0B1LLLA.01 31/3/08 21:26 Página 23 Evaluación 1 El sueco —¿En qué puedo servirle? —Quiero pasar —aseveró el sueco con voz temblorosa. Vacilé unos instantes, pero acabé franqueándole el paso, ya que se trataba de un cliente de mi hermana, autodenominado novio, por más señas, y no me convenía de modo alguno enemistarme con ella. Pensé que quizá quería discutir algún asunto de familia y que, siendo yo el varón, me consideraba el interlocutor idóneo para ello. Esta fineza, ya anacrónica, y algo en el aspecto del sueco me decían que estaba en presencia de un hombre de bien, y no menoscabó mi estima el hecho de que sacara un pistolón de la faltriquera y me encañonara con él al tiempo que se sentaba en la cama. Pero me dan miedo las armas, o no habría tomado mi carrera delictiva tan corto vuelo, y así se lo hice saber. —Veo, caballero —dije lentamente, con profusión de ademanes y procurando vocalizar bien para que la barrera del idioma no fuera óbice a nuestro entendimiento mutuo—, que algo le impulsó a desconfiar de mí: quizá el natural recelo que inspira mi facha, quizá un rumor de esos a cuya divulgación son dadas las malas lenguas. Sin embargo, puedo asegurarle por mi honor, el de mi hermana, sister, y el de nuestra santa madre, que Dios haya en su gloria, que no tiene usted nada que temer de mí. Soy perspicaz y, aunque no tenga el placer de conocerle salvo superficialmente, no he dejado de advertir que es usted hombre de principios, instruido, cabal y de buena cuna, a quien acaso reveses de fortuna han lanzado a una vida desasosegada en pos de más amplios horizontes, del olvido, incluso. Discusión en la noche, por Edward Hopper. Mi llaneza no parecía hacer mella en su obstinación. Seguía sentado en la cama, con los ojos clavados en mí y el rostro inexpresivo, perdidos sin duda sus pensamientos en quién sabe qué recuerdos dolorosos, qué visiones indescriptibles, qué melancolía. Eduardo MENDOZA El misterio de la cripta embrujada, Seix Barral 1. Resume el contenido del texto y reconoce los elemen- 6. Caracteriza los conceptos de lengua histórica y lengua tos de la comunicación que se establecen en él. Diferencia estos elementos de los del proceso externo de la comunicación que se constituye al leer el texto. funcional y pon ejemplos tomados del texto. Señala, además, los tipos de variedades que presenta cualquier lengua histórica. Lengua histórica Lengua funcional 2. ¿De qué tipo de texto se trata según su objetivo comu- 7. Escoge una palabra del fragmento y explica, a partir de nicativo? Señala otras clases posibles, atendiendo al mismo criterio de clasificación. ella, la noción de signo lingüístico. Signo lingüístico 3. ¿Qué intención comunicativa manifiesta el protagonista al proferir el largo parlamento que comienza con «Veo, caballero…»? 8. ¿Qué tipo de signo es, según la clasificación de Pierce, la palabra que has escogido en la actividad 7? Elige una de las opciones, justifica tu respuesta y explica la diferencia entre este tipo de signo y los otros dos. a) Símbolo. b) Icono. c) Índice. 4. Localiza en el fragmento de Eduardo Mendoza algunas menciones de signos visuales. 5. En el texto se hace referencia a signos no verbales. Copia las expresiones correspondientes y clasifícalas en un cuadro como este. 9. Reconoce las funciones del lenguaje presentes en el texto CÓDIGOS NO VERBALES Paralingüística y brinda ejemplos para las que no encuentres. 10. Redacta un texto en el que expliques las características de la facultad del lenguaje y de las lenguas humanas. No olvides cuidar la ortografía y la presentación de tu escrito. Cinésica Proxémica 23 1. La comunicación Soluciones de la evaluación 1. El narrador protagonista recibe la visita del sueco, quien inmediatamente le encañona con una pistola al tiempo que se sienta en la cama. Ante este gesto inesperado, el narrador reacciona con un discurso elogioso para su interlocutor, a través del cual intenta ganar su confianza. Sin embargo, el sueco, lejos de deponer su actitud, continúa firme, clavando fijamente su mirada inexpresiva en el protagonista y abstraído en unos pensamientos que este juzga tristes, melancólicos. Los elementos de la comunicación son : ÎProceso comunicativo externo Emisor: Eduardo Mendoza. Receptor: los lectores reales del texto, en este caso, nosotros. Mensaje: el fragmento que acabamos de leer, en que el narrador refiere lo sucedido durante la visita que recibió por parte del sueco. Y, en sentido amplio, la novela El misterio de la cripta