Universidad de Chile Escuela de Postgrado de la Facultad de Artes Diploma en Gestión del Patrimonio Cultural (EOL) “ALFARERÍA EN GREDA DE QUINCHAMALÍ Y SANTA CRUZ DE CUCA” Estudiante: Gabriela Ferrada Acuña Trabajadora Social, Magíster Gestión Cultural Asignatura: Historia del Patrimonio Cultural Inmaterial Profesora: Amalia Castro San Carlos Noviembre 2021 1 INDICE 1. CARACTERIZACIÓN CONTEXTUAL DEL PCI 3 a) b) c) d) e) f) 3 4 4 5 6 7 Contexto Territorial y Social. Características Geofísicas del Suelo. Otras Variables Geográficas. Identificación y Caracterización de los Cultores. Dinámicas Simbólicas del PCI. Dinámica Productiva del PCI. 2. CRITERIOS DEL PCI – UNESCO 10 a) b) c) d) 10 11 12 15 Criterios y Aspectos del PCI. Justificación de Criterios del PCI – UNESCO. Problemáticas del PCI en el Contexto. Alfarería del PCI Universal Declarada por la UNESCO. 3. LINEA DE DESARROLLO PATRIMONIAL 20 a) Acciones Protectoras Instauradas. b) Medidas de Salvaguardia Propuestas desde la Gestión. 20 21 2 ALFARERÍA EN GREDA DE QUINCHAMALÍ Y SANTA CRUZ DE CUCA “La alfarería de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca es una técnica artesanal, cuyo conocimiento se transmite de forma intergeneracional a través de una socialización femenina dentro de un contexto de transmisión por línea materna. Para el desarrollo de esta técnica, es necesario conocer las 16 etapas que componen el proceso de elaboración de una figura. Su principal característica es que es un proceso manual, no en serie y sin la intervención de nuevas tecnologías, por esta razón ninguna pieza es igual a otra. En sus inicios, esta alfarería fue utilizada como un medio de subsistencia, el que permitía a las alfareras obtener alimentos a través de una práctica denominada “conchabar” o trueque. Hoy, esta manifestación está compuesta por una amplia gama de figuras, distinguiéndose dos líneas de trabajo: una, denominada loza chica, decorativa, ornamental o de línea cerrada, y las lozas grandes, utilitarias o de línea abierta. Esta técnica artesanal es una expresión de la creatividad de quienes la practican y a la vez es un generador de identidad, ya sea local o nacional”. (San Martín, 2017) La loza o alfarería negra, como es la que se desarrolla en Quinchamalí, es única en el mundo y por medio de este análisis se evidenciará por qué esta manifestación artesanal debe ser reconocida como una expresión del PCI por la Unesco. 4. CARACTERIZACIÓN CONTEXTUAL DEL PCI1 g) Contexto Territorial y Social. La alfarería de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca se desarrollan en la comuna de Chillán, capital regional de Ñuble, XVI Región. La comuna de Chillán es una de las 21 comunas que conforman la Región de Ñuble, y está ubicada en la Provincia de Diguillín. Posee una superficie de 511,2 km 2. A escala demográfica, Chillán posee un total de 184.739 habitantes aproximado (Censo 2017). Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca corresponden a dos localidades rurales que se encuentran en el extremo suroeste de la comuna, a 32 km de la ciudad de Chillán y separadas entre sí por 3 km San Martín, K. (2017). Alfarería de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca. Investigación Participativa para Inventario del Patrimonio Cultural Inmaterial. Departamento de Patrimonio Cultural del Concejo Nacional para la Cultura y las Artes. 1 3 aproximadamente. Se emplazan alrededor de la vía troncal N-66-O y la Autopista del Itata (Ruta 152), esta última correspondiente a la principal vía de conexión entre la ciudad de Chillán y el núcleo urbano Concepción-Talcahuano, además de proporcionar un acceso directo hacia la Ruta 5, favoreciendo la conectividad con los principales núcleos urbanos regionales y nacionales. También tienen conexión con las comunas de San Nicolás, Portezuelo, Ránquil, Quillón y Bulnes a través de caminos interiores y, en menor medida, senderos no pavimentados. En estas localidades, para el año 2017, se encontraban 74 cultoras: 66 en Quinchamalí y 8 en Santa Cruz de Cuca. En general las cultoras se encuentran separadas entre sí por menos de un kilómetro, favoreciendo la organización comunitaria y el trabajo colectivo. h) Características Geofísicas del Suelo. Es importante destacar la característica geofísica de los suelos de Quinchamalí, los que se identifican como molisoles. Estos son suelos de color oscuro, con alto contenido de materia orgánica, fértiles y productivos, con alto contenido de arcillas y buena cantidad de cationes que forman bases y sales nutritivas para las plantas. A escala local, los suelos de Quinchamalí corresponden a una serie única dentro de la región de Ñuble, debido a la superposición constante de sedimentos durante su período de formación. Esta serie de suelos, de sigla QHL, se denomina “Serie Quinchamalí” y se caracteriza por ser un suelo profundo, bien evolucionado, derivado de la mezcla entre sedimentos aluviales y cenizas volcánicas, cuyo sustrato es de diversos orígenes: sedimentos aluviales antiguos, sedimentos fluvioglaciales, tobas o ignimbritas. En este contexto, la gran diversidad sedimentológica sobre la que se asientan las localidades de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca da origen a los diferentes tipos de greda que se extraen para el desarrollo del elemento (característica autónoma de la materia prima). En términos productivos, los suelos de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca son bastante heterogéneos. En los sectores planos predominan los suelos tipo II, III y IV; mientras que en los sectores de lomajes predominan los suelos VI y VII. Estos últimos presentan gran cantidad de surcos y cárcavas que han sido estabilizadas mediante plantaciones forestales, mientras que en los primeros se ha desarrollado la actividad agrícola. i) Otras Variables Geográficas. Una de las relaciones más importantes entre Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca está determinada por la extracción y uso de las materias primas. Ambas localidades poseen una greda característica y particular, idónea para el desarrollo de la especialidad de cada sector: greda fina para loza ornamental y greda gruesa para loza utilitaria. Ambos sitios comparten sus recursos, ya que los artesanos de Quinchamalí recolectan colo blanco, colo rojo y greda amarilla en los cerros de Santa Cruz de Cuca. Asimismo, la arena es parte importante en la preparación de la masa con la cual se fabrican las figuras, material que las artesanas recolectan en los sitios o caminos de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca. Por su parte, el guano también era adquirido en el mismo territorio, pero el último tiempo escasea por la disminución de la crianza de animales. 4 j) Identificación y Caracterización de los Cultores. Para el Expediente de Artesanía del Inventario del PCI de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca SIGPA, elaborado y actualizado al 2017, se tenía una contabilización de 83 cultores, siendo catastrado 78 de ellos. Las alfareras se clasificaron como activas e inactivas, según su producción de loza anual. Las alfareras inactivas y/o retiradas son aquellas que declararon llevar más de un año sin trabajar en alfarería, debido a decisión propia, enfermedades que les impiden trabajar la greda, poseer actualmente un trabajo remunerado, etc. Este estado no es permanente y depende de las circunstancias que esté atravesando la persona, existiendo algunas alfareras que no niegan la posibilidad de volver a fabricar loza si sus condiciones actuales cambian, ya sea por beneficios entregados por instituciones a las loceras o a modo de pedidos ocasionales, entre otros factores. Por otro lado, las alfareras activas son aquellas que declaran haber trabajado en alfarería el último año realizando, a lo menos, las etapas de construcción de base y armado de la figura. Este trabajo en greda puede ser constante en el tiempo, donde la producción de piezas se extiende todo el año; o trabajando por temporadas, siendo estos periodos de actividad e inactividad determinados por diversos factores como: el clima y la humedad del ambiente, enfermedades que impidan el trabajo en greda, la realización de trabajos esporádicos remunerados, otros ingresos percibidos por la alfarera, el cuidado de familiares, etc. Sin embargo, el mayor volumen de producción alfarera se concentra entre los meses de septiembre a abril, identificándose un peak importante en verano debido al aumento