Transformación y aceptación en la convivencia educacional Por: Evelyn Alvear Álvarez. Agosto, 2013. Los Ángeles, Chile. Introducción. El amor es la emoción, la disposición corporal dinámica que constituye en nosotros la operacionalidad de las acciones de coexistencia en aceptación mutua en cualquier dominio particular de relaciones con otros seres, humanos o no. La biología del amor es fundamental en el desarrollo de todo ser humano individual. (Maturana y Verden, 1993) Así como el amor es fundamental en el desarrollo humano, se hace evidente pues que este es una condición necesaria para el desarrollo integral como físico, conductual, psíquico, social, y espiritual y así la conservación de este. Por lo que en un sentido estricto, los seres humanos nos regimos en el amor y somos dependientes de él. En la vida humana, la mayor parte del sufrimiento viene de la negación del amor: los seres humanos somos hijos del amor. (Maturana, 1991). Desde que nacemos nuestro ser se va formando a partir de las diversas relaciones en las que vamos participando, una de las principales y en la que pasamos mayor parte de nuestro tiempo es el educar, el cual ocurre de manera reciproca, como una transformación estructural contingente a una historia en el convivir cuyo resultado es que las personas aprenden a vivir de una manera que se configuran según el convivir de la comunidad en donde viven. Por ello es preciso que este proceso se viva de modo que el niño aprenda a aceptarse y respetarse a sí mismo al ser aceptado y respetado en su ser, porque así aprenderá a aceptar y respetar a los otros (Maturana, 1991). El que hacer en la educación por tanto tiene que estar relacionado con el vivir cotidiano de modo que se pueda reflexionar sobre este y modificar el mundo sin dejar de ser quien soy, la corrección por tanto tiene que darse en el hacer y no en el ser. La educación es un proceso en el cual nos hacemos responsables y libres de creaciones de nuestro mundo en donde es permitido el error y la corrección, llevándonos a la conservación de la naturaleza, a valorar el saber y por sobretodo nos debe conducir a la no competencia. 1 Idea de investigación (Proyecto) Como colaboración al desarrollo de formas aceptadoras de relación en contextos educativos, y apuntando a los postulados matrízticos, es que propongo la realización de un proyecto en la cual personas con discapacidad intelectual y/o psíquica del Taller de Capacitación Laboral de UNPADE (Unión de Padres y Amigos de Personas con Discapacidad Mental) de la ciudad de Los Ángeles, realicen una actividad manual/ práctica en relación a la greda, en donde sea posible desarrollar la aceptación de cada uno y del otro como un legitimo otro a través del arte como reafirmación de nuestra esencia creativa, en un deslizamiento en el vivir de cada uno en coherencia con su circunstancia en el hacer y con la posibilidad de reflexionar sobre él. Objetivo general Como objetivo general esta intervención apunta a lograr establecer que los integrantes del taller tengan una relación o convivencia basadas en el respeto y aceptación del otro, la cual sea sustentable y brinde mejoras en el ambiente educacional. Objetivo específico Reflexionar sobre valores que permitan el tipo convivencia aceptadora y respetuosa. Observar nuestra responsabilidad. Establecer relaciones de aceptación. Reflexionar sobre convivencias con respeto. 2 Metodología El trabajo estará sistematizado a partir de sesiones de una hora y media cada una (en total 8 sesiones) dos veces a la semana en donde se reflexionará un valor diferente a través la actividad práctica de la transformación mutua con la greda. La actividad tendría una programación flexible que iría; un comienzo con la comunicación del modo de trabajo que se sostendrá durante la sesión, posteriormente se pasara a la práctica, paralelo al trabajo reflexivo de cada “valor” indicado anteriormente, de forma dinámica con lo que sea posible la fluidez corporal armoniosa y la posibilidad de mirar los fundamentos emocionales de nuestro vivir de tal manera que entendamos lo que estamos haciendo. Al finalizar cada una de las sesiones, se realiza una reunión con los participantes en donde se conversará, reflexionará y escuchará sobre lo aprendido-sentido durante la actividad, logrando una descripción del proceso de aquellos que lo vivenciaron a través del lenguaje. Paralelo al trabajo con los integrantes de la escuela, se realizaría un trabajo con los docentes de este establecimiento, de manera que ellos estén al tanto del trabajo que se está realizando, de los objetivos de cada una de las sesiones y también reforzar en ellas la relación o convivencia de aceptación y respeto de forma transversal a todas las actividades educativas. Se sistematizarían 2 sesiones en donde una sería enfocada a aspectos teóricos y la otra a la práctica y conversación sobre la vivencia y evaluación de la actividad. Dentro de las sesiones, se irá avanzando paso a paso en la formación de una figura de greda, desde ablandarla hasta que esta posea una forma, color y la utilidad a la que haya sido destinada a través de la fluidez y creatividad por cada “alfarero”. 