¡Venga tu Reino! ¡CORRESPONDER AL AMOR CON AMOR! TEMA 3: LA VOCACIÓN AL REGNUM CHRISTI. « Cristo: ‗Llamó a los que él quiso, para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar´; y así ocurre ahora, en el tiempo de la Iglesia, cuando Cristo sigue pasando, de modo misterioso, junto a cada hombre y lo invita también a seguirle en lo íntimo de su conciencia.» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 56) VISUALIZA EL POR QUÉ DEL TEMA El mundo de hoy confunde libertad con libertinaje por eso es importante reflexionar sobre la propia vocación y el compromiso renovado con Dios, con Cristo y con su Iglesia. El Regnum Christi te ofrece un estilo de vida diverso al que ordinariamente ofrece el mundo, pero te garantiza los medios para crecer en el amor. ESQUEMA: 1. En libertad y amor. 2. El Regnum Christi como un don de Dios para cada miembro. 3. ¿A qué me comprometo? A crecer en el amor. 4. Instrumentos dignos para trasmitir el mensaje del Evangelio: la formación. 5. Los medios de crecimiento espiritual y perseverancia de un miembro del Regnum Christi. 6. La participación en el Regnum Christi. 7. ¡Corresponder al Amor con amor! LECTURA RECOMENDADA: Manual del miembro del Regnum Christi, n. 20-23, 47-65, 209-217. CONSIDERA LO SIGUIENTE 1. Hoy día, como en el pasado, algunos sostienen que el ser humano se encuentra inexorablemente determinado por factores externos a su voluntad. ¿Tú crees esto o crees en la libertad y la autodeterminación? 2. ¿Has reflexionado en tu misión personal, como católico, de hacer llegar a todos los rincones de la tierra el conocimiento y amor de Jesucristo, Hijo de Dios? Piensa si es necesario pertenecer a algún Movimiento? ¿Cómo saber si Dios me quiere a mí en alguno? 3. ¿Has llegado a ver realmente en el fondo de tu corazón tu pertenencia al Movimiento como un llamado personal de Dios a tu vida? Reflexiona si el Regnum Christi puede ser para ti un proyecto completo de vida cristiana. 4. ¿Hay en la vida humana algo más noble, enriquecedor, bello que ser colaborador cercano de Dios en la tarea de extender su Reino entre los hombres? Reflexiona si la salvación de los hombres es ya para ti una ilusión, una obsesión, una inquietud... 5. ¿El Reino de Cristo tiene alguna influencia en tu pensar, en tu obrar, en tu hablar? Medita si cada día que pasa eres un poco mejor como cristiano y como ser humano. 29 ¡Corresponder al Amor con amor! NOTAS SOBRE EL TEMA 1. En libertad y amor. Somos el autor de nuestras acciones. Hay factores biológicos y sociales que influyen hasta cierto punto, pero esto no quiere decir que supriman nuestra libertad; aunque haya influencias externas, nuestras decisiones son nuestras. Podemos elegir libremente lo que queremos ser en la vida, dentro de nuestras posibilidades. La vida se nos ha dado para vivirla, y para vivirla con libertad. La verdadera libertad conlleva una auténtica responsabilidad. Precisamente por ser libres, en nuestra vida debemos tomar opciones a cada momento. Si el criterio que elegimos para hacerlo está basado sólo en lo que sentimos, sin importarnos las demás personas y los auténticos valores, entonces nuestra vida está regida por el egoísmo. Si, por el contrario, sabemos elegir basados en la combinación de responsabilidad y amor a los demás, nuestra vida se abrirá a una realización más auténtica. Los hombres, a cada momento, sentimos la necesidad de obrar de acuerdo a nuestra conciencia y valores. Esto no nos hace menos libres, sino que es la estructura que nos permite construir nuestros sueños e ideales, y conquistar así aquello que con nuestra inteligencia -no con nuestras pasiones- nos hemos propuesto llegar a ser. La libertad exige compromiso, realización. Lo contrario de la libertad es la pasividad y la falta de compromiso. En nuestros días se ha difundido el miedo al compromiso. Muchos deciden «no decidir», porque tienen miedo de optar equivocadamente. La libertad no consiste en la ausencia de compromisos, sino en la capacidad para comprometerse y perseverar en ese compromiso. Nos realizamos cuando nos comprometemos libremente como personas y vivimos coherentemente los compromisos que hemos asumido. La libertad es la raíz de nuestra dignidad como seres humanos. Esto quiere decir que nuestra dignidad empieza con nuestra libertad, pero no termina allí. La raíz no es todo el árbol, ni tampoco la libertad es la última meta de nuestra existencia humana. La libertad nos ofrece la posibilidad de obtener el mayor triunfo como creaturas hechas a imagen de Dios: el amor, el «derramamiento» de todo nuestro ser hacia alguien. El amor es imposible sin libertad. De hecho, muchos seres humanos -esencialmente libres-, no son capaces todavía de amar, porque el amor requiere un nivel más elevado de libertad: la capacidad de olvidarse de uno mismo, de anteponer al otro. Muchos no están preparados para esto. La libertad humana, en su sentido más pleno y más profundo, nos impulsa a la donación responsable de nosotros mismos en favor de los demás. El amor es la cúspide de la libertad. 30 ¡Corresponder al Amor con amor! Éste es el modo más genuino de usar la libertad y su expresión más profunda. La donación sincera de uno mismo es la senda privilegiada que conduce a la auténtica realización personal. «Ama, y haz lo que quieras», es la sorprendente máxima de san Agustín. El amor asume todo lo que es bueno. El amor busca el bien del otro pero termina por brindar el mayor bien posible al que lo ejercita. En realidad esto no debería ser ninguna sorpresa, pues ya san Juan nos recordaba que «Dios es amor, y el que vive en el amor, vive en Dios» (1 Jn. 4, 16).1 2. El Regnum Christi como un don de Dios para cada miembro. ¿Cómo responder al don de Dios? Con un estilo de vida cristiana. Viviendo la fe de manera integral, dinámica y entusiasta. La respuesta al llamado divino, para ser auténtica, sólo puede darse en libertad. – Una libertad madura. – Responsable. – Consciente del don que Dios le ofrece. ¿Qué estilo de vida te propone el Regnum Christi? El estilo de vida que el Regnum Christi propone es el de: – Una adhesión fiel a Cristo y a la Iglesia. – Un cristianismo activo y entusiasta en el amor. – Un hondo sentido de la misión, capaz de transmitir al mundo la fe y la esperanza mediante el anuncio de la Palabra y la solidaridad evangélica. El Regnum Christi, más que añadir compromisos, propone a los miembros medios de crecimiento espiritual y de perseverancia para ayudar a vivir aquellos compromisos que se desprenden del bautismo. Para ser miembro del Regnum Christi, ¿se requiere de una especial disponibilidad de tiempo? Es cierto que la dedicación al cultivo de la vida espiritual, a la formación personal y al apostolado supone siempre algo de tiempo. Pero para ser miembro del Regnum Christi no se requiere una particular disponibilidad de tiempo. El Movimiento pretende ser para cualquier persona dedicada seriamente a sus actividades y responsabilidades habituales, una ayuda y un medio para transformar dichas actividades en ocasión de santificación y de entrega al apostolado. 