de visitantes y a la existencia de condiciones climáticas favorables para el secado de las piezas entre cada etapa de fabricación. Del total de artesanos y artesanas registrados, 21 personas declararon ser alfareras inactivas (27%), mientras que 57 personas declararon ser alfareras y alfareros activos (73%). La edad promedio en que las alfareras/os (activos e inactivos), comenzaron a trabajar en la greda de manera independiente fue a los 17 años, en un espacio doméstico donde el interés por las labores en greda estuvo determinado por las necesidades económicas y reproductivas de la familia. La población femenina catastrada declara haber iniciado sus actividades como artesanas independientes a los 17 años de edad, mientras que la población alfarera masculina catastrada declara haber comenzado a trabajar modelando piezas de greda, en promedio, a los 22 años de edad. Este trabajo en alfarería cesa al cumplir edades que fluctúan, mayoritariamente, entre los 60 y 70 años de edad debido a las circunstancias antes señaladas. Actualmente, la edad promedio de los cultores activos es de 59 años, registrándose la alfarera más joven con 29 años y la de mayor edad con 85 años. Sin embargo, el 45,6% de las alfareras activas tienen 60 años o más, cifra alarmante ya que se corresponde con el rango etario de retiro de las alfareras en Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca y la edad apropiada para jubilar, según el Estado chileno. El 89,4% de los cultores activos pertenece al género femenino y el 10,5% pertenece al género masculino. Es importante señalar que la totalidad de hombres que ejercen la alfarería en Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca se encuentran activos, entendiéndose que su inclusión en las labores de alfarería es un proceso reciente. En cuanto a las enfermedades o riesgos de los cultores, son las asociadas al trabajo en la greda. Estas abundan y son detectadas y asociadas por los mismos cultores como uno de los problemas más serios que afectan su salud. Dentro de las dolencias más comunes que afectan a los cultores y que ellos atribuyen a la alfarería se encuentran los problemas a la vista, las enfermedades respiratorias y las enfermedades músculo-esqueléticas. Las dos primeras enfermedades son provocadas por el contacto directo con el humo que emana de la cocción de las piezas de loza y su posterior teñido. En cambio, las enfermedades músculoesqueléticas están relacionadas con el trabajo constante que realizan los alfareros y alfareras. Del total de artesanos y artesanas activos registrados, el 17,5% de ellos declaran no estar enfermos, mientras que, el 78,9% dice sufrir al menos una enfermedad o dolencia que asocia al trabajo en alfarería. 5 Las cifras de artesanos y artesanas enfermos son alarmantes y hablan de una situación común que se vincula directamente al trabajo en greda, marcado por el trabajo manual y las complicaciones que se asocian a la cocción de las piezas. Siendo las dolencias antes identificadas uno de los factores determinantes en la decisión de continuar trabajando en greda, así como una de las variables que desincentiva a los jóvenes al decidir trabajar en la alfarería. k) Dinámicas Simbólicas del PCI. Roles de género y etario: Una característica importante del proceso productivo es la utilización de la mano de obra familiar como principal fuerza de trabajo. Un cultor no siempre trabaja solo, pues durante el desarrollo del proceso, las alfareras se vinculan con redes relativamente permanentes de sujetos. Aunque la autoría de las piezas se atribuye a quien levanta y modela la figura; pisadores, bruñidoras, pulidoras y componedoras (aquellas que bruñen en seco y posteriormente lustran las piezas) intervienen en la elaboración de las piezas, configurando un universo de personajes que sin ser considerados artesanos participan activamente del proceso. Las etapas donde existe mayor intervención de terceros, en orden decreciente son: recolección del material, pisado o amasado de la figura, porcionamiento de la greda, cocción de la pieza, mezcla de materiales, bruñido con agua, pintado de la figura, bruñido en seco, agregado de blanco, raspado de la pieza, encolado, lustrado, Mi tía Tuly Ulloa, quien no fue artesana construcción de la base y armado de la figura. alfarera, pero sí una gran gestora y Respecto de los individuos masculinos que comercializadora de greda en colaboran con las artesanas son la pareja de la Quinchamalí. artesana, esposos o cónyuges quienes lo hacen con mayor grado de participación. Aunque los esposos colaboran de forma permanente, esto no quiere decir que el esposo de una artesana ejecute, efectivamente, todas las etapas del proceso productivo. Otros hombres, como hermanos, hijos, padres, sobrinos, nietos y vecinos colaboran durante el proceso, aunque de forma esporádica y en menor número que los esposos o cónyuges. En general, los hombres participan de las etapas de recolección, mezcla del material, pisado, porcionamiento de la greda y cocción de la figura. Lo anterior pues la mayoría de estas actividades requiere de un porcentaje importante de fuerza. Además, etapas como la cocción son consideradas peligrosas y más complejas por la rapidez y dificultad con que se ejecuta el proceso. Por su parte, las mujeres con mayor grado de participación en el proceso productivo son precisamente otras artesanas. Esta relación está fundamentada en la amistad o afinidad que sienten unas alfareras por otras y la necesidad de responder ante la demanda de un pedido de grandes proporciones. También, aunque en menor medida, participan del proceso hijas, hermana y vecinas. En general, las etapas en que participan mujeres son: construcción de base, armado de la figura, bruñido con agua, bruñido en seco, lustrado, pintado y agregado de blanco. La remuneración de estas labores, independiente de quien las realice, es relativa. Generalmente, cuando se trata de sujetos que habitan la misma vivienda su trabajo no es 6 intercambiado por una cantidad específica de dinero, ya que, el dinero que reciben las artesanas por la venta de sus productos se distribuye y utiliza para satisfacer las necesidades de todo el grupo familiar. En cambio, los sujetos que no habitan el mismo espacio, generalmente vecinos o familiares lejanos, son remunerados pues su trabajo contribuye a solventar necesidades de otro hogar. Organizaciones: La presencia de organizaciones de alfareras y alfareros en Quinchamalí no es reciente, desde los años ochenta hasta la fecha han existido al menos cuatro agrupaciones exclusivas de artesanos/as, de éstas, sólo dos se encuentran vigentes. Estas organizaciones han sido creadas por instituciones externas a estas localidades, las cuales buscan potenciar la actividad alfarera mediante la asociatividad, la comercialización y difusión de la alfarería local, fomentando la participación en nuevos espacios como ferias y exposiciones, y recibiendo pedidos de gran volumen. Pese a estas ventajas productivas, el 61% de las y los artesanos catastrados reconocen no participar, actualmente, en alguna organización alfarera de Quinchamalí. Según, lo inferido, a través, de las conversaciones y entrevistas, el poco interés por participar de alguna agrupación alfarera se debe a que las artesanas y artesanos prefieren trabajar y vincularse a un nivel familiar y no mediante la asociatividad institucional. Las agrupaciones alfareras activas a la fecha son las siguientes: - Asociación Gremial Casa del Artesano (1995, creada por la Universidad del Bío Bío). - Unión de Artesanos en Greda de Quinchamalí (2006, por la Municipalidad de Chillán). Al pertenecer a una organización, los y las artesanas, han podido gestionar la asistencia y organización de ferias y exposiciones, completar grandes pedidos de piezas de loza, actividades de difusión, creación de soportes gráficos y digitales, entre otras actividades; sin embargo, a pesar de evidenciar las ventajas de la asociatividad, el 61% de los artesanos y artesanas activas declara no formar parte de una agrupación de artesanos. La asociatividad en torno al oficio alfarero está marcado por la participación de la familia, pero, la formación de organizaciones en Quinchamalí ha estado vinculada, históricamente, a intereses externos de instituciones privadas o estatales, las cuales tienen como objetivo fomentar la asociación, ignorando las dinámicas propias de la comunidad, generando problemas y confusiones que provocan que