TEMA 1. EL ARTE DE LA CRETA MINOICA 1. EVANS Y EL DESCUBRIMIENTO DEL MUNDO PREHELÉNICO La pasión por la arqueología de John Evans le llevó hasta la isla de Creta, donde compró la colina de Cnosos y desde 1900 hasta 1932 se dedicó a su excavación y restauración. Los procedimientos de trabajo e interpretación de Evans distan bastante de la forma de enfrentarse en la actualidad a hallazgos similares, sin embargo, es el ansia por descubrir la Historia lo que le debemos a Evans y sus colegas de aquel tiempo. El trabajo de Evans y sus espectaculares resultados eclipsó las anteriores investigaciones de las últimas décadas del siglo XIX, en las que, tras el hallazgo del mundo micénico de Schliemann, varios historiadores buscaban un mundo premicénico que diera sentido a una cultura tan desarrollada. Evans mostró en Creta y en sus palacios más llamativos el camino a seguir y elaboró un esquema cronológico para lo Minoico dividido en las fases Antigua, Media y Reciente. En la actualidad, el esquema cronológico de Evans, aunque sigue siendo utilizado, se ha superado por la necesidad de recoger los periodos de la Grecia continental y de las Cícladas, por lo que hoy se trabaja con los periodos Prepalacial, de los Primeros, Segundos y Terceros Palacios y Pospalacial. Sin embargo, la datación y clasificación de los hallazgos del Bronce egeo es muy complicada. A mediados del segundo milenio tiene lugar la ocupación micénica de la isla, los griegos que llegan del continente asumen muchos elementos del anterior mundo minoico pero también marcarán con sus características la vida en los palacios cretenses. 2. LOS PALACIOS DE LA CRETA MINOICA Los grandes palacios minoicos se convierten en unidades políticas y religiosas, en auténticas ciudadesestado y en centros administrativos y comerciales. La economía de esta sociedad se articula en torno al palacio. Socialmente, los palacios no son sólo el centro del poder, sino que también reúnen en su interior el santuario o lugar de culto. Las defensas como amurallamientos son casi inexistentes, lo que puede llevar a la conclusión de que eran las flotas las encargadas de la defensa militar. Es, además, en los palacios cretenses donde se han hallado algunas de las primeras muestras de escritura en el periodo minoico. A imitación de los palacios, existen por toda la isla un gran número de asentamientos urbanos de menor tamaño e importancia política y comercial pero de gran interés histórico y arqueológico, como Hagia Triada. 2.1. La estructura de los palacios minoicos Los palacios minoicos tienen características similares en su morfología, que quedan fijadas en torno al inicio del II milenio a.C. Su estructura se debe a una evolución que da respuesta a una demanda basada en las características de la economía local (almacenamiento de los productos del campo, zona administrativa y palacial, talleres…). Características generales de la mayoría de palacios: -Se sitúan en lo alto de suaves colinas. -En su orden interno, el gran patio central es el gran regulador de la arquitectura y de la vida palacial, pues era el lugar de llegada, recepción y reunión. -Orientación dirección norte-sur. -Varios niveles y estancias de diverso tamaño unidas por galerías, corredores y escaleras. -Las fachadas exteriores no se entienden como tal por la superposición y añadidura de espacios. -Cuentan con: áreas para el almacenamiento con grandes tinajas cerámicas; áreas destinadas a la producción artesanal en talleres; espacios de viviendas nobles y sacerdotales; estancias de representación del poder y control administrativo; zona ceremonial religiosa (generalmente en pisos superiores). -Pozos de luz: patios o huecos que se creaban en habitaciones encerradas (a causa de la continua ampliación de los palacios) y sin luz exterior. -Los muros son estructuras de mampostería con algunas áreas de zócalos de sillería y utilización de la madera para las vigas y los refuerzos. -Columna como soporte, figura estilizada del capitel clásico. -La decoración pictórica sobre los muros permite conocer la sociedad y su capacidad de expresión artística. -Al exterior de los palacios se encuentran nuevos patios y diferentes caminos o vías procesionales. En cuanto a las reglas seguidas por los arquitectos, la mayoría de historiadores señalan la utilización de una unidad fija de medida y el recurso a un plano previo, junto al ahorro de esfuerzos. Un modelo de dependencia bastante común es el polythyron, habitación con múltiples puertas, pilares con posible función ceremonial y piscinas lustrales de carácter religioso. 