La hambruna de Bengala - FCEA

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La
HAMBRUNA
de
Bengala
matías CAGGIANI hugo LAGUNA
1. Introducción
El presente documento es producto del trabajo realizado en el marco de la evaluación planteada a los
estudiantes por parte de la Cátedra de Crecimiento y Desarrollo de la Facultad de Ciencias Económicas y
Administración de la Universidad de la República.
Hemos sido convocados a abordar la obra de Amartya Sen. Este economista Premio Nobel ha sido
determinante en la elección de temas y enfoques del presente curso. Su visión sobre el crecimiento y el
desarrollo económico pone en el centro del debate la cuestión de la libertad de los seres humanos. Sugiere
que dicho proceso social debe ser evaluado observando qué sucede con ella. De esta forma, el autor pretende
trascender y superar las posturas más ortodoxas de nuestra ciencia que tienen un fuerte componente
utilitarista.
Nuestro objeto de estudio es la hambruna. Dado que, la idea pionera de Sen en este campo nace de sus
estudios sobre la hambruna acaecida en Bengala en el período 1942-1943, centraremos nuestro trabajo en el
análisis realizado por Sen en su conocido libro Poverty and Famines de esta hambruna (Sen, Poverty and
Famines, 1981). Antes de empezar el desarrollo de nuestro trabajo hacemos algunos comentarios acerca de la
metodología utilizada por Sen para sus trabajos (Sección 2).
Para aproximarnos a nuestro objeto de estudio, comenzamos el trabajo realizando un paneo general a la
concepción de desarrollo de Sen, nuevamente innovadora y cuestionadora del estado general de la ciencia
económica (Sección 3). Naturalmente, luego de hecho esto, arribamos a la concepción de la libertad y la doble
característica que reviste para el autor la misma, a saber, la libertad instrumental entendida cómo un medio
para lograr ciertos fines y la libertad cómo concepto con valor en sí mismo, independientemente del objetivo
que se pretenda. Es en esta Sección en la cual, además ubicamos a Sen cómo defensor de la libertad per se
(valor intrínseco). Luego de establecida la estrecha relación entre la expansión de las libertades y la expansión
del desarrollo (relación de doble sentido), las libertades se conectan con lo que Sen llamará “derechos
económicos”.
Después de desarrollado este concepto (Sección 4) introducimos el concepto de hambruna, cómo un
subconjunto perteneciente al no ejercicio de la libertad esencial, causando muerte por la imposibilidad de
ejercer el derecho a comer. Al ser nuestro objeto de estudio, incluimos una discusión de la definición del
término en sí mismo, planteando algunas de las dificultades. El siguiente apartado realiza un breve resumen
de las posibles causas de una hambruna y sus consecuencias sobre los que la sufren (directa e indirectamente)
En la quinta Sección dejamos posibles líneas de investigación sobre la hambruna y algunas instituciones,
resaltando la correlación entre guerra y hambruna y la solución que Rapoport da a este problema: la
eliminación de la institución “guerra” del planeta.
Por último se deja evidencia de las conclusiones principales que emergen de nuestro trabajo (Sección VII) .
El anexo sirve de puente entre los derechos económicos y la hambruna, ya que la idea central de Sen, es
demostrar que no todas las hambrunas se originan en lo que se conoce como un problema del tipo FAD (por
sus siglas en inglés Food Availability Decline), esquema aún utilizado por algunos. En el Anexo, presentamos
el caso de la hambruna de Bengala tal cómo fue presentado por Sen en Poverty and Famines, en especial en
capítulo 6 de ese libro. La idea fundamental de ese capítulo es obtener evidencia empírica para rechaza la
hipótesis que dice que la hambruna es del tipo FAD. Finalmente, siguiendo parte de la estructura de
Development as Freedom y dejando evidencia de posibles relaciones entre ciertas características de un sistema
que, desde el punto de Sen, serían posibles amortiguadores que no permitirían la existencia de la hambruna, o
en su defecto que la trataría en tiempo y forma (Sección VI).
2. Breve Comentario Metodológico acerca de Sen
Sin pretender hacer un análisis exhaustivo del método que utiliza Amartya Sen en el desarrollo de sus
argumentos, notamos ciertas ideas que subyacen a casi todo el material que hemos utilizado cómo referencia
bibliográfica. Es claro, el dominio y la aplicación sistemática de las herramientas derivadas del uso de las
matemáticas en la economía: la estadística y la econometría. Los contrastes de hipótesis y el uso de
regresiones abundan y son las herramientas básicas con las que Sen pone en evidencia hipótesis de trabajo
que cree erróneas. En nuestro estudio, es justamente a través del análisis de los datos presentado por la
comisión encargada de estudiar la hambruna, la Famine Inquiry Comission (FIC), Sen concluye que no existe
suficiente evidencia para rechazar su hipótesis: la hambruna estuvo causada por un problema originado en
cambios significativos en la distribución de los derechos económicos y no por un problema del tipo FAD. Los
llamados contrastes de grupo, que encuentran su origen también en la matemática, lo ayudan a aislar grupos y
ver cómo fueron golpeados por la hambruna. No con tanta frecuencia, encontramos elementos
pertenecientes a otra rama de la matemática: la optimización. En este sentido, es a medida que ciertas
restricciones comienzan a ser operativas durante las distintas fases de la hambruna van atrapando cada vez a
más gente. Una idea también muy utilizada en todas las ideas de Sen, quizás el aumento del “espacio” de las
capacidades sea un excelente ejemplo, es la utilización de elementos pertenecientes a la Topología y al Análisis
Multivariado: el aumento de las dimensiones de análisis siempre nos da más luz sobre los fenómenos que
intentamos explicar (con los límites naturales impuestos por la saturación). Desde esta perspectiva, hay ciertos
vectores de análisis que el trabajo no nos permite abordar, pero qué dejamos planteado cómo futuras posibles
aproximaciones direccionales al mismo fenómeno en las conclusiones. No olvidamos, la fuerte influencia que
tiene la filosofía en las ideas de Sen, por ejemplo, al discutir el utilitarismo cómo forma de evaluar el bienestar
de los individuos.
3. El desarrollo cómo libertad
La idea central de desarrollo de Sen consiste en hacer posible el ejercicio de la libertad de las personas de
manera que puedan vivir la vida que tienen razones para valorar. Según se esta definición, el desarrollo
económico debe contribuir a la expansión de la libertad. Digamos que es el fin del mismo (papel constitutivo
de la libertad) en el sentido de que su goce permite una mejor vida para los seres humanos. Pero al mismo
tiempo, es el medio principal para alcanzarlo (papel instrumental). Sen cree que el aumento de la libertad del
hombre es tanto el objetivo principal de desarrollo como su medio primordial. Esta es la idea que Sen opone
al utilitarismo, corriente que se basa en ciertos supuestos sobre la conducta maximizadora de los individuos.
