Orientaciones de EOE de Discapacidad Auditiva de Salamanca. Recomendaciones de comunicación en el aula • • • • • • • • • • • • • • • • • Un sordo que lleva audífonos o es portador de un implante coclear no es como un oyente Seguir una conversación representa siempre un gran esfuerzo para el sordo Con frecuencia al sordo le falta vocabulario, no conoce todos los giros usuales y suele presentar siempre limitaciones en el conocimiento morfosintáctico del idioma El sordo ni le oye ni se oye Atraiga su atención de forma adecuada, evitando sacudidas o movimientos bruscos. Un toque en el hombro o brazo es suficiente. Trate de eliminar en lo posible ruidos ambientales. El aula debe acondicionarse acústicamente: paneles en paredes, cortinas, etc. De tal forma que se evite la reverberación del sonido (eco) Hable cerca del alumno sordo. A partir de 3 ó 4 metros los audífonos pierden eficacia. Hable de frente y a la misma altura que el alumno para favorecer la lectura labial. Evite obstáculos en la visión del rostro y los labios: sombras en la cara u objetos como cigarrillos, bolígrafos, etc. entre los labios. Las barbas o bigotes demasiado largos también pueden suponer un obstáculo. Hable despacio, vocalizando claramente pero sin exagerar los movimientos de la boca. No hable entre dientes, ni en susurro. Elevar un poco el tono de voz puede ayudar a algunas personas sordas. Sin embargo no conviene en ningún caso gritar ya que entenderán peor el mensaje. Utilice frases cortas, correctamente construidas y sencillas. No hable de modo rutinario, en argot, con palabras o frases entrecortadas. Elimine las “muletillas” de relleno entre palabras o frases (“mmm”, “eso”, “bueno pues”...). Respete las pausas normales del habla. Al iniciar una conversación puede ser de gran ayuda “situar” el tema o contexto de que vamos a hablar, (por ejemplo, “las vacaciones”, “el colegio del niño”). Evite los cambios bruscos de tema o contexto sin una aclaración o explicación previa. Una conversación en grupo difícilmente puede ser seguida por el sordo si no se respetan estrictamente los turnos y normas de conversación. En estas ocasiones precisaría una persona que le ayude con aclaraciones, repeticiones, etc. Si la persona sorda no ha entendido correctamente, repítaselo de forma parecida con otra palabra que tenga el mismo sentido. También puede cambiar la construcción de la frase. Siempre que sea necesario acompañe el mensaje con gestos naturales, utilice expresiones faciales o el movimiento corporal para completar o remarcar el sentido de la frase. • • • • • Promueva la participación del alumno sordo en las conversaciones. Preste más atención al contenido que a la forma en las emisiones. Refuerce positivamente las intervenciones orales ante sus compañeros. Valore los esfuerzos para expresarse. Preste una escucha activa. La escritura puede ser un recurso válido con personas sordas que teniendo un buen conocimiento del lenguaje no son muy eficaces en su comprensión mediante lectura labial. Otros dominan la dactilología. Cuanto más versátiles seamos en sistemas de comunicativos tanto mejor para el alumno sordo Al alumno sordo le resulta imposible atender simultáneamente a dos fuentes de información. Así no podrá observar el libro y escuchar al profesor al mismo tiempo. Es la dificultad derivada de la “atención dividida” provocada por la sordera. Lo importante es evitar que la comunicación se rompa. Tenga paciencia, acepte las limitaciones conversacionales que supone dialogar con un sordo y busque estrategias que impidan la ruptura (demostraciones, dibujos...) Es muy importante ofrecer a los alumnos sordos una imagen en positivo, en la que ser sordo no signifique una limitación. No se trata de negar la deficiencia sino de devolver una imagen potenciadora de la competencia y proporcionando oportunidades educativas exitosas Sugerencias para favorecer la lectura labial Este tema está muy ligado al anterior ya que muchos sordos aunque obtengan beneficio auditivo del audífono o del implante van a precisar el apoyo de la lectura labial para mejorar su comprensión. Para otros les resultará imprescindible estar atento a la lectura labial ya que sin ella, con sus audífonos la percepción auditiva será insuficiente para una buena comprensión. La casuística en este sentido es muy amplia y solo el conocimiento de cada alumno puede concretar sus necesidades concretas. • Para favorecer la comprensión oral mediante la lectura labial, el primer requisito es cumplir las normas de comunicación detalladas más arriba, especialmente aquellas que tienen que ver con la visibilidad de la cara y boca del hablante: buena iluminación, visión frontal, carencia de objetos en los labios, cercanía, etc. • Hablar repetidamente de las mismas cosas y objetos que rodean al niño, aprovechando las rutinas, tanto en el ambiente familiar como escolar, para proporcionarle numerosas oportunidades de ver la configuración labial de las palabras. • En ocasiones habrá que dedicar un tiempo para la enseñanza intencional de los movimientos de los labios y los objetos, acciones, o situaciones que representan. Esta tarea forma parte de las sesiones de tratamiento logopédico. • A pesar de que la intención es enseñar a descifrar los mensajes mediante lectura labial, se deben apoyar las palabras, siempre que sea posible, con pistas visuales ya sean los propios objetos reales, la acción en el momento que se realiza, fotos, dibujos, etc. • Conviene aprovechar los contextos naturales y las actividades de la vida diaria para entrenar la lectura labial: p.e. hablar de las pinturas de colores cuando se está pintando, etc. • Acompañar las palabras con gestos siempre que sea necesario y facilite la comprensión. • La lectura labial debe ser entrenada por todas las personas que rodean al niño en sus ambientes naturales, principalmente la familia y la escuela