DIFERENTES TIPOS DE DOLOR DE PECHO 1. Presión en el medio del pecho o en el lado izquierdo del pecho (como si un elefante estuviera sentado encima del pecho) – este dolor por lo general se asocia a un proceso cardíaco. Puede ser angina (disminución de sangre y oxígeno al corazón) o un infarto. En ocasiones va acompañado de náuseas, vómitos y sudoración excesiva. Si el dolor dura más de cinco minutos y sigue aumentando en intensidad, acuda al médico inmediatamente. 2. Punzada en el pecho: usualmente este tipo de dolor se asocia a un problema muscular. El dolor de tipo muscular se intensifica cuando cambia de posición o respira hondo. Trate de recordar si hizo algún movimiento brusco o un ejercicio mal hecho. Si el dolor es constante y no mejora con el uso de medicamentos visite a su médico. 3. Punzada en el pecho al respirar asociado a falta de aire: este tipo de dolor se asocia a problemas pulmonares. Puede deberse a una inflamación de la capa que cubre los pulmones, una pulmonía o una embolia pulmonar. Estos síntomas tienen que ser investigados por el médico. 4. Dolor de pecho generalizado que se mejora al inclinarse al frente: esta es una descripción clásica de la inflamación de la capa que cubre el corazón (pericarditis). El dolor puede ir acompañado de otros síntomas generales como fiebre, dolor de cuerpo y congestión nasal. Esta condición puede mejorar con el uso de los medicamentos adecuados. 5. Dolor de pecho que se irradia a la espalda: hay que tener mucho cuidado con esto, en especial si padece de presión alta, ya que puede representar una especie de rompimiento en la pared de la aorta. Esto puede requerir de intervención quirúrgica. Controlar su presión arterial es de suma importancia para prevenir esta condición. 6. Quemazón en el pecho: posiblemente éste sea el tipo de dolor de pecho que más comúnmente experimentan los pacientes. Usualmente se asocia a problemas gastrointestinales, en especial acidez o reflujo. Ocurre muchas veces media hora o una hora luego de comer. Los síntomas se empeoran luego de ingerir ciertos alimentos como carne roja, alcohol, alimentos altos en grasa, chocolate, café, vino tinto y jugos cítricos, entre otros. El irse a dormir justo después de comer puede empeorar los problemas de quien padece de reflujo gastrointestinal. En cualquier caso, es mejor descartar problemas graves, ya que dejar pasar el tiempo sin atención puede convertirse en un gran riesgo para la vida del paciente.