1 Extracto de artículos de Willams Thomas, Construyendo sobre roca firme, publicada en www.catholic.net y Güemez Adolfo, Si está es libertad, artículo publicado en el boletín GAMA Análisis y Actualidad. 31 ¡Corresponder al Amor con amor! ¿Dónde se desarrolla la vida de los miembros del Regnum Christi? Aunque el Movimiento tiene estructuras e instituciones para facilitar la formación y el apostolado de sus miembros, su verdadera vida se identifica con la vida cristiana de sus miembros. En la medida en que ellos sean cristianos auténticos, hijos fieles de la Iglesia, apóstoles comprometidos, en esa medida el Regnum Christi tendrá vida y contribuirá a la implantación del Reino de Cristo en el mundo. ¿Quién puede pertenecer al Movimiento Regnum Christi? El Movimiento Regnum Christi está abierto a todos los fieles católicos sin distinción: Hombres o mujeres. Jóvenes o adultos. De cualquier estado de vida y condición social. Sacerdotes diocesanos que, de acuerdo con su Obispo, quieran adherirse a él y servirse de sus medios de santificación y de sus recursos formativos y apostólicos. ¿Qué se requiere para ser miembro del Regnum Christi? Solamente la voluntad de responder más plenamente a la propia vocación cristiana con la ayuda de los medios de formación y de apostolado que ofrece este Movimiento. No se requiere haber alcanzado un cierto grado de santidad; ni siquiera un cumplimiento mínimo de ciertos deberes cristianos. Cualquier miembro del Regnum Christi, puede invitar a otros a formar parte del mismo, teniendo en cuenta las características de cada persona. Para formar parte del Movimiento se requiere: – Ser católico. – Haber cumplido los dieciséis años. – Expresar su voluntad de formar parte del Movimiento. A quienes ya pertenecen a instituciones u organizaciones eclesiales que conllevan un compromiso formal para sus miembros, el Movimiento les invita a seguir por ese camino, evitando la duplicidad de compromisos. Si un miembro decide abandonar el Regnum Christi, basta el mutuo acuerdo entre el interesado y el director de sección respectivo, o notificar tal decisión preferiblemente por escrito, aunque no es necesario. Conviene que un paso así sea el fruto de una reflexión ante Dios y con el director espiritual. ¿Qué relación existe entre los legionarios de Cristo y el Movimiento Regnum Christi? El Movimiento Regnum Christi tiene un vínculo particular con la congregación religiosa de los legionarios de Cristo por tener un mismo fundador y compartir la misma espiritualidad y misión en la Iglesia. Los sacerdotes legionarios de Cristo ayudan a los miembros del Movimiento a vivir el carisma específico del Regnum Christi a través de: 32 ¡Corresponder al Amor con amor! – – – – – – – La atención sacramental. La dirección espiritual. La predicación. La formación cristiana. El aliento constante. El fomento de la caridad. La proyección apostólica. 3. ¿A qué me comprometo al ser un miembro del Regnum Christi? A crecer en el amor. El amor a Cristo trae consecuencias. Si confiamos en Su amor confiamos en la providencia de Dios en cada circunstancia, tanto favorable como adversa, buscando descubrir y llevar a cabo, con amor, la voluntad divina de Dios en cada momento y en cada aspecto de la propia vida. El Movimiento no teme presentar a sus miembros la realidad de la exigencia cristiana como parte de su vida y vocación. La pertenencia al Movimiento pide voluntad de sacrificio y generosidad, enraizada en un corazón profundamente ilusionado por la entrega a Cristo y a la Iglesia. Por eso la oración, el sacrificio y el testimonio personal es el primer apostolado de todos los miembros del Movimiento. El apostolado, es decir tocar de manera activa el corazón de nuestros semejantes, es un elemento esencial de la vida cristiana. Nosotros vemos a Cristo en cada persona y trabajamos celosa y apasionadamente para extender el Reino de Cristo. Cada vida cristiana debe ser un testimonio/testigo de integridad humana y cristiana y cada cristiano debe compartir de manera personal su fe en y su amor por Cristo. Los miembros del Regnum Christi también participan en actividades apostólicas organizadas para satisfacer ciertas necesidades específicas de manera más extensa y eficaz. A los miembros del Movimiento se les invita a colaborar en programas de apostolado del Regnum Christi que puedes conocer en el folleto «Raíces y frutos», las posibilidades son variadas, se trabaja en los campos de la fe, la familia, la educación, los problemas sociales, juventud, medios de comunicación, vida cristiana y vida parroquial. Lee sobre los programas de apostolado que ofrece el Regnum Christi. 4. Instrumentos dignos para trasmitir el mensaje del Evangelio: la formación. No a todos se nos dan los talentos o capacidades en la misma forma; tampoco se nos dan los mismos tipos de habilidades y características, pero todos podemos crecer para convertirnos en mejores instrumentos a través de los cuales Dios pueda impactar nuestro mundo. 33 ¡Corresponder al Amor con amor! Por eso nuestro esfuerzo por conocer, vivir y llevar a Cristo será más eficaz si buscamos medios efectivos para nuestra formación, a lo que san Pablo se refiere como el «revístanse del Señor Jesucristo» (Rm 13,14). El Regnum Christi ofrece una «formación integral» es decir que abarca todos los aspectos de tu vida. En algún tema posterior se ve a detalle los diversos medios que se ofrecen, como los retiros espirituales, la dirección espiritual, los cursillos, etc. Ahora sólo queremos resaltar, como uno de los medios más importantes, el de la «asociación». Es un hecho que la persona se vuelve como las personas con las que se asocia, con las que «se junta». El Regnum Christi no está integrado por personas santas, sino por personas ordinarias, con defectos y virtudes, pero que hacen día con día el esfuerzo por alcanzar la santidad… y eso es algo que se contagia. Lee sobre las áreas y medios de formación que ofrece el Regnum Christi. 