LA EDUCACIÓN EN DERECHOS HUMANOS EN LA ENSEÑANZA FORMAL DENTRO DEL MARCO DE LA NORMATIVA INTERNACIONAL Andrés Muñoz Rico RESUMEN: En este artículo se analizan cuatro líneas básicas de acción que establece la normativa internacional en materia de Educación en DD HH dentro de la enseñanza formal. Las directrices que establecen los Organismos Internacionales son guías de acción para los Estados Miembros en sus políticas educativas e instrumentos para la puesta en práctica cotidiana en los centros escolares. INTRODUCCIÓN En los últimos años existe un doble movimiento de revalorización de los Derechos Humanos en los discursos y en las actuaciones en el ámbito internacional. Por un lado, como marco general de revitalización de éstos, destaca la progresiva incorporación de los los DD HH en la en las políticas de Cooperación al Desarrollo, en lo que ha venido en llamarse Enfoque Basado en Derechos Humanos (EBDH). Un hito importante, en un camino que empezó a labrarse a mediados de los años 80 con la Declaración del Derecho al Desarrollo1 y continuó con la creación del Índice de Desarrollo Humano o la formulación del concepto de Desarrollo Social2, entre otros. En segundo lugar, existe una tendencia en el ámbito educativo a prestar especial atención a la Educación en Derechos Humanos, en los distintos aspectos de las políticas nacionales y de su puesta en práctica. Este movimiento se ha visto reforzado por una serie actuaciones en el plano internacional, que han permitido la definición y concreción del concepto de Educación en Derechos Humanos y que se han convertido en referente para los Estados. Al mismo tiempo, estas guías de acción han servido como instrumentos de presión hacia los gobiernos, por parte de los actores implicados en la esfera de la enseñanza. Ambos movimientos, sin embargo, no suponen una conquista social plena, puesto que su aplicación no esta exenta de intereses creados y visiones contrapuestas sobre las relaciones internacionales y sobre la educación. Por ello, resulta pertinente realizar una revisón pormenorizada de una serie de aspectos que resultan cruciales dentro de la puesta en práctica de la Educación en Derechos Humanos en la enseñanza formal, haciendo uso de la “normativa internacional”. Para que sirva como elemento para el estudio y como instrumento de trabajo en la aplicación cotidiana en la escuela y en la reivindicación de una educación fundamentada y garante de los Derechos Humanos. 1 Adoptada por la Asamblea General en su Resolución 41/128, de 4 de diciembre de 1986. Donde se vincula expresamente el desarrollo económico y la defensa de los Derechos Humanos 2 Cumbre de Desarrollo Social de Copenhague, 1995. En el artículo 5 de la Declaración se afirma: “Compartimos el convencimiento de que el desarrollo social y la justicia social son indispensables para la consecución y el mantenimiento de la paz y la seguridad en nuestras naciones y entre ellas. A su vez, el desarrollo social y la justicia social no pueden alcanzarse si no hay paz y seguridad o si no se respetan todos los derechos humanos y las libertades fundamentales” La Educación en Derechos Humanos: cuatro líneas básicas de acción Existe una larga tradición en el ámbito de los Organismos Internacionales en resaltar la importancia de la Educación en Derechos Humanos dentro de la enseñanza formal. Este énfasis puede rastrearse en una serie de documentos, definidos en este artículo como “normativa internacional”, que se aprueban en el seno de las Naciones Unidas y el Consejo de Europa, y que tienen distinto carácter jurídico como instrumento legal – Tratados, Recomendaciones y Declaraciones – así como, los Programas y Planes Internacionales. Todos ellos actúan como referentes para los países que componen estos organismos y deben ser marcos que guíen la actuación de la política nacional dentro del ámbito educativo. La Educación en Derechos Humanos3 (EDH) puede definirse como “el conjunto de actividades de capacitación, difusión e información orientadas a crear una cultura universal en la esfera de los derechos humanos, actividades que se realizan transmitiendo conocimientos y moldeando actitudes, y cuya finalidad es”: a) Fortalecer el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales; b) Desarrollar plenamente la personalidad humana y el sentido de la dignidad del ser humano; c) Promover la comprensión, la tolerancia, la igualdad entre los sexos y la amistad entre todas las naciones, las poblaciones indígenas y los grupos raciales, nacionales, étnicos, religiosos y lingüísticos; d) Facilitar la participación efectiva de todas las personas en una sociedad libre; e) Intensificar las actividades de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas. Pero, a la hora de hablar de EDH resulta pertinente hacer mención al principal derecho que lo engloba, el Derecho a la Educación, ya que ambos conceptos estan intimamente relacionados. Tal y como quedó contemplado en la Declaración Universal de Derechos Humanos, “toda persona tiene derecho a la educación” 4 y : La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos; y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz. 3 Decenio de las Naciones Unidas para la educación en la esfera de los derechos humanos (1995-2004) y actividades de información pública en la esfera de los derechos humanos. Asamblea General de las Naciones Unidas. 