embrujada. Código: código lingüístico escrito. Idioma español. Canal: papel en que está impreso el texto. Referente: el misterio al que alude el título de la novela y con el cual ambos personajes están vinculados. ÎProceso comunicativo interno Emisores: el personaje narrador y el sueco en su breve intervención hablada, en la segunda línea, y, a través de sus gestos y movimientos, en el resto del fragmento. Receptores: alternativamente, el sueco, cuando el personaje narrador se dirige a él, y el personaje-narrador, cuando se expresa el sueco. Mensaje: lo expresado por el texto, el temor que suscita el sueco en el protagonista y la reacción de este para ganar su confianza y neutralizar sus gestos amenazadores. Códigos: en el fragmento aparecen varios códigos: el idioma español en sus variedades escrita (testimonio del personaje como narrador) y hablada (intervenciones de los dos personajes en estilo directo); y los códigos paralingüístico, cinético y proxémico (detallados en la respuesta a la actividad 5). Canales: el aire, que transmite los sonidos pronunciados por los personajes en el diálogo; los cuerpos de los personajes, que emiten gestos; y el papel, en el caso del testimonio del personaje-narrador. Referente: el sueco y el episodio a que da lugar su visita. 2. De acuerdo con su intención comunicativa, de índole estética, se trata de un texto literario narrativo. Dependiendo de su objetivo comunicativo, otros tipos de textos posibles serían: Si la intención comunicativa es informativa, los textos pueden ser noticias periodísticas, textos científicos o de carácter humanístico. Si el objetivo comunicativo es preceptivo, se distinguen textos legales, judiciales o administrativos. Si la intención comunicativa es persuasiva, los textos pueden ser propagandísticos, publicitarios o ensayísticos. 3. La intención comunicativa del protagonista cuando emite el parlamento a que se hace referencia consiste en ganarse la confianza del sueco y, así, convencerle de que cambie de actitud y no le apunte con la pistola. 4. Se mencionan signos visuales en las siguientes frases: «Y algo en el aspecto del sueco me decía que estaba en presencia de un hombre de bien» (el aspecto físico del sueco tranquiliza al protagonista). «El hecho de que sacara un pistolón de la faltriquera y me encañonara con él al tiempo que se sentaba en la cama» (expresa el gesto de amenaza y a la vez la serenidad del sueco al encañonar al protagonista). «Con profusión de ademanes» (el protagonista expresa su mensaje verbal acompañado de abundantes gestos, que el sueco debe percibir como el empeño que aquel pone en ser comprendido). «El natural recelo que inspira mi facha» (el aspecto físico del protagonista inspira desconfianza, tal y como reconoce él mismo). 5. CÓDIGOS NO VERBALES Paralingüística «Con voz temblorosa» «dije lentamente» «procurando vocalizar bien» Cinética «Vacilé unos instantes, pero acabé franqueándole el paso» «con profusión de ademanes» «con los ojos clavados en mí y el rostro inexpresivo» «el hecho de que me sacara un pistolón de la faltriquera y me encañonara con él» Proxémica «Al tiempo que se sentaba en la cama» 6. Una lengua histórica es aquella que se ha constituido con el tiempo en una unidad ideal para todos sus hablantes y que es reconocida como tal, tanto por estos como por los hablantes de otras. Así, en el texto, la lengua histórica que se emplea es la castellana. Aparece, además, la palabra sister, que pertenece a otra lengua histórica: el inglés. Todas las lenguas históricas están constituidas por un conjunto de lenguas funcionales o variedades internas. Estas variedades dentro de una misma lengua histórica pueden ser de tres tipos, a cada uno de los cuales corresponde un sistema lingüístico concreto: Variedades diatópicas. Son las realizaciones que adopta una misma lengua histórica en diferentes zonas territoriales. En el texto el protagonista se expresa en la variedad septentrional del español peninsular. Variedades diastráticas. Se refieren a las diferencias de expresión observadas en los individuos a partir de diferencias socioculturales. Se manifiesta en los niveles de lengua o sociolectos, que pueden ser culto, común o vulgar. Por la forma de expresarse el protagonista, observamos que su dominio del idioma es notable, ya que se ciñe a la corrección sintáctica y a la propiedad léxica acordes con la norma, al tiempo que busca cierta originalidad expresiva que huye de la frase estereotipada. Emplea un nivel culto que