Inducción Hipnótica Procedimiento Natural o Directo

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Módulo 18
Curso Hipnosis y Autohipnosis * © Prof. Sergio Valdivia Correa
Inducción Hipnótica
Procedimiento Natural
o Directo
Módulo 18
Fecha
T. de E.
Realizado
1er. estudio
1er. repaso
2º repaso
3er. repaso
En estos procedimientos, el sujeto es estimulado a desarrollar en sí mismo
el estado emocional hipnótico por un operador (en el ambiente experimental o
terapéutico) o por cualquier otra persona (en un ambiente de la vida diaria) que
asume una actitud análoga a la que suelen asumir los padres para provocar un
estado emocional hipnótico positivo o negativo en sus hijos.
La actitud comprensiva y aceptadora se asocia al estado emocional hipnótico positivo y la actitud autoritaria al impositivo. Por medio de estas actitudes (y
no de técnicas) se estimulan los condicionamientos y las asociaciones a la entrada en el estado emocional hipnótico que el sujeto había desarrollado en su vida,
y si el está emocionalmente dispuesto para ello se desencadena el desarrollo de
dicho estado.
Ambrose, Rosen, leGron y Bordeaux, y muchos otros autores contemporáneos han destacado especialmente la equivalencia entre la inducción hipnótica
por medio de la actitud comprensiva y aceptadora y la relación entre los padres y
los hijos.
Hay una evidente equivalencia entre los consejos de Erickson referentes a
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la “preparación del sujeto para la inducción deliberada del estado hipnótico” y los
consejos de Carnegie para “ganar amigos e influir sobre las personas” en la vida
diaria. En realidad, no se trata de una preparación sino de la inducción hipnótica
en sí, pues las manifestaciones de una actitud comprensiva y aceptadora suelen
estimular los condicionamientos y las asociaciones a la entrada en el estado
emocional hipnótico.
El psiquiatra australiano A. Meras da consejos muy semejantes a los médicos que quieren lograr una relación hipnótica “positiva” con sus pacientes, destacando la importancia de prestar atención a la actitud que se asume desde el
primer momento de la entrevista.
Además, la entrada en estado hipnótico tiene invariablemente asociaciones con la “relajación muscular” o el “ablandamiento” o “la ausencia de tensiones”, pues desde su más temprana infancia, el sujeto se había ablandado cuando
su madre lo acariciaba y arrullaba.
He aquí un guión de una de las muchas maneras en que se puede proceder
y hablar en la práctica, para inducir el estado emocional hipnótico con fines clínicos o experimentales:
Se comienza dando algunas explicaciones perfectamente racionales al sujeto, que son adecuadas a las circunstancias y que él no tendrá dificultad alguna
en aceptar. Puede decírsele: “ El procedimiento terapéutico que vamos a emplear con usted es un procedimiento de ablandamiento, que consiste en entrenarlo
a dejar todos los músculos del cuerpo flojos, libres para acomodarse como quieran, y para descansar efectivamente. Quienes experimentan este ablandamiento, lo encuentran agradable, descansan perfectamente, dejan corre sus ideas,
pierden la tensión que los había estado agotando... —Hay personas que, al entrar
en este estado, tienden a dar expresión a sus emociones... Pueden querer reír,
llorar o hablar. A veces se avergüenzan de su espontaneidad y tratan de detener
el estado de ablandamiento... Usted debe sentirse en completa libertad y no tratar de retener sus emociones... y todas reacciones son completamente naturales.
“Hay personas que logran un buen ablandamiento en la camilla... otras prefieren un sillón... cada persona elige lo que le resulta más cómodo... Algunas eligen la camilla y luego, al cabo de cierto tiempo, cambian al sillón... todo depende
de la comodidad que logran encontrar ... De Ud. depende la elección para empezar... Elija... y ahora... póngase bien,... bien... cómodo... busque la posición más
cómoda para usted... la posición que le hará fácil ablandarse... Puede recostarse
sobre el respaldo... apoyar su cabeza... póngase cómodo... todo lo cómodo que
pueda... poner sus manos sobre los muslos... Elija La posición que le es más
cómoda... en la cual se siente mejor... y puede descansar mejor...”
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Se reduce luego la variedad de las palabras, cuidando de mantener una voz
de tono y cadencia agradables. A la vez, pueden hacer leves roces sobre el cabello, el brazo, o la mano del sujeto. Este detalle lo considero muy importante, pues
el sujeto se encuentra con los ojos cerrados y consciente o inconscientemente se
ocupa de saber donde se encuentra el operador. Ligeros toques le permiten saber que uno está cerca y en “contacto” permanente con él. Así se continúa:
“ Relájese... deje su
cuerpo tan blando,... blando...
que no quede ninguna tensión... ni un solo músculo tenso... como si estuviese en una
bañera llena de agua tibia...
y su cuerpo estuviese flotando en esa agua... blando...
calentito... y cómodo...sin ninguna tensión en su cuerpo...