4. Derechos Económicos e Interdependencia
El hambre está relacionada no sólo con la producción de alimentos y la expansión de la agricultura, sino
también con el funcionamiento de toda la economía e -incuso en términos más generales- con el
funcionamiento de las instituciones políticas y sociales que pueden influir directa o indirectamente en la
capacidad de los individuos para adquirir alimentos y para gozar de salud y alimentarse. Por otra parte, aunque
es mucho lo que se puede hacer adoptando medidas sensatas, es importante conjugar el papel del Estado con
el funcionamiento eficiente de otras instituciones económicas y sociales, que van desde el comercio y los
mercados hasta el funcionamiento activo de los partidos políticos, las organizaciones no gubernamentales y
las instituciones que sostienen y facilitan el debate público documentado, incluidos unos medios de
comunicación eficaces
¿De qué depende el derecho económico de una familia?
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Dotación: la única dotación significativa que tiene gran parte de la humanidad es su fuerza de trabajo (es
importante mirar el mercado de trabajo).
Posibilidades de producción y su uso (tecnología: posibilidades de producción).
Condiciones de intercambio: la capacidad para vender y comprar bienes y la determinación de los precios
relativos de los diferentes productos. (ver: sequías, inundaciones, etc.).
El conjunto de entitlements (posibilidad de acceso a los alimentos) está formado por los derechos de
apropiación; estos, a su vez, en una economía de mercado están constituidos por:
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Derecho de apropiación basados en el intercambio
Derecho de apropiación basado en la producción
Derecho de apropiación basado en la propia fuerza de trabajo
Derechos de apropiación basados en la herencia y en transferencias que se otorguen a la persona y a la
familia (sistemas y o redes de protección social)
Los entitlements, nos permiten evaluar a las personas, en función del riesgo de sucumbir ante una crisis, en el
sentido de que cualquiera de los cuatro componentes mencionados puede funcionar cómo el activo necesario
para poder, mercado mediante, conseguir alimentos (Rodríguez, 2006)
Es por esto, que Sen siempre insistió que lo relevante no es la insuficiencia de alimentos en forma agregada,
que puede darse en un momento dado, ni siquiera el deterioro de la relación alimentos/población (Grada,
2003), sino las circunstancias específicas a las que se enfrenta cada uno de los diferentes grupos de una
colectividad cuando ocurre una crisis de alimentos, mismas que determinan las posibilidades de
obtenerlos. (Rodríguez, 2006)
4.1 Las Hambrunas
Durante las últimas décadas, un fuerte desarrollo teórico en el campo de los estudios sobre la SEGURIDAD
ALIMENTARIA ha impulsado la aparición de nuevos paradigmas explicativos de las causas de las hambrunas.
Como resultado de esta evolución, si tradicionalmente las explicaciones giraban en torno sólo a factores
naturales (crecimiento demográfico y CATÁSTROFES naturales), en las últimas décadas se priorizan los factores
socioeconómicos y políticos (pobreza, políticas perniciosas, conflictos, falta de actuación internacional, etc.),
interactuando a veces con los factores naturales.
En palabras de Sen (Sen, Desarrollo y Libertad, 1999), vivimos en un mundo en el que está muy extendido el
problema del hambre y la desnutrición y en el que son frecuentes las hambrunas. Es importante en este
momento elaborar medidas y programas basados en las lecciones extraídas de las investigaciones analíticas y
de los estudios empíricos; Para erradicar el hambre en el mundo moderno, es fundamental comprender las
causas de las hambrunas de una manera amplia y no atribuirlas sólo a un desequilibrio mecánico entre la
cantidad de alimentos y el volumen de la población. Lo que es capital para analizar el hambre es la libertad
fundamental del individuo y de la familia para conseguir la propiedad de una cantidad suficiente de alimentos”
(cultivando o comprando en el mercado).
Sen ha hecho importantes contribuciones al estudio de la pobreza y de las hambrunas, principalmente en el
sentido de luchas contra la excesiva simplificación y agregación de ambos fenómenos, de sus componentes y
de las causas que los provocan; porque la agregación y la simplificación, que pudieran resultar convenientes
cuando se elaboran estadísticas económicas, distorsionan la realidad, y al hacerlo llevan a políticas públicas
poco adecuadas en la solución de los problemas reales que de la pobreza se derivan (Rodríguez, 2006)
4.1.1 Conceptos para aclarar y diferenciar
Una de las principales deficiencias en los escritos de Sen (Myhrvold-Hanssen, 2003) es la
inexistencia de una definición formal de hambruna. En donde existe una definición débil como en
su pobreza y hambrunas (Sen, Poverty and Famines: An Essay on Enitlement and Deprivationt,
1983), el uso del término o es insuficiente para clasificar incidentes como una hambruna o es muy
amplio por lo cual clasificaría demasiados incidentes como hambrunas. La respuesta de Sen: si bien
hay poca literatura acerca de cómo definir las hambrunas, la mayoría de las veces uno puede
diagnosticar una hambruna (así como a una inundación y a un incendio) aún sin estar armado de una
definición precisa sobre el punto. (Sen, Poverty and Famines, 1981)
Algunas de las muchas definiciones (Sen, Poverty and Famines: An Essay on Enitlement and
Deprivationt, 1983) son:
Parece claro que, cualquier definición satisfactoria de hambruna, debe reflejar el hecho de que la
escases de alimento es generalizada o extrema (o ambas al mismo tiempo) y además debe ser tal que
el grado de profundidad de la escases tenga como mejor estimador la tasa de mortalidad que la de
desnutrición.
Una escases extrema y extensa de alimento que trae como consecuencia un hambre persistente y
generalizada evidenciada por la importante pérdida de peso y un incremento en la tasa de mortalidad
causado tanto por desnutrición o por la muerte que conlleva la débil situación de la población.
En términos estadísticos, puede ser definida como una severa escases de alimentos acompañada de
un incremento significante de la tasa de mortalidad local o regional.
Una hambruna es un fenómeno económico y social caracterizado por la generalizada falta de
recursos alimenticios la cual en ausencia de ayuda externa provoca la muerte de los afectados por la
misma.
Situación que se da cuando un país o zona geográfica no posee suficientes alimentos y recursos para
proveer alimentos a la población, elevando la tasa de mortalidad debido al hambre y a la
desnutrición”. (Wikipedia)
Proceso de crisis socioeconómica, relativamente prolongado, consistente en el progresivo e
mpobrecimiento de los grupos más vulnerables y el deterioro de sus sistemas de sustento, con un
incremento del hambre masiva. El proceso conlleva también desplazamientos poblacionales, la
propagación de epidemias, la desestructuración comunitaria y, en los casos graves, un aumento de la
mortalidad (debida más a las epidemias que a la inanición) (Armiño)
4.1.2 Las Causas de las Hambrunas
Un primer elemento a destacar de las hambrunas, es que si bien se generan al interior de la sociedad
toda, sus consecuencias (pérdidas de derechos) recaen sobre los menos favorecidos (Rodríguez,
2006) (Drèze, 2002). La falta de derechos económicos que provoca hambrunas puede deberse a
varias causas. Si bien en las hambrunas, todo el mundo tiene dificultades económicas, las causas no
tienen por qué ser las mismas.