los cultores no participen en estas organizaciones, debido a que no las consideran como estrategias endógenas de desarrollo, sino que, sólo como exigencias externas por parte de la institucionalidad. l) Dinámica Productiva del PCI. Una de las relaciones más importantes entre Quinchamalí y Santa cruz de Cuca está determinada por la extracción y uso de las materias primas. Ambas localidades poseen una greda característica y particular, idónea para el desarrollo de la especialidad de cada sector: greda fina para loza ornamental y greda gruesa para loza utilitaria. Ambos sitios comparten sus recursos, ya que las artesanas de Quinchamalí recolectan colo blanco, colo rojo y greda amarilla en los cerros de Santa Cruz de Cuca. 7 Asimismo, la arena es parte importante en la preparación de la masa con la cual se fabrican las figuras, material que las artesanas recolectan en los sitios o caminos de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca. Por su parte, el guano también era adquirido en el mismo territorio, pero el último tiempo escasea por la disminución de la crianza de animales. La arena es parte importante en la preparación de la masa con la cual se fabrican las figuras, material que las artesanas recolectan en los sitios o caminos de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca. El guano de vacuno y guano de caballo es recolectado por algunas artesanas, sin embargo, hoy esta materia prima escasea debido a la falta de terrenos destinados a la crianza de animales, producto de la plantación de monocultivos. Por esta razón los cultores–en su mayoría- deben comprar el guano que utilizaran para la cocción y teñido de sus piezas. Las artesanas/os utilizan tres formas para adquirir las materias primas: el trueque, préstamo y la compra. El periodo de abastecimiento de materias primas está determinado por los factores ambientales, ya que es durante el verano cuando las condiciones climáticas son más apropiadas y favorables para la extracción de estos recursos, los cuales proveerán la producción anual del cultor. Según lo señalado por las alfareras, todas las materias primas que se utilizan para el proceso de fabricación deben estar secas para poder recolectarlas, guardarlas y así poder abastecerse durante el transcurso del año. En cuanto a la técnica, la artesanía de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca se caracteriza por ser tradicional y manual. La técnica consta de 16 etapas de fabricación, en cada una de las cuales suelen colaborar terceras personas. ETAPAS DE FABRICACIÓN ETAPA DESARROLLO Extracción de Materias Primas Preparación de los Materiales Mezcla de Materiales Los cultores deben salir a recolectar las materias primas necesaria para la fabricación de las piezas, para esto, deben acudir a los yacimientos donde se encuentra la greda- en la mayoría de los casos donde la venden- también colos y arena. Generalmente este proceso se hace acompañado de alguien, debido a la fuerza que se necesita. Una vez recolectadas las materias primas, es necesario preparar los diferentes materiales. La greda es el componente principal de la mezcla y antes de ser utilizada debe secarse, molerse y dejar que repose en agua por, aproximadamente, dos días. Con un balde se miden los porcentajes exactos de greda, tierra amarilla, arena y agua necesarios para obtener la mezcla. Estos materiales son depositados en un cajón de madera cubierto con un saco de plástico o nylon. Conocer la cantidad exacta de cada material es resultado de dos procesos: el primero, relacionado con la tradición oral y la información que se transmite de maestra a aprendiz. El segundo, es consecuencia de la práctica, sólo la experiencia permitirá precisar las cantidades de materias primas necesarias para dar consistencia a la mezcla. 8 Amasar o Pisar la Greda Una vez pisada o amasada la mezcla es necesario dividirla en porciones. “Pancitos”, “ladrillos” o “quesitos” son separados por las artesanas y artesanos, envueltos en nylon y almacenados al interior o exterior de sus viviendas. Según el tipo y cantidad de piezas a fabricar, los cultores utilizan más o menos porciones de greda, todo depende del pedido y la disposición de las y los artesanos por trabajar durante el día. En esta etapa se construye la base de la figura. Debemos considerar que el proceso varía en virtud del tipo de pieza que se desee fabricar. Si se trata de objetos pertenecientes a la línea cerrada, las artesanas y artesanos modelan dos pelotas de greda hasta obtener, con la ayuda de un mate de calabaza, dos medias esferas ahuecadas, también, denominadas “tapas” o “cancos”. Posteriormente, se unen estas dos piezas hasta obtener una sola figura globular. Si se trata de objetos pertenecientes a la línea abierta, en lugar de fabricar una esfera cerrada las medias esferas se van abriendo con la ayuda de un mate de calabaza, aumentando su diámetro y altura. Una vez modelada la base, sea de línea abierta o cerrada, se deja orear hasta que la pieza adquiera firmeza. Con un cuchillo o cuchara de metal se eliminan todas las irregularidades o protuberancias de la figura. Posteriormente, con un trozo de cuero denominado “cordobán” se alisan sus paredes externas. Finalmente, se agregan las terminaciones o detalles como orejas, patas y brazos. Posteriormente, y cuando se trata de piezas utilitarias, se procede al raspado de la figura. Con la ayuda de una cuchara o cuchillo de metal se raspa la pieza con el objetivo de adelgazar sus paredes y extraer el exceso de material. Con una piedra porosa empapada en agua se alisa nuevamente la figura. Algunas alfareras, especializadas en la fabricación de loza utilitaria, realizan este proceso por lo menos dos veces. El colo rojo extraído de los cerros de Santa Cruz de Cuca se diluye en agua. Posteriormente y con la ayuda de un paño o tela se procede a empapar la figura con esta pasta acuosa, cubriéndola totalmente. Este proceso permite realizar un buen pulido posterior. Con una piedra suave y seca se pule, nuevamente, la figura. Porcionar la Greda Construcción de Base Armado de la Figura Raspado Bruñido con Agua Una vez mezcladas las materias primas, se procede al pisado y/o amasado del material. Aunque, generalmente, la mezcla es pisada (acción que se realiza utilizando los talones y las plantas del pie descalzo), algunas artesanas amasan la greda, pues el amasado requiere menos fuerza y energía que el pisado del material. Tanto el pisado como el amasado se realizan con el objetivo de homogeneizar la mezcla. Además, durante esta etapa se realiza el “despulgado”, nombre que los cultores dan a la limpieza prolija de la pasta, donde se extraen pequeñas impurezas (piedras, ramas, etc.), evitando que durante la etapa de cocción la loza se salte o trice. Posteriormente, la pasta se tapa con el saco de plástico y se deja reposar, aproximadamente, dos días. Encolar Bruñido en Seco Posteriormente la pieza se baña en “aceite de pata” o “enjundia de gallina” (actualmente, también, se utiliza aceite corriente). Luego, con un paño o tela, se lustra la figura hasta obtener el brillo deseado. Sobre la pieza aún sin cocer y con la ayuda de clavos o una aguja de victrola adosada a palos delgados o lápices Bic se dibuja o pinta la figura. Los cultores realizan incisiones en las paredes externas de la pieza, dibujando, generalmente, flores de cerezo o espigas de trigo. Según algunas artesanas, la pinta se hereda de maestra a aprendiz, constituyendo una especie de marca o sello familiar, los procesos de Lustrado Pintado 9 Cocción Teñido Agregar Colo Blanco transmisión se fundamentan, mayoritariamente, en vínculos de parentesco o consanguinidad. Sin embargo, existen algunos cultores que escapan de este patrón, modificando el dibujo de la figura, en mayor o menor grado. Lo anterior es consecuencia de las trasformaciones que experimenta el patrón de transmisión dominante (de madre a hija) y de la incorporación de terceros durante esta etapa del proceso productivo. Para comenzar el proceso de cocción, el guano de buey debe estar preparado y correctamente dispuesto en el lugar de combustión. A veces, se utiliza una rueda de carreta para contener el guano y limitar el espacio (actualmente, se ocupa leña de álamo en remplazo o para complementar al guano de buey). Una vez encendida la hoguera, las piezas se ubican en un canasto cerca del fuego para absorber un poco de calor antes de entrar en contacto directo con el combustible. Luego, las figuras se depositan sobre las brasas del guano durante 20 o 30 minutos, aproximadamente, hasta lograr un color rojo intenso. Cuando la pieza está al rojo vivo, es retirada del fuego con una horqueta o gancho de metal. Algunas piezas finalizan aquí su proceso de cocción, pasando directamente a la etapa de pintado, estas figuras se caracterizan por ser de color rojizo y existir en menor proporción que la loza negra. Sin embargo, la mayoría de las figuras retiradas del fuego, son depositadas sobre una cama de guano de caballo (algunos cultores, en la actualidad, lo reemplazan por aserrín, paja de trigo o paja de arroz) y cubiertas con el mismo material. Cuando las piezas entran en contacto con el guano adquieren su característico color negro, este proceso se denomina “quema por reducción” y es realizado por la mayoría de artesanos y artesanas de Quinchamalí. Cuando la pieza se enfría se aplica el colo blanco. Este material, también extraído de los cerros de Santa Cruz, se diluye en agua y con los dedos se empapan los incisos realizados durante la etapa de pintado. Una vez que el colo se seca, se retira con un paño el exceso de material y se obtiene, finalmente, la figura lista para su comercialización. 