1997 4 Declaración Universal de Derechos Humanos . Adoptada y proclamada por la Asamblea General en su resolución 217 A (III), de 10 de diciembre de 1948 . Artículo 26 De igual manera, la Convención sobre los Derechos del Niño5 reconoce el derecho a la educación y establece que: Los Estados Partes convienen en que la educación del niño deberá estar encaminada a: a) Desarrollar la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental y física del niño hasta el máximo de sus posibilidades; b) Inculcar al niño el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales y de los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas; c) Inculcar al niño el respeto de sus padres, de su propia identidad cultural, de su idioma y sus valores, de los valores nacionales del país en que vive, del país de que sea originario y de las civilizaciones distintas de la suya; d) Preparar al niño para asumir una vida responsable en una sociedad libre, con espíritu de comprensión, paz, tolerancia, igualdad de los sexos y amistad entre todos los pueblos, grupos étnicos, nacionales y religiosos y personas de origen indígena; e) Inculcar al niño el respeto del medio ambiente natural. De ambos instrumentos internacionales se desprende que la EDH es un derecho inalienable tanto de los menores como de los adultos, y que por tanto es obligación de los Estados incluirla en sus políticas educativas. Además, establece una definición integral de la educación, que incluye tanto los aspectos intelectuales y cognitivos, como los relacionados con la educación afectiva y emocional, así como el componente actitudinal y participativo, que que deben llevar al pleno desarrollo de la personalidad humana. Estas dos características principales tienen una especial incidencia en el desarrollo de los referentes normativos en materia de EDH. Así, su puesta en práctica puede concretarse en una serie de líneas de acción, que definen las respuestas que los sistemas educativos nacionales deben ofrecer en el ámbito de la educación formal. De este modo es posible realizar una revisión cronológica sobre la normativa internacional en materia de EDH, tal y como ha sido definida en este artículo, en torno a cuatro lineas básicas, complementarias entre sí y sin las cuales no puede hablarse plenamente de Educación en Derechos Humanos. 5 Convención sobre los Derechos del Niño. Adoptada y abierta a la firma y ratificación por la Asamblea General en su Resolución 44/25, de 20 de noviembre de 1989. Entrada en vigor: 2 de septiembre de 1990, de conformidad con el artículo 49. Artículo 29, punto 1 1. La EDH en el currículo de todos los niveles educativos obligatorios y postobligatorios Las Naciones Unidas ya en el año 1960 establecieron las bases sobre la inclusión de contenidos sobre DD HH en la enseñanza formal, en la Convención relativa a la lucha contra las discriminaciones en la esfera de la enseñanza6, donde los Estados Partes convenian: a) En que la educación debe tender al pleno desenvolvimiento de la personalidad humana y a reforzar el respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, y que debe fomentar la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos raciales o religiosos, y el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz; No seria hasta 1974, cuando la UNESCO desarrolló esta declaración de intenciones en una serie de recomendaciones7 en materia educativa en las que exhortaba a los paises miembros a que introdujesen este tipo de contenidos en los niveles de educación infantil, primaria, secundaria, universitaria y extraescolar (artículos 11, 24, 27, 29 y 30). En refuerzo de esta serie de medidas, la Declaración sobre la raza y los prejuicios raciales8 aprueba que: 2. En el marco de su competencia y de conformidad con sus disposiciones constitucionales, el Estado debería tomar todas las medidas adecuadas, incluso por vía legislativa, sobre todo en las esferas de la educación, la cultura y la información, con el fin de prevenir, prohibir y eliminar el racismo, la propaganda racista, la segregación racial y el apartheid, así como de fomentar la difusión de conocimientos y de los resultados de investigaciones pertinentes en materia de ciencias naturales y sociales sobre las causas y la prevención de los prejuicios raciales y de las actitudes racistas, teniendo debidamente en cuenta los principios formulados en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. 