Causas directas
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Reducción oferta de alimentos (exógeno, endógeno) y subida de precios
Fallas macroeconómicas: inflación desde la demanda
Fallas microeconómicas: inadecuada distribución de la tierra
Fallas en políticas públicas (desapoyo a desocupados, abandonar redes social guerras)
4.1.3 Las Consecuencias de las Hambrunas
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Muerte por hambre
Incremento de la tasa de mortalidad (reducción de esperanza de vida)
En los niños, menor crecimiento físico, con menor salud y con dificultades de aprendizaje, lo
que minará su futuro en el espacio de los entitlements
Los niños pequeños son los más afectados
4.1.4 La Prevención de las Hambrunas
Dado que las hambrunas van acompañadas de la pérdida de derechos económicos de uno o más
grupos ocupacionales de determinadas regiones, la inanición resultante puede prevenirse
regenerando sistemáticamente un nivel mínimo de rentas y de derechos económicos para los que
resultan afectados por los cambios económicos. El número de personas afectadas, aunque suele ser
enorme, representa un bajo porcentaje de la población total, y el nivel mínimo de poder adquisitivo
necesario para prevenir la inanición puede ser bastante pequeño. Por lo tanto, los costes de las
medidas públicas que hay que adoptar para prevenir las hambrunas son bastante bajos incluso en los
países pobre, siempre que tomen medidas sistemáticas y eficientes a tiempo.
Una gran parte de la mortalidad provocada por las hambrunas se debe a enfermedades causadas por
el debilitamiento, el mal funcionamiento de los servicios sanitarios, los movimientos demográficos y
la propagación de enfermedades contagiosas endémicas e la región. Estos problemas también
pueden reducirse mucho si se toman medidas sensatas, entre las cuales se encuentran el control de
las epidemias y los sistemas sanitarios comunitarios. En este campo, una pequeña cantidad de gasto
público bien planificado también puede proporcionar grandes frutos.
La prevención de las hambrunas depende mucho de los mecanismos políticos que existan para
proteger los derechos. […] El gasto público compensatorio que se destina a la creación de empleo
puede contribuir muy eficazmente a evitar la amenaza de una hambruna.
4.1.4.1 Hambruna y Distanciamiento
La economía política de la causación y la prevención de las hambrunas implica
instituciones y organizaciones, pero depende, además, de las percepciones y las
interpretaciones que acompañan al ejercicio del poder y de la autoridad. Dependen
especialmente de lo alejados que estén los gobernantes de los gobernados. Incluso cuando
la causa inmediata de una hambruna no tiene que ver con eso, la distancia social o política
entre los gobernantes y los gobernados puede contribuir extraordinariamente a que no se
prevenga la hambruna”
4.1.4.2 Producción, Diversificación y Crecimiento
Para prevenir las hambrunas, es útil que la economía crezca y sea más opulenta. La
expansión económica normalmente reduce la necesidad de proteger los derechos
económicos y aumenta los recursos existentes para protegerlos. Hay que prestar atención a
la necesidad de dar incentivos para que crezca la producción y las rentas, incluida, entre
otras cosas, la producción de alimentos. Para eso hay que idear incentivos de precios
razonables, pero también medidas que fomenten y aumenten el cambio técnico, la
adquisición de cualificaciones y la productividad, tanto en la agricultura como en otros
sectores. Aunque el crecimiento de la producción de alimentos es importante, la cuestión
principal es el crecimiento económico general, ya que los alimentos pueden comprarse en el
mercado mundial.
4.1.4.3 La Vía del Empleo y la Cuestión de la Agencia
En general, el enfoque de la ayuda basada en el empleo también permite que las posibles
víctimas de las hambrunas sean tratadas como agentes activos y no como receptores
pasivos de las limosnas del Estado” 220
4.1.5 La Democracia y Prevención de las Hambrunas
El argumento está relacionado sobre todo con los incentivos políticos generados por las elecciones,
la política pluripartidista y el periodismo de investigación. Es cierto, desde luego, que nunca ha
habido hambrunas en las democracias pluripartidistas que funcionan. En los países pobres
democráticos la producción y las existencias de alimentos, así como el poder adquisitivo de un
considerable segmento de la población, han disminuido a veces mucho más que en algunos países
que no son democráticos. Pero mientras que los países dictatoriales han padecido grandes
hambrunas, los democráticos han conseguido evitarlas a pesar de ser menor su producción de
alimentos
4.1.5.1 Incentivos, Información y Prevención de las Hambrunas
Las hambrunas matan a millones de personas en diferentes países del mundo, pero no a los
gobernantes […] Y si no hay elecciones, ni partidos de la oposición, ni la posibilidad de
realizar críticas públicas sin censurar, las autoridades no tiene que sufrir las consecuencias
políticas de su incapacidad para prevenir las hambrunas. En cambio, la democracia propaga
las consecuencias de las hambrunas a los grupos gobernantes, así como a los dirigentes
políticos. Eso les da un incentivo político para tratar de prevenir cualquier amenaza de
hambruna, y dado que las hambrunas son, de hecho fáciles de prevenir […], se previenen
con firmeza las inminentes hambrunas. La libertad de prensa y la práctica de la democracia
contribuyen de manera extraordinaria a sacar a relucir información que puede influir
enormemente en las medidas que se adopten para prevenir las hambrunas
4.1.5.2 Papel Protector de la Democracia: Transparencia, Seguridad y Crisis
Económicas Asiáticas
Muchos tecnócratas económicos recomiendan el uso de incentivos económicos (que da el
mercado), mientras que pasan por alto los incentivos políticos (que podría garantizar un s
istema democrático). Pero los incentivos económicos, por importantes que sean, no
sustituyen a los incentivos políticos, y la ausencia de un sistema adecuado de incentivos
políticos es un vacío que no puede colmarse con los inventivos económicos
4.1.6 Observaciones Finales
Nos hemos ocupado principalmente del problema de la prevención de las hambrunas y de las crisis
calamitosas. Se trata de una importante parte del proceso de desarrollo concebido como libertad,
pues implica la mejora de la seguridad y de la protección de que disfrutan los ciudadanos. La
conexión es tanto constitutiva como instrumental. En primer lugar, la protección contra la inanición,
las epidemias y las privaciones graves y repentinas es en sí misma una de las oportunidades para vivir
con seguridad y satisfactoriamente. La prevención de las crisis devastadoras forma parte, en este
sentido, de la libertad que los individuos tienen razones para valorar. En segundo lugar, la utilización
de las libertades instrumentales, como oportunidad de que haya debates abiertos, escrutinios
públicos, política electoral y medios de comunicación sin censura, contribuye de manera significativa
al proceso de prevenir las hambrunas y otras crisis
Sen afirma que hay una relación estrecha entre hambrunas y sistemas autoritarios. En los sistemas
democráticos prácticamente no ocurren por la accountability. El subdesarrollo cómo falta de libertad
de la población para sobrevivir en las hambrunas. (Rodríguez, 2006). A través del contraste
temporal, se hace evidente la necesidad de diferenciar tres aspectos relacionados con el consumo de
alimentos en el tiempo.
