Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario TELEFONÍA MÓVIL.AMPARO.RECHAZO CAUTELAR.DESMANTELAMIENTO DE ESTRUCTURA PORTANTE DE ANTENA. No surge acreditada la verosimilitud del derecho, ya que los argumentos vertidos por la parte actora no poseen, prima facie valorados, suficiente entidad jurídica, de manera de configurar el fumus bonis iuris, menos aún emerge de los elementos obrantes en autos, la irreparabilidad del daño que permita el otorgamiento de la precautoria, esto es, los dichos de la parte actora no alcanzan a tener por probable que en caso de no concederse la medida sobrevenga un daño inminente o perjuicio irreparable que trasformará en tardío el eventual reconocimiento del derecho invocado como fundamento de la pretensión. PODER JUDICIAL DE LA NACIÓN La Plata, 13 de mayo de 2010. R.S.2 T.200 f* 102 AUTOS Y VISTOS: este incidente Nº 15929/09, caratulado “T.P. SA c/Municipalidad de Lomas de Zamora s/ Amparo”, que proviene del Juzgado Federal de Primera Instancia n°3 de Lomas de Zamora. Y CONSIDERANDO: EL JUEZ FLEICHER DIJO: 1. Llegan estos autos a la Alzada en virtud del recurso de apelación interpuesto por la parte actora contra el decisorio que rechazó la medida cautelar solicitada, al considerar que no estaban reunidos los presupuestos requeridos para el otorgamiento de la medida precautoria. 2. Es menester señalar que el apoderado de T.P. SA inicia acción de amparo con el objeto se declare la nulidad de la intimación del 26 de mayo de 2009, dictada en el expediente por la Municipalidad de Lomas de Zamora, por medio de la cual se intimó a la empresa a desmantelar la estructura portante de antenas. Señaló que la comunicación carecía de las formalidades previstas por la Ordenanza General n° 267 e implicaba la interrupción del servicio de comunicaciones móviles en contravención con la legislación nacional de la materia. En este orden de ideas, requiere como medida cautelar de no innovar, se ordene al Municipio de Lomas de Zamora se abstenga de adoptar cualquier acción que importe poner en riesgo el normal funcionamiento de las antenas de telefonía móvil hasta tanto recaiga sentencia definitiva 3. Pues bien, como señalé, el juez de primera rechazó la medida cautelar solicitada porque estimó que no existía verosimilitud en el derecho ni peligro en la demora. Frente a ello, el recurrente dedujo recurso de apelación. A través de este remedio objetó la decisión por cuanto consideró que ninguna de las razones dadas por el a quo para rechazar su petición fueron cuestionadas en su pretensión. Criticó que el a quo sustentara su decisión en fallos de esta Cámara que no guardaban relación con el caso ventilado. 4. Cabe recordar que, como lo tiene declarado la Corte Suprema de Justicia de la Nación, la finalidad del proceso cautelar consiste en asegurar la eficacia práctica de la sentencia que debe recaer en un juicio. La fundabilidad de la pretensión que constituye su objeto no depende de un conocimiento exhaustivo y profundo de la materia controvertida en el proceso principal, sino de un análisis de una probabilidad acerca de la existencia del derecho discutido (Fallos: 314:713). Tiene dicho, asimismo, en fallos: 306:2060 y recientemente en “Petrolera Ente Lomas SA c/ Provincia de Neuquén” 05/06/2007; “Capex SA c/ Provincia de Neuquén” DJ 08/08/2007, 1054: “...que como resulta de la naturaleza de las medidas cautelares, ellas no exigen de los magistrados el examen de la certeza sobre la existencia del derecho pretendido, sino sólo de su verosimilitud. Es más, el juicio de verdad en esta materia se encuentra en oposición a la finalidad del instituto cautelar, que no es otra que atender a aquello que no excede del marco de lo hipotético, dentro del cual, asimismo, agota su virtualidad...” Dicho esto, cabe recordar, que la viabilidad de las medidas precautorias se halla supeditada a que se demuestre tanto la verosimilitud del derecho invocado como el peligro en la demora (Fallos: 316:1833; 320:1633; 325:2347 y recientemente en Relats, Juan Carlos c/ Estado Nacional y/o Poder Ejecutivo Nacional, sentencia del 8/05/2007). En el caso concreto, no surge acreditada la verosimilitud del derecho, ya que los argumentos vertidos por la parte actora no poseen, prima facie valorados, suficiente entidad jurídica, de manera de configurar el fumus bonis iuris, menos aún emerge de los elementos obrantes en autos, la irreparabilidad del daño que permita el otorgamiento de la precautoria, esto es, los dichos de la parte actora no alcanzan a tener por probable que en caso de no concederse la medida sobrevenga un daño inminente o perjuicio irreparable que trasformará en tardío el eventual reconocimiento del derecho invocado como fundamento de la pretensión. En tales condiciones, propongo al Acuerdo: rechazar el recurso de apelación interpuesto contra la resolución apelada, la que se confirma con el alcance que antecede. Se posterga un pronunciamiento de costas hasta la oportunidad de sentenciar. Así lo voto. LOS JUECES SCHIFFRIN Y ÁLVAREZ DIJERON: Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario Que adhieren al voto del Juez Fleicher. Por ello, SE RESUELVE: rechazar el recurso de apelación interpuesto contra la resolución apelada, la que se confirma con el alcance que antecede. Se posterga un pronunciamiento de costas hasta la oportunidad de sentenciar. Regístrese, notifíquese y devuélvase. FirmadoJueces Sala II Leopoldo Héctor Schiffrin. César Álvarez . Gregorio Julio Fleicher.