5. CRITERIOS DEL PCI – UNESCO e) Criterios y Aspectos del PCI. Según la Convención para la salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial (2003), PCI se define como: “Los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas-junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes - que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural. Este patrimonio cultural inmaterial, que se transmite de generación en generación, es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana”2 La alfarería es una de las prácticas culturales humanas más antiguas de las que se tiene registro. UNESCO (2013). Convención para la https://ich.unesco.org/es/convenci%C3%B3n 2 Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial. Link: 10 En sus inicios, la humanidad tuvo que buscar una forma de poder satisfacer necesidades básicas, como la alimentación. La respuesta a esta necesidad ha tenido transformaciones en sus usos a través del tiempo, pasando de lo utilitario a lo decorativo u ornamental. Si esto se lleva a la alfarería de Quinchamalí, se debe mencionar que es una expresión cultural tradicional marcada en la historicidad de los artesanos, además, es una técnica que se ha transmitido por generaciones y que implica que quienes la practican deben poseer un conocimiento sobre la naturaleza, el entorno y las materias primas necesarias para la fabricación de loza. De acuerdo a los ámbitos que la UNESCO define del PCI, esta tradición artesanal responde a 2 de ellos: “conocimientos y usos de relacionados la naturaleza y el universo”, pues, para lograr producir una pieza existen diferentes factores naturales involucrados tanto dentro de la localidad de Quinchamalí como de Santa Cruz de Cuca, es fundamental conocer los lugares donde se recolecta la materia prima y los tipos de greda que se necesitan, ya sea sus propiedades para mezclar, la temporalidad, las condiciones climáticas y otras; y también, con las “técnicas tradicionales artesanales”, ya que esta alfarería es parte de un conocimiento que se transmite de forma intergeneracional a través de una socialización femenina dentro de un contexto matrifocal. Como se ha presentado, además es necesario conocer las 16 etapas que componen el proceso de elaboración de una figura. Su principal característica es que es un proceso manual y no en serie, por esta razón ninguna pieza es igual a la otra. f) Justificación de Criterios del PCI – UNESCO. Actualmente, la Unión de Artesanos en Greda de Quinchamalí, con la colaboración de la Unidad de Patrimonio de la Municipalidad de Chillán, y la Seremía de las Culturas de Ñuble, han justificado los elementos que vinculan esta tradición artesanal a la Convención PCI de la UNESCO, para que pueda acogerse e integrarse a los listados oficiales. Este trabajo ha permitido que las y los artesanos se unan y trabajen en la mediación y sistematización de su práctica, generando una serie de instrumentos que pueden visualizarse en SIGPA. Alfarera Mónica Venegas 11 CRITERIOS DEL PCI JUSTIFICACIÓN CRITERIO Se transmite de generación en generación Es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno Interactúa con la naturaleza y su historia Infunden un sentimiento de identidad y continuidad Contribuyen a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana Los conocimientos para reproducir esta técnica alfarera se transmiten de manera intergeneracional por los integrantes de las familias, nucleares o extendidas. Este aprendizaje se genera dentro del espacio doméstico como producto de un aprendizaje observacional basado en los lazos de parentesco y en la identificación con los congéneres. Los cultores adquirieron el conocimiento observando a las integrantes de sexo femenino que formaban parte de sus familias: madre, abuela, tía, etc. La alfarería es una manifestación que ha estado presente por cientos de años en la localidad. Las alfareras/os han mantenido esta técnica de producción. Los cultores fabrican su loza durante todo el año, aunque en algunos casos es el clima el que regula el ciclo de creación, ya que, durante los meses de invierno, debido a las bajas temperaturas, los cultores evitan el contacto con la greda. Además, desde el punto de vista del imaginario campesino, recrean los componentes más característicos del campo y la ruralidad en las figuras que modelan. Según la bibliografía, este territorio correspondió a una zona de resistencia donde interactuaba la cultura mapuche y española en épocas de Conquista, donde los habitantes mapuches de este asentamiento fabricaban figuras de greda. Desde entonces que esta técnica ha permanecido y sólo ha tenido variaciones en el diseño de la loza. Para su elaboración, los cultores deben poseer conocimientos vinculados a su entorno y recursos naturales, puesto que las materias primas son extraídas de diferentes zonas de la localidad. La alfarería de Quinchamalí es parte de la identidad de los habitantes de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca, para ellos este oficio es el elemento más representativo del territorio. Esto se refleja con la presencia de la guitarrera en diferentes espacios de la localidad, pieza que a la vez es el ícono de la artesanía a nivel nacional. Los cultores consideran que el trabajo con la greda es parte de su historia familiar, la cual no debiese desaparecer, dado que detrás de cada pieza hay un conocimiento heredado, y al morir una alfarera, con ella también muere una pieza. La alfarería es producto de la necesidad e ingenio del ser humano por mejorar sus formas de alimentación, es así como a través del barro pudo portar los alimentos y cocerlos. Hoy, la alfarería de Quinchamalí es el mecanismo con el cual las artesanas pueden representar a través de la greda, su cotidianeidad, los elementos característicos de la vida campesina y todo aquello que forma parte de su entono. g) Problemáticas del PCI en el Contexto. Como toda manifestación del PCI, la Artesanía en Greda de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca, se ve en constante peligro, debido a problemas sociales y culturales que amenazan su salvaguardia, como también, se puede ver afectada por riesgos medioambientales, naturales y antrópicos, que afectan la extracción y/o presencia de la materia prima, problemáticas que si no son detectadas en su magnitud e impacto a corto y mediano plazo, pueden provocar que esta tradición se pierda, tanto así, su valor 12 social, cultural y económico, no solo para las familias que la practican, sino para la comuna, región, país y el mundo entero. En esto, se ha podido indagar sobre los riesgos a los cuales esta manifestación del PCI se ve afectada: RIESGOS Y CONSECUENCIAS RIESGOS TIPOLOGÍA Enfermedades Provocadas por el oficio Desigual acceso a los mecanismos de comercialización RIESGOS SOCIALES Desconocimient o del valor monetario de las piezas Artesanas fuera del sistema previsional Presencia del Covid-19 (Turismo / Salud) EFECTO El 78,9% de los alfareros/as dice sufrir algún tipo de enfermedad producto del trabajo con la greda: problemas respiratorios, enfermedades musculo - esqueléticas, problemas a la vista, debido al esfuerzo focal que requiere esta práctica. El 71,4% de las alfareras retiradas señala haber dejado de trabajar en