1.
2.
3.
Pobreza: un nivel bajo y constante de consumo de alimentos de un determinado grupo y/o
región usualmente deriva en pobreza.
Una tendencia decreciente en el tiempo en el consumo de alimentos para un grupo o
región, independientemente de la condición inicial, puede conducirnos, en un primer
momento, a una situación de pobreza; si continua en tiempo puedo transformare en una
desnutrición y por último se puede caer en una inanición.
Una caída abrupta en del consumo de alimentos en un grupo de personas o región. Es aquí
que encontramos a la hambruna.
Es importante notar que no es condición necesaria para que la hambruna ocurra que la situación
anterior a la caída del consumo en el tiempo estuviera comprendida en el conjunto de lo que son la
desnutrición o la pobreza. No deja de ser cierto, y en muchos casos lo es, que i) y ii) colaboran en la
gestación o profundización de iii) o en ambos sentidos. Es de esta manera que Sen demuestra que la
hambruna no necesariamente implica pobreza.
5. Otras direcciones de profundización: Guerra y Hambruna,
Democracia y Hambruna
En un pequeño pero muy certero paper Jean Drèze esboza con gran claridad los vínculos que existen entre la
hambruna y la guerra (Drèze, 2002). Esta idea ya se encontraba presente en los primeros trabajos de Sen y se
repite en gran parte de su obra. La idea de Sen, y de muchos otros autores, es que las guerras son menos
comunes entre países con regímenes democráticos. Drèze divide los conflictos bélicos entre los que se dan
entre países y los que se dan dentro de los países, situando cómo estos últimos cómo los que tienen más
probabilidad de generar una hambruna y menor probabilidad de contenerla a tiempo. Cómo interesante
conclusión y solución de este punto, Drèze cita la idea de Anatol Rapoport que, en síntesis propone la
eliminación del planeta de “institución guerra” (Rapoport, 1992)
Cómo otra línea interesante en varios aspectos encontramos literatura que cuestiona la idea de Sen de la
democracia cómo régimen que elimina en gran medida la posibilidad de una hambruna (Myhrvold-Hanssen,
2003). En este documento se estudia una situación acaecida en India (democrática) en 1966. Aunque no es el
objetivo del trabajo negar la hipótesis de Sen, se pone sobre la mesa la idea de que una definición amplia de la
democracia incluye pocos elementos y, por tanto, puede que sean necesarios los mismos en la prevención de
las hambrunas pero no suficientes. Tal cómo mencionábamos, encontramos aquí un documento que en cierta
manera, pone en tela de juicio algunos conceptos de Sen mediante la incorporación de nuevas variables y el
consiguiente aumento de la cobertura de las mismas sobre los posibles problemas en los derechos
económicos en tiempos de hambruna.
6. Conclusiones
En términos generales, las hambrunas atacan directamente las posibilidades de acceso a los alimentos por
parte de las personas afectadas. Más allá de lo que nos pueda dictar el sentido común, vale la pena explicitar
que estas situaciones corren en el sentido contrario de la concepción del desarrollo como libertad que nos
plantea Amartya Sen.
Como hemos planteado al inicio del presente documento, Bengala fue foco de una hambruna en la década del
cuarenta del siglo pasado. Sen, en sus escritos, ha prestado gran atención a los hechos sucedidos en esta
región y ha reflexionado sobre los mismos. Y aquí queremos destacar como estudiantes de ciencias
económicas dos aspectos importantes. En primer lugar, su invitación constante a fijar nuestra mirada en la
realidad y sobre la importancia que debemos adjudicar a los estudios empíricos ya que debe ser de estas
fuentes de donde emanen las medidas y políticas para la prevención o combate de las hambrunas. En este
marco, encontramos en el autor la aplicación rigurosa de un método para abordar los temas.
Esta forma de proceder seguramente fue determinante en el segundo elemento que queremos destacar
debido a su aporte a la ciencia, a saber: su comprensión acerca de las causas de las hambrunas. Partiendo de
una visión de corte malthusiana y mediante contraste de hipótesis, inauguro y aportó en un nuevo enfoque, de
carácter más amplio y que fuera capaz de trascender y complementar la hipótesis de desequilibrio entre
cantidad de alimentos y el volumen de población como causa de una hambruna, observando también que
influencia tiene sobre las hambrunas aspectos como los derechos políticos y la libertad de información. Al
decir de María Teresa Rodríguez "Sen ha hecho importantes contribuciones al estudio de la pobreza y de las
hambrunas, principalmente en el sentido de luchas contra la excesiva simplificación y agregación de ambos
fenómenos, de sus componentes y de las causas que los provocan; porque la agregación y la simplificación,
que pudieran resultar convenientes cuando se elaboran estadísticas económicas, distorsionan la realidad, y al
hacerlo llevan a políticas públicas poco adecuadas en la solución de los problemas reales que de la pobreza se
derivan" (Rodríguez, 2006).
En nuestro sendero de elaboración, también pudimos dar con algunas críticas. Unas de las más importantes
refiere al marco conceptual, o más claramente, a las definiciones conceptuales dado que una determinada
definición de hambruna y/o democracia es sustancial a la hora de preguntarnos qué casos concretos quedan o
no amparados en la delimitación. Por este lado se le han realizado críticas a Sen dado su poca precisión de
estos conceptos.
La Gran Hambruna de Bengala
Nuestro interés está centrado en las causas de la hambruna de Bengala y, en particular, que ocurrió con la
oferta de alimentos y con los derechos de cambio en la génesis de la hambruna.
La producción de arroz: fases
Existen, al interior de un año, tres momentos de cosecha de arroz en la India:
(1)
Mayo/Junio plantación, Noviembre/Diciembre (cosecha de invierno, la más importante)
(2)
Abril plantación, Agosto/Setiembre (cosecha de otoño)
(3)
Noviembre/Diciembre plantación, Febrero/Marzo (cosecha de primavera)
En 1942, cómo resultado de un ciclón ocurrido en octubre y luego una lluvia torrencial en algunas partes de
Bengala. A esto se le suma el hecho de la ocupación de Burma en 1942 tuvo cómo consecuencia una caída de
las importaciones de arroz, la cuál afectó la oferta de alimentos de Bengala.
Dicho esto, y dado que la hambruna golpea Bengala en 1943, es natural que en su momento se haya creído
que la causa principal de la hambruna era la escasez relativa (relativa a los períodos normales) de arroz
disponibles para el consumo: un problema de oferta.
Un análisis al interior de las fases: enero 1942 a diciembre 1944
Examinaremos esta tesis. El precio al por mayor del arroz creció un 300% entre diciembre de 1942 y agosto
de 1943. A causa de la medida que tomó el gobierno de fijar un precio máximo, comenzó a dificultarse la
obtención de las cuotas de arroz necesarias.