3 Evaluación de la actividad La actividad será evaluada por medio de los relatos en las conversaciones posteriores a cada sesión, en donde se preguntará a cada uno de los participantes lo aprendido y como se sintió después de haber llevado a cabo cada vivencia de las sesiones. Además el proceso se irá retroalimentado con la información que entreguen los docentes sobre las transformaciones mutuas que pudiera estar generando cada una de las reflexiones que se invitan en las sesiones por parte de los asistentes al taller, hasta formar una observación final del procedimiento. Procedimiento El trabajo se realizó mediante 6 sesiones, en donde fuimos reflexionando acerca de diferentes acciones cotidianas culturales consideramos pertinentes para un bien-estar en la relación educacional. Junto a mí, estuvo presente una colaboradora y los alrededor de 13 o 14 participantes en casa sesión. A partir de la responsabilidad y las consecuencias de nuestros actos y palabras, es que comenzamos a trasformar la greda y nosotros. Las personas participantes en un inicio reflexionaron sobre la responsabilidad, con lo que el primer trabajo fue una vasija, durante 2 sesiones nos hicimos responsables de las consecuencias que traía cada movimiento que realizaban nuestras manos, del cuidado de los materiales para elaborar la vasija y nuestro entorno, también fuimos llevando nuestras acciones responsables a otros puntos cotidianos en la convivencia educacional y familiar. Conversamos de aquello que nos hace sentir responsables y lo importante que es la colaboración en una red de trabajo. La sensibilidad de cada uno de los participantes permitió la culminación del cacharrito, de una forma extraordinariamente creativa, diversa y funcional, un trabajo con dedicación y fluidez propia del ser, desde un hacer libre y colaborativo en donde aprendimos técnicas de trabajo simples y ecológicas. La tercera y cuarta sesión estuvieron fundamentadas en las relaciones de aceptación, con una mirada distinta ya de la responsabilidad, nos hicimos responsables de lo que me pasa, de mi corporalidad y mi circunstancia, como proceso introductorio se expuso sobre distintos artistas que habían destacados por sus creaciones y que a la vez eran personas 4 discapacitadas en algún ámbito, a través de la greda es que se intentó expresar la emoción que en ese instante era más relevante de representar, por medio de una máscara y una breve conversación de aquello que esta indicaba. Nos pudimos dar cuenta de cómo nos estábamos sintiendo y escuchar lo que el otro nos quería decir de cómo lo hacía sentir esa circunstancia (la del taller) y también otras que experimentaban en el colegio-taller UNPADE. La quinta sesión se caracterizó por finalizar el trabajo manual y corporal con la greda, en donde se llevó a cabo el pintado o barnizado de los objetos anteriormente creados, en la libertad de elección, expresión y confiando en el respeto que cada una iba a tener para mirar su propia figura y la de los otros. Para finalizar la intervención jugamos a clasificar una serie de imágenes dentro de las relaciones de aceptación y negación, dentro de las imágenes no habían palabras, sino expresiones corporales que daban cuenta de la forma en que se estaba llevando a cabo la relación entre dos o más personas, debían pegar en cada papelografo aquella que daba a alusión al título categorial y posteriormente un comentario de lo que creían que allí sucedía, posteriormente relatamos experiencias vividas en el taller como parte de la evaluación. Exposición de las vivencias Omar: “Aprendí a hacer el trabajo y me gustó porque somos todos distintos y hacemos cosas distintas, soy responsable cuando no me rio de mis compañeros”. Leonardo: “Aprendí la responsabilidad que tengo entre mis compañeros y amigos en UNPADE, y soy responsable en mi taller y en mi casa también, cuando ayudo a mi abuela a entrar la leña y cuidar el agua en el baño”. Karen: “Yo aprendí hacer mi trabajo responsable, cuidar la greda y también en el taller, y en mi casa soy responsable del aseo y de mis hermanos.” Benjamín: “Aprendí que tengo que ser educado y cuidar la greda, me relaje con el trabajo y me gusta lo que construí, en mi casa limpio, así coopero en cuidar el entorno”. Carolina: “Me gustó el trabajo, sentí felicidad, me sentí responsable de mi greda, soy responsable de colaborar”. 