2.2. Los antiguos o primeros palacios Los primeros palacios inician su construcción entre el 2000 y el 1900 a.C. En torno al 1700 a.C. son destruidos por causas que no se han conseguido explicar totalmente. Los principales materiales eran los mismos que para el resto de edificaciones, aunque tenían una organización diferente. Los muros de planta baja se construían con cascotes mezclados con motero de ladrillo y reforzados por la sujeción de vigas. Los ladrillos de barro se utilizaban principalmente en los pisos altos, si bien también en la planta baja en tabiques interiores y de manera auxiliar. Las piedras de mayor tamaño presidían el lugar más privilegiado de las zonas de fachada; los bloques mejor recortados quedaban para las plantas bajas. Según se sube en el alzado, la irregularidad se va haciendo más presente. La altura se cimentaba en mamposterías de piedra, ladrillo y rellenos de cascotes y escombros formando bloques verticales, pero también recurriendo a los cimientos escalonados. La madera se reservaba para las vigas, aunque, lógicamente, también era utilizada, junto a la piedra, en puertas, ventanas, umbrales y, a veces, con fines decorativos, aunque en este último caso, el material más utilizado era el yeso, que permitía ser pintado y se aplicaba a paredes y suelos. -Palacio de Malia: al este de Cnosos, en la costa norte de Creta. Los primeros trabajos de excavación tuvieron lugar en 1915. El acabado de la obra, los materiales constructivos y el uso de sus instalaciones dedicado más a la agricultura que a la industria, nos remite probablemente a un centro rural, pero de gran importancia, debido a los más de 10.000 metros cuadrados de superficie de Malia. El epicentro del palacio es el gran patio central, rodeado en algunos de sus lados con pórticos sobre pilares y columnas a modo de galerías y, presidido en el centro, por un altar. Al este del palacio, los sistemas de sustentación de grandes tinajas junto a las estructuras de canales, sugieren la utilización del lugar como zona de producción de aceite y vino. El área de almacenamiento se encuentra en el extremo contrario, tras las habitaciones señoriales y el área ceremonial, mientras que en la zona norte destaca una sala hipóstila, probablemente ocupada por la cocina con un comedor situado en una planta superior. En la zona sur son llamativos los ocho grandes silos subterráneos dedicados posiblemente al almacenamiento del grano. Planta del Palacio de Malia -Palacio de Festos: fue descubierto en el año 1900, pero han desaparecido las alas de ambos lados del patio central debido a la erosión a los derrumbes por estar construido en lo alto de una colina. Planta del Palacio de Festos La superficie original, antes de la erosión, sería de unos 8.300 metros cuadrados que ocupaban una terraza desde la que se contempla el valle del Mesará. Aprovechando los desniveles de la montaña, se propicia la unión entre áreas a través de escaleras. Destaca el gran patio central junto a otros patios exteriores, todos pavimentados en piedra, y una zona sur con áreas de vivienda y almacenes. Aunque la principal herencia de Festos es la gran cantidad de material cerámico encontrado. 2.3. Los nuevos o segundos palacios A partir del 1700 a.C. los palacios se reconstruyen y se amplían iniciándose el periodo de mayor esplendor de esta cultura, que se extenderá hasta las décadas de 1480 y 1450 a.C. Los nuevos palacios son más extensos y complejos y muestran el momento de auge de la sociedad minoica en la parte económica y cultural, con un gran desarrollo de la pintura, la escultura, la cerámica y las artes menores. Dejarán nuevas tipologías edilicias en forma de palacios menores, pequeñas villas nobiliarias y sencillas villas costeras. -Palacio de Cnosos: El inicio de su construcción data de la etapa anterior pero el mejor y mayor ejemplo de palacio de este periodo. La excavación por parte de Evans, junto a las reconstrucciones de algunas de sus dependencias, lo ha convertido en un monumento ampliamente difundido, aunque el sistema de rehabilitación seguido ha sido muy poco