la greda producto del padecimiento de estas enfermedades. El primero es a través de un intercambio monetario directo, donde los cultores no necesitan de intermediarios para la venta de la loza, excepto la intervención ocasional de otra persona en el “dateo”. La alfarera puede recibir un pedido de un comprador particular para la compra de piezas. El segundo mecanismo es el indirecto, donde los cultores recurren a intermediarios para vender sus productos. Se identifica una primera relación de comercialización que está presente cuando el productor primario aún no termina la pieza. No todos los cultores tienen el mismo acceso para la comercialización de su loza y existe una alta presencia de intermediarios. El tercer mecanismo indirecto se produce cuando el productor primario termina la pieza. El cultor vende sus productos terminados a un intermediario, el que posteriormente revende los artículos a otros compradores, particulares, empresas, etc. los que dispondrán de las piezas según sus necesidades. En este ámbito el riesgo que está presente en la comunidad es el desigual acceso de las artesanas a los canales de comercialización, debido a que un número reducido vende sus piezas directamente al consumidor final, en espacios como ferias o en sus hogares. Los cultores fijan los precios de sus productos considerando el tamaño y basándose en los precios que establecen otras artesanas, produciéndose una estandarización del valor a través de la regulación entre pares. Pero, estos valores pocas veces consideran los costos de las materias primas, el transporte, el total de horas trabajadas por los cultores y las pérdidas de piezas durante el proceso de producción. Gran parte de las artesanas manifiestan un sentimiento de desamparo por parte de las instituciones (gubernamentales y no gubernamentales) hacia la alfarería de Quinchamalí. Para las nuevas generaciones, el ser hijo de alfarero, es una condición que no les permite obtener ningún tipo de beneficio desde los diferentes organismos. Además, las artesanas no reciben ningún tipo de tratamiento adecuado para sus patologías, y tampoco no reciben ningún tipo de pensión ni reconocimiento. Desde marzo del 2020, al igual que otros sectores productivos y turísticos, la producción de artesanía en greda disminuyó, acrecentando las brechas y generando una sensación aún mayor de desamparo para las artesanas, quienes al no tener público al cual comercializar sus creaciones, el cese de ferias y actividades expositivas y el desconocimiento del impacto de la pandemia, generando que las y los artesanos, comenzaran a buscar otros medios y formas de promover su tradición artesanal 13 Inexistencia de un recambio generacional Jóvenes tienen aspiraciones laborales ajenas a la artesanía RIESGOS SOCIALES Cultores no quieren que sus hijos se dediquen a la alfarería Baja rentabilidad económica Escasa valoración social RIESGOS MEDIO AMBIENT ALES Y SOCIO Escasez de materias primas alfarera, sabiendo el riesgo que esto podía provocar en este escenario de incertidumbres. En lo que va del siglo XXI, sólo dos personas (de la zona alfarera) han decidido dedicarse a la alfarería, cifra preocupante ya que corresponde a la última generación de artesanas en Quinchamalí que posee tales conocimientos. Sin embargo, los hijos de cultores si poseen el conocimiento alfarero dado que este se adquiere a través de la cotidianeidad del hogar. Los jóvenes han decidido no dedicarse a la alfarería, y migran a las ciudades aledañas, donde pueden acceder a diferentes ofertas educaciones y/o laborales. Producto de la reducida oferta educacional en Quinchamalí, los jóvenes deben migrar a ciudades aledañas para poder asistir a la educación media. Este proceso ocurre entre los 14 y 15 años. Lo mismo ocurre con quienes quieran seguir en la educación superior, ya que deben trasladarse a una ciudad donde exista la posibilidad de acceder a ella. Los jóvenes prefieren seguir estudiando y trabajar en algo que les ayude a tener una mejor calidad de vida y no dedicarse a la alfarería, esto influenciado por sus familias, quienes no quieren que sus hijos tomen la decisión de ser alfareros. Ser alfareros no está dentro de sus prioridades. Si alguna vez tuviesen que realizar esta actividad, lo harían como pasatiempo, complementándolo con otro trabajo, porque para ellos, dedicarse sólo a la alfarería, no es suficiente para tener una buena calidad de vida. Un aspecto interesante catastrado por los mismos cultores, señala que son ellos mismos, los principales detractores de la continuidad del oficio en sus familias. Las artesanas, son quienes no quieren que sus hijos tomen la decisión de ser alfareros y les inculcan que deben continuar sus estudios o buscar otras fuentes laborales. Los cultores indican que a pesar de que no quieren que sus hijos sean alfareros, sí quieren que posean el conocimiento de la técnica, porque es una herramienta que en algún momento de sus vidas pueden llegar a utilizar. Los cultores consideran que la alfarería es un oficio complementario poco rentable, el cual solo les permite solventar sus necesidades básicas. Por lo general, en las familias, uno de los integrantes se dedica a trabajar la greda y el otro realiza una actividad diferente, como la agricultura, carpintería o se desempeñan como jornaleros, puesto que el exclusivo desarrollo de la labor en greda posee poca rentabilidad. El proceso de fabricación de loza requiere de un gran esfuerzo y sacrificio, debido a que es un proceso lento, sucio y en cualquier momento una pieza puede perder su utilidad ya que está supeditado a las condiciones climáticas y ambientales. Del mismo modo, el escaso reconocimiento social que reciben las alfareras de Quinchamalí y las que habitan en Santa Cruz de Cuca se ve aún más minusvalorado por la poca información disponible sobre estas localidades a nivel nacional y el desconocimiento sobre las particularidades de esta alfarería, de la mano con la invisibilización del proceso de producción. Las formas de obtención de las materias primas se han ido transformado a través del tiempo. Hoy los cultores no tienen libre acceso a las vetas de greda, producto de la privatización de los terrenos donde estas se encuentran. Las complicaciones a la hora de recolectar esta materia prima fundamental han hecho de la compra la única opción para adquirirla. 14 AMBIENT ALES La escasez de terrenos destinados a la crianza de animales, debido a la plantación de monocultivos en el sector, ha dificultado el proceso de obtención de guano de vacuno y caballo. Materias primas que en épocas anteriores eran recolectados por los y las artesanas ahora deben ser comprados. El costo de un saco de guano de vacuno es de $2.000, y un cultor al año necesita en promedio 30 sacos. Un costo similar es el del guano de caballo, el valor del saco es de $1.500 y un cultor necesita un promedio anual de 7 sacos para teñir su loza. Todos los costos asociados a la producción de loza, es decir, el precio de las materias primas no es considerado por los cultores a la hora de fijar los precios de sus productos. Riesgos antrópicos de incendios forestales La amenaza de incendios forestales es un riesgo latente y que se ha ido acrecentando estos últimos años, sobre todo por el periodo de verano, donde, desde el año 2017, se ha ido afectando focos de incendios de al menos 10 km. De distancia de la localización de varios cultores, y, sobre todo, de ciertos espacios desde donde se obtiene parte de la materia prima. Los suelos, producto de este problema, quedan inutilizables por muchos años, lo que impide trabajar en sus mismos sitios a los artesanos. Contaminación ambiental producto de la Celulosa Arauco Al oeste del río Itata, a 6 kilómetros de distancia de la localidad de Quinchamalí, se encuentra la Termoeléctrica Nueva Aldea II (Celulosa Arauco), la cual es la principal fuente de contaminación ambiental de la zona, además de ser responsables de los monocultivos que hay en la zona (los cuales afectan la tierra, sobre todo en el periodo de incendios forestales). La presencia de esta Termoeléctrica es un tema de controversia entre los artesanos y habitantes de la zona, ya que la calidad de vida se ha ido visto afectada, producto de los gases y contaminación presente en el agua y suelo en la zona. h) Alfarería del PCI Universal Declarada por la UNESCO. Revisando las listas de PCI reconocidas por la UNESCO, que se vinculan a la alfarería y la cerámica, hay alrededor de 