“Deje ablandar los músculos de su cuello... bien blandos... ablande los músculos
de su cara... de su frente... de
su mentón... deje que todos
los músculos de su cara se
ablanden... se ablanden bien, bien... Ablande sus brazos...y déjelos reposar cómodamente ablandados... muy cómodos...y bien ablandados..Ablande sus piernas.. y deje que todo su cuerpo se ablande... déjelo ablandarse y estar cómodo...
muy...muy...cómodo.
Notará que este guión es diferente al de otras lecciones donde invitamos al
sujeto a seguir una relajación psicofísica que comienza en los pies, visualizando
cada parte del cuerpo. Intencionalmente le estoy entregando distintas alternativas. Usted debe elegir la que más le acomode o la que sienta sea mejor para el
sujeto. Continuemos.
“Y mientras todo su cuerpo está descansando... cómodo...blando...deje que
su mente también descanse... Usted está cómodo... nada lo molesta. Si quiere
puede escuchar lo que ocurre a su alrededor... pero nada de ello le interesa...
Ablándese....ablande bien todo su cuerpo...y disfrute de este estado
...blando....cómodo...y agradable...”
Se puede continuar en la misma forma, con algunas variaciones en las palabras o en los temas hasta que se observen señales de relajación muscular en el
sujeto: un borramiento de líneas faciales, una inmovilización y expresión particular de los ojos, una caída fláccida de los miembros, y un aspecto general compaEmail: correo@portaldehipnosis.com * www.portaldehipnosis.com
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rable al de un niño que descansa. Podemos afirmar entonces que el sujeto ha
entrado en estado emocional hipnótico, sin haber recibido sugestiones de sueño
y sin haber cerrado los ojos, en un típico”hipnotismo”. El sujeto ya puede lograr los
fenómenos hipnóticos de acuerdo con sus capacidades individuales.
Para inducir el estado emocional hipnótico, se puede hablar de una infinidad de temas que puede depender de la preferencia del terapeuta o de los
deseos del sujeto.
Así, Erickson ha llevado a un estado hipnótico profundo a una persona mientras ésta fumaba, hablándole en forma casual acerca de los placeres de fumar...en
un cómodo sillón...mirando el humo que asciende...sintiendo la facilidad de levantar el cigarrillo a la boca... el sentido interno de satisfacción al absorberse en
el acto de fumar... cómodamente... sin preocuparse por las cosas exteriores...
etc.
Algunas personas adquieren el estado hipnótico con gran rapidez, en el
curso de uno o dos minutos.
Si el sujeto no reacciona, hay que aceptar su comportamiento como un hecho natural y corriente prolongar el monólogo, darse una explicación racional de
lo que se busca, y preguntarle qué prefiere que se haga para que pueda ablandarse mejor. El sujeto puede decir que se varíe más el tema del monólogo. O que
le gustaría imaginar que está viajando en un tren, mirando por la ventanilla, etc.,etc.
Cuando se ha inducido el estado hipnótico con fines terapéuticos, no juega
papel decisivo la profundidad de este estado, y el terapeuta procede como se
indicará en otro capítulo.
Pero si el sujeto fue llevado al estado hipnótico con fines experimentales y
se quiere obtener el estado hipnótico más profundo (el mayor grado de
retrogresión Psicológica) que se pueda alcanzar, se prosigue del modo siguiente:
En primer lugar, hay que recordar que el operador que ha logrado hallar y
estimular los condicionamientos y las asociaciones al estado hipnótico, ha dado
un impulso al desarrollo de este estado por el propio sujeto. Lo más importante
ahora es no perturbar este desarrollo del estado hipnótico, que el sujeto puede
profundizar por sí mismo, con muy poca estimulación.
Por esto, conviene alternar períodos en que se habla y períodos en
que se guarda silencio. Como regla, hablamos durante treinta segundos a un
minuto, y luego decimos al sujeto que él podrá continuar ablandándose solo, y
entrar en este estado de ablandamiento cada vez más profundamente...
Pasados unos cinco minutos, se le vuelve a decir: “usted descansa... y se
siente cómodo...ablandándose más... continúe ablandándose... su cabeza recosEmail: correo@portaldehipnosis.com * www.portaldehipnosis.com
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tada sobre el respaldo del sillón está muy cómoda..todos sus músculos están
flojos... se siente cómodo... Y le resulta agradable este estado... continúa entrando más y más profundamente en este estado... Ablándese solo... Yo permaneceré a su lado... y dentro de cinco minutos le hablaré nuevamente... ablándese más
y disfrute este estado..”
