EL GBARBERO DE SEVILLA I O A C H I N O R O S S I N I Ópera bufa en dos actos de Gioachhino Rossini. El libreto de Cesare Sterbini está basado en la comedia del mismo nombre de Pierre-Augustin de Beaumarchais. Del mismo escritor es el libro “Las bodas de Fígaro”, sobre el que Mozart basó su famosa obra. También, previamente se escribieron obras de la misma temática tales como las compuestas por Giovanni Pisiello y Nicolas Isouard. Aunque la ópera de Paisiello triunfó por un tiempo sobre la de Rossini, sólo ésta soportó el paso del tiempo y es todavía una de las obras permanentes del repertorio operístico. Fue estrenada en el Teatro Argentina de Roma el 20 de febrero de 1816. La contralto Geltrude Righetti Giorgi fue la primera Rosina de la historia mientras que el papel de Almaviva fue asignado por el mismo Rossini al gran tenor español Manuel del Pópulo Vicente García. Rossini escribió esta ópera en un tiempo récord, pues el contrato de la ópera se firmó a menos de dos meses antes de su estreno. Muchos años después, Rossini alegaba que la terminó en sólo trece días. Sin embargo, es muy probable que el tema de Fígaro hubiera rondado por su cabeza desde mucho tiempo antes de su composición. La obertura de esta ópera se toca con frecuencia como pieza de concierto. Su carácter alegre, gracioso, y humorístico prepara psicológicamente al público para el ambiente en que se desarrolla el resto de la ópera. Se sabe que su música había sido utilizada por el compositor como obertura de dos óperas anteriores. Sin embargo, ha quedado ligada de manera permanente a ésta, una de sus obras maestras. La obertura también fue utilizada como marcha de la banda de guerra del Ejército Mexicano en tiempos de Santa Anna. También es ampliamente conocida el aria Largo al factótum, interpretada por Fígaro y que da cuenta de la importancia que éste se atribuye en la obra. Con una visión elegante de la Sevilla del siglo XVIII, la puesta en escena de Jonathan Miller sigue tan divertida como siempre. El inmenso Andrew Shore dará vida al Doctor Bartolo. Ópera en dos actos Cantada en inglés con subtítulos al castellano EN DIRECTO 19 de octubre 2015 Desde el London Coliseum EQUIPO CREATIVO Dirección musical Christopher Allen Dirección de escena Jonathan Miller Escenografía Tanya McCallin IluminaciónTom Mannings Hora de inicio: 20:30 Duración aproximada: 2 horas y 50 minutos (con entreacto de 20 minutos) EQUIPO ARTÍSICO Fígaro/Morgan Pearse Rosina/Kathryn Rudge Conde de Almaviva/Eleazar Rodriguez Dr. Bartolo/Andrew Shore Don Basilio/Barnaby Rea Berta/Katherine Broderick Fiorello/Matthew Durkan Coproducción: Houston Grand Opera y Los Angeles Music Center Opera Sinopsis El conde Almaviva pretende el amor de Rosina. Ella, bajo la tutela del Dr. Bartolo, no corresponde a ese amor. Fígaro decide ayudar al conde disfrazándolo para que así él pueda entrar en la casa del doctor y acercarse a su amada. Pero el Dr. Bartolo, pese a su edad, también pretende el amor de su protegida y desea casarse con ella, provocando que tanto él como el conde rivalicen por el amor de la joven. ACTOS Acto I Sevilla, en los años 1800. Por la noche, el Conde Almaviva le lleva una banda de músicos a Rosina, quien está bajo la tutela del Dr. Bartolo, el cual tiene a la chica en su casa. Cuando Rosina falla al responder a su canción, el conde le paga a los músicos, y se van. En el sonido de la voz de Fígaro, Almaviva se mantiene alejado, jactándose de su vida ocupada como en el barrio del vecindario. Fígaro, aunque en la actualidad bajo el empleo del Dr. Bartolo, se encuentra con Almaviva y promete ayudarlo a ganar Rosina, por una recompensa adecuada. Apenas el Dr. Bartolo salió de su casa para organizar su casamiento con Rosina, Almaviva lanzó una segunda serenata, llamándose a sí mismo “Lindoro,” una pobre criatura que sólo puede ofrecer amor. Fígaro sugiere a Almaviva disfrazarse de un soldado borracho e ir a la casa del Dr. Bartolo. Sola en la casa, Rosina se queda pensando en la voz que ha tocado su corazón y decide burlarse del Dr. Bartolo. Fígaro se une a ella, pero se van al escuchar pasos. El Dr. Bartolo entra con Don Basilio, el maestro de la música, quien le dice que Almaviva es un rival por la mano de Rosina y le asesora difamar la reputación del hombre noble. El Dr. Bartolo acepta, pero Fígaro los escucha. Le avisa a Rosina que el Dr. Bartolo planea casarse con ella al día siguiente, y el barbero le promete entregar una nota a Lindero que ella ha escrito. Rosina, sola con el Dr. Bartolo, es sometida a un interrogatorio y después de escuchar se da cuenta de que él es demasiado inteligente para ser engañado. Berta, ama de llaves, responde violentamente golpeando la puerta, regresando con Almaviva disfrazado de un soldado borracho en búsqueda de alojamiento. Mientras discutía con el Dr. Bartolo, Almaviva consigue dejarle una carta de amor a Rosina. Cuando el Dr. Bartolo pide ver la carta, la chica le muestra una lista de lavandería. Fígaro advierte que sus barullos han atraído a una multitud. La Policía llega para ponerle fin a los disturbios. Cuando un oficial estaba a punto de detenerlo, Almaviva susurra su identidad y es liberado. Rosina, Berta, el Dr. Bartolo y Basilio están sorprendidísimos por todo lo que está pasando. Acto II El Doctor Bartolo recibe a un joven profesor de música, “Don Alonso” (de nuevo Almaviva encubierto), quien dice ser un sustituto por el enfermo de Basilio. Rosina entra, y reconoce a su pretendiente y comienza con la lección de canto mientras el Dr. Bartolo duerme en su silla. Fígaro llega para afeitar al doctor y se las arregla para robar las llaves de la ventana del balcón. Basilio ahora entra, buscando la imagen de la salud, sobornado por Almaviva, que finge estar enfermo y se aparta. Fígaro afeita al Dr. Bartolo mientras que Almaviva y Rosina planean su escape para esa misma noche. Son escuchados por el médico, quien conduce a Figaro y Almaviva desde la casa y a Rosina hasta su cuarto, luego va de nuevo por Basilio. Berta, nerviosa por la confusión, se queja de que va a volverse loca. El Doctor Bartolo despacha a Basilio por un notario, entonces engaña a Rosina haciéndole creer que Lindero es realmente un enviado de Almaviva. Después de una tormenta, Almaviva llega con Fígaro y trepa a través del balcón a la ventana para secuestrar a Rosina. Al principio la muchacha rechaza a Lindoro, pero cuando él explica que él y Almaviva son uno y él mismo, ella cae en sus brazos. Fígaro se apura, pero antes de poder salir, le quitan la escalera. Basilio entra con el notario. Aunque citado para casar a Rosina y el Dr. Bartolo, el oficial se casa con ella en vez de Almaviva, quien sobornó a Basilio. Apresurándose, aunque demasiado tarde, el Dr. Bartolo se encuentra a los amados ya casados. Cuando Almaviva le permite quedarse con el regalo de Rosina, el viejo acepta la situación.