6 Convención relativa a la lucha contra las discriminaciones en la esfera de la enseñanza. Adoptada el 14 de diciembre de 1960 por la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Entrada en vigor: 22 de mayo de 1962, de conformidad con el artículo 14. Articulo 5 7 Recomendación sobre la Educación para la Comprensión, la Cooperación y la Paz Internacionales y la Educación relativa a los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales. Aprobada por la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación,la Ciencia y la Cultura, en su 18.ª reunión el 19 de noviembre de 1974. Artículo 2 8 Declaración sobre la raza y los prejuicios raciales. Proclamada por la Conferencia General de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, en su reunión 20º y adoptada el 27 de noviembre de 1978. Articulo 6 En la misma década, el Consejo de Europa adopta una Resolución9 en la que recomienda a los Estados Miembros: a. tomar todas las medidas apropiadas en el contexto de sus sistemas educativos para que la enseñanza de los derechos humanos y las libertades fundamentales encuentre un lugar adecuado en los programas de estudios y la formación, inicial y continua en todos los los niveles; b. invitar a las autoridades universitarias u otras autoridades competentes para fomentar la el estudio de la protección nacional e internacional de los derechos humanos en los planes de estudios de la educación obligatoria o facultativa en diversas disciplinas en la universidad; Esta misma decisión la mantendrá el Consejo de Europa, tres años más tarde en su Declaración respecto a la Intolerancia10. Ya en la década de los 90, tanto las Naciones Unidas como el Consejo de Europa ratificarán nuevamente sus posturas en esta linea. Así, la UNESCO elabora el Plan de Acción Integrado sobre la Educación para la Paz, los Derechos Humanos y la Democracia11 en donde mantiene que: 16. La introducción en los programas de estudios de todos los niveles de enseñanza, formal y no formal, de acciones educativas relativas a la paz, los derechos humanos y la democracia reviste una importancia fundamental. Simultaneamente, la ONU en su Decenio para la educación en materia de derechos humanos urge a los Estados Miembros a elaborar un Plan de Acción Nacional para la enseñanza en la esfera de los derechos humanos, el cual deberá contener “objetivos, estrategias y programas concretos para el mejoramiento de la educación en la esfera de los derechos humanos en las escuelas de párvulos, primarias y secundarias, las instituciones de enseñanza superior, escuelas profesionales, la capacitación de funcionarios públicos y la enseñanza no académica, incluso la información para el 9 Resolución (78) 41 del Consejo de Europa relativa a la Educación sobre los Derechos Humanos. Aprobada por el Comité de Ministros el 25 de octubre de 1978 en la 294 reunión 10 Declaración con respecto a la Intolerancia – Una Amenaza para la Democracia. Adoptada por el Comité de Ministros el 14 de mayo de 1981 en su 68 ª reunión. En concreto su artículo IV, párrafo iii 11 Plan de Acción Integrado sobre la Educación para la Paz, los Derechos Humanos y la Democracia. Aprobado por la Conferencia General de la UNESCO en su 28a reunión en noviembre de 1995. Además el artículo 35 hace mención expresa a la educación superior y los articulos 34-35 a la enseñanza no formal público en general”12. En el año 99, el Consejo de Europa para conmemorar su 50º aniversario insta a los Estados miembros a “hacer de la educación para la ciudadanía democrática basada en los derechos y las responsabilidades de los ciudadanos un componente esencial de todas las instituciones educativas” y establece un Programa con el que pretende “prestar asistencia a los Estados miembros en las reformas de los sistemas educativos y de formación (programa de estudios y desarrollo de libros de texto, la formación de docentes), a fin de incluir la educación para la ciudadanía democrática basada en los derechos de los ciudadanos y las responsabilidades en los programas en todos los niveles”13 Tres años más tarde, el mismo Consejo de Europa eleva una Recomendación en la que afirma que “la educación para la ciudadanía democrática abarca toda actividad educativa, formal, noformal o informal, incluida la de la familia, que permite a la persona actuar, a lo largo de toda su vida, como un ciudadano activo y responsable, respetuoso de los derechos de los demás”; y establece una serie de orientaciones generales14 para las políticas educativas de los