Se continúa de este modo hasta lograrse la profundidad hipnótica
(retrogresión psicológica) que se requiere para los fines experimentales.
LeGron ha descrito la obtención de estados hipnóticos estuporosos profundísimos mediante el mismo procedimiento, con la diferencia de hablar durante
cinco a diez minutos y guardar silencio durante el mismo período de tiempo.
La profundización del estado emocional hipnótico es un proceso puramente individual. Algunos sujetos alcanzan inmediatamente su estado hipnótico más
profundo, otros requieren horas de entrenamiento y diferentes variaciones en el
modo de proceder con ellos. Por ejemplo, en algunos casos se obtiene más fácilmente la profundización hipnótica si se alternan los procedimientos positivos e
impositivos, o como los llama Ferenczi la hipnosis “materna” y la “ paterna”.
Frecuentemente, el operador quiere
asegurarse que el sujeto ha desarrollado el
estado hipnótico y tener una idea acerca de
la profundidad de dicho estado.
Una prueba muy sencilla del hipnótico
consiste en tocar muy levemente las pestañas del sujeto y comprobar la abolición del
reflejo de cierre de los párpados. Es de interés el hecho que, en el curso de una sesión hipnótica, este reflejo suele desaparecer y reaparecer repetidamente, lo cual
indica que el estado hipnótico no es inmutable sino que tiene oscilaciones espontáneas de mayor menor profundidad.
En el ambiente psicoterapéutico, la profundidad hipnótica se aprecia de
modo muy sencillo. Se hace al sujeto alguna pregunta muy simple, por ejemplo,
¿está cómodo? Y se observa su modo de responder. El individuo bajo estado
hipnótico liviano responde prontamente. En cambio, quien está en un estado hipnótico más profundo contesta con cierta dificultad, apenas susurrando la palabra
“sí”, o haciendo un simple movimiento de los labios, o no contesta en absoluto.
Cuando la inducción hipnótica se hace con fines quirúrgicos u odontológicos,
resulta adecuado hacer la prueba de la analgesia. Se previene al sujeto que se
va a comprimir su dedo y que él sentirá la comprensión pero la tolerará perfectaEmail: correo@portaldehipnosis.com * www.portaldehipnosis.com
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mente. Luego se hace una fuerte comprensión y se observa la expresión facial
del sujeto. Es importante no decirle que él no sentirá la comprensión pues el sentido del tacto se conserva mucho más que la sensibilidad dolorosa.
En el laboratorio de experimentación es corriente buscar
el fenómeno de levi-tación de
mano como prueba del estado
hipnótico, diciendo con voz suave al sujeto: “Mientras descansa... su mano se pone liviana..
muy liviana... pronto subirá en el
aire...cuanto más profundo es
su descanso tanto más subirá
su mano en el aire... está subiendo lentamente... etc., etc...”
No es válido como índice del
estado hipnótico un ascenso
rápido y deliberado de la mano, sino un levantamiento lento y pausado.
También se han utilizado pruebas ”desafiantes” por ejemplo, diciendo al
sujeto que trate de separar sus manos entre lazadas a la vez que se afirma de
modo categórico y autoritario que él no podrá hacerlo. Esta prueba, al obligar al
sujeto a realizar un esfuerzo incompatible con un estado hipnótico de cierta profundidad, puede causar la salida del estado hipnótico.
En el ambiente terapéutico estas pruebas no son necesarias ni adecuadas,
pues como dice Meares con mucha razón, “ellas tienen una cualidad dramática o
extravagante, con sabor a teatro de variedades y son capaces de alterar al paciente sensible, siendo inadecuadas para la práctica del consultorio”.
Hasta el momento hemos hablado solamente de los procedimientos que
aprovechan los condicionamientos para el estado hipnótico (derivados de las
actitudes cariñosas y comprensivas de los padres hacia sus hijos). Pero este
procedimiento no es aplicable a todo los sujetos. Hay una minoría de individuos
que entrar en un estado hipnótico mejor y más rápidamente con la ayuda de la
relación hipnótica impositiva (derivada de los condicionamientos para las actitudes severas y autoritarias de los progenitores). De acuerdo con nuestra experiencia, corresponden a este grupo los niños de seis a nueve años de edad, como
también los adultos que han crecido en un ambiente familiar que los sobreprotegía
sistemáticamente.
Para estos casos, la entrevista se conduce de una manera completamente
diferente de lo que se ha dicho con referencia al estado hipnótico positivo. En vez
de pedir, se exige, y en vez de persuadir, se dan órdenes, aunque estas exigenEmail: correo@portaldehipnosis.com * www.portaldehipnosis.com
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cias y estas órdenes deben ser graduadas de acuerdo con lo que el sujeto puede
aceptar.