denota el hecho de que ha recibido una educación más allá que primaria. Ejemplos de ello son expresiones tan precisas como franqueándole el paso», «el interlocutor idóneo», «esta fineza, ya algo anacrónica, no menoscabó mi estima», «profusión de ademanes», o «no fuera óbice», entre otras. Variedades diafásicas. Responden a la acomodación de un acto de habla a la situación comunicativa. Intuitivamente, el hablante selecciona rasgos que le parecen adecuados a la intención de su mensaje. En el texto de Mendoza podemos distinguir varios estilos o registros lingüísticos, que van desde los más elaborados y técnicos hasta los más informales. El protagonista se expresa en un nivel formal medio, más acusado cuando narra que cuando reproduce el mensaje que dirige a su interlocutor. En este caso, al tratarse de la variedad lingüística oral y pretender inspirarle confianza al sueco, el hablante —que no abandona el tono respetuoso y elevado ni el trato de usted— se permite el uso de alguna expresión más propia del registro familiar (así, «facha», «malas lenguas», «nuestra santa madre, que Dios haya en su gloria»). 7. RESPUESTA ORIENTATIVA. [Aquí tomamos como ejemplo la palabra melancolía. La palabra melancolía es un signo lingüístico porque se trata de una entidad que presenta dos caras: Significante, compuesto por unos fonemas que tienen una representación gráfica dada: m-e-l-a-n-c-o-l-í-a. Significado o imagen mental a que nos remite, que es «tristeza vaga, profunda, nacida de causas físicas o morales». El concepto de melancolía no está vinculado de forma natural, sino convencional o arbitraria, al significante m-e-l-a-n-c-o-l-í-a. Este es lineal, ya que como se pronuncia un sonido detrás de otro, constituye una secuencia temporal. En relación con la comunidad de hablantes, el signo es inmutable, ya que un individuo no puede modificarlo a su gusto y tener a la vez la certeza de que será entendido por su interlocutor. Sin embargo, con el tiempo, los signos pueden modificar su significado o incorporar otros nuevos. Así, en el pasado melancolía remitía a uno de los «humores o líquidos vitales del cuerpo humano», que se creía causaban un determinado estado de ánimo en el individuo; concretamente, significaba «bilis negra», es decir, «mal humor».] 8. RESPUESTA ORIENTATIVA. [La palabra elegida, melancolía, es un símbolo porque mantiene con su referente una relación convencional, no motivada. Los símbolos se diferencian de los iconos en que estos guardan cierta semejanza con el objeto al que hacen referencia, y de los índices en que estos mantienen una relación de contigüidad física o una relación causal con su referente.] 9. Las funciones del lenguaje que aparecen en el fragmento son las que siguen: Función referencial. Es la que predomina en el fragmento, ya que el protagonista nos transmite información acerca de unos hechos que le sucedieron y pretende hacerlo con objetividad, aportando razones que justifican sus reacciones e incorporando a su relato intervenciones en estilo directo que reproducirían, por lo tanto, literalmente sus palabras. Función expresiva. Esta función jalona todo el texto, pues como adopta la primera persona gramatical para referirse Las funciones que no aparecen en el texto a un episodio que él protagonizó, resulta son la función fática y la función metalinnormal que imprima en este sus propios güística. Resto, RESPUESTA ORIENTATIVA. [Un ejemplo de cada una de ellas sería: sentimientos y opiniones. La percibimos, por ejemplo, en estas expresiones: «Me Función fática. ¿Oiga, hay alguien? dan miedo las armas»; «puedo asegurarle Función metalingüística. La palabra […] que no tiene usted nada que temer de inglesa sister significa «hermana».] mí»; «Soy perspicaz y aunque no tenga el placer de conocerle […] no he dejado de 10. RESPUESTA LIBRE. [Deben tenerse en cuenta las advertir que es usted hombre de principáginas 9, 10 y 11 del Libro del alumno.] pios, instruido». 9 Función apelativa. Aparece en la primera intervención del protagonista: en la pregunta «¿En qué puedo servirle?». Función poética. Se observa en la mayor parte del fragmento debido a la elaboración con que este se presenta, que denota una intención estética. A pesar de que el sueco puede no entender al protagonista narrador (parece que ni siquiera le escucha), el protagonista manifiesta un interés especial en quedar como un hombre educado, culto y fino; es decir, quiere causar una buena impresión. Y ese afán prevalece en todo su testimonio.