5. Los medios de crecimiento espiritual y perseverancia de un miembro del Regnum Christi. Es indudable que para alcanzar una meta o un objetivo se deben utilizar ciertos medios. Para terminar una carrera profesional es necesario estudiar, para perder peso, es necesario hacer dieta y para recuperar la salud cuando se está enfermo, es necesario recibir tratamiento. Sin embargo «comprometerse» es una de esas palabras que impacta a las personas de forma diferente: Algunas se sienten seguras al hacer un compromiso, su temperamento gusta de tener finalidad y estructura. Otras se sienten inquietas al pensar en un compromiso, más que seguridad, sienten rigidez, imposición. Algunas están muy ocupadas y dudan de su capacidad para acometer algo nuevo. Otras saben que no siempre son constantes en seguir adelante. El Movimiento pone a nuestro alcance varios medios para la santificación personal y para traer almas a Cristo: los compromisos de vida espiritual son medios de crecimiento y perseverancia. Estos compromisos pueden parecer insignificantes, pero son el secreto de nuestra perseverancia y progreso, ¡ellos intensifican nuestro contacto con Cristo y forman un corazón apostólico! Estos medios de crecimiento espiritual son la base de la vida espiritual y apostólica porque nuestra vida de oración le debe dar dirección y energía a nuestra acción. La oración es esencial para vivir nuestra vocación cristiana. El Papa Pablo VI una vez dijo «Para vivir es necesario rezar». El alimento es para nuestra vida física lo que la oración es para nuestra vida espiritual. Alguien me comento alguna vez que necesitamos tener cuidado de no envolvernos tanto en el trabajo para el Señor que olvidemos al Señor en el trabajo. Los medios de perseverancia (el círculo de estudios y el Encuentro con Cristo) es lo que ordinariamente se hace en equipo. La vida en equipo es un beneficio importante de ser un miembro del Regnum Christi: responsabilidad, formación, apoyo, amistad y ánimo, lo veremos en una sesión más adelante. 34 ¡Corresponder al Amor con amor! La realización de estos compromisos de vida espiritual y perseverancia va a depender en gran parte de la perspectiva que tengamos de los mismos. Si los vemos como algo pesado o impuesto o como una responsabilidad agobiante, será difícil cumplir con ellos. Estos medios deben ser vistos como algo hermoso que nos acerca a Cristo, como una fuente de vida, como algo maravilloso que poco a poco nos transforma, casi sin que lo notemos. No son algo extraordinario en la vida cristiana y muchas personas se dan cuenta que ya están viviendo muchos de ellos, si no es que casi todos. Otros encontrarán que éstos exigen más que su actual vida de oración. Si éste es el caso, los medios se van incorporando poco a poco a la vida diaria. Podemos, si nos ayuda, tener una tarjeta que nos recuerde lo que vamos a procurar hacer por Cristo y nuestros hermanos, teniendo en cuenta que éste es un programa de vida cristiana en el que se va progresando gradualmente, no se nos pide que seamos perfectos y que cumplamos todo desde el primer día, sólo se nos recomienda recordarlo todas las mañanas, revisarlo por las noches, sabiendo que contamos con la ayuda de Dios para ir avanzando. Éste es el programa de vida cristiana que se nos propone: CON DIOS: 1. Vivir en gracia y amistad con Cristo, mi Rey, a través de la oración y los sacramentos. 2. Vivir las virtudes evangélicas de la pobreza, la obediencia filial y la pureza en mis pensamientos y acciones. CON MI FAMILIA Y LOS DEMÁS 3. Cumplir con amor y honestidad los deberes propios de mi estado de vida como un servicio a Dios y a los demás. 4. Vivir una auténtica vida cristiana, guiado por las virtudes de la caridad, especialmente la benedicencia en la palabra y el pensamiento, sinceridad, magnanimidad, dominio de mí mismo, espíritu de lucha para colaborar eficazmente en la extensión del Reino de Cristo. CONMIGO MISMO 5. Aprovechar todos los medios posibles para crecer en mi formación integral, forjando mi liderazgo cristiano para ser un buen discípulo y apóstol de Cristo en todo momento. CON LA IGLESIA 6. Profesar un amor fiel y operante a nuestra Madre, la Santa Iglesia; al Papa, Vicario de Cristo; a mi obispo y a mi párroco. 7. Ofrecer generosamente mis talentos y esfuerzo apostólico, mi tiempo y mis haberes para colaborar en la misión del Regnum Christi al servicio de la Iglesia. MEDIOS DE CRECIMIENTO ESPIRITUAL a. Diariamente, se recomienda: – ofrecimiento del día a Dios al levantarse; – oración durante diez o quince minutos; 35 ¡Corresponder al Amor con amor! – visita a Jesucristo en la Eucaristía o comunión espiritual o celebración eucarística y comunión, si es posible; – saludo a la Santísima Virgen y un misterio del rosario en su honor; – lectura y reflexión evangélica durante diez minutos; – padrenuestro, avemaría y credo al acostarse, con un breve balance del día. b. Semanalmente: hora eucarística con sentido de reparación y un sacrificio u oración por las vocaciones a la vida sacerdotal y consagrada en la Iglesia. c. Periódicamente acercarme al sacramento de la reconciliación. d. Mensualmente: retiro de medio día. La semana en que se tiene el retiro puede omitirse el encuentro con Cristo. e. Anualmente: triduo de renovación o ejercicios espirituales; renovación del compromiso con Dios en el Regnum Christi. 