continuado. Planta del Palacio de Cnosos Cnosos se yergue en lo alto de una colina a 5 kilómetros de la costa norte de Creta. Su conocimiento y estudio por parte de la arqueología data del siglo XIX y parte de su fama va unida a la historia de la reciente arqueología con nombres como el de Schliemann y el de Evans, quien se hace con la compra de la colina que perdió el propio Schliemann. El gran patio central divide en su eje norte-sur al palacio en dos grandes sectores, el oriental y el occidental, con fachadas que muestran cierta regularidad constructiva y reflejan la característica yuxtaposición de espacios minoica. Esta superposición y añadidura de dependencias ofrece la primera imagen para los griegos posteriores y para Evans del laberinto que, junto a la aparición de la cabeza de un toro en unos frescos, les indujo a asociar el palacio con el laberinto del minotauro mitológico en la época del Rey Minos. Este crecimiento del palacio buscaba en la práctica absorber la creciente demanda de espacios de almacenamiento, industria, talleres vivienda y ceremonial. Desde el patio central surgen dos accesos al norte y al sur que son los que marcan la división entre la zona oriental y la occidental del palacio. En el área oeste existe también un patio desde el que se accede al edificio a través de una habitación cubierta, donde existía un fresco en relieve con motivos del juego del toro y, tras el cual, el camino se dirigía hacia el patio central a través de la vía de las Procesiones, donde se encontraron decoraciones en fresco. El pasillo se dobla en ángulo recto y permite el acceso a través de una monumental entrada con escalera hacia el piso superior, desembocando en una habitación que continúa el tema de la procesión. En su camino hacia el norte, la vía procesional desembocaba en el área teatral (se cree que ésta era una de las funciones de la zona), de la cual, surge un nuevo corredor que se adentra en el palacio y conduce por un pasillo, con galerías porticadas a ambos lados, hacia el patio central. Estas galerías estaban decoradas con frescos de estuco en relieve mostrando escenas con toros. El ala oeste se corresponde con la zona de representación y los almacenes del palacio frente a los talleres y las zonas de residencia de la nobleza de Cnosos, donde se encontró el fresco de la Parisina. Es en esta parte oeste del patio a donde se asoma el salón del trono, una pequeña habitación recorrida por un banco corrido interrumpido por un hueco ocupado por un trono de alabastro. En la decoración de las paredes se representan grifos, animales mitad águila mitad león, que siempre van asociados a símbolos de divinidad y poder. Cerca del salón del trono y tras la gran escalera se encuentra el santuario del palacio, con habitaciones contiguas que tenían la función de cámaras del tesoro que recogían las ofrendas del santuario, entre ellas, las sacerdotisas de las serpientes. Entrada norte Fresco de “la Parisina” Salón del Trono Los almacenes de la parte baja del ala oeste tienen forma de una sucesión de largas y estrechas dependencias paralelas, que recogían la producción agrícola local en tinajas (pithoi), cuya capacidad de almacenamiento se sumaba a los grandes silos del patio oeste (koulouras). Ala este: desde el patio central se accedía a esta zona residencial de cinco plantas por la Gran Escalera, reconstruida por Evans. Los cinco pisos se deslizaban escalonadamente colina abajo mostrando un juego de terrazas y galerías. Esta ala residencial es la que mejor muestra la utilización de los pozos de luz y donde se han hallado perfectos drenajes y conducciones de agua. Las habitaciones presentaban un tamaño reducido y presentaban sus muros decorados de frescos, como la sala de las Dobles Hachas. El conjunto de Cnosos se completa con las zonas dedicadas a la fabricación artesanal: alfarería, orfebrería, tallado de piedra, marfil, sellos y tablillas y elaboración de perfumes. -Palacio de Zakro: Ha sido descubierto más recientemente. Zakro se encuentra en el extremo oriental de la isla y era un puerto comercial. Su estructura tipológica presenta algunas diferencias frente a la estructura vista hasta ahora, ya que carece del patio oeste y no se han documentado estructuras en altura con plantas superiores. Además se separa del resto de construcciones de la ciudad mediante un