5 Jaime: “Mi máscara se trata de una cara feliz, yo me siento feliz cuando comparto con los demás y los amigos, escuchando música. Sentí que esta mascara es el de una persona feliz, como yo.” Francisco: “Mi máscara está contenta, soy yo, me sentí bien trabajando con la greda y compartir con mis compañeros, todas nuestras máscaras están bonitas, yo estoy respetando a mis compañeros y las tías.” Alexis: “ Mi máscara esta alegre porque yo estoy alegre, me siento contento conmigo y con mis compañeros, sus mascaras me parecen bien” Jacqueline: “La máscara está alegre, soy yo contenta, a mi me gusta que me acepten, yo acepto a mis compañeros cuando comparto con ellos.” Omar: “Mi máscara es un joven que está contento, yo lo estoy cuando hago actividades aceptando a mis compañeros por igual.” Joanna: “Mi máscara está contenta, cuando alguien habla conmigo me siento bien, algunas personas son mal pensadas conmigo y me siento mal… y no les digo nada”. Benjamín: “Mi máscara tiene felicidad y pena un poco, porque algunos niños me dicen cosas malas y me da pena, por eso me gusta estar con mis compañeros.” Debido a que asistieron personas con discapacidad para ejecutar el lenguaje, es que su aprendizaje se vio reflejado en la actividad de pegar imágenes dentro de las relaciones de aceptación y negación, como manera de distinguir las disposiciones corporales para cada una de ellas. Patricio opcionando en donde ubicar su imagen. 6 Trabajo terminado. 7 Reflexión personal: La transformación y aceptación en la convivencia educacional es algo tan relevante como el currículum educacional de un establecimiento, parece ser una tarea urgente de parte de los educadores y también de los distintos participantes de la red de colaboración para la educación en Chile. Una convivencia sentada en el fundamento emocional del amar, nos con-lleva a establecer la responsabilidad, aceptación y respeto por mi y por los otros, a mirar desde una base más humana (emocional) y adecuada para poder desarrollar en conjunto proyectos colaborativos que favorezcan el bien-estar de cada uno de los participantes de una relación social. En especial esta experiencia me hizo re-valorar el fundamento humano del amar dentro de nuestra cultura, independiente de las capacidades que cada uno tenga, existe algo que es innegable que es la emoción como base para todos los procesos dentro de las relaciones humanas, y sobretodo educativas. Con las personas que mantuve relación, yo nunca antes había tratado, pero una vez que yo confié en su condición y trabajamos desde la libertad y creatividad el trabajo resultó fluido, existió una construcción armoniosa entre los que estábamos en el aula, que nos permitió aprender y reflexionar acerca de cómo nos sentíamos y de las experiencias que traíamos al presente y de alguna forma nos fuimos moldeando dentro de atentas escuchas y observaciones. Cuando el lenguaje es un poco difícil de articular, nos damos cuenta que nuestro cuerpo comunica de forma multidimensional, que hay cientos de formas creativas de manifestarnos. Cuando las relaciones se transformar considerando mis sentires y los sentires de los otros formamos una relación congruencia y estabilidad, lo que permite desarrollarnos como personas y permitirnos la reflexión para poder realizar cualquier hacer. El trabajo con la greda es ecológico, desde la tierra creamos en un entendimiento con el mundo natural armonizando nuestra existencia desde el respeto y responsabilidad, y además se torna flexible, lo que nos permitía admitir y corregir el error en el hacer de cada una de las piezas confeccionadas. En relación a los objetivos planteados, es que las personas asistentes al taller, al aceptar su condición en cada instante del taller, ya están en una disposición para aceptar también al otro dentro de la convivencia educacional siendo esto un gran logro debido a las características especiales de las personas que participaron, parte de esto se vio en la 8 dinámica de exponer sus trabajos y mantener la atención frente a quien estaba presentando su máscara o vasija y ser capaces de valorar el objeto de legitimar el objeto del otro como el propio. Ellos tienden a ser muy colaborativos en su hacer y eso es una gran virtud, que al hablar de la responsabilidad pudo atenuarse de mejor forma dentro de la escuela taller. Por otra parte la aceptación se trabajó como parte de un darse cuenta personal de quien estoy siendo y de los logros que a pesar de mi condición yo estoy habilitado para realizar, en donde nuestra emoción y el cambio de ella están permitidos, donde se amplía el horizonte de aceptación propia y del otro permitiendo poder relacionarnos en la educación de una forma en que no negamos la presencia ni el hacer de los compañeros. Frente al trabajo con las docentes, es que no se pudo llegar a coordinar un tiempo para conversar en que nos reuniéramos todas, además no hubo ninguna educadora presente en las sesiones, de todas formas, un documento fue enviado con respecto a ciertas ideas para reflexionar. Registro fotográfico 9 10 Referencias Bibliográficas Maturana H. (1991). Emociones y lenguaje en educación y política. Santiago, Chile. Editorial Universitaria. Maturana H y Verdern G. (1993) Amor y juego fundamentos olvidados de lo humano. Santiago, Chile. Editorial Instituto de terapia cognitiva. 11