La experiencia económica de Bengala en las proximidades a la hambruna puede ser particionada en tres con
respecto al tiempo, resultando
(1)
Fase I: ene1942 a mar1943 = 14 meses
(2)
Fase II: mar1943 a nov1943 = 7 meses
(3)
Fase III: nov1943 a dic1944 = 14 meses
La tasa de mortalidad alcanzó su máximo en (3) mientras que el período más agudo de inanición lo
encontramos en (2); las epidemias ya estaban a cargo de dar el siguiente golpe letal sobre una población
devastada por la hambruna, lo que explica el máximo de la tasa de mortalidad en (3). En general, se considera
que (1) no entra dentro de lo que es la hambruna. Esta idea es correcta en la dirección de que en esta fase las
muertes provocadas por la falta de alimentos eran relativamente bajas, pero desconocía el hecho de que los
problemas económicos que causaron la posterior muerte, ya habían atrapado a gran parte de la población.
La hambruna se identifico en primer lugar lejos de la capital, Calcuta, a comienzos de 1943. El progreso de la
misma se constata en los informes de carácter público. He aquí una breve síntesis cronológica que nos da luz
sobre cómo era percibida la hambruna en el tiempo y nos ayuda a ubicar esto en las tres fases en las cuáles
dividimos la hambruna.
La prensa y la hambruna…
(dic1942) “…marcha en protesta contra el hambre organizada por comunistas…”
(feb1943) “…hay gente que no consigue comida…”
(feb1943) “…hay señales de angustia entre la gente local…”
(mar1943) “…los crímenes contra la propiedad y los saqueos ocurridos en algunos arrozales se han vuelto
frecuentes…”
(may1943) “…las condiciones económicas aprontan la crisis…”
(jun1942) “…hay personas moviéndose en búsqueda de arroz…”
(jun1942) “…muertes en las calles…”
(jul1942) “…la ciudad está llena de miles de personas empobrecidas que están muriendo de hambre…”
(ago1943) “…estamos atravesando la parte más severa de la crisis…”
(sep1943) “…las muertes siguen sucediéndose…”
(sep1943) “…deshacerse de los cuerpos muertos…es un problema…”
(oct1943) “…Están llegando alimentos, pero no hay esperanzas de poder salvar a aquellos que están
muriendo de hambre…”
Como hemos mencionado, la tasa de mortalidad alcanzó su máximo en diciembre de 1943 y se mantuvo alta
por un tiempo cómo consecuencia de las epidemias que dejó la hambruna cómo daño permanente (en el
sentido que sus consecuencias operan fuera del intervalo dentro del cual incluimos la hambruna). Dentro de
las epidemias encontramos, entre otras: cólera, malaria y viruela. La muerte cómo consecuencia directa de la
inanición y la diarrea provocada por la hambruna, alcanzó su máximo alrededor de setiembre de 1943.
Calcuta, una historia muy diferente
La historia en Calcuta fue un tanto diferente. Las políticas públicas se basaban en la firme convicción de que
el mantenimiento de disponibilidad de alimentos en el área industrial de Calcuta debe ser una de las
prioridades dentro de las preocupaciones que el tiempo de guerra genera. Ya en agosto de 1942, las
autoridades de Bengala habían advertido a la Cámara de Comercio de Bengala que Calcuta había prometido
hacer todo lo que estuviera a su alcance para crear las condiciones para que la disponibilidad de alimentos
esenciales estuviera disponible en cantidades adecuadas y a precios razonables. La Cámara de Comercio de
Bengala lanzó en agosto de 1942, en colaboración con el gobierno central un plan de existencias de alimento
que garantizaba la disponibilidad de los ítems indispensables de alimentos en los comercios asociados a la
Cámara. Este plan puso a salvo a más de 600,000 trabajadores para diciembre del mismo año. La demás
Cámaras tomaron medidas similares, también con apoyo central, cubriendo otras 170,000 personas. Por su
parte, el gobierno brindó alimento a cierta parte de sus empleados, cubriendo otras 300,000 personas. En su
conjunto, estos planes salvaron a más de un millón de empleados (y en gran medida sus respectivos hogares)
de morir de hambre. En adición, las tiendas controladas por el gobierno central comenzaron a hacerse
presentes en Calcuta en agosto de 1942. Ya a comienzos de 1943, estas tiendas fueron complementadas por
un plan de “mercado autorizado”, mediante el cual el gobierno garantizaba flujos de alimentos razonables en
las dos direcciones mencionadas: cantidad, precio. El gobierno central, intentó ayudar a alimentar a la
población de Calcuta a través de planes de control de precios entre diciembre de 1942 y marzo de 1943. Estos
planes se abandonaron debido a sus magros resultados en abril de 1943. El mercado operó y una escalada en
el precio de arroz se hizo presente de inmediato.
En Calcuta se vio a la hambruna principalmente a través de la existencia de una masa rural empobrecida que
bajaba hacia la ciudad; en julio de 1943 las calles estaban repletas de gente en situación desesperante. En un
primer momento, la ayuda fue encargada a personas dedicadas a la caridad y a comedores de organizaciones
de caridad, pero ya en agosto de 1942 la ayuda pasó a la órbita pública. A pesar de la mezquindad con la cual
el gobierno garantizó la existencia de comidas en comedores públicos de Calcuta, es casi indudable que un
destituido que haya encontrado un lugar en Calcuta tenía una probabilidad más alta de sobrevivir que la que
hubieses tenido en cualquier lugar de Bengala. No obstante, dado que la ayuda ofrecida no fue adecuada, los
cuerpos muertos eran moneda corriente en las calles de Calcuta; en octubre de 1942, las autoridades
recogieron más de 3,000 cuerpos de la ciudad.
El número de personas que sufrían de inanición y enfermedades relacionas a la misma se estimó en al menos
100,000 personas para octubre de 1942. A fin de ese mes, se tomó la decisión de remover a los destituidos de
la ciudad de Calcuta. La ordenanza de repatriar a los destituidos, fechada el 28 de octubre de 1942, fue una ley
muy discutida. Una de las principales críticas fue que la repatriación fue más exitosa que la propia ayuda a los
muchos hogares destituidos y muchas concentraciones de personas con hambre fuera de Calcuta. Para
Calcuta, sin embargo, la peor parte de la hambruna ya había pasado y la tasa de mortalidad cayó rápidamente.
De hecho, la situación en los distritos fuera de Calcuta comenzó a mejorar debido a la ayuda directa recibida y
a la buena cosecha obtenida en otoño (agosto/setiembre de 1943) y la excelente cosecha de invierno
(noviembre/diciembre de 1943). El crecimiento sostenido de la mortalidad fuera de Calcuta era consecuencia
directa de las enfermedades inducidas por la hambruna.
Una crisis del tipo FAD?
La explicación más común de las hambrunas en general, se basa en la idea de la caída en la disponibilidad de
alimento “FAD” (por sus siglas en inglés Food Availability Decline). Esta explicación, a su vez, se ha aplicado
al caso particular que estamos estudiando: la hambruna de Bengala de 1942/1943, no sólo desde el punto de
vista causal (FAD entonces Hambruna) sino desde el punto de vista metodológico (se presta atención a lo
que puede explicar el supuesto FAD). La Comisión encargada de la hambruna declaró que la causa primaria
era un severa caída de la oferta disponible para el consumo de arroz en Bengala.