5. La adhesión al Regnum Christi. a. ¿Qué debe hacer quien desea adherirse al Regnum Christi? Escribe una nota donde expresa su deseo de seguir a Jesucristo más de cerca, valiéndose de la espiritualidad y de los medios que le ofrece el Regnum Christi, y la entrega al responsable de equipo, al director de sección o al director general del Movimiento. O hace un ofrecimiento personal ante Cristo Eucaristía acompañado del responsable de equipo o de algún miembro del equipo directivo de la sección. O manifiesta verbalmente a cualquiera de ellos su deseo de comenzar a participar en la vida y las actividades del Regnum Christi. Eliminado: incorporarse Con formato: Resaltar El Movimiento considera ya miembro a quien ha expresado su voluntad de formar parte del Movimiento de alguna de estas formas, por lo que puede beneficiarse de las gracias espirituales que hayan sido concedidas por la Iglesia a sus miembros. b. ¿Qué es el rito de adhesión? Es el acto por el cual una persona se adhiere formalmente al Regnum Christi. Dado que el formar parte del Regnum Christi es una respuesta en la libertad y el amor a Cristo, es muy conveniente que la persona participe más adelante en un retiro espiritual. Ordinariamente consiste en dos o tres días de retiro espiritual, aunque existen otras modalidades para hacerlo, de acuerdo con las circunstancias y posibilidades de cada uno. El retiro concluye con la aceptación de los propósitos y medios de perseverancia ante un representante autorizado del Movimiento, ordinariamente dentro de la celebración eucarística. También es posible celebrar el rito de adhesión al concluir algunos eventos, como encuentros de juventud y familia, misiones de evangelización, ejercicios espirituales o cursos de formación. 36 Eliminado: la incorporación y el retiro de incorporación? Con formato: Resaltar Con formato: Resaltar Eliminado: La incorporación: Eliminado: la incorporación al Con formato: Resaltar Eliminado: incorporarse al Regnum Christi Con formato: Resaltar ¡Corresponder al Amor con amor! c. ¿Qué sigue después que la persona ha hecho su compromiso de adhesión al Movimiento? El nuevo miembro inicia un camino de formación para conocer mejor su fe católica y vivirla con creciente amor. Forma parte de un equipo del Movimiento, en donde los miembros se alientan mutuamente para vivir mejor y perseverar en su vocación cristiana y potenciar su actividad apostólica. Eliminado: una vez que la Eliminado: se Eliminado: incorporado? Con formato: Resaltar 6. ¡Corresponder al amor con amor! El formar parte del Movimiento, es en primer lugar, una respuesta libre a una invitación de Cristo. Está basada en el discernimiento personal de que éste es el camino por el que Cristo te llama a seguirlo. Es el deseo de abrazar el carisma del Regnum Christi y de unirse con fidelidad a todo lo que esto implica: oración, vida de equipo, esfuerzo apostólico. Cuando alguien se une al Regnum Christi. Sin embargo, entender la vocación y vivir el carisma, toma tiempo. Hay un aspecto intelectual y uno de experiencia. Éste es un proceso que requiere compromiso, perseverancia y humildad. Vivir los compromisos y entregarse a la estructura que se nos ha dado (oración, vida de equipo y apostolado) son los elementos esenciales para que la integración en el Regnum Christi se vaya dando gradualmente. Debemos ver en los medios de crecimiento espiritual y perseverancia la invitación de Cristo de estar más cerca de Él. Son una gracia especial no una imposición u obligación. Desde el ofrecimiento del día hasta las oraciones en la noche, los compromisos nos ayudarán a estar atentos a la acción de Dios en nuestra vida, a Su presencia constante. Es posible vivir como auténticos cristianos porque el Regnum Christi es un medio excelente para conocer el camino, la voluntad de Dios para nuestra vida y cumplirla por amor, ésa es la experiencia que hoy queremos compartir contigo. 37 Eliminado: se incorpora, Con formato: Resaltar ¡Corresponder al Amor con amor! REFLEXIONA, PREFERENTEMENTE CON ALGUIEN MÁS 1. ¿Qué se entiende en nuestro ambiente por la palabra libertad? ¿Qué consecuencias se derivan de ello? 2. ¿Por qué es importante que los compromisos se den en la libertad y el amor? Comenten cómo influye lo anterior en la integración, fidelidad y perseverancia a un compromiso adquirido. 3. ¿Cómo puede afectar la falta de libertad y de amor de muchos católicos? ¿Qué consecuencias les acarrea? ¿Cómo solucionarlo? 4. ¿Cómo se puede conocer en la vida lo que Dios quiere de una persona? 5. ¿A qué se debe esa falta de conciencia entre muchos católicos de una participación más activa en la difusión de su fe? REPASA PARA VIVIR Y TRASMITIR La libertad nos ofrece la posibilidad de obtener el mayor triunfo como creaturas hechas a imagen de Dios: el amor, el «derramamiento» de todo mi ser hacia alguien. El Movimiento pretende ser para cualquier persona dedicada seriamente a sus actividades y responsabilidades habituales, una ayuda y un medio para transformar dichas actividades en ocasión de santificación y de entrega al apostolado. Para ser miembro del Movimiento no se requiere haber alcanzado un cierto grado de santidad; ni siquiera un cumplimiento mínimo de ciertos deberes cristianos. Los compromisos de vida espiritual y perseverancia deben ser vistos como algo hermoso que nos acerca a Cristo, como una fuente de vida, como algo maravilloso que poco a poco nos transforma, casi sin que lo notemos. Estos medios no son algo extraordinario en la vida cristiana. MI PROPUESTA DE ACCIONES DE MEJORA En lo personal: En lo familiar: En mi entorno: AUTO EVALUACIÓN Selecciona la MEJOR respuesta marcando con una X el inciso correspondiente. 1. ¿Qué significa adherirse al Movimiento Regnum Christi? a) El compromiso a tratar de ser una buena persona. b) Que independientemente de la Iglesia, por medio del Movimiento se puede alcanzar la santidad. c) Un camino concreto que un amigo/ familiar/ sacerdote ha ofrecido para poder tener una relación personal con Dios y hacer un apostolado. 38 Eliminado: la incorporación Con formato: Resaltar ¡Corresponder al Amor con amor! d) Es una respuesta libre, por amor, a un llamado, a una vocación de Dios. 2. En el Regnum Christi, apóstol será aquel que da, no una parte de su tiempo, sino su vida a la causa del Reino de Cristo, de ahí que: a) Los legionarios, los consagrados y las señoritas consagradas son los únicos que realmente pueden comprometerse a este estilo de vida. Los seglares sólo tienen el compromiso de dar el tiempo que les sobra, porque no deben descuidar los deberes de estado. b) Los miembros del Movimiento Regnum Christi tienen que renunciar a sus deberes familiares y sociales cuando éstos son un obstáculo para su pertenencia enel Regnum Christi. c) Todos, hombres y mujeres del Movimiento, están llamados a imprimir a su existencia entera, cualquiera que sea su estado, condición y ocupación, una dimensión espiritual y apostólica, rechazando con energía toda forma de egoísmo, pereza o pusilanimidad. d) Ése es el modelo que se presenta a los miembros seglares pero es algo inaccesible que no se puede alcanzar. 