SIGUIENDO EL CONSEJO DE DIOS Proverbios 1:1-15 Todos los seres humanos tenemos la responsabilidad constante de tomar decisiones. Hay decisiones sencillas que pueden ser intuitivas, es decir, que no requieren mucha meditación. Por ejemplo: lo que comeré, el color de la ropa con la que me vestiré, entre otras. Sin embargo, hay decisiones significativas y trascendentales, como la elección de mi cónyuge, la vocación que seguiré o mi elección por la vida eterna. Para las “elecciones sencillas” podremos contar con cierta libertad para elegir, mientras que para las decisiones complejas, será indispensable consultar el pensamiento del Señor a través de la Biblia, la oración y uno o varios mentores. El consejo de Dios es como una lámpara en medio del camino más oscuro y como manantial de agua en el árido desierto. David dijo: Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero. Salmo 119:105. Conozcamos algunos beneficios del consejo de Dios: NOS HACE SABIOS La sabiduría es la aplicación del consejo de Dios. Muchos afirman saber lo que es correcto, pero son pocos los que obran conforme a lo que saben. Una persona sabia no es necesariamente aquella que conoce casi de cualquier tema, sino aquella que es consciente que no lo sabe todo y por tanto, necesita la ayuda de Dios. Podríamos decir entonces, que la afirmación de salmón al decir que el principio de la sabiduría es el temor a Dios; es totalmente veraz. 1 Ese tipo de temor sugiere reverencia, respeto y demanda humildad de nosotros. El gran enemigo de la sabiduría es la terquedad/obstinación. La terquedad sostiene ésta premisa: lo que Dios, u otras personas piensen, no es tan importante como mi propia forma de pensar. Frente a esta constante entre los seres humanos, la Biblia responde: No seas sabio en tu propia opinión; más bien, teme al Señor y huye del mal. Proverbios 3:7. Meditemos: Cuándo debes tomar una decisión importante, ¿Consultas a Dios en oración y escuchas atentamente el consejo de otros? NOS GUARDA DEL MAL Invocar la protección divina y no ser sabios para actuar, lo único que logrará será tentar al Señor. La protección de Dios no solo viene por Su cuidado y respaldo, sino también, cuando abrimos nuestro corazón para atesorar Su consejo. Hay quienes dicen: “Señor, guárdame del mal”, pero una vez terminan su oración, ponen su vida en riesgo o se 2 involucran con la persona equivocada. Esto es tentar a Dios. También está escrito: “No pongas a prueba al Señor tu Dios” le contestó Jesús. Mateo 4:7. Cuando actuamos basados en el Consejo de Dios, estamos asegurando un futuro de paz y de bendición en cada área de nuestra vida. Nada es tan efectivo para ser guardados del mal, como aplicar la sabiduría de Dios en nuestro diario vivir. Pero el que me obedezca vivirá tranquilo, sosegado y sin temor del mal. Proverbios 1:33. NOS PROSPERA Con respecto a lo sabio del consejo de Dios, Salomón afirmó: Con la mano derecha ofrece larga vida; con la izquierda, honor y riquezas. Proverbios 3:16. El consejo de Dios nos guía a un futuro pleno y de bendición. Nos ayuda a ser buenos mayordomos de los recursos que el Señor nos encomienda, y a su vez, nos prepara para mayores bendiciones. 3 Por otro lado, la prosperidad Bíblica no se restringe exclusivamente a la posesión de riquezas. Tiene que ver también con tener una visión clara de la vida, una manera de pensar madura y un carácter digno de ser imitado. Jesús siguió creciendo en sabiduría y estatura, y cada vez más gozaba del favor de Dios y de toda la gente. Lucas 2:52. Aplicación 1. Confía más en el consejo y sabiduría de Dios, que en tu propia opinión. 2. Asegúrate que las decisiones trascendentales de tu vida, las estás tomando a la luz de la Palabra de Dios, la oración y el consejo de tus mentores. Para concluir la reunión Piensa diariamente en el lugar que ocupa el consejo de Dios en tu vida familiar y laboral. Pide al Señor sabiduría para enfrentar diariamente cada desafío de la vida.