muro de cierre. Aun así, este palacio se asemeja mucho al de Malia. Otras construcciones de menores dimensiones y menos relevantes, son Gurnia y Hagia Triada. Hagia Triada es un prototipo de residencia que imita a los palacios cretenses. A este conjunto, cercano al mar, se le supone un carácter residencial o de descanso de los gobernantes del Palacio de Festos. La mayoría de las villas nobiliarias como ésta muestran, por lo general, ser pequeños núcleos palaciales. En Gurnia se ha descubierto una construcción a modo de pequeño palacio casi en miniatura con un plano similar que hace girar la casa en torno a un patio central, donde también se ha encontrado una pequeña área teatral, además de las habitaciones y la zona de almacén. 3. LA ARQUITECTURA FUNERARIA Y RELIGIOSA El culto en época minoica podría desarrollarse en una gran diversidad de lugares que iban desde las cuevas hasta santuarios al aire libre. Los lugares de culto al aire libre y en áreas abiertas podían haber tenido como destinatario a la totalidad del pueblo, mientras que las ceremonias en habitaciones o zonas interiores de palacio serían para las clases dirigentes y poderosas. El ritual de enterramiento continuó, al principio de la época minoica, la tradición seguida en el Neolítico de utilizar cuevas y refugios en la roca donde, con el tiempo, se introducía al difunto, a veces en grupo, en pithoi de arcilla o en larnakes (cajas parecidas a ataúdes de madera), pero los dos principales tipos de tumba son las tumbas circulares y las tumbas-casa o tumbas-edificio. Ambos tipos sugieren un uso compartido por un clan o familia o que sean destinadas a cobijar los restos de la alta sociedad. -Tumbas circulares: se utilizaron durante largos periodos de tiempo y suelen aparecer aisladas o en pequeños grupos de dos o tres enterramientos. Su construcción es de piedra y sus muros se van cerrando según van adquiriendo altura. Tienen una puerta de entrada por lo general y algunas de ellas presentan una antecámara previa. -Tumbas-casa: su estructura rectangular sobre sólidos cimientos de piedra acoge un conjunto variable de habitaciones, entre las que figura la cámara de enterramiento, la zona donde se deposita el ajuar del difunto y una estancia que hace las veces de santuario con un altar y demás elementos ceremoniales, además de pinturas murales en ciertos ejemplos. 4. LA PINTURA MURAL COMO COMPLEMENTO DECORATIVO Y SIMBÓLICO. LA CERÁMICA Creta es el origen de la pintura mural griega desde el final del Neolítico donde se encuentra yeso pintado, cubierto de color rojo con una técnica precedente al fresco. Existen conexiones entre la pintura minoica y la egipcia, pero el pintor cretense tendrá una mejor habilidad para mostrar la vida y el movimiento en sus obras, dominadas por temas naturalistas u oferentes. La etapa de mayor florecimiento de la pintura mural se da entre el 1600 y el 1480 a.C. y es en el Palacio de Cnosos donde se encuentra uno de los mejores y más numerosos ejemplos. En todos los casos se utiliza la pintura al fresco enluciendo las paredes con varias capas de estuco pulidas por cantos rodados sobre cuya última capa se aplica la pintura; en algunos casos, un modelado previo del estuco permite la creación de frescos en relieve. Las figuras son dibujadas con un contorno y los colores suelen ser: blanco, rojo, amarillo, azul, verde y negro. Es destacable la simplicidad de las formas. Los frescos más importantes se encuentran en las paredes de las habitaciones, especialmente las que tienen algún uso ceremonial. Por lo general, el muro quedaba dividido horizontalmente en tres partes, siendo la principal la central y dejando las otras dos para dibujos o alguna tonalidad de color constante. La parte inferior suele imitar un zócalo pintado. También se han hallado frescos en miniatura sobre estrechas bandas en elementos constructivos. Funcionalidad: tenía un carácter ritual, ceremonial y religioso. La naturaleza es, en casi todos los casos, protagonista, a veces, como marco de alguna ofrenda humana a la divinidad, casi el único tema en el que tiene cabida el hombre. El artista minoico utiliza modelos de la flora local y también algunos de Egipto, expuestos en su estado natural en la naturaleza. Los animales aparecen siempre en movimiento y se representan desde gatos y leones hasta aves y animales