estados: En la elaboración y la aplicación de las políticas de educación para la ciudadanía democrática, convendría adoptar una perspectiva de educación permanente y, a tal efecto, tener en cuenta lo siguiente: - todos los componentes y niveles del sistema educativo, es decir, la enseñanza primaria, secundaria (general y de formación profesional) y superior (universitaria y no universitaria), y la educación de adultos; - todos los instrumentos, instituciones y organizaciones de la educación no formal; - todas las oportunidades de colaboración informal en la educación para la ciudadanía democrática de las instituciones sociales, en particular la familia, y de las organizaciones, estructuras e instancias de la sociedad civil que tengan entre sus funciones la formación y la educación (aunque no sea su función principal). Con la finalidad de aprovechar y continuar el trabajo desarrollado durante el Decenio para la educación en materia de derechos humanos (1995 – 2004), las Naciones Unidas proclamaron en la Asamblea General del 10 de diciembre de 2004 el Programa Mundial para la educación en derechos humanos, con el objeto de promover la aplicación de programas de EDH en todos los sectores. Este Programa, compuesto por una serie de etapas, establece para la primera de ellas un Plan de Acción para la 12 Informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos sobre la aplicación del Plan de Acción para el Decenio de las Naciones Unidas para la Educación en laesfera de los Derechos Humanos. Presentado en la Asamblea General el 12 de diciembre de 1996. Artículo 58 13 Declaración y Programa sobre la Educación para la ciudadanía democrática, basada en los derechos y las responsabilidades de los ciudadanos .Adoptada por el Comité de Ministros el 7 de mayo de 1999 en su 104 º período de sesiones. Artículo 4.1.4 14 Recomendación (2002)12 del Comité de Ministros a los Estados miembros relativa a la educación para la ciudadanía democrática. Adoptada por el Comité de Ministros el 16 de octubre de 2002 en la 812ª reunión de los representantes de los Ministros. Anexo a la Recomendación Rec (2002)12. Apartado 1 educación en derechos humanos en los sistemas de enseñanza primaria y secundaria, durante los años 2005-2007, y posteriormente ampliado hasta 200915. Dentro de las medidas contempladas como elementos clave16 de las políticas para la incorporación de la educación en DD HH dentro del sistema de enseñanza, destaca: Incluir la educación en derechos humanos dentro de los planes de estudio: i) Asegurar que las políticas se basen en estudios realizados sobre educaciónen derechos humanos; ii) Incorporar en los planes de estudio nacionales generales y en la normativa educativa los valores, los conocimientos y las actitudes en materia de derechos humanos como destrezas y competencias básicas que complementen las destrezas y competencias de lectura, escritura y matemáticas; iii) Elaborar un plan de estudio nacional específico para la educación en derechos humanos en el que se definan los conceptos y los objetivos, así como los objetivos y los enfoques de la enseñanza y el aprendizaje; iv) Definir el estatus de la educación en derechos humanos dentro del plan de estudios conforme al nivel escolar y especificar quizás si ha de ser obligatoria u optativa y si se la considera una asignatura separada o interdisciplinaria (en cuyo caso se incluirá en todas las asignaturas del plan de estudios); v) Asegurar que la enseñanza y el aprendizaje de los derechos humanos sean componentes explícitos y plenamente desarrollados, en particular en la educación cívica, los estudios sociales y la historia; vi) Asegurar que la enseñanza y el aprendizaje de los derechos humanos sean componentes explícitos y plenamente desarrollados del plan de estudios de las escuelas (es decir, de los programas de ensenanza y aprendizaje elegidos por las escuelas); Para la inclusión de la EDH en niveles educativos superiores, hace falta esperar a la puesta en marcha de nuevas etapas de este Programa Mundial, así como a la evaluación de las estrategias nacionales de los estados miembros en esta primera etapa, en relación a la educación primaria y secundaria. 