El Complejo Mecanismo Constructivo: la Ingeniería de las Bóvedas y los Proyectos de Encimbrado de las Bóvedas Altas Arriba: Andrés Hernández Callejo. Detalles. Documentación del acta del estado de la Santa Catedral y de sus obras de restauración. levantada el 28 de junio de 1868. Archivo de la Catedral de León. Abajo: Andrés Hernández Callejo. Sección transversal. Ibídem (1868). Centro: Andrés Hernández Callejo. Planta general de la Catedral de León. Ibídem (1868). [Fotos: Archivo Edilesa/Fernando Fernández}. Las obras de restauración de la Catedral de León siguieron un ritmo muy lento durante siete años, desde 1869 hasta 1876, fecha en que comenzó de modo efectivo la construcción del encimbrado proyectado por Madrazo. Este primer período de dirección facultativa ejercido por Juan de Madrazo se resume en una serie de comunicaciones e informes remitidos a la superioridad administrativa con la constante reclamación de fondos que permitieron breves períodos de cierta actividad que, desde el punto de vista del avance de las obras, se saldaron con la lenta reconstrucción de los botareles meridionales y parte del encimbrado. Sin embargo, Madrazo elaboró durante estos años el Proyecto de encimbrado de las bóvedas altas de la Catedral de León, terminado el 28 de enero de 1874, que fue completado una año más tarde con un apéndice relativo a los Cálculos referentes a la Memoria descriptiva del Proyecto de encimbrado para las bóvedas altas, fechados en León a 18 de marzo de 1875. A partir de 1876 se consignó por parte del Ministerio de Fomento una cantidad fija para la prosecución de las obras de restauración, que comenzaron a partir del mes de junio con la construcción por administración del proyecto de encimbrado de Madrazo que ya había sido aprobado con anterioridad; desde entonces se abría una nueva etapa para la restauración de la Catedral de León. El impresionante sistema de encimbrado ideado por Juan de Madrazo a modo de inmenso armazón de madera respondía a las necesidades requeridas por el estado de semirruina que presentaba la catedral en el momento en que se encargó de la dirección de las obras. El desequilibrio de la fábrica era evidente pues las pilas cerchadas no ofrecían un apoyo estable a las bóvedas, los