REGRESANDO AL CAMPO, CAMINOS DE PROGRESO Y SOBERANÍA. El principal problema que afronta la sociedad colombiana, es la histórica y muy inequitativa distribución de la tierra, con un índice de ginni demasiado alto que ha dado cuenta de la usurpación violenta del bien más preciado de un estado, el territorio, a manos de mafias retrógradas particulares. Esto se ha sustentado a través de un trasfondo cultural en donde la iglesia católica ha reforzado un modelo medieval y latifundista que ha carcomido todas las relaciones sociales que se presentan en la provincia colombiana. Las principales consecuencias de lo anterior, son un deterioro cultural debido al desarraigo que se produce, perdiéndose el sentido de identidad y pertenencia por el territorio, y también se ha originado un caos en las grandes ciudades receptoras de la población desplazada generando un círculo vicioso de violencia política y otros variados tipos de violencia. El campo ha tenido un olvido histórico del estado colombiano, el cual solo hace presencia en épocas electorales, en una rapiña de corrupción y clientelismo que impide el desarrollo de procesos de progreso y de integración nacional. Por tanto el trato de la problemática de la tierra debe pasar por la superación cultural del modelo feudal y oscurantista que predomina en las provincias colombianas, en ese sentido quiero proponer humildemente algunos puntos concretos para el trabajo en la mesa de conversaciones. 1. La educación: Este es el principal mecanismo de desarrollo de cualquier sociedad, pero para lo anterior los estados deben ser generosos en asignación presupuestal. Solo si se desarrollan inmediatamente una decidida inversión acompañada de planes, programas y proyectos, podremos en un mediano plazo quitarle nuestros hijos a la violencia y a la mediocridad y forjar seres humanos que aporten a la construcción de una Colombia nueva. Algunas pistas son las siguientes: a. Fortalecer presupuestalmente las universidades de provincia, Unillanos, Universidad del Tolima, Universidad del Cauca, etc. b. Llevar la universidad hacia la provincia. Crear facultades, departamentos, extensiones, o nuevas universidades que tengan cobertura en todas las regiones y municipios de Colombia, y cuyas sedes se ubiquen en pequeñas ciudades o en municipios grandes. Esta presencia universitaria deberá enfocarse en las áreas agrícolas, agroforestales, educativas, ingenierías, de la salud, administración pública, medio ambiente. c. Facilitar a los bachilleres de provincia a través de un programa nacional de bienestar universitario el acceso a la educación superior, incentivando y promocionando el regreso a la provincia y al campo para la aplicación de lo aprendido. d. Crear un sólido programa de becas que premien a los mejores estudiantes de los colegios de todos los municipios de Colombia con estudios de pregrado en las mejores universidades de Colombia y en universidades del exterior en las áreas agrícolas, agroforestales, educativas, ingenierías, de la salud, administración pública, medio ambiente. e. Crear y fortalecer un programa de ligas deportivas con los mejores entrenadores nacionales y si es preciso traer extranjeros para desarrollar una verdadera política deportiva nacional en las más variadas disciplinas. Estas ligas se deberían consolidar primero en las zonas más afectadas por el conflicto social y armado. f. Fomento decidido a las TICs, impulsando el internet de alta velocidad con fines educativos en todos los hogares colombianos, y fortaleciendo la infraestructura de los colegios de los municipios colombianos. g. Fortalecimiento y promoción de las emisoras locales, comunitarias, regionales que fomenten el diálogo y la identidad cultural en las distintas regiones rurales en Colombia. 2. Infraestructura: Se deben garantizar las condiciones materiales que permitan el desarrollo del campo colombiano, en ese sentido se debe apuntar a las siguientes realidades. a. Infra-estructura vial: las carreteras colombianas están en un lamentable estado, las cosechas de productos agrícolas se pudren en el campo, pues no es rentable comerciarlas. Colombia está llena de trochas, y es una vergüenza mostrar las “vías” con que cuenta Colombia en pleno siglo 21. Esto es un factor de atraso y de corrupción. b. Puestos de salud: en muchos lugares de Colombia, recibir un servicio médico es un milagro, pues los puestos de salud más cercanos están a horas de camino. c. Maquinaria y herramientas. Se debe dotar al campesinado de los instrumentos que hagan más productiva la actividad agrícola y que faciliten la asociación de los pequeños y medianos campesinos en cooperativas. SUBSIDIAR LA PRODUCCIÓN. d. Capacitación técnica y tierra. Para toda la comunidad rural en general, pero principalmente para los campesinos que han tomado las armas en los distintos bandos de la confrontación, también para los campesinos que han sido desplazados y que hoy deambulan por las ciudades, para que los productos que da la tierra tengan un valor agregado y brinden un mejor bienestar a los productores. En ese sentido fomentar la microempresa agraria de productos derivados de frutales, de la caña, del café, lácteos, entre muchos otros. SUBSIDIAR LA PRODUCCIÓN. 