Es esta explicación avalada por los hechos, o más precisamente, los datos contenidos en el Informe oficial
confirman esta hipótesis?
En primer lugar, lo que la Comisión encargada de realizar el informe llama “oferta corriente” de alimento
para un determinado año, obtenida mediante la suma de:
i)
la cosecha de invierno del año anterior (cosecha de noviembre/diciembre de
1942 en nuestro caso y vendida en los tres meses que transcurren desde la cosecha)
ii)
la cosecha de primavera y otoño del año corriente (febrero/marzo de 1943 y
agosto/setiembre de 1942 respectivamente
iii)
importaciones netas del alimento en cuestión
Si bien es cierto que 1943 no fue un buen año en lo que refiere a las cosechas, no fue, de ninguna manera, un
año desastroso. La “oferte corriente” de 1943 se encontraba un 5% debajo de la media aritmética de los cinco
años anteriores y, por ejemplo, un 13% por encima de la oferta corriente de 1941, año en el cual no hubo
ninguna hambruna. Sin embargo, hay que realizar correcciones antes de desechar la hipótesis FAD.
1er. Corrección: Ajuste de las Estimaciones Oficiales de Producción
Al comparar la situación de 1943 con la de 1941, no sólo podemos afirmar que fue un mejor año en términos
globales, sino que también podemos afirmar que el rendimiento por hectárea en Bengala fue superior en
1942/1943 en comparación con 1940/1941. Ya algunas correcciones fueron hechas por la propia Comisión.
Una de las correcciones hechas tuvo cómo objetivo aumentar la cobertura de los datos observando los
movimientos en la frontera, vía tierra y mar (Columnas 5 y 6). Una vez más, luego de la corrección, la
situación de 1943 no fue excepcionalmente preocupante y, nuevamente, es mejor que la situación de 1941.
2da. Corrección: Cambios en las Importaciones de Trigo
A pesar de que el arroz es el alimento más consumido en Bengala, el trigo también es consumido en
cantidades considerables. Por lo tanto, la medida de la disponibilidad de granos debería reflejar variaciones
tanto del arroz cómo del trigo. Bengala produce muy poco trigo lo que lo coloca en la posición de
importador neto de trigo. Las importaciones netas de trigo y de harina de trigo calculadas por una
dependencia del gobierno central incluyen las importaciones hechas vía ferrocarril y vía puerto pero no
incluye las realizadas por vía terrestre. La Comisión, llegó a la conclusión que existía sesgo a favor de 1941
cuando lo comparamos con 1943, por lo que al dar evidencia en contra de nuestra hipótesis no nos cambia
nuestros resultados. La “oferta corriente” de arroz y trigo (Columna 7) fue en 1943 un 11% superior a la de
1941.
3er. Corrección: Oferta Per Cápita
Dado que la población de Bengala estaba en crecimiento en nuestro período de análisis, la disponibilidad debe
ser ajustada para reflejar la oferta per cápita. La tasa anual de crecimiento poblacional de Bengala en el
período 1941-1950 se encontraba en el entorno del 0,5%. Pero esta estimación está por debajo del verdadero
valor ya que incluye la hambruna y sus efectos. Se puede corregir esta tasa y adoptar una tasa del 1% de
crecimiento anual tomando cómo base el año 1941. La “oferta corriente” per cápita ajustada es un 9%
superior en 1943 comparado con 1941.
4ta. Corrección: Demora Disponibilidad de Alimentos Importados en
1943
Se puede argumentar que la disponibilidad de granos fue particularmente mala en gran parte de 1943; las
importaciones de arroz y trigo fueron bajas en los tres primeros semestres de 1943 y crecieron con velocidad
en el último cuatrimestre de 1943. Si bien parece que la tasa de mortalidad alcanzo su máximo en diciembre
de 1943 (fase III), hay evidencia de que la inanición alcanzó su máximo en el tercer cuatrimestre de 1943
(dentro de la fase II). Durante el último cuatrimestre de 1943, Bengala importó 10000: de toneladas de arroz
(en oposición a las 55000: de toneladas que se importaron en promedio en el resto de 1943). Para sesgar lo
más posible la información en contra de 1943, las cantidades extras de arroz y trigo importadas durante el
último cuatrimestre de 1943 en relación a los tres primeros trimestres de 1943 deben ser restadas del total de
las importaciones de 1943. Luego de esta corrección, la “oferta neta” de arroz y trigo es de 9100: de
toneladas. Si tomamos cómo base=100 al año 1941, la “oferta corriente” de arroz es un 9% superior a 1941 y
la de trigo un 7% superior a la de 1941.
5ta. Corrección: Retención de Arroz Viejo
Los números que hemos presentado, no toman en cuenta las existencias de stock retenidas de la cosecha de
diciembre de 1942. La FIC pensó qué una de las causas principales de la hambruna fue el descenso de las
existencias de stock de arroz provenientes de 1942 (cosecha de noviembre/diciembre de 1942). Su argumento
era que el traspaso de existencias desde 1942 a 1943 fue sustancialmente menor que el traspaso de 1940 a
1941, dándole mucha importancia a este hecho. El problema es que la FIC no presentó datos en este sentido.
Una manera razonable de tratar este problema, en ausencia de información directa, es examinar las medias
móviles de dos y tres años que terminen en el año en cuestión (1943). En el caso de las medias móviles de
dos años, la que termina en 1943 es el máximo de la serie (nuestra comparación se centra en 1941 vs. 1943).
Con las de tres años, si bien las diferencias no son tan evidentes, 1943 es de mayor magnitud que 1941. En
términos per cápita, aún aceptando un aumento del 1% anual de la población, encontramos que la media
móvil de tres años que termina el 1943 está apenas por debajo de la de termina en 1941 y la de dos años está
apenas por encima. En este sentido, seguimos sin encontrar evidencia suficiente en contra de nuestra
hipótesis.
Primer Conclusión
Parecemos estar a salvo si concluimos que la desastrosa hambruna que golpeó Bengala, no fue el resultado de
un descenso generalizado de la cantidad de granos disponibles para el consumo en Bengala (lo que la FIC
llama “oferta corriente”)
Exchange Entitlements (Derechos Económicos)
La hambruna de Bengala fue un fenómeno esencialmente rural. Las áreas urbanas, especialmente Calcuta,
prácticamente no sufrieron la escalada en los precios de los alimentos protegidos por los subsidios del
gobierno a través de los planes de distribución. Calcuta, vio la hambruna cómo el resultado de un influjo de
personas destituidas del área rural.
Podemos afirmar que hay que entender la destitución rural en términos de cambios en los derechos de
intercambio?
En lo que sigue, los derechos de intercambio serán entendidos en términos del derecho al arroz (por lejos el
elemento principal de obtención de caloría de la población de Bengala). Se puede chequear, que la tendencia
de los derechos de apropiación no varía sustancialmente si se calcula, por ejemplo, para el trigo.
