La participación de los trabajadores en las ganancias de la Empresa no es algo nuevo en nuestro país, de hecho el artículo 14 bis de la Constitución Nacional establece la participación en las ganancias de las empresas, respondiendo a un principio de justicia social, por el cual los trabajadores obtendrían como remuneración adicional un porcentaje de las utilidades logradas por la empresa. Esta participación en las ganancias, haría proyectar en el trabajador un interés personal en la producción y en general en los resultados de su labor, estimulando su rendimiento, concentración y lealtad, permitiéndole además gozar proporcionalmente de los frutos de su esfuerzo y dedicación. De hecho, el CCT 636/11 de la Industria del Neumático estableció en el año 2001 en su Artículo 26 “Bono Objetivos: Las partes acuerdan la implementación de un bono adicional remunerativo en pesos para el personal jornalizado, que se abonará mensualmente con la primera quincena del mes siguiente, de acuerdo al logro de objetivos preestablecidos, y a los valores efectivamente alcanzados en el cumplimiento del ticket mensual, el scrap total de cubiertas vulcanizadas y el ausentismo por todo concepto del personal jornalizado que se aplicará sobre el jornal diario percibido por cada trabajador, adicionando para su cálculo, las bonificaciones que correspondan al turno en que revista” y en su Artículo 28: “Participación de los trabajadores en las ganancias de la empresa: Las partes coinciden que, la garantía de crecimiento de la empresa se funda en la generación de utilidades y que el cumplimiento del objetivo económico requiere de la máxima colaboración de todos y cada uno de los trabajadores. Por tal motivo se establece a favor de todos los trabajadores de la empresa un bono extraordinario no remunerativo por el plazo de vigencia del presente convenio, de participación en las utilidades ordinarias netas de la empresa. Para la determinación del resultado anual, una vez aprobado el balance del ejercicio correspondiente, los trabajadores participan del treinta y tres por ciento (33%) del excedente de la ganancia neta ordinaria libre de impuestos que supere el seis por ciento (6%) de la facturación anual, otro treinta y tres por ciento (33%) será destinado al desarrollo del mercado y el otro treinta y tres por ciento (33%) se incorporará en equipos.”. De hecho en el año 2011 abonó bajo este concepto la suma de $ 3924.01 a cada trabajador (por la ganancia obtenida en 2010) Pero la transparencia y efectividad de la participación en las ganancias de las empresas, necesita del control obrero de la producción y colaboración en la dirección. Sin este control, y esta forma de co-gestión, el trabajador no tendría modo de verificar si la liquidación de haberes que le corresponde como participación de las utilidades, se ajusta a lo pactado. En la práctica son muy pocas las empresas (privadas o estatales), que han llegado a implementarlo. En caso de que la participación en las ganancias se aplique por ley en la Argentina, los abogados De Diego y Funes de Rioja han coincidido en que al establecerse por ley violaría el derecho de propiedad de las empresas y que “si no hay otra alternativa que instalarlo, que sea de forma gradual para asegurarle una ganancia al trabajador y un techo que proteja al empleador. Un impacto como éste hará que muchas empresas extranjeras repiensen su situación en la Argentina, que se replanteen cambiar de territorio". En Latinoamérica, la forma de implementación es dispar: México: La participación de las empresas (10%) y la forma de distribución están establecidas por ley. De ese porcentaje, la mitad se distribuye en relación a los salarios de los empleados, mientras que la otra mitad se reparte en forma equitativa entre todos los trabajadores. Los directores, gerentes y los sueldos más altos poseen un techo para el cobro de la participación. Este país es la guía internacional del diputado Héctor Recalde para aplicar la experiencia en la Argentina. Chile: Con una distribución proporcional al salario de los trabajadores, el sistema chileno establece "un máximo que busca restringir la participación de los trabajadores en aquellas empresas y sectores donde el lucro es muy alto". Perú: Comparte el tope de participación con el caso chileno. Venezuela: El sistema establece ganancias mínimas presuntas, es decir, la posibilidad de que el trabajador cobre algo a pesar de que no haya buenos resultados. Del mismo modo, se aplica un techo. Brasil: Se negocia entre las empresas y los trabajadores a través de comisiones o convenios colectivos. Elegí el tema ya que se está debatiendo desde hace algún tiempo en la Argentina, que se ha presentado un proyecto de ley que establece una normativa al respecto y que un gran número de Comisiones Internas de diferentes empresas están tratando de instalar en las mesas de diálogo a pesar de las distintas negativas por parte de la parte empresaria. El Texto en sí me pareció de un análisis profundo al respecto y un muestreo general sobre como se ha instalado en otros países del a región. El texto se encuentra publicado en la revista de CEPAL Nº 29 y pertenece a Andrés Marinakis - OIT y fue complementado con publicaciones de Diario el Cronista Comercial, con la Constitución Nacional de la Nación Argentina y el CCT 636/11 de SUTNA