Llevando la actitud autoritaria a un grado extremo, Woolman y Jacoby describen un procedimiento “en el cual el niño es tomado y empujado bruscamente
sobre una silla, con la orden “¡DUERME!”, con la cual se obtiene un estado hipnótico profundo.
También se puede recurrir a estímulos físicos, intensos y sorpresivos, como
en el histórico procedimiento de Charcot que iba al extremo de golpear un gong o
hacer explotar pólvora de algodón en la proximidad del sujeto.
Como ya se ha dicho el estado hipnótico impositivo o negativo puede pasar
con gran facilidad al positivo, y viceversa. Por lo cual se puede comenzar la inducción hipnótica en forma autoritaria, lo que determina un estado emocional
hipnótico negativo y luego pasar a la actitud persuasiva que conduce al estado
hipnótico positivo, o proceder a la inversa. Negativo no tiene una valoración, sino
que refiere a lo opuesto del método primeramente explicado o positivo.
Para terminar la sesión, decimos, por ejemplo, al sujeto: ”Posiblemente usted se ha relajado muy bien... y descansado muy bien... y se siente muy tranquilo... sin ninguna tensión... Daremos esta sesión por terminada.. hasta su próxima
visita..”
Normalmente la persona se levanta del sillón. Algunos se van en seguida,
otros se detienen a comentar sus impresiones. Pero hay casos muy raros (hemos tenido dos de ellos) de sujetos que, habiendo alcanzado un estado hipnótico
profundo, no quieren terminar la sesión y permanecer en el sillón o la camilla sin
querer levantarse. Al decírsele que la sesión está terminada y que se levante,
esta persona revela una expresión de capricho, semejante a la de un niño
negativista de tres años de edad (sabemos que se halla en estado retrogresivo ),
mueve la cabeza, frunce los labios y dice “¡No quiero!”
Le seguimos diciendo suavemente que ha estado descansando durante una media hora,
que este tiempo es suficiente,
que la otra sesión será más larga, y que levante. Nuevamente
sacude la cabeza y dice “¡No
quiero!” Si se tiene suficiente
tiempo, se le puede decir que
descanse cuanto quiera, y que
él mismo se levantará cuando
hacerlo. Generalmente no queEmail: correo@portaldehipnosis.com * www.portaldehipnosis.com
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da en este estado más de media hora. Pero si hay apuro, es inútil seguir hablando en forma persuasiva, pues ello solamente aumenta la terquedad del sujeto. En
estos casos es preferible cambiar la actitud de persuasiva a autoritaria, siendo
preferible hacerse una “transmisión de contralor hipnótico” a otro operador, quien
dirá con tono severo: “Comprendo que este estado es muy agradable, y que no
quiere salir de él, que le gusta desentenderse de las preocupaciones de la vida
diaria. Pero podrá lograr el mismo estado en la habitación contigua, donde hay
un sillón tan cómodo como éste, en el cual podrá continuar su estado de ablandamiento. Levántese y vaya a la otra pieza, si no lo hace, otra persona podrá ocupar
ese sillón.¡Levántese rápidamente!...¡Levántese...rápido..! ¡Más rápido!... Se le
trata como a un niño caprichoso.
Sin embargo, ahora pongo especial énfasis durante la sesión hipnótica que
se sentirá tan bien o mejor de cómo lo está en el estado hipnótico. Sucede que es
un estado tan agradable que es natural querer permanecer en él, especialmente
si la vida cotidiana se le presenta conflictiva. En estos casos preparo al sujeto a
saber enfrentar el día y continuar sintiéndose bien y seguro de sí mismo. La persona entonces saldrá de buena gana del estado hipnótico.
Muchos creen que la repetición de las inducciones hipnóticas hace que ésta
sean más rápidas y fáciles, lográndose estados hipnóticos más profundos en el
sujeto en cada nueva sesión. La práctica demuestra que tal noción es errónea,
salvo para el caso especial de un limitado grupo de personas “hipnófilas”(mediums).
Una vez que la persona se encuentra en estado de concentración profunda,
basta decir unas pocas veces las sugestiones para que estas queden en el subconsciente y se vayan cumpliendo. En mis grabaciones, por ejemplo, se ocupan
15 minutos en los procesos de inducción y desinducción, en instrucciones generales de bienestar y seguridad, y unos cuatro a seis minutos de sugestiones específicas. Las distribuyo a todo el mundo desde 1971 con excelentes resultados
con todo tipo de personas. Más detalles en www.portaldehipnosis.com
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Evaluación Módulo 18
1
¿Qué tipo de hipnosis es preferible, la positiva o la impositiva (negativa)? ¿Por qué?
2
¿Cuál es la diferencia entre una relajación profunda y la inducción a un
estado hipnótico empleando la relajación profunda?
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