15 Resolución 6/24. Programa Mundial para la educación en derechos humanos. Consejo de Derechos Humanos. Aprobada en su 22ª sesión, el 28 de septiembre de 2007 16 Programa Mundial para la educación en derechos humanos. Plan de Acción de la primera etapa. Aprobado en la Resolución 59/113 B de la Asamblea General, el 14 de julio de 2005. Además, ver el Anexo Componentes de la educación en derechos humanos en los sistemas de enseñanza primaria y secundaria. Apartado A Politicas educativas. Artículo 5 2. La EDH en la formación inicial y continua del profesorado La inclusión de contenidos de EDH en la enseñanaza formal tiene como consecuencia lógica la formación del profesorado en esta materia. Así, la UNESCO en su Recomendación de 1974 dedica el capítulo VII a la Preparación de los educadores17, en donde emplaza a que : 33. Los Estados Miembros deberían mejorar constantemente sus medios y procedimientos para preparar y habilitar a los educadores y a otras categorías de personal de educación a desempeñar su papel en el logro de los objetivos de la presente Recomendación y deberían, con ese fin: a) inculcar a los educadores las motivaciones de su acción ulterior: adhesión a la ética de los derechos humanos y al objetivo de cambiar la sociedad a fin de lograr la aplicación práctica de los derechos humanos; comprensión de la unidad fundamental de la humanidad; capacidad para inculcar el aprecio de las riquezas que la diversidad de las culturas puede brindar a cada persona, grupo o nación; b) ofrecer un conocimiento interdisciplinario básico de los problemas mundiales y de los problemas de la cooperación internacional gracias, entre otros medios, a un trabajo dedicado a la solución de esos problemas; c) preparar a los educadores para que participen activamente en la elaboración de programas de educación para la comprensión internacional y de material y equipo de enseñanza, teniendo en cuenta las aspiraciones de los educandos y en estrecha colaboración con ellos; d) realizar experimentos sobre el empleo de métodos activos de educación y formación en técnicas por lo menos elementales de evaluación, aplicables en especial a la conducta y a las actitudes sociales de los niños, los adolescentes y los adultos; e) desarrollar aptitudes y competencias tales como el deseo y la capacidad de hacer innovaciones en materia de educación y de seguir perfeccionando la propia formación; práctica del trabajo en equipo y del estudio interdisciplinario; conocimiento de la dinámica de los grupos, y arte de suscitar oportunidades favorables y de servirse de ellas; f) facilitar el estudio de experiencias de educación para la comprensión internacional y en especial de experiencias innovadoras realizadas en otros países y proporcionar a los interesados, en toda la medida de lo posible, ocasiones de ponerse directamente en relación con educadores extranjeros. 17 Ver Nota 7. Capítulo VII Preparación de los educadores. Incluye articulos del 33 al 37 Cuatro años más tarde, la misma institución en la Declaración sobre la raza y los prejuicios raciales18 afirma que “el Estado, de conformidad con sus principios y procedimientos constitucionales, así como todas las autoridades competentes y todo el cuerpo docente, tienen la responsabilidad de procurar que los recursos en materia de educación de todos los países se utilicen para combatir el racismo…; asegurando la formación del personal docente con esos fines”. Por otro lado, el Consejo de Europa no realiza aportaciones concretas en esta materia ni en su Resolución de 1978 ni en la Declaración respecto a la Intolerancia 19 de 1981. Serán las Naciones Unidas las que retomen la custión de la formación del profesorado en DD HH, ya en la década de los 90. Primero en el Plan de Acción Integrado sobre la Educación para la Paz, los Derechos Humanos y la Democracia 20 de la UNESCO: 23. La formación del personal en todos los niveles del sistema educativo: docentes, planificadores, administradores, formadores de docentes, deben comprender la educación para la paz, los derechos humanos y la democracia. Esta formación inicial y permanente y la readaptación profesional requieren la creación y aplicación in situ de metodologías, así como la observación de experiencias y la evaluación de sus resultados. Para realizar con éxito sus tareas, los centros de enseñanza, las escuelas normales y los encargados de programas de educación no formal deben procurar obtener la ayuda de personas con experiencia en los campos de la paz, los derechos humanos y la democracia (políticos, juristas, sociólogos y psicólogos) y de las ONG’s especializadas en derechos humanos. Además, la pedagogía y la propia práctica de los intercambios deberían formar parte de los programas de formación de todos los docentes. Y en segundo lugar, en el Decenio para la educación en materia de derechos humanos, en el cual se destaca la capacitación profesional de los docentes en esta materia como uno de los principos rectores de la labor educativa21 en la elaboración de los Planes Nacionales de Acción para la Educación en la esfera de los Derechos Humanos. Paralelamente, el Consejo de Europa en su Declaración y Programa sobre la Educación para la ciudadanía democrática apuesta por la formación del profesorado en DD HH, como parte de los mencionados planes nacionales22. Y es en la Recomendación Rec (2002