del mar, además del imaginario grifo en Cnosos. En este palacio se encuentran los delfines del Mégaron de la Reina, los frescos de los monos azules, el recolector de azafrán, el fresco de las perdices de patas rojas o las escenas con toros. Delfines del Mégaron de la Reina Pintura mural de juego con toro La representación humana es más flexible y vivaz que la egipcia y oriental, aunque utiliza el convencionalismo de la piel clara femenina y la roja masculina o algunos detalles del cuerpo y objetos similares. El cuerpo es presentado más ágil y atlético; los hombres son imberbes, de cabellos largos, con el faldellín de origen egipcio; las mujeres muestran los largos trajes ceremoniales de volantes y corsé ceñido que descubren los pechos y están adornadas por joyas y tocado. Con los datos actuales, se puede pensar que las representaciones suelen estar ligadas al mundo ceremonial y religioso del pueblo minoico. La mayoría de las escenas con presencia humana muestran ceremonias, fiestas y personajes con ofrendas para la divinidad, como en las damas de azul y el juego del salto del toro, o los oferentes en la Vía de las Procesiones en Cnosos y las damas de la casa de las mujeres o el fresco de la flota de Akrotiri. Cuando nos ha llegado una figura de forma individual, como la Parisina de Cnosos, se deduce que es un resto aislado dentro de un conjunto mayor. La técnica de relieve sobre estuco pintado cabe citar el príncipe de la flor de lis o príncipe de los lirios, figura encontrada en los pasillos de acceso al patio central del palacio de Cnosos, que representa, quizá, a un sacerdote u oferente que traslada un animal atado a una cuerda y que se mueve con mucha agilidad en medio de un mar de tallos sobrevolado por una mariposa. Una de las pocas piezas mueble decoradas encontradas es el sarcófago de Hagia Triada, que muestra una imagen de ceremonia, posiblemente de enterramiento. Pinturas murales de Akrotiri La mayor parte de los restos encontrados remiten a la práctica de la artesanía como un oficio extendido, aunque se cree que muchos de estos utensilios se crearon por y para uso doméstico. Los artesanos minoicos se especializan en la cerámica, pero trabajan el metal, el marfil y la piedra. La naturaleza paradisiaca y libre tiene en la cerámica aún mayor capacidad de expresión, de profusión en lo curvo y de libertad de movimientos. En el Periodo de los Primeros Palacios la cerámica es conocida como cerámica de Camares. Este término engloba una serie de cerámicas de lujo pintadas en estilo polícromo de claro sobre oscuro, generalmente, rojo o blanco sobre negro. Las muestras más elaboradas se han encontrado en Cnosos y Festos, especialmente copas, tinajas de grandes bocas con pitorros y varias clases de jarras decoradas con motivos abstractos, espirales y plantas. Dentro de esta cerámica cabe destacar las copas de cáscara de huevo, de paredes extraordinariamente delgadas. Con el declive de este periodo se finaliza la gran calidad de esta cerámica. Durante el Periodo de los Segundos Palacios resurge el auge de la cerámica minoica. Ahora es más visible la influencia de las pinturas murales de los palacios en los motivos decorativos de la cerámica, además, se añaden elementos de la fauna marina. Se producen piezas de mayor tamaño, como tinajas. Los motivos utilizados durante este periodo son mucho más estilizados y la decoración se dispone en registros horizontales delimitados mediante grupos de bandas finas. El fondo ahora es claro y las figuras se plasman con líneas oscuras. P rimera etapa Segunda etapa La escultura no tuvo tanta relevancia. Se continuó la tradición neolítica de la pequeña estatuilla con carácter de exvoto. En el periodo de los nuevos palacios aparecen las diosas de las serpientes, que representan, probablemente, a sacerdotisas con atributos de divinidad femenina. También hay figuras talladas en marfil, figuras de bronce de pequeño tamaño y cabezas de toro labradas en roca con ojos de cristal incrustados. Diosa de las serpientes En las artes menores los artesanos cretenses también eran muy apreciados, por su producción de joyas, recipientes de oro y plata y el riquísimo mundo de los sellos, cuyo uso fundamental está asociado al control del almacenamiento y transporte de mercancías, aunque también podían utilizarse como adornos o amuletos.