9 experiencias que de una u otra manera, desde sus diferencias, se vinculan con gran parte de los fundamentos que justifican la incorporación de la Alfarería en Greda de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca, lo que hace pensar que esta dinámica tradicional de Ñuble, no está muy alejada a lo que se puede reconocer alrededor del mundo y que ello, exige una validación y reconocimiento. En este punto, se presenta alguna de estas experiencias, detallando los puntos en común que tienen con el PCI descrito y contextualizado en este análisis. EXPERIENCIAS DE ALFARERÍA PCI – UNESCO3 PCI La técnica de cocción tradicional de la cerámica celadón de Longquan 3 AÑO PAÍS DESCRIPCIÓN COMPARATIVA 2009 China Posee una técnica de cocción tradicional que confiere a ésta su vidriado característico. Se transmite de generación en generación por maestros artesanos o de padres a hijos. Posee etapas sistematizadas para generar el vidriado, aplicándolo a recipientes de cerámica de gres cocidos y luego se recuece con arreglo a un ciclo de seis Las listas del PCI y el Registro de Buenas Prácticas de Salvaguardia. Link: https://ich.unesco.org/es/listas 15 Artesanía de la terracota en el Distrito de Kgatleng (Botswana) 2012 Botswana La cerámica artesanal de Horezu 2012 Rumania operaciones de cocción y enfriamiento en los que la precisión de las temperaturas es primordial. El color jade subyacente en la cerámica celadón es fabricada por empresas familiares de Longquan hace que los objetos realizados con esta técnica sean apreciados como obras artísticas de calidad excepcional que pueden servir también para usos domésticos. Es una tradición que se perpetua desde las mujeres de la comunidad bakgatla ba kgafela, quienes practican el arte de fabricación de la terracota utilizando materias primas orgánicas, como la tierra arcillosa, arenisca erosionada, óxido de hierro, boñiga de vaca, agua, yerba y madera, para fabricar recipientes de formas, motivos y estilos diferentes que plasman los rituales y creencias ancestrales. Tiene una dimensión espiritual, pues, cuando llega el momento de recolectar la tierra, la maestra artesana se sume en la meditación para comunicar con los antepasados, a fin de que éstos la guíen al sitio mejor. Es una labor que se ejecuta a mano completamente, estirando las placas de pasta, modelando los recipientes en forma redonda, cónica u oval desde su base hasta el borde superior, y alisándolos con una paleta de madera. Después de ser decorados, se cuecen en un horno de pozo. Las mujeres transmiten las técnicas artesanales de la terracota a sus hijas y nietas mediante la observación y la práctica. Sin embargo, este arte tradicional corre peligro de extinción debido a la disminución del número de maestras artesanas, los bajos precios de los productos acabados y la intensificación del uso de recipientes de producción de masa. Es una cerámica que se fabrica a mano y es ilustrativa de los conocimientos y técnicas artesanales de múltiples generaciones. La cadena productiva es mixta, pues, por regla general, el proceso de fabricación se reparte entre hombres y mujeres. Los hombres escogen y extraen primero la arcilla, y luego la someten a operaciones de limpieza, troceo, riego, amasado, pisoteo y mezcla, hasta transformarla en una pasta a partir de la cual obtienen una cerámica de color rojo. Los alfareros modelan los objetos con los dedos, aplicando una técnica que exige concentración, fuerza y agilidad. Las mujeres ornamentan los objetos utilizando técnicas e instrumentos específicos para trazar los motivos tradicionales. Una vez ornamentados y coloreados, los objetos se cuecen en los hornos. Los alfareros utilizan instrumentos tradicionales: mezcladoras para la limpieza de la tierra, tornos y peines para el modelado; cuernos de vaca huecos y palos rematados por un alambre para las ornamentaciones; y hornos de leña para la cocción. La transmisión de este elemento del patrimonio cultural se efectúa en las familias de los artesanos y en las alfarerías (de maestros a aprendices), y también mediante las ferias y exposiciones. 16 Antiguo método georgiano de vinificación tradicional en kvevris 2013 Georgia El procedimiento de fabricación de la cerámica negra de Bisalhães 2016 Portugal La artesanía tradicional de la cerámica ''çini'' 2016 Turquía El “kvevri” es un envase de arcilla ovoide usado para hacer fermentar el mosto y almacenar y añejar el vino. Los conocimientos y las técnicas de la vinificación y fabricación de los “kvevris” se transmiten por conducto de las familias, vecinos y amigos que participan conjuntamente en las faenas de la vendimia y la vinificación. Observando a los adultos, los niños aprenden a ocuparse de las viñas, a prensar la uva y a fermentar el vino, y también se instruyen en la recogida de arcilla y la fabricación y cocción de los kvevris. La tradición de la vinificación en “kvevris” es un elemento definitorio del modo de vida de las comunidades, indisolublemente unido a su identidad y legado cultural. La localidad de Bisalhães es el sitio de fabricación tradicional de la cerámica negra. Representada en el escudo de armas de este pueblo y destinada a producir objetos culinarios y decorativos, la alfarería tradicional constituye un elemento importante de la identidad cultural de la comunidad. El procedimiento de fabricación de la cerámica negra comprende varias etapas. Primero se aplasta la arcilla en un recipiente de piedra con un martillo de madera, y luego se criba, se humedece, se amasa, se modela, se define utilizando varios tipos de listones, se alisa con cantos rodados, se decora con un palillo y se cuece en un horno. En cuanto a la cadena productiva, los hombres se encargan de la preparación de la arcilla y las mujeres asumen la tarea de realizar las decoraciones de las piezas. Además, los alfareros ya no obtienen la arcilla cavando la tierra, sino que se aprovisionan en las fábricas de baldosas locales. Transmitida casi exclusivamente entre personas unidas por lazos de parentesco, la viabilidad de esta práctica cultural se ve amenazada por la disminución del número de sus depositarios, la falta de interés de las nuevas generaciones y la fuerte demanda de productos de serie industriales. En Turquía reciben el nombre de çini los azulejos y objetos de cerámica con motivos multicolores que se encuentran por todo el país, tanto en las fachadas como en el interior de las casas. La fabricación de la cerámica çini es sistémica, requiere las siguientes operaciones: en primer lugar modelar la arcilla, darle un primer revestimiento, secarla y cocerla en hornos especiales; en segundo lugar trazar los motivos inspirados en creencias o costumbres locales, perforándolos primero en papel y aplicándolos luego con polvo de carbón a la superficie de las piezas; en tercer lugar dibujar los contornos de los motivos a mano y aplicar los colores; y por último esmaltar los objetos y volverlos a cocer. En los talleres de fabricación de cerámica çini trabajan aprendices, artesanos y contramaestres. Cada artesano realiza una tarea distinta: modelar, decorar, colorear, pulimentar, aplicar, barnizar o cocer las piezas. 17 Conocimientos y técnicas de alfarería de las mujeres de Sejnane 2019 Túnez Procesos artesanales para la elaboración de la Talavera de Puebla y Tlaxcala (México) y de la cerámica de Talavera de la Reina y El Puente del Arzobispo (España) 2019 México y España El arte tradicional de la cerámica çini no se circunscribe a los talleres de fabricación, ya que también se practica en hogares, escuelas públicas, centros de formación profesional y universidades de todo el país. La edad, el género o el origen étnico no impiden en modo alguno adquirir, compartir y transmitir las técnicas y conocimientos relacionados con esta práctica cultural. Los conocimientos y competencias de las mujeres de Sejnane en materia de alfarería se plasman en el uso de una técnica específica de fabricación de objetos de barro cocido para el hogar, como utensilios de cocina, muñecos y figuritas de animales inspiradas en el medio ambiente circundante. Las mujeres ocupan una posición muy destacada en el seno de la comunidad local, ya que solamente ellas son las que asumen la realización de todas las etapas de producción de esos objetos, así como la venta de éstos en el pueblo o en las carreteras próximas. Después de extraer la arcilla de los lechos secos de ramblas, la trocean, trituran, depuran y remojan antes