3. ¿Por qué el miembro del Regnum Christi lleva a cabo su misión? a) Porque es un líder comprometido con la sociedad al constatar la multitud de injusticias contrarias a la justicia social. b) Porque es un líder espiritual que con su oración atrae a otras personas a que quieran extender el Reino de Cristo. c) Es una buen católico que tiene la intención de amar a Cristo para poder luego extender su Reino. d) Es un cristiano convencido y coherente que busca la identidad entre lo que cree y lo que vive; se siente comprometido para dar razón de su fe; y se sirve de los medios que el Movimiento le ofrece para hacer fructificar sus talentos para bien de la Iglesia. 4. ¿Por qué se puede decir que el Regnum Christi no es elitista? a) Porque no busca llevar el Evangelio sólo a los líderes de la sociedad o a una parte de la población, sino a través de líderes llegar a todos los hombres. b) Porque sus programas de apostolado apostólicas están dirigidos a las necesidades de la Iglesia Universal. c) Porque el trabajo a través de los líderes no es un fin, sino un medio. d) Todas las anteriores. 5. ¿Cuáles son las condiciones necesarias para que haya una integración auténtica en el Movimiento Regnum Christi? a) Estar en estado de gracia y no querer pecar. b) La libertad y el amor. c) El esfuerzo ascético y el espíritu sobrehumano. d) El cumplimiento de una serie de obligaciones y preceptos para estar bien con Dios. 39 Eliminado: militancia dentro Con formato: Resaltar Eliminado: d ¡Corresponder al Amor con amor! 6. ¿Por qué son importantes los compromisos de vida espiritual y perseverancia que el Regnum Christi propone a sus miembros? a) Porque son medios nuevos, extraordinarios, que no todos los católicos pueden llevar a cabo. b) Porque intensifican su contacto con la fuente real de la vida cristiana, forman el corazón de un apóstol, moldean su sensibilidad espiritual y fortalecen su voluntad. c) Porque aunque son una carga pesada, son medios que en un período muy corto de tiempo nos forman como apóstoles. d) Todas las anteriores. ¿Qué implica que la respuesta al llamado de Cristo sea «libre»? a) Que es una decisión personal pero que no implica una responsabilidad. b) Que responde a una convicción profunda y personal de que es Dios quien llama. c) Que hay la libertad de aceptar o rechazar los criterios y estilo de vida del Regnum Christi una vez que se es miembro. d) Todas las anteriores. 8. ¿Una razón válida para buscar la adhesión al Regnum Christi? a) La búsqueda de la realización personal en el área espiritual y humana. b) Búsqueda de nuevas amistades que puedan ayudar a ser un mejor cristiano. c) Búsqueda de medios para tener una amistad personal con Cristo y cumplir el plan de Dios en nuestra vida. d) Búsqueda de sí mismo buscando a Dios. Un calmante para tranquilizar la conciencia o reencontrar un estado de serenidad emotiva y psicológica. 7. 9. La oración, el sacrificio y el testimonio personal. a) Es el único apostolado que todos los miembros del Regnum Christi deben llevar a cabo. b) Es el primer apostolado que todos los miembros deben llevar a cabo. c) Es deseable que todos los miembros lo lleven a cabo. d) No son necesarios para la formación integral. 10. ¿En qué debo fijarme para escoger un apostolado? a) De acuerdo a mis talentos y circunstancias de vida seleccionar aquel apostolado donde pueda hacer el mayor y más profundo impacto posible. b) En que sea algo que me guste y pueda hacerlo. c) Comprometerme en obras de gran envergadura, aunque esto me lleve a descuidar mis deberes de estado. d) En hacer lo mínimo posible para no descuidar mis deberes de estado. 40 ¡Corresponder al Amor con amor! LECTURAS COMPLEMENTARIAS RECOMENDADAS 1. Christi fedeles Laici nn. 16-17: Llamados a la santidad. Santificarse en el mundo. Extracto del pronunciamiento eclesiástico ―Miembros laicos de la gente fiel de Jesucristo‖, 30 de diciembre de 1988. 2. Amor apasionado por la Iglesia. Palabras de Juan Pablo II a los Legionarios de Cristo y a los miembros del Regnum Christi, 4 de Enero del 2001. 3. Medios para la formación y campos de apostolado. LECTURAS COMPLEMENTARIAS RECOMENDADAS 1. CHRISTI FEDELES LAICI NN. 16-17: LLAMADOS A LA SANTIDAD. SANTIFICARSE EN EL MUNDO. EXTRACTO DEL PRONUNCIAMIENTO ECLESIÁSTICO «MIEMBROS LAICOS DE LA GENTE FIEL DE JESUCRISTO», 30 DE DICIEMBRE DE 1988 «Llamados a la santidad 16. La dignidad de los fieles laicos se nos revela en plenitud cuando consideramos esa primera y fundamental vocación, que el Padre dirige a todos ellos en Jesucristo por medio del Espíritu: la vocación a la santidad, o sea a la perfección de la caridad. El santo es el testimonio más espléndido de la dignidad conferida al discípulo de Cristo. El Concilio Vaticano II ha pronunciado palabras altamente luminosas sobre la vocación universal a la santidad. Se puede decir que precisamente esta llamada ha sido la consigna fundamental confiada a todos los hijos e hijas de la Iglesia, por un Concilio convocado para la renovación evangélica de la vida cristiana. Esta consigna no es una simple exhortación moral, sino una insuprimible exigencia del misterio de la Iglesia. Ella es la Viña elegida, por medio de la cual los sarmientos viven y crecen con la misma linfa santa y santificante de Cristo; es el Cuerpo místico, cuyos miembros participan de la misma vida de santidad de su Cabeza, que es Cristo; es la Esposa amada del Señor Jesús, por quien Él se ha entregado para santificarla (cf. Ef 5, 25 ss.). El Espíritu que santificó la naturaleza humana de Jesús en el seno virginal de María (cf. Lc 1, 35), es el mismo Espíritu que vive y obra en la Iglesia, con el fin de comunicarle la santidad del Hijo de Dios hecho hombre. Es urgente, hoy más que nunca, que todos los cristianos vuelvan a emprender el camino de la renovación evangélica, acogiendo generosamente la invitación del apóstol a ser ―santos en toda la conducta‖ (1 P 1, 15). El Sínodo Extraordinario de 1985, a los