- No use polvo de talco mineral. El polvo de talco mineral se deriva del silicato de magnesio hidratado H2Mg3(SiO3)4. En los EE.UU. la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) considera el talco como una sustancia generalmente segura para uso como un agente para evitar la aglomeración de los cristales de la sal de mesa. Sin embargo, la inhalación de talco se ha asociado con toxicidad pulmonar y cáncer de pulmón.[24,25] Además, la aplicación de talco en el área púbica (el perineo) está vinculado con el cáncer de ovario y de cuello uterino.[26] El talco se ha usado como la base de muchos polvos para bebés y polvos para los pies. Evite el uso de polvos de talco en los bebés, sobre todo en las niñas. Un estudio encontró partículas de talco en el 75% de los tumores de ovario.[27] Formulaciones modernas de polvos para el cuerpo han reemplazado el talco mineral con almidón. - No coma hongos crudos. Los champiñones comunes (Agaricus bisporus) contienen un compuesto de hidrazina (agaritina) que es un carcinógeno. El compuesto puede eliminarse mediante la cocción. La agaritina se encuentra en los champiñones frescos en un nivel de aproximadamente 228 microgramos por gramo de peso húmedo, y en las setas Shiitake (Agaricus edodes) en un nivel de 0.82 microgramos por gramo de peso húmedo. La agaritina no está presente en los champiñones enlatados. Las tasas de carcinoma de vejiga urinaria en los ratones fueron 30.8% para los champiñones frescos y el 23.5% de los hongos Shiitake frescos utilizando un procedimiento de implantación en la vejiga.[16] Otro estudio en el cual se administró un metabolito común de agaritina a los ratones en el agua potable causó la aparición de más del doble de tumores cancerosos en los pulmones y los vasos sanguíneos.[21] Muchos restaurantes tienen bares de ensalada con champiñones crudos rebanados. ¡Evítelos! - No caliente los alimentos a altas temperaturas. Las temperaturas altas descomponen las moléculas de los alimentos y crean compuestos mutagénicos que aumentan el riesgo de cáncer. Las acrilamidas se forman al freír, rostizar, hornear o asar a la parrilla los alimentos ricos en carbohidratos. Las temperaturas para rostizar y para hornear son más bajas y generan niveles más bajos de AHC. La comida que se prepara hirviendola o que se cocina al vapor se lleva a cabo a temperaturas que no exceden 100°C (212°F), y esto produce cantidades insignificantes de sustancias carcinógenas. - Evite las carnes curadas y ahumadas. El consumo de carne preservada se ha asociado con un mayor riesgo de cáncer de estómago. El alto consumo de carnes procesadas, como tocino, chorizo, salchichas, jamón y salami tiene una asociación estadísticamente significativa con el cáncer, mientras que esta relación no existe para otros tipos de carne fresca como la carne roja, pescado y aves.[18] Los estudios epidemiológicos indican una correlación estadística entre el aumento de casos de cáncer en el tracto intestinal y la ingesta frecuente de alimentos ahumados. El humo de la pirólisis de madera contiene fenoles, aldehídos, ácidos carboxílicos, e hidrocarburos aromáticos policíclicos como el benzo[a]pireno, que es un mutágeno y carcinógeno conocido.[19] - Consuma verduras y frutas. El cáncer colorrectal se asocia con las dietas altas en grasa y bajas en fibra. Aumente la ingesta de fibra en su dieta consumiendo varias porciones diarias de verduras, frutas y cereales integrales. Redusca la grasa en su dieta consumiendo carnes magras. Algunos compuestos que se encuentran en las verduras crucíferas, como el brócoli, col y coliflor, han demostrado bloquear la progresión del cáncer de pulmón, tanto en estudios en animales como en ensayos con células humanas de cáncer pulmonar. El Instituto Americano de Investigación del Cáncer estima que aumentando la ingesta diaria de frutas y verduras a cinco porciones por día, la incidencia de cáncer podría reducirse por un 20%. Los estudios epidemiológicos proporcionan evidencia de que el consumo de verduras crucíferas protege contra el cáncer con más eficacia que el consumo total de frutas y verduras.[20] Arándanos - Incluya fitonutrientes en la dieta. Los fitonutrientes se encuentran en verduras de colores brillantes. Los fitonutrientes son sustancias que le dan a las plantas su color y que incluidos en la dieta promueven la salud. Hay alguna evidencia de que los fitonutrientes y polifenoles en el jugo de granada y el té verde pueden reducir el Antígeno Prostático Específico (APE) y prevenir el cáncer de próstata.[3,4] Las antocianinas son los componentes químicos que le dan el color intenso a frutas y verduras, como los arándanos, la col roja y batatas púrpuras. Las frambuesas negras, moras y arándanos también se han demostrado suprimir significativamente la incidencia de tumores de mama por un 10% a 30% en experimentos en los cuales la carcinogénesis ha sido inducida por estrógenos.[23]