de amasarla para modelar los objetos y cocerlos. Una vez cocidas, las cerámicas se decoran con motivos geométricos bicolores que evocan los usados en los tatuajes y tejidos bereberes tradicionales. Para afrontar la evolución de la sociedad y la economía, las mujeres de Sejnane han adaptado su producción artesanal a los imperativos de la vida moderna y las fluctuaciones de la demanda, demostrando así su capacidad de innovación. Los conocimientos y competencias prácticas de este elemento del patrimonio cultural se transmiten mediante una enseñanza tradicional e informal en el seno de las familias, que alientan a sus hijas al aprendizaje del arte de fabricar objetos de barro cocido compaginándolo con su escolaridad. En las ciudades mexicanas de Puebla y Tlaxcala, así como en las localidades españolas de Talavera de la Reina y El Puente del Arzobispo, hay comunidades de artesanos que fabrican con métodos tradicionales objetos de cerámica de estilo talaverano para usos domésticos, decorativos y arquitectónicos. Los procedimientos de fabricación, decoración y esmaltado de este tipo de cerámica siguen siendo artesanales e idénticos a los practicados en el siglo XVI. Los conocimientos teóricos y prácticos relacionados con este elemento del patrimonio cultural vivo abarcan la preparación de la arcilla, su modelación con un torno o un molde, la ornamentación de la pieza modelada, la preparación de los pigmentos y el esmalte y la cocción en el horno, operaciones todas ellas que exigen una gran destreza. Algunos alfareros y ceramistas realizan todas las etapas de la fabricación y otros se especializan en algunas tareas específicas. En su mayoría, los depositarios de los conocimientos relativos a esta fabricación artesanal –incluidos los relativos a la extracción de la materia prima, el procesamiento de 18 La cerámica pintada tradicional de Kosiv 2019 Ucrania La fabricación de cerámica con torno manual en la aldea de Zlakussa 2020 Serbia los materiales, la decoración y las técnicas de cocción– son maestros alfareros y ceramistas que han adquirido sus competencias con el correr del tiempo y las han transmitido oralmente a las jóvenes generaciones, ya sea en sus talleres o en el seno de sus familias. El arte tradicional de fabricación de la cerámica pintada de la localidad de Kosiv data del siglo XVIII y alcanzó su apogeo a mediados del siglo XIX. La materia prima utilizada para los productos –vajillas, objetos ceremoniales, juguetes y baldosas– es una arcilla local grisácea. Una vez moldeadas con ella, las piezas se recubren con otra arcilla de color blanco y textura cremosa. Luego, cuando se han secado los objetos, se rasca su superficie con una varilla metálica para crear el contorno de los dibujos y se procede a pintarlos con óxidos metálicos. La principal característica de las cerámicas de Kosiv es el estilo figurativo de sus ornamentaciones ilustrativas de la vida, historia, creencias, tradiciones y costumbres de los montañeses hutsules, así como de la fauna y la flora del territorio en que viven. Los objetos fabricados poseen un valor artístico y también práctico, ya que se utilizan en la vida diaria. Los maestros ceramistas trabajan en pequeños talleres artesanales o caseros y su oficio constituye para ellos una seña de identidad y pertenencia comunitarias. La alfarería con torno manual de Zlakusa es una actividad artesanal tradicional que requiere poseer las técnicas y conocimientos necesarios para producir recipientes de cerámica sin esmalte destinados a cocer alimentos. Usadas en hogares y restaurantes de toda Serbia, estas cerámicas se fabrican con arcilla y calcita en tornos accionados exclusivamente a mano. Desde la preparación de la pasta de arcilla hasta la cocción, pasando por las operaciones de torneado, decoración, acabado y secado, el proceso de fabricación suele durar entre seis y días. Los recipientes terminados se decoran con motivos geométricos realizados con instrumentos de madera o metal y a algunos de ellos se les añaden asas. La transmisión de las técnicas y conocimientos relacionados con este elemento del patrimonio cultural se efectúa mediante una participación directa en el trabajo de los artesanos experimentados de la comunidad. Otros modos de transmisión importantes son las demostraciones organizadas durante el Festival de Zlakusa y los cursos impartidos en la Escuela de Arte de Užice. Los objetos de alfarería de Zlakusa se exhiben a menudo en ferias y festivales de toda Serbia y se suelen usar en las comunidades y familias cuando celebran eventos importantes. Al revisar el listado de estas experiencias que figuran en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, llama la atención que la alfarería latinoamericana, 19 arraigada en el seno de diferentes pueblos originarios, como también, en las localidades campesinas, no figuren como oficiales. 6. LINEA DE DESARROLLO PATRIMONIAL c) Acciones Protectoras Instauradas. Sello Origen Durante estos últimos 7 años, la comunidad de Quinchamalí ha realizado diferentes actividades con el objetivo de salvaguardar la manifestación cultural propia de la localidad. Dentro de estas actividades se encuentran los talleres de greda, realizados en la Escuela Básica F-249 Quinchamalí, estos a cargo principalmente, de la alfarera Marcela Rodríguez, quien comenzó ejecutando esta actividad por iniciativa propia con el fin de transmitir sus conocimientos a los niños y niñas de kinder a 8° básico, que estudian en el establecimiento. Complementariamente, la escuela cumple un rol fundamental en la valoración social de la alfarería, ya que dentro de sus dependencias existe evidencia de murales y representaciones de figuras de greda. Aún así, dentro de la localidad no existe algún espacio museológico sobre la dinámica artesanal alfarera, y lo más próximo a ella, son las Ferias de la Greda que se hacen anualmente, al menos unas 2 veces al año, donde se comercializan productos, con una labor de marketing dentro de la comuna de Chillán, donde la comunidad ñublensina se moviliza a Quinchamalí a conocer sobre esta la tradición alfarera, conocer a las cultoras y comprar sus artesanías, lo cual no es suficiente, ya que al resto del año, el momento expositivo concluye y no se expone más del tema, al menos en Chillán. Otra de las acciones desarrolladas por la comunidad fue el proceso de postulación para obtener la Denominación de Origen, el que estuvo encabezado por Mónica Venegas, presidenta de la Unión de artesanos Quinchamalí. Gracias este proceso, el año 2014, INAPI otorgó la Denominación de Origen a la alfarería de Quinchamalí, un gran paso para validar la tradición alfarera, al menos dentro del escenario nacional, reconociendo que esta expresión del PCI es importante y las dinámicas simbólicas y tangibles que allí se den, también. Desde el Estado se han ido iniciado progresivamente, un proceso de intervención en la localidad, destacándose acciones por diferentes instituciones, entre ellas se encuentran las siguientes: Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio: Reconocimiento Tesoros Humanos Vivos otorgado el año 2014, el cual es un programa ejecutado desde el año 2009, en concordancia con la UNESCO, que reconoce a destacados cultores de artes y oficios tradicionales, con el fin de salvaguardar el patrimonio cultural en Chile, siendo este el único país de Latinoamérica en aplicarlo. 20 Programa Portadores de Tradición, año 2015. Catastro e investigación etnográfica “Situación actual de la alfarería en las localidades de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca”, 2015. Expediente de postulación para el Inventario de Patrimonio Cultural Inmaterial en Chile, desde el año 2017 a la fecha. Ilustre Municipalidad de Chillán, por medio de la Unidad de Patrimonio: Celebración Anual del día del Patrimonio año, desde el año 2014 a la fecha. Postulación Tesoros Humanos Vivos 2014 Catastro e investigación etnográfica “Situación actual de la alfarería en las localidades de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca”, 2015 Ferias Productivas de Quinchamalí, organizada en conjunto con las asociaciones de artesanos de la greda. Ministerio de Vivienda y Urbanismo: Intervención del programa Quiero mi Barrio, desde el año 2015 a la fecha. Celebración día del Patrimonio en Quinchamalí 2015, Organizado por Unidad de Patrimonio, de la Municipalidad de Chillán. Entre otras medidas más evidentes que se han hecho a la fecha. d) Medidas de Salvaguardia Propuestas desde la Gestión. Reconociendo todo el escenario que envuelve la tradición artesanal de la Alfarería en Greda de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca, y al ser gestora cultural y artista visual de Ñuble, en donde he crecido vinculada directa e indirectamente con la influencia cultural que la greda le aporta a mi territorio, me he podido percatar que gran parte del trabajo que se vincula a las problemáticas, tiene que ver con el factor cultural, donde por un lado, artesanas y cultores en general, no le dan la importancia que tiene a su práctica, y por otro lado, en la comuna de Chillán, de la cual soy originaria, no hay planes formativos y/o de cultura en general que nos permitan conocer este aspecto del PCI, más allá del que podemos adquirir al visitar la localidad, algo que el ciudadano común y corriente no hace y hasta, desconoce. 