secundaria. Vulnerabilidad baja (IV) incluye a los geosistemas: planicie acumulativa (tanto la de bajos inundadados permanentemente con vegetación hidrófila como la fluvio lacustre y palustre con vegetación hidrófila y pastizales inundables) y la planicie acumulativa costera (campos de dunas). Vulnerabilidad muy baja (V) incluye a los geosistemas: costa acumulativa (playas arenosas), agricultura de temporal, geosistemas mixtos, pastizales cultivados e inducidos, agricultura de humedad, cultivos semipermanentes y permanentes y, por último, al de cultivos permanentes. ATLAS REGIONAL > Vulnerabilidad del medio biológico 26 20.3 14.2 12.4 7.9 5.3 3.2 3 2.5 Finalmente, sobre estos resultados se superpusieron los obtenidos para las áreas con alta probabilidad de inundación. De esta manera, la planicie acumulativa de bajos inundados permanentemente (vegetación hidrófila), el manglar y la planicie acumulativa fluviolacustre y palustre (vegetación hidrófila y pastizales inundables) se reasignaron a las categorías de vulnerabilidad muy alta (I) y alta (II). De estos resultados se puede establecer que, en términos de las cualidades biológicas evaluadas, los geosistemas de manglar y de selva alta y mediana perennifolia con vegetación secundaria resultaron ser los de mayor riqueza y singularidad relativa, dentro de la zona de estudio. En cuanto a la fragmentación, ésta es particularmente alta en la selva, pero con porciones en estado de regeneración relativamente avanzado y por tanto susceptibles de conservación. Estos geosistemas se encuentran amenazados por la gran cantidad de pozos petroleros e infraestructura asociada que albergan. Inmediatamente después se sitúan los geosistemas propios de la planicie acumulativa (tanto la de bajos inundadados permanentemente con vegetación hidrófila como la fluvio lacustre y palustre con vegetación hidrófila y pastizales inundables) y la planicie acumulativa costera (campos de dunas) que debieran considerarse un recurso a proteger por sus altos valores relativos de riqueza, singularidad y fragmentación. Finalmente, las playas arenosas y las seis categorías de geosistemas con producción agrícola en mayor o menor grado; resultan ser, desde el punto de vista de conservación de recursos bióticos, las menos importantes. En el cuadro D.1.2 se muestran los resultados finales. El área estudiada es particularmente sensible a los derrames debido a su abundancia de agua (ríos, lagunas, zonas inundables y precipitación). Esta sensibilidad se manifiesta sobre todo en los ecosistemas propios de esta condición, tales como los manglares y humedales de diversos tipos. Los manglares y humedales, cuyo valor ecológico es fundamental para preservar las zonas de transición marino-terrestres y cuya distribución es limitada en nuestro país, están seriamente amenazados en la zona de estudio, tanto por los posibles derrames de hidrocarburos como por otros procesos antropogénicos que incluyen la elevada tasa de urbanización y los asentamientos humanos irregulares que carecen de servicios básicos. Referencias Banai-Kashani, R. 1989. A new method for site suitability analysis: The Analytic Hierarchy Process. Environmental Management, 13(6): 685-693. Convention on International Trade in Endangered Species of Wild Fauna and Flora (CITES). http://www.cites.org/ esp/app/appendices.shtml. Apéndices I, II y III. Sin año. Consultado en septiembre del 2007. Comisión Nacional para la Biodiversidad (CONABIO). http:// www.conabio.gob.mx/conocimiento/estrategia_ nacional/doctos/estudiodepais/CAP5_Amenazas.pdf. Sin año. Consultado en septiembre de 2007. Rzedowski J. 1978. Vegetación de México. Editorial Limusa, México. Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). http://www.iucnredlist.org/. The IUCN Red List of Threatened Species. Sin año. Consultado en septiembre del 2007. United States Environmental Protection Agency (USEPA). 1999. Understanding oil spills and oil spill response. http://www.epa.gov/oilspills/pdfs. Consultado en septiembre de 2007. Cuadro D.1.2. Resultados finales de agrupación de geosistemas conforme a nivel de vulnerabilidad atendiendo a sus características biológicas. Nivel de vulnerabilidad Muy alto (I) Alto (II) Medio (III) Bajo (IV) Muy bajo (V) Geosistemas incluidos Planicie acumulativa de bajos inundables (vegetación hidrófila) Áreas naturales protegidas Asentamientos humanos > 15 000 hab. Cuerpos de agua Manglar Planicie acumulativa fluvio lacustre y palustre (vegetación hidrófila y pastizales inundables) Selva alta y mediana perennifolia con vegetación secundaria Planicies acumulativas costeras (campos de dunas) Geosistemas mixtos Costa acumulativa (playas arenosas) Agricultura de humedad Agricultura de temporal con cultivos anuales Agricultura de cultivos semipermanente y permanentes Cultivos permanentes Pastizal cultivado