Donald Winnicott (Biografía) Donald Winnicott fue un pediatra y psicoanalista inglés. Nació en el seno de una familia acomodada, su padre llegó a ser Sir, y era el pequeño de la familia, le precedían dos hermanas. Después de graduarse como médico entra a trabajar en el Hospital de niños de Paddington Green, en Londres, donde trabajó durante más de 40 años. Ya trabajando como pediatra se interesó por el Psicoanálisis al conocer a Ernest Jones psicoanalista y escritor, el cual le animó a que comenzara su Análisis didáctico con James Strachey, psicoanálisis que continuó más tarde con Joan Rivière. Posteriormente ingresó como miembro en la Sociedad Psicoanalítica Británica de la que llegó a ser presidente al final de su vida. Durante la II Guerra Mundial estudió los efectos psíquicos en los niños, sobre todo en los más pequeños, ocasionados por la separación de los padres. Su investigación se centró en niños emigrados de Londres por temor a los bombardeos y acomodados en “hogares de acogida” hasta el final de la guerra; también tomó como objeto de estudio las reacciones de estos niños cuando volvieron con sus familias. Otros trabajos interesantes de Winnicott fueron los que realizó acerca de adolescentes y niños con problemas de comportamiento, e incluso delincuentes. Entre 1939 y 1962 realizó en la BBC un programa radiofónico dirigido a padres que tuvo gran acogida. Tuvo también mucho eco una especie de campaña que realizó contra el uso de la lobotomía y el electroshok en el tratamiento de los enfermos mentales. En la polémica surgida entre Melanie Klein y Anna Freud, él se posiciona en el grupo de los que no tomaron partido ni por una ni por la otra. Aunque la mayor parte de su labor como psicoanalista la realizó con adultos, Winnicott es muy conocido por su trabajo con niños tanto en el hospital como en su consulta privada. Con los niños utilizaba la terapia a través del juego, y es muy interesante como usaba “el garabato” (garabatos que los niños o el mismo realizaba) en el transcurso de la misma. Establecía una clara diferencia entre el “game” o juego con reglas y el “play” o jugar libremente, que era lo que inducía a realizar a los niños. En un artículo suyo titulado “El uso de un objeto” relata que al finalizar la consulta, daba un objeto al niño en el momento de marcharse (por ejemplo, un avión de papel que él acababa de hacer), es decir, se llevaba algo de la “consulta” y le decía al niño que podía hacer con ello lo que quisiera, incluso romperlo o tirarlo. El simbolismo de este gesto constituye otra de sus aportaciones, el concepto de “objeto transicional“. Introduce el concepto de objeto transicional en su artículo titulado “Objetos y fenómenos transicionales“. Este “objeto transicional” puede ser un peluche, una manta, su almohada, un trozo de tela, etc. y es requerido por el niño, en los primeros años del desarrollo infantil, cuando se angustia, cuando está triste, cuando está solo, cuando tiene miedo, etc., en definitiva, objeto transicional es cualquier objeto que le proporcione tranquilidad en las situaciones “difíciles” que tenga que afrontar. A raíz del tratamiento de “The Piggle“, una niña que contaba 2 años y cinco meses en su primera entrevista, estableció lo que denominó “Psicoanálisis a pedido“, veía a la paciente cuando ésta pedía ir a su consulta, es decir las sesiones eran irregulares en frecuencia, y lo hace así debido a que la pequeña residía lejos de Londres. Posteriormente algunos psicoterapeutas han utilizado el análisis a pedido en el tratamiento de algunos casos. Resumimos algunos puntos de sus teorías: Acentuó la importancia de las primeras interacciones madre-hijo como factor determinante en el desarrollo del YO. La madre haría funciones de “sostén“. La buena madre permitiría el niño pasar de la dependencia absoluta a una dependencia relativa, y de ahí a la independencia. La madre “suficientemente buena“, en palabras de Winnicott, es la que sabe responder a lo que el bebé necesita. Al principio el bebé no se percibiría como alguien separado de la madre, es decir no existiría diferencia entre el Yo y el no-Yo. El objeto transicional se inscribiría entre este Yo y el no-Yo, o como este psicoterapeuta decía, “entre el pulgar y el juguete”. Subraya la importancia de un ambiente facilitador para el bebé que debe ser garantizado por la madre. La psicosis sería un fracaso en la relación con la madre que no le permitiría al niño organizar su “self” en forma sana y en su lugar surgiría un “falso self“. Además existiría también un self secreto que no se comunica con el mundo. El self se encontraría en el cuerpo y se reconocería en las expresiones del rostro de la madre, la cual haría la función de “espejo” (en ello vemos similitudes con conceptos de Lacan, si bien Winnicott afirma darle otro enfoque). Decía que en el caso de los niños ciegos, éstos perciben a la madre por otros sentidos. El psicoanalista funcionaría como el rostro materno que refleja lo que el sujeto ve de sí mismo, y esto posibilitaría que el paciente encontrara su self. Sus publicaciones fueron muy numerosas, unas 190 entre libros y artículos. Entre ellas: 1. 2. 3. 4. 5. 6. Psicoanálisis de una niña pequeña (The Piggle). Clinical Notes on Disorders of Childhood. Realidad y juego. Sostén e interpretación. Exploraciones psicoanalíticas. La defensa maníaca. ……………………………………………………….