veinte años de la conclusión del Concilio, ha insistido muy oportunamente en esta urgencia: ―Puesto que la Iglesia es en Cristo un misterio, debe ser considerada como signo e instrumento de santidad (...). Los santos y las santas han sido siempre fuente y origen de renovación en las circunstancias más difíciles de toda la historia de la Iglesia. Hoy tenemos una gran necesidad de santos, que hemos de implorar asiduamente a Dios‖. Todos en la Iglesia, precisamente por ser miembros de ella, reciben y, por tanto, comparten la común vocación a la santidad. Los fieles laicos están llamados, a pleno título, a esta común vocación, sin ninguna diferencia respecto de los demás miembros de la Iglesia: ―Todos los fieles de 41 ¡Corresponder al Amor con amor! cualquier estado y condición están llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad‖; ―todos los fieles están invitados y deben tender a la santidad y a la perfección en el propio estado‖. La vocación a la santidad hunde sus raíces en el Bautismo y se pone de nuevo ante nuestros ojos en los demás sacramentos, principalmente en la Eucaristía. Revestidos de Jesucristo y saciados por su Espíritu, los cristianos son ―santos‖, y por eso quedan capacitados y comprometidos a manifestar la santidad de su ser en la santidad de todo su obrar. El apóstol Pablo no se cansa de amonestar a todos los cristianos para que vivan ―como conviene a los santos‖ (Ef 5, 3). La vida según el Espíritu, cuyo fruto es la santificación (cf. Rm 6, 22; Ga 5, 22), suscita y exige de todos y de cada uno de los bautizados el seguimiento y la imitación de Jesucristo, en la recepción de sus Bienaventuranzas, en el escuchar y meditar la Palabra de Dios, en la participación consciente y activa en la vida litúrgica y sacramental de la Iglesia, en la oración individual, familiar y comunitaria, en el hambre y sed de justicia, en el llevar a la práctica el mandamiento del amor en todas las circunstancias de la vida y en el servicio a los hermanos, especialmente si se trata de los más pequeños, de los pobres y de los que sufren. Santificarse en el mundo 17. La vocación de los fieles laicos a la santidad implica que la vida según el Espíritu se exprese particularmente en su inserción en las realidades temporales y en su participación en las actividades terrenas. De nuevo el apóstol nos amonesta diciendo: ―Todo cuanto hagáis, de palabra o de obra, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por su medio a Dios Padre‖ (Col 3, 17). Refiriendo estas palabras del apóstol a los fieles laicos, el Concilio afirma categóricamente: ―Ni la atención de la familia, ni los otros deberes seculares deben ser algo ajeno a la orientación espiritual de la vida‖. A su vez los Padres sinodales han dicho: ―La unidad de vida de los fieles laicos tiene una gran importancia. Ellos, en efecto, deben santificarse en la vida profesional y social ordinaria. Por tanto, para que puedan responder a su vocación, los fieles laicos deben considerar las actividades de la vida cotidiana como ocasión de unión con Dios y de cumplimiento de su voluntad, así como también de servicio a los demás hombres, llevándoles a la comunión con Dios en Cristo‖. Los fieles laicos han de considerar la vocación a la santidad, antes que como una obligación exigente e irrenunciable, como un signo luminoso del infinito amor del Padre que les ha regenerado a su vida de santidad. Tal vocación, por tanto, constituye una componente esencial e inseparable de la nueva vida bautismal, y, en consecuencia, un elemento constitutivo de su dignidad. Al mismo tiempo, la vocación a la santidad está ligada íntimamente a la misión y a la responsabilidad confiada a los fieles laicos en la Iglesia y en el mundo. En efecto, la misma santidad vivida, que deriva de la participación en la vida de santidad de la Iglesia, representa ya la aportación primera y fundamental a la edificación de la misma Iglesia en cuanto ―Comunión de los Santos‖. Ante la mirada iluminada por la fe se descubre un grandioso panorama: el de tantos y tantos fieles laicos —a menudo inadvertidos o incluso incomprendidos; desconocidos por los grandes de la tierra, pero mirados con amor por el Padre—, hombres y mujeres que, precisamente en la vida y actividades de cada jornada, son los obreros incansables que trabajan en la viña del Señor; son los humildes y grandes artífices — por la potencia de la gracia de Dios, ciertamente— del crecimiento del Reino de Dios en la historia. 42 ¡Corresponder al Amor con amor! Además se ha de decir que la santidad es un presupuesto fundamental y una condición insustituible para realizar la misión salvífica de la Iglesia. La santidad de la Iglesia es el secreto manantial y la medida infalible de su laboriosidad apostólica y de su ímpetu misionero. Sólo en la medida en que la Iglesia, Esposa de Cristo, se deja amar por Él y Le corresponde, llega a ser una Madre llena de fecundidad en el Espíritu. Volvamos de nuevo a la imagen bíblica: el brotar y el expandirse de los sarmientos depende de su inserción en la vid. ―Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid; así tampoco vosotros si no permanecéis en mí. Yo soy la vid; vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque sin mí no podéis hacer nada‖ (Jn 15, 4-5). Es natural recordar aquí la solemne proclamación de algunos fieles laicos, hombres y mujeres, como beatos y santos, durante el mes en el que se celebró el Sínodo. Todo el Pueblo de Dios, y los fieles laicos en particular, pueden encontrar ahora nuevos modelos de santidad y nuevos testimonios de virtudes heroicas vividas en las condiciones comunes y ordinarias de la existencia humana. Como han dicho los Padres sinodales: ―Las Iglesias locales, y sobre todo las llamadas Iglesias jóvenes, deben reconocer atentamente entre los propios miembros, aquellos hombres y mujeres que ofrecieron en estas condiciones (las condiciones ordinarias de vida en el mundo y el estado conyugal) el testimonio de una vida santa, y que pueden ser ejemplo para los demás, con objeto de que, si se diera el caso, los propongan para la beatificación y canonización‖. Al final de estas reflexiones, dirigidas a definir la condición eclesial del fiel laico, retorna a la mente la célebre exhortación de San León Magno: ―Agnosce, o Christiane, dignitatem tuam‖. Es la misma admonición que san Máximo, Obispo de Turín, dirigió a quienes habían recibido la unción del santo Bautismo: ―¡Considerad el honor que se os hace en este misterio!