Consideremos en primer lugar a los trabajadores rurales. Dado que no tenemos datos del salario para una
base regular en el período de estudio, en el informe final de la FIC se calculan algunos índices para la
población en general (Tabla 6.3) y, además, índices de intercambio en el trabajo rural y los alimentos de grano.
Estos datos no so muy satisfactorios, pero no hay otra información dada por la FIC.
Una dramática caída de la relación en contra del trabajo rural. Es bastante claro, que el trabajo rural no siguió
el incremento inflacionario del que disfrutaron muchos sectores de la comunidad de la economía de guerra de
Bengala. La Tabla 6.3 es insuficiente, dado que el nivel de agregación que contiene y la diferencia en los
períodos cubiertos, hacen que los ratios sean difíciles de interpretar. Hubiera sido preferible disponer de una
serie mensual de ambas variables en el mismo período del tiempo, pero la FIC no nos dio ese gusto.
Índice Salario
Índice Precio Arroz
Ratio (Salario/Precio
Arroz)
1939-40 (1940)
100
100
100
1940-41 (1941)
110
109
101
1941-42 (1942)
115
160
72
1942-43 (1943)
125
385
32
1er ½ 1943-44 (1943)
130
385
34
Año
Un estudio del año 1960 nos da una serie mensual del salario de Birbhum desde enero de 1939 a diciembre de
1941, serie que se empalma con otra proveniente de otro estudio. Es así que conseguimos una tasa diaria del
valor de la mano de obra masculina no calificada. Al analizar conjuntamente la serie mencionada y la serie del
valor del arroz, encontramos que el salario de setiembre de 1942 está casi al mismo nivel que en diciembre de
1941 y en el mismo período el precio del arroz subía lentamente, es en setiembre de 1942 que encontramos el
punto de inflexión en el cual los senderos comienzan a separarse; el precio del arroz se dispara mientras que
el salario no acompaña este movimiento, el ratio salarios/precio arroz, en noviembre de 1942 se ubicó en 38.
Luego de una recuperación parcial durante la cosecha de noviembre/diciembre de 1942, enseguida la tasa de
intercambio cayó hasta alcanzar el mínimo de 24 en mayo de 1943. Para julio de 1943, la tasa de intercambio
ya lleva acumulados tres meses debajo del 30. Para entender la significación de estos datos, es bueno no
olvidar de que los trabajadores rurales tienden a ganar gran parte de sus ingresos en la siembre de invierno
(noviembre/diciembre de 1942). Aún en el caso de que los salarios no le hubieran perdido pisada a los
precios del arroz, podríamos suponer que hubieran existido dificultades debido a que el salario es un
indicador con retardo (lagging indicator). Su retardo se manifiesta en la imposibilidad de que el salario pueda
anticiparse a la suba de precios que sigue al pico de su ingreso. Otra es la información que obtenemos si
miramos, en vez del salario, a la tasa de empleo, la cual pareciera denunciar una caída del nivel de ocupación
en el sector rural; la falta de datos sólidos no nos ayuda a profundizar en esta dirección. Si nos movemos de la
ocupación en el sector rural, de la cual no disponemos evidencia suficiente, al nivel de ocupación de otras
ocupaciones, obtenemos los datos que se exponen en la siguiente tabla.
Mes
Harina
de Trigo
Aceite de
Mostaza
Vestimenta
Sombrillas de
Bambú
Leche
Pescado
Corte
de Pelo
100
100
100
100
100
100
100
Enero
121
93
108
114
108
95
108
Febrero
112
93
108
127
108
95
108
Marzo
121
100
108
152
108
95
108
Abril
109
88
113
145
88
88
88
Mayo
91
74
142
134
74
74
74
Junio
98
89
169
160
88
132
88
Julio
92
82
165
150
83
124
83
Agosto
83
94
165
129
74
110
74
Setiembre
130
125
197
145
88
132
88
Octubre
99
80
126
92
56
84
56
Noviembre
79
71
102
69
45
68
45
Diciembre
125
95
134
85
66
84
56
1941
Diciembre
1942
1943
Enero
116
88
132
85
61
65
52
Febrero
168
95
142
98
66
70
56
Marzo
111
74
94
69
44
46
37
Abril
108
59
68
60
32
34
27
Mayo
72
51
46
43
21
27
18
Junio
78
50
49
48
23
39
19
Julio
77
49
49
47
23
38
19
Agosto
75
64
47
44
22
37
19
Setiembre
112
95
76
66
33
56
28
Octubre
100
85
68
57
30
50
25
Noviembre
95
118
86
73
47
80
32
Diciembre
75
145
118
90
62
106
42
64
127
111
91
57
97
58
1944
Enero
Mientras algunos ítems (harina de trigo, vestimenta, aceite de mostaza) se mantuvieron a tiro con el precio del
arroz en la Fase I (enero de 1942 a diciembre de 1943), el pescado y las sombrillas de bambú comenzaron a
caer ya en esa fase y, la leche y los cortes de pelo ya acusaron un agudo deterioro vis a vis con el arroz. En la
Fase II, estos deterioros continuaron deteriorándose.
La Base Social de la Destitución
Quienes fueron las victimas de la hambruna? A qué categoría ocupacional pertenecían?
Los datos acerca de las hambrunas nunca son abundantes. Sin embargo, hay al menos tres estudios sobre las
victimas de la hambruna hechos durante la hambruna e inmediatamente después de la misma. El primero de
ellos es el de P. C. Mahalanobis, R. Mukherjea y A. Ghosh realizado en 1944 y publicado en 1946. Su estudio
se basó en encuestar al 20% de las familias pertenecientes a 386 zonas rurales de Bengala. La elección de las
familias se hizo para lograr capturar la intensidad de la crisis. El estado ocupacional de las familias fue tomado
en tres puntos del tiempo: enero de 1939, enero de 1943 (final de Fase I) y en mayo de 1944 (luego de
finalizada la hambruna). El segundo estudio fue realizado por K. Mukerji en 1965 y consistió en estudiar las
condiciones económicas de cinco zonas de la ciudad inmediatamente después de la finalización de la
hambruna y los resultados son de interés para la región de Bengala afectada por la hambruna. El tercero, es el
que se realizó durante la hambruna por T. Das en 1943 y publicado en 1949 cubriendo 820 familias
destituidas.
Los datos proporcionados por P. C. Mahalanobis, R. Mukherjea y A. Ghosh pueden ser usados para la
construcción de matrices de transición entre las distintas fases. Debe observarse, que hay una relación fuerte
entre el orden ocupacional y la pauperización previa a la hambruna (Fase I) y durante la misma (Fase II y Fase
III). En la Fase I, las ocupaciones más afectadas parecen haber sido: los pescadores, los trabajadores de los
arrozales, trabajadores del transporte y, en último lugar, los trabajadores fuera del área rural. Las ocupaciones
menos afectadas fueron los campesinos dedicados al cultivo y los dedicados a la recolección de la siembre.
