14-c.qxd 14 5/5/05 9:08 PM Page 1 Interés General La Plata, viernes 6 de mayo de 2005 LA PEOR HERENCIA LE DIO UN PLAGUICIDA Los hijos de padres que mueren jóvenes sufren más la presión alta Error fatal de una madre con su hija Un estudio revela que es uno de los principales factores de riesgo de enfermedad cardíaca. Especialistas argentinos relativizan la “carga genética”. Lo adjudican a la herencia de conductas de vida como el sedentarismo y el tabaquismo Existe un estudio que demuestra que las personas cuyos padres murieron prematuramente por enfermedades cardíacas, tienen mayor riesgo de sufrir niveles de presión arterial elevados. No obstante, las cosas no están tan claras a la hora de analizar la razones de esa herencia. Lejos de considerar una carga genética, dos especialistas argentinos; uno de ellos platense, creen que ese legado negativo está vinculado con las conductas y costumbres que implican un riesgo. Pensó que era para los piojos El estudio no encontró conexión entre la longevidad materna y la presión arterial de los hijos La investigación. Estudiaron las modificaciones de la presión arterial de 1.047 hombres y mujeres “Generalmente, los hijos repiten el tipo de dieta o la forma de vida de sus padres, y por eso también repiten el riesgo cardiovascular que marcó la vida y desencadenó la muerte de su progenitor”, explicó el cardiólogo y director del Hospital Rossi de La Plata, Jorge Busetto. El debate lo generaron las conclusiones de una investigación francesa encabezada por el médico cardiólogo del instituto de investigación médica INSERM, doctor Mahmoud Zureik, quien presentó los hallazgos de este análisis. Durante siete años, el equipo médico estudió las modificaciones de la presión arterial de 1.047 hombres y mujeres, que al comienzo de la investigación tenían 50 años. Al comenzar la investigación, un cuarto de los voluntarios sufría de hipertensión. Encontraron que la prevalencia de esta problemática fue más elevada en las personas cuyos padres murieron antes de los 65 años (34,9%) en comparación con la de aquellos hijos de los fallecidos entre los 65 y los 80 (28,2%) y los de más de 80 años (20,22%). Por otra parte, al finalizar el proyecto, el 26,6 por ciento de los que no tenían su presión arterial elevada pero sus padres murieron a temprana edad, desarrollaron hipertensión. En el segundo grupo esa cifra fue de un 17 por ciento y sólo el 15,3 en aquellos voluntarios cuyos padres fallecieron después de los 80 años. Conducta heredada El médico cardiólogo del Hospital Italiano, Hernán Doval aclaró que “aquellos que mueren jóvenes por enfermedad cardíaca tienen algunos factores de riesgo alterado y eso se puede heredar, pero por lo general está asociado a algún otro factor como puede ser la hipercolesterolemia”. En ese punto coincide con Busetto. El cardiólogo platense dijo que “no está demostrado fehacientemente que exista una carga genética, y por eso me inclino más más por pensar en que la herencia está en la recurrencia de los factores de riesgo vinculados con las conductas y la forma de vida, como lo son como el sedentarismo, el tabaquismo, el estrés, el colesterol o la diabetes”. Para Busetto, la mayoría de los factores de riesgo son “corregibles” por el ser humano. “Sea con tratamiento cuando se trata de patologías como la diabetes”, o con el cambio de “hábitos higiénicos y dietéticos, con un plan de entrenamiento”. Para su colega porteño, “la presión responde a condiciones medioambientales: si en una familia se come con mucha sal y el padre murió de hipertensión, es probable que el hijo vaya a ser hipertenso, pero por condición ambiental y no genética”. Una nena de cinco años murió ayer en Comodoro Rivadavia, intoxicada con un plaguicida que le aplicó su madre para combatir los piojos. Mientras tanto, sus dos hermanos menores fueron internados pero quedaron fuera de peligro. La nena murió en el Sanatorio “La Española”, tras permanecer en terapia intensiva cuatro días. El centro asistencial controlado informó que la nena murió por “intoxicación con un insecticida organofosforado” que le aplicó su madre en la cabeza, con la intención de combatir la pediculosis. La sustancia fue utilizada durante la Segunda Guerra Mundial como “gas neurotóxico” y después se desarrolló como plaguicida, pero en dosis elevadas es mortal para los humanos. Las formas comerciales del plaguicida son el Parathión y el Malathión, que pueden causar cuatro tipos de intoxicaciones, una que es leve, dos que deben ser tratadas con antídotos en forma urgente, y la cuarta que es mortal. Polémica por la instalación de un boliche gay El anuncio de la instalación de un boliche gay en un pequeño pueblo cordobés, ge-neró polémica. Es aceptado por la mayoría de los vecinos, pero rechazado por la Iglesia. El local será inaugurado en los próximos días en Las Mojarras, localidad de medio centenar de habitantes ubicada a 8 kilómetros de Villa María. Varios pobladores están a favor del emprendimiento. Pero el cura Gustavo Piva lo calificó de “inmoral”. Dijo que “aunque son hijos de Dios, no significa que apañemos la homosexualidad, que por ser una enfermedad tiene que ser tratada”.