3. Distribución de la tierra: Tal vez el punto más importante sin el cual sería difícil emprender los demás puntos gira en torno a crear los mecanismos para una redistribución de la tierra basada en criterios científicos, técnicos, ambientales y humanos: a. Crear una comisión multiestamentaria que den cuenta del actual uso del suelo en Colombia, un diagnóstico sobre las potencialidades del territorio colombiano versus su uso actual. b. Crear mecanismos legales que impidan la concentración del territorio en pocas personas. c. Desarrollar un plan de recuperación de tierras tanto para las comunidades menos favorecidas como para la creación de áreas de reservas naturales que respete ecosistemas cruciales como los páramos y los bosques alto-andinos así como otros. d. Reparar a las víctimas con las tierras expropiadas al latifundio ocioso. 4. Soberanía: Otro de los puntos cruciales es la presencia en el territorio colombiano de grandes multinacionales mineras que están causando graves desastres ambientales y sociales, pues mundialmente es conocido la manera violenta con que toman asiento estas grandes empresas en los países foráneos. En ese sentido se debe perfilar lo siguiente. a. Legislar para crear áreas de reserva ambiental y ecológica que impida la explotación comercial de esas zonas. b. Legislar para crear acuerdos más dignos y soberanos frente a las empresas transnacionales en la utilización de nuestros recursos. c. Expulsar a las empresas transnacionales que estén ligadas con la destrucción del medio ambiente, con el financiamiento de violaciones a los derechos humanos. 5. Garantías: El proceso de volver a la tierra, de reparación de las víctimas, se ve amenazado por poderosos y retardatarios elementos de poder que hacen que esto se vea como una utopía. Estos elementos de poder han trabajado durante años en connivencia con el estado colombiano, lo cual hace que al interior de las organizaciones y dentro de los campesinos exista un clima de justificada desconfianza. Algunas pistas. a. En las zonas de presencia insurgente, crear comisiones multilaterales que hagan veeduría del cumplimiento de los acuerdos agrarios y de desarrollo a que se lleguen. b. En las zonas de presencia de grupos y bandas criminales se necesita de la presencia de una fuerza internacional de paz, cascos azules por ejemplo, que realicen el acompañamiento a los campesinos que decidan volver a sus tierras y que garanticen el control territorial por parte de las comunidades y del estado colombiano. 6. Cultivos “ilícitos”. Muchas zonas de nuestra geografía se nutren de cultivos que han sido estigmatizados y que debido a esa estigmatización se ha criminalizado al campesino y se ha promovido el negocio del narcotráfico, cáncer que carcome y lumpeniza todos los estamentos de la sociedad colombiana y cuya solución recae principalmente en los países consumidores, pero a lo cual se le puede dar alternativas creativas que redunden en una mejor convivencia social. a. Legalizar y estatizar la producción de los cultivos de coca, amapola y canabis. Estos cultivos tienen un gran potencial medicinal el cual se puede aprovechar adecuadamente si el estado toma el control sobre ellos y sobre su comercialización a través por ejemplo de una empresa farmacéutica nacional, o de una industria de gaseosas y otro tipo de bebidas. Con medidas tan sencillas se desestimula el microtráfico y el narcotráfico. Obviamente, tratar este tema significa necesariamente relacionarlo con los otros puntos de la agenda de diálogos. Es imposible hablar sobre la tierra sin hablar de las garantías democráticas, por el momento este es mi humilde aporte a este interesante proceso que espero de todo corazón llegue a feliz término, entendiendo siempre que la paz es paz si tiene justicia social. Confío en la madurez de las partes, ya no estamos en los años treinta del siglo pasado y es necesario superar muchas tradiciones que aun permanecen enraizadas en los distintos estamentos del poder. Ojalá se escuche el clamor del pueblo colombiano que está cansado de tanta sangre y que quiere que sus hijos crezcan en una Colombia bella en todo sentido.