Estos, también eran los menos desfavorecidos en la Fase I. En números absolutos, los destituidos provienen
de la categoría de los trabajadores de la agricultura según el estudio de Mahalanobis, Mukherjea y Ghosh en
1946. Das, en su estudio de los destituidos que se movilizaron hacia Calcuta en el peor momento de la
hambruna en setiembre de 1943 (sobre el final de la Fase II), encontró que el 41% de los destituidos (el grupo
con más frecuencia relativa) provenía de familias que trabajaban en el área rural. Finalmente, en el estudio de
Mukherji de las villas en Faridpur, la tasa más alta de destitución pertenece a los trabajadores de la agricultura
(una tasa de destitución del 52% comparada con una destitución total del 29%)
En general, la información de estos estudios parece estar en línea con lo que uno creería a priori si utiliza el
enfoque de los derechos económicos.
Causas de los movimientos bruscos en los Derechos Económicos
(1) El incremento del precio del arroz ocurrido en la Fase I se explica casi en su totalidad por
cambios en la demanda. La oferta se mantuvo en un nivel relativamente alto durante 1942. Este
incremento de los precios, si bien no ocurrió únicamente en Bengala si podemos decir que en
Bengala fue donde más subieron. Esto fue consecuencia de un proceso inflacionario desatado por la
presión que la guerra ejercía sobre el país. Los gastos de guerra de Bengala, fueron financiados en
gran medida por la emisión de bonos y el consiguiente aumento en la oferta de dinero. Siguiendo
este razonamiento, podríamos ver la hambruna de 1943 cómo el efecto de las presiones
inflacionarias iniciadas desde el ámbito público mediante la expansión del gasto y su financiación.
(2) En la Fase II, los factores que afectaban a la demanda fueron reafirmados por la especulación
y las consiguientes retenciones. Estas retenciones, eran financieramente rentables desde una visión
estática: los precios se habían duplicado el año anterior, mientras que se podía obtener cómo
máximo un 7% anual en un banco. A su vez, los que poseían acciones sobre la producción del arroz,
retuvieron sus acciones cortando con el flujo circular (luego de la cosecha de diciembre en general
las acciones cambiaban de mano, cosa que no ocurrió en este caso). Una leve caída en el nivel de
producción se tradujo de esta manera en un gran descenso en el nivel de productos colocados en el
mercado. La “oferta corriente” que mencionaba la FIC, no tomaba en cuenta este aspecto
(3)
Las retenciones especulativas y las compras compulsivas de acciones de arroz fueron
aceleradas por el caos administrativo, en especial el mal manejo de los tres planes realizado,
probados y abandonados con rapidez entre diciembre de 1942 y marzo de 1943, terminando con la
abolición inesperada de los controles de precios en el mercado mayorista el 11 de marzo de 1943.
Pero, las expectativas de sufrir una hambruna y más subas de precios fueron alimentados por el
grado de desorden y hambre que ya se había desarrollado en la Fase I y en el principio de la Fase II.
Muchos de los grupos ya habían visto sus derechos económicos seriamente diezmados en la Fase I.
La especulación y la consiguiente subida de precios del arroz en la Fase II, empeoraron aún más la
situación de los derechos económicos y arrastraron a nuevas personas a la situación de compromiso
de los derechos económicos. La propaganda oficial del gobierno de Bengala, que señalaba que la
situación de la oferta no se correspondía con el alto nivel de precios, no tuvo ningún impacto visible
en la situación.
(4) La prohibición de la exportación de cereales en general y de arroz en particular entre las
distintas ciudades, restricción que se hizo operativa durante 1942 con el consentimiento del
gobierno central, eliminó la posibilidad de que el espiral ascendente de precios en Bengala fuese
cortado mediante la importación de arroz proveniente de otras ciudades. Luego del fracaso de los
planes de distribución de comida, el gobierno central ordenó el libre comercio en mayo de 1943.
Esta política se abandonó en julio de 1943 (dos meses después) dado que los precios rápidamente
alcanzaron los máximos fijados por cada provincia. Un plan de movimientos de arroz entre
ciudades, alivió la situación de la oferta en Bengala en el último trimestre de 1943 (mitad de Fase
III).
(5) Un aspecto importante de la hambruna fue la asociación entre una expansión desbalanceada
entre los ingresos y los poderes adquisitivos. Todas las personas involucradas directa o
indirectamente con la industria de la guerra y casi toda la población de Calcuta, fue cubierta por los
planes y subsidios en los precios y ejercieron fuertes presiones sobre la demanda de alimentos,
mientras que los que quedaron excluidos de esta expansión en sus ingresos o no fueron cubiertos
por los planes tuvieron que sufrir las consecuencias del aumento de los precios y su doble efecto
negativo sobre el poder adquisitivo. En la agricultura, los beneficios de la industria bélica fueron
parciales y se focalizaron allí donde había actividades en proceso. La abundancia de mano de obra en
este sector debilitó la posición de este grupo ocupacional. La debilidad de su posición también se
observa en el número de muertos pertenecientes a este grupo en Bengala; mientras se producía una
de las mejores cosechas de la historia (1943).
(6) En la Fase II, en lo que tiene que ver con los grupos ocupacionales involucrados en la
producción de alimentos superiores (pescado, leche, etc.), encontramos problemas. En la economía
rural de Bengala, la demanda de estos bienes sufrió una severa caída, fenómeno que se observa en
otras hambrunas. Este círculo vicioso atrapó a más personas.
(7) En último lugar, tal vez sea significante el hecho de que la hambruna de Bengala se encuentre
exactamente en la frontera de dos regímenes históricos de precios. Estos han sido casi estacionarios
por décadas (el precio de 1941 es comparable al de 1914), para comenzar a subir sostenidamente en
el tiempo. Los arreglos institucionales, incluidos los sistemas de salarios, no tenían la velocidad
suficiente para ajustarse a tiempo a la nueva realidad.
El papel de la Teoría en las Fracasos de la Política
La incapacidad de las autoridades en solucionar la hambruna ha sido extensamente denunciada. La FIC
realizó un análisis detallado de las fallas de la política de las autoridades locales y centrales. La hambruna se
convirtió en el foco de crítica nacional hacia el Imperio Británico. La negación del gobierno inglés de permitir
la entrada de nuevas importaciones de comida en India fue algo también denunciado en su momento. Es
importante mencionar que, a pesar de que nuestra hipótesis es que la hambruna no se originó en la caída de la
disponibilidad de alimentos no niega estas críticas. Sin importar cual es la causa de la hambruna, los métodos
para solucionarla siempre tienen que ver con el aumento de la disponibilidad de alimentos por parte del sector
público. A su vez, se espera también que se lleven a cabo programas de empleo y otros métodos para
incrementar el poder adquisitivo de aquellos que están sufriendo el peso del cambio en los derechos
económicos en el contexto de una situación inflacionaria. A su vez, un aumento de la oferta disponible,
también hubiera ayudado a frenar el espiral especulativo que se desató en la Fase II.
Bibliografía
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