21 En este sentido, se quiere aportar una medida de salvaguardia que aporte específicamente en el aspecto de “mediación cultural”, incorporando los pasos que la UNESCO define para revitalizar el patrimonio cultural inmaterial, los cuales tienen que ver con: la transmisión intergeneracional, el desarrollo de intervenciones y acciones culturales, y por último la difusión intercultural, agrupando en ello, propuestas que abarcan integralmente la salvaguardia del PCI, uniendo ello con mi disciplina de artista urbana. Transmisión Intergeneracional e Investigación: Se ha de convocar a 16 artistas urbanos, con experiencia en la Investigación Acción Participativa, más un equipo social, y en vinculación con la Unión de Artesanos en Greda de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca, se hará un levantamiento de información sobre los 16 pasos que consta el proceso de creación de la alfarería en greda, en el territorio, registrando en ello conversaciones, dinámicas de intercambio simbólico de saberes entre el equipo y artesanos, para luego, con su debida autorización, se proceda hacer registro fotográfico y audiovisual de este proceso, para identificar cada etapa como parte de una sinergia creativa única, que debe ser mediada con las comunidades. Luego de este proceso de investigación y acercamiento a las comunidades, cada artista urbano presentará una propuesta gráfica (diseño y/o boceto análogo o digital), sobre cada una de las etapas, la cual será presentada a las artesanas y cultores, para un proceso de observación, sugerencias, rechazo y/o aprobación de ellas, para la segunda etapa de trabajo de revitalización. Este proceso debe realizarse en al menos 6 meses, presencialmente en Quinchamalí. Promoción de Acciones Artísticas y Culturales: Partiendo de la premisa que la mediación hay que hacerla al público de Chillán, que es quien desconoce y/o no pone en valor lo que ocurre en Quinchamalí y en Santa Cruz de Cuca, y es en esta comuna donde lo que ocurre allí debe ser parte del interaccionismo simbólico y patrimonial de sus habitantes, se generan 16 intervenciones artísticas urbanas en alguna macrozona de la comuna, como puede ser una villa y/o población, donde la o las JJVV estén comprometidas con el fin de este plan de gestión y con las necesidades de los artistas, pintando 16 murales que retraten y representen cada una de las 16 etapas de creación de esta tradición alfarera local, con la finalidad que los habitantes: niños, adultos y ancianos, puedan hacer un recorrido en ella, a modo de galería abierta y permanente, conociendo cada una de las etapas, la labor de los cultores en cada una de ellas (cadena productiva), herramientas y simbología, con tal que dicho estímulo visual sea aprendido y recorrido, para, además de generar curiosidad, el habitante común y corriente aprenda de este proceso, del cómo se vinculan los valores familiares, tradicionales y la historia de nuestra comuna, en la creación de esta alfarería única en el mundo. En este proceso creativo, los artistas comprometidos, deberán, además, entregar el diseño de lo que se pintará vectorizado en blanco y negro, y generar la misma obra muralística, en un formato más pequeño (cuadro), el cual será destinado para otro tipo de acercamiento, con el público que no está interesado en recorrer in situ las obras. Este proceso debe realizarse en al menos 6 meses, presencialmente dentro de la comuna de Chillán. Difusión y Valorización del PCI: Con las obras generadas, el equipo generará diferentes soportes gráficos y digitales que servirán para mediar el proceso de manufactura artesanal de manera permanente, destacándose entre ellos: 22 o o o o o o o Libro para colorear para niñ@s: Con los diseños y propuestas visuales generadas por los artistas urbanos, se confeccionan libros para colorear, destinados para niñ@s en edades de 4 a 10 años de edad, relatándoles gráficamente el proceso de creación de la greda y alfarería tradicional, despertando en ellos la curiosidad para aprender de esta dinámica e incorporen en su inconsciente, el proceso productivo de la misma. Tours Permanentes de Arte Urbano Alfarería en Greda de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca: Con la colaboración de la o las JJVV que dispondrán de los espacios para la generación de las intervenciones artísticas urbanas, se capacita a jóvenes y adultos, para recibir visitantes de manera permanente, que quieran recorrer los 16 murales y aprender del proceso productivo de la greda, reconociendo el trabajo muralístico de los artistas y lo que evocará cada uno de los murales que sean parte del circuito. Importante hay que destacar, que, al ser murales, estarán siempre disponibles para la visita, registro fotográfico y/o audiovisual de los visitantes y/o turistas. Catálogo de Obra Visual en formato físico y digital: Con las fotografías y videos generados dentro del plan de gestión, se genera un catálogo de obra, presentándose parte del trabajo de investigación, el proceso de creación de las intervenciones artísticas urbanas, el resultado final y la indicación de cada proceso productivo, con tal que los lectores, tanto del catálogo en físico, o digital (por medio de una página web), aprendan tal como el equipo de artistas, lo que se ha de representar y la importancia de esta cadena, para el resultado final de la alfarería en greda. Exposición Proceso Productivo Alfarería en Greda de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca: Cada artista, además de pintar la obra en gran formato, hará una replica de ella en un formato más pequeño (tela), para ser expuesta en los principales centros culturales de la comuna de Chillán, y, además, dentro de la localidad de Quinchamalí. Esta exposición de carácter itinerante permitirá un acercamiento más íntimo a la experiencia de mediación, entre el resultado final, artista y públicos. Donación de Obra a organizaciones de artesanos y alfareros de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca: Las 16 obras generadas en tela, serán donadas por sus creadores a las organizaciones de artesanos y alfareros de la greda, quienes dispondrán de ellas para exposición y/o comercialización, con tal de que se pueda hacer uso de ellas de la manera que más lo considere adecuado las artesanas y cultores, al finalizar el proceso del plan de gestión. Reconocimiento a Artesanas y Cultores Colaboradores: En una ceremonia de cierre del plan de gestión, se hará un reconocimiento a las artesanas y cultores que hayan colaborado en esta experiencia de mediación, destinando a ellos la autorización intelectual del uso de la imagen de las intervenciones artísticas urbanas realizadas, como forma de reconocer la importancia de la labor productiva y así ellos también, vean valorizado, al menos en un aspecto artístico, la labor realizada que es única y aporta identidad dentro de la región de Ñuble y el país entero. Vinculación con Unidad de Patrimonio y Departamento de Turismo de la Municipalidad de Chillán, para activar procesos de mediación: Nada de estas acciones de mediación serán efectivas, sin un trabajo mancomunado entre artistas, organizaciones y entidades municipales que deben velar por este tipo de iniciativas, es por ello que se trabajará parcialmente con ellos para activar procesos de sustentabilidad del plan de gestión, que trasciendan la ejecución de éste, a lo largo del tiempo, vinculando a los artistas, a las comunidades y cultores de la greda de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca. Este proceso debe realizarse en al menos 12 meses de ejecución. 23