Benemérita y Centenaria Escuela Normal del Estado de San Luis Potosí Licenciatura en Educación Especial Área Auditiva y de Lenguaje IV Semestre ENSAYO El Desarrollo de la Comunicación en el Niño Sordo Carolina Guadalupe Zamudio Lazarín Aprendizaje y Desarrollo Comunicativo de los Alumnos Sordos Dr. Juan Carlos Rangel Romero Miércoles 05 de Junio del 2013 Introducción Antes de poder establecer aquellas bases que parecen necesarias para comprender adecuadamente como se da el proceso comunicativo en las personas sordas es indispensable pensar en cuestiones como: ¿Qué es el lenguaje? ¿Qué es la lengua? ¿Cómo se puede enriquecer una lengua? y entonces ¿Cómo se desarrolla la comunicación en las personas exclusivamente sordas? Partir de concepciones tan importantes como las antes presentadas nos aporta el acceso a la comprensión de acuerdo a las diferencias que se establecen en el proceso comunicativo de las personas sordas y las personas oyentes. Es por ello que al hablar de lenguaje es completamente necesario mencionar la lengua como una forma de expresión intima del lenguaje, es decir, el lenguaje entendido como una capacidad innata que únicamente puede poseer el ser humano y que además, permite la comunicación entre sus pares y la lengua como el medio mediante el cual adquirimos el lenguaje. Existe una relación dialéctica entre ambos conceptos puesto que, solo mediante la adquisición de la lengua existirá la inteligencia. Acercar al niño sordo a una lengua natural como lo es la lengua de señas le brindara la oportunidad según Vigotsky (1978) “de mostrarle al niño que la comunicación juega un papel importante en el que solo mediante dicho proceso podrá enriquecerse el contenido de la conciencia y asegurar al niño nuevos conocimientos y habilidades.” Osea, el adulto como principal intermediario entre lo que el niño aprende y las capacidades que es capaz de potenciar, debe brindar al niño los contenidos para que el mismo pueda integrarlos a sus capacidades cognitivas y posteriormente construirlos de manera que puedan ser relativos en su vida cotidiana, es decir, que pueda darle significado a todo aquello que vea, sienta, comprender el mundo que le rodea de una manera favorable. Desarrollo Desde este punto, investigaciones como las de Bruner (1985), Bates (1979), Camaioni (1976) y Lock (1978) expresan que los bebes en los primeros años de vida, ya manifiestan comportamientos gestuales o vocales que funcionan interpretativamente para el adulto como señales comunicativas puesto que el mismo les brinda una intención determinada, estableciendo entre ambos la posibilidad de intercambiar gestos, sonidos que podrán ser parte indispensable para adquirir o no una lengua oral. La etapa en la que los niños aun no utilizan el lenguaje pragmáticamente se denomina “etapa prelinguistica” puesto que solamente desarrollan elementos que se consideran como prerrequisitos sociales y cognitivos para la apropiación del lenguaje con una intención comunicativa determinada. Posteriormente el niño, podrá atribuir significado a las formas convencionales en las que adquiere y desarrolla su competencia comunicativa e inclusive aprenderá que existen diferentes formas de expresar tal significado. Es por ello que atribuirle importancia a los modos en los que interaccionan los niños en periodos críticos proporcionaran los medios necesarios para que adquieran una lengua natural, por lo que, en este tenor, es necesario mencionar que aquellas personas que les brindaran las oportunidades a los niños sordos serán exclusivamente los padres puesto que ellos ya viven en una cultura determinada, con una lengua y formas de ser convencionales. A diferencia de la idea que exponen las autoras Triado y Tur, respecto a que “el niño sordo que no ha podido adquirir la lengua de forma natural, tiene que «aprender» la lengua, y para que esto suceda es necesaria la intervención reeducativa, así pues para el niño sordo el acceso a la lengua es el resultado de una enseñanza formal y no un hecho natural.” yo me encuentro en desacuerdo puesto que, desde mi punto de vista es necesario que el niño sordo que tiene ya cierto tiempo sin recibir inputs lingüísticos (desarrollo y producción de significados) de manera natural respecto a la lengua será de urgencia que se le acerque a la lengua de señas, y en específico, deberá adquirirla, NO APRENDERLA en el entorno apropiado, con la cultura apropiada, con los medios apropiados, entendiendo así que aquel niño que no posee una lengua, no habla y aquel no que no puede hablar para comunicarse, no piensa. Es indispensable que entendamos la importancia que tiene para el niño sordo adquirir el significado de representaciones antes que cualquier vocabulario, puesto que de estas representaciones dependerá el desarrollo cognitivo y social del niño sordo. Los trabajos de Voltera (1981), Caselli (1983) y (1985) proponen los siguientes criterios para considerar que una emisión comunicativa es una palabra o un gesto significativo: Debe utilizarse para hacer referencia a objetos o sucesos que no están presentes. Debe referirse al mismo referente en diversos contextos. Debe utilizarse para varios referentes que pertenezcan a la misma clase de objetos o sucesos. Deben producirse en combinación con otros símbolos. Si pensamos estadísticamente en un 95 % de todos aquellos niños sordos que son hijos de padres oyentes que utilizan la lengua oral para comunicarse, se puede deducir la poca eficacia para acercar al niño hacia un aprendizaje que posteriormente le pueda significar un requerimiento para desarrollar adecuadamente el lenguaje. No se puede comparar el desarrollo del niño sordo con el del oyente, puesto que todo desarrollo y potencialización de capacidades dependen principalmente del acceso que tengan hacia funciones simbólicas, representaciones, las interacciones o relaciones sociales, y debido a motivos obvios, de acuerdo al contexto, experiencias, posibilidades no tendrán nunca el mismo acercamiento. Conclusión Es de vital importancia brindarle al niño sordo los medios y herramientas necesarios para que pueda adquirir la lengua de señas como tal como principal medio de comunicación, a las comunidades de sordos en las que puedan sentirse miembros de una cultura propia, con sentido de pertenencia, valores, costumbres en común y de esta manera, compartir con personas en común rasgos culturales que los identifica como tal << personas sordas >>. Una lengua se adquirirá mientras esta sea útil para cualquier persona dentro de cualquier contexto, en este caso, la lengua signada con su estructura, gramática y expresiones que la identifican como lengua será el medio exclusivo mediante el cual el alumno podrá acceder a un proceso comunicativo e intervenir en diferentes situaciones de tal aspecto, de igual forma, dar significado y utilidad al lenguaje que continuara en constante desarrollo. Bibliografía C. Triado i Tur (1991), “EL DESARROLLO DE LA COMUNICACIÓN EN EL NIÑO SORDO” en Rev. Logop., Fon., Audiol., vol. XI, n.º 3 (122-129), 1991