‖. Todos los bautizados están invitados a escuchar de nuevo estas palabras de san Agustín: ―¡Alegrémonos y demos gracias: hemos sido hechos no solamente cristianos, sino Cristo (...). Pasmaos y alegraos: hemos sido hechos Cristo!‖. La dignidad cristiana, fuente de la igualdad de todos los miembros de la Iglesia, garantiza y promueve el espíritu de comunión y de fraternidad y, al mismo tiempo, se convierte en el secreto y la fuerza del dinamismo apostólico y misionero de los fieles laicos. Es una dignidad exigente; es la dignidad de los obreros llamados por el Señor a trabajar en su viña. ―Grava sobre todos los laicos — leemos en el Concilio— la gloriosa carga de trabajar para que el designio divino de salvación alcance cada día más a todos los hombres de todos los tiempos y de toda la tierra‖. 2. AMOR APASIONADO POR LA IGLESIA Palabras de Juan Pablo II a los Legionarios de Cristo y a los miembros del Regnum Christi 4 de Enero del 2001 A las 11:30 de la mañana del 4 de enero en la plaza de San Pedro, Juan Pablo II tuvo un encuentro con los miembros de la Congregación de los Legionarios de Cristo y del Movimiento Regnum Christi en ocasión de su peregrinación jubilar y el 60º. aniversario de su fundación. Él les dirigió estas palabras: 43 ¡Corresponder al Amor con amor! «Amadísimos Legionarios de Cristo; amadísimos miembros del Movimiento Regnum Christi: 1. Me alegra profundamente saludaros con ocasión de vuestra peregrinación jubilar a Roma, durante la cual celebráis el 60º aniversario de fundación. Procedéis de diversas naciones del mundo: os saludo a todos y cada uno, deseándoos que este aniversario constituya un firme y fuerte apoyo para vuestra fe en el Señor Jesús y para vuestra decisión de dar testimonio de Él ante los hermanos. Saludo con especial afecto a vuestro queridísimo fundador, el padre Marcial Maciel, al que felicito vivamente por esta cita significativa, a la vez que le agradezco cordialmente las palabras que me ha dirigido en nombre de todos. He apreciado, en particular, la confirmación que ha expresado de la fidelidad al Sucesor de Pedro que os distingue. A través de la comunión con el Papa se testimonia vuestra plena inserción en el misterio de la unidad de la Iglesia. Un árbol frondoso 2. En estos días, habéis querido agradecer a Dios todos los bienes que ha derramado sobre vuestra familia espiritual. Volviendo la mirada hacia atrás, hacia el 3 de enero de 1941, cuando surgía incipientemente en la ciudad de México esta obra, os habéis dado cuenta cómo esa pequeña semilla que el sembrador divino quiso arrojar en la tierra de unos cuantos corazones jóvenes, ahora es un árbol frondoso (cf Mt 13, 32) que acoge en su seno a numerosos sacerdotes, consagrados y laicos cuyo ideal es entregar su vida por la extensión del Reino de Cristo en el mundo. Habéis venido a Roma, en el marco del año jubilar, para renovar vuestra fe en Jesucristo. El carácter cristocéntrico de vuestra espiritualidad os ayuda a penetrar más profundamente en el sentido de este jubileo que ha propuesto a nuestra meditación el misterio de la Encarnación y la persona de Jesucristo, el mismo ayer, hoy y siempre (Hb 13, 8). Anunciar a Cristo al mundo de hoy, en los diversos sectores de la sociedad, es vuestro ideal apostólico. Pero para predicar a Cristo es preciso haber tenido, como san Pablo, una honda experiencia de su amor, de manera que se pueda decir con él: ―la vida que vivo al presente en la carne la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó por mí‖ (Ga 2, 20). Os animo a que, como lo indica vuestro lema: ―¡Venga tu Reino!‖, no cejéis nunca en la ilusión de trabajar sin descanso a fin de que el Reino de amor, de gracia, de justicia y de paz se haga realidad en las personas y en la sociedad. Ojalá que uno de los principales frutos de esta intensa experiencia espiritual en Roma, sea renovar en vuestra alma el amor sincero a Jesucristo, de manera que podáis hacer partícipes a otros muchos hombres y mujeres la dicha de esta singular amistad con Él. Comunión eclesial 3. La fe en la persona de Jesucristo os conduce a amar apasionadamente a la Iglesia, sacramento universal de salvación y continuadora de su obra a través de la historia. Por ello queréis alimentar vuestro carisma espiritual y apostólico de la gran linfa de vida que corre por su Cuerpo, viviendo un especial espíritu de comunión eclesial con el Sucesor de Pedro y los demás Pastores de las Iglesias particulares. Seguid difundiendo, como lo habéis hecho hasta ahora, e incluso con renovado celo, el Magisterio y la doctrina de la Iglesia, tanto a través de las numerosas iniciativas que con este fin han 44 ¡Corresponder al Amor con amor! surgido entre vosotros en estos 60 años de vida, como de otras muchas más que vuestro ardor apostólico tenga la audacia de suscitar para el bien de las almas. Caridad evangélica y celo apostólico 4. Uno de los rasgos más importantes de vuestro servicio a la Iglesia es el compromiso por el espíritu de auténtica caridad evangélica. En la última Cena el Señor afirmó claramente y para todos los tiempos que el amor fraterno debería ser el rasgo distintivo de sus discípulos: ―En esto conocerán todos que sois mis discípulos: si os tenéis amor unos a otros‖ (Jn 13, 35). Habéis querido afrontar este desafío evangélico, poniendo un énfasis especial en la cordialidad fraterna de vuestras relaciones interpersonales y promoviendo el espíritu de caridad en el pensamiento y en las palabras, silenciando los errores de los demás y ponderando sólo sus actos positivos y provechosos. Que el Señor os conserve en este espíritu, ayudándoos a testimoniar de todas las maneras posibles la caridad cristiana que san Pablo describió tan magistralmente en el célebre Himno a la caridad de su primera carta a los Corintios (cf. 1 Co 13, 4-8). Otro rasgo que distingue vuestro carisma es el celo apostólico. Lo mostráis en todas las obras que habéis emprendido, especialmente en la educación, en la evangelización, en las comunicaciones sociales, en la difusión de la doctrina social de la Iglesia, en la promoción cultural y humana de los pobres y en la formación de los sacerdotes diocesanos. En todo ello os esforzáis por seguir la guía del Espíritu Santo, que renueva constantemente la paz de la Iglesia con dones y carismas que la enriquecen y fortalecen. En un mundo secularizado como el nuestro, basado en gran parte en el desinterés por la verdad y los valores trascendentes, la fe de muchos hermanos y hermanas nuestros se ve sometida a dura prueba. Por este motivo, hoy es más necesaria que nunca una proclamación confiada del Evangelio que, desechando todos los miedos paralizantes, anuncie con profundidad intelectual y con intrepidez la verdad sobre Dios, sobre el hombre y sobre el mundo. A vosotros, Legionarios de Cristo y miembros del Regnum Christi, os repito las palabras de santa Catalina de Siena que propuse a los jóvenes con ocasión de la Jornada mundial de la juventud: ―Si sois lo que tenéis que ser, ¡prenderéis fuego al mundo entero!‖. Fidelidad a la vocación y al carisma específico 5. Abrid las puertas de vuestras almas con generosidad a esta invitación. Me dirijo, en particular, a los que Cristo llama a seguirlo con una entrega total en el sacerdocio y en la vida consagrada. La Virgen santísima, llena de Espíritu Santo y peregrina en la fe, os ayude a realizar vuestros propósitos. Al volver a casa para reanudar vuestras ocupaciones diarias, sabed que el Papa os acompaña y ora por vosotros, para que seáis fieles a vuestra vocación cristiana y a vuestro carisma específico. Que el Espíritu Santo dilate vuestros corazones, haciéndoos valientes mensajeros del Evangelio y testigos de Cristo resucitado, Redentor y Salvador del mundo. Con afecto os bendigo a todos». 45 ¡Corresponder al Amor con amor! (Texto original en italiano, español e inglés. Traducción española de L’Osservatore Romano, 5 de enero, 2001) 3. MEDIOS PARA LA FORMACIÓN FORMACIÓN ESPIRITUAL: Amistad personal con Cristo. Siempre hacemos lo que el corazón ama! La conversión continua profundiza el amor por Cristo en nuestros corazones. Medios que ofrece el Regnum Christi: – – – – – – – – Vida de oración Retiros Orientación espiritual Programa de vida Cursos Medios de perseverancia. Encuentro con Cristo Asociación: es un hecho que la persona se vuelve como las personas con quienes se asocia. FORMACIÓN HUMANA: Primero el hombre y después del santo. La madurez humana da solidez a la vida espiritual. Crecimiento en las virtudes básicas comunes a todas las personas maduras; vivir de acuerdo a los principios no a las emociones. Formación de una personalidad fecunda y bien balanceada. Convicción y autenticidad. Hacer lo correcto tanto si nos ven como si no nos ven. Medios que ofrece el Regnum Christi: – – – – – – Encuentros con Cristo Diálogo con tu responsable de equipo Orientación espiritual Experiencia apostólica Círculos de estudio Asociación FORMACIÓN INTELECTUAL: No sólo profundizar en la fe, sino que podrá edificar a otros y conducir hacia la fe a los no católicos. ¡Un católico bien formado es contagioso! Un católico entusiasta es un poderoso apóstol para convertir a otros. Conocer y asimilar las verdades de la fe (teología, catequesis, apologética). Mantenerse al día en los eventos locales y mundiales. Aprender a pensar con claridad y profundidad. Desarrollar la habilidad de expresarse con eficacia. 46 ¡Corresponder al Amor con amor! Medios que ofrece el Regnum Christi: – – – Círculos de estudio. Programas, diplomados en instituciones como Escuela de la fe, Instituto Juan Pablo II, etc. Estudios a distancia (CEFID). FORMACIÓN APOSTÓLICA: Sin un amor verdadero a Cristo y a los demás, no se puede ser un apóstol auténtico, nadie puede decir con honestidad que no cuenta con tiempo para ser apóstol, porque eso equivale a decir que no tiene tiempo para ser cristiano. Virtudes apostólicas (celo por las almas, iniciativa, voluntad para hacer el esfuerzo). Urgencia y eficacia. Habilidades apostólicas. Conocimiento y aplicación de la metodología. Medios que ofrece el Regnum Christi: – Conferencias y convenciones. – Diálogo apostólico. – Inspiración del Espíritu Santo a través de la oración: «¿Señor, en qué te puedo servir?». CAMPOS DE APOSTOLADO FE Programas de apostolado para extender el tesoro de la fe católica y hacerla accesible a todas las personas: colegios para capacitar maestros, centros catequéticos para enseñar y promover la catequesis, casas editoriales, librerías y bibliotecas para difundir la fe católica. FAMILIA Programas de apostolado para promover tanto valores humanos y cristianos como los concernientes a la familia, ofreciendo consultoría, orientación, formación familiar y matrimonial. EDUCACIÓN Programas de apostolado para hacer la educación católica y la cultura humana más accesible para el mayor número posible de hombre y mujeres. Colegios, universidades, centros de postgrados e investigación, etc. PROBLEMAS SOCIALES Programas de apostolado para el fomento de aquellas comunidades humanas que sufren la mayor necesidad en el nivel espiritual y moral, así como en el material, de acuerdo con las exigencias evangélicas de justicia y caridad. 47 ¡Corresponder al Amor con amor! JUVENTUD Programas de apostolado para la formación cristiana de niños, adolescentes y jóvenes. Academias, clubes deportivos y culturales, campamentos, organizaciones juveniles, etc. MEDIOS Programas de apostolado para infundir el espíritu cristiano en los medios de comunicación, cine, radio, prensa, televisión. VIDA CRISTIANA Programas de apostolado para cultivar la vida cristiana. Centros de reflexión, oración y estudio. Centros de formación y acción apostólica específica, centros culturales, centros de convenciones. VIDA PARROQUIAL Los hombres y mujeres que son miembros del Regnum Christi deben ser participantes activos en sus parroquias, como una expresión concreta y eficaz de su amor a la Iglesia. Respaldando las iniciativas pastorales de la parroquia, con tanto entusiasmo y seriedad como sea posible. Ayudando a enseñar y difundir la fe católica y en la formación y avance de la juventud y la familia. Promoviendo la unidad y la caridad incansablemente. Movidos por la fe, mostrando apreciación y respeto sincero a los sacerdotes, rezando por ellos con frecuencia y por las vocaciones a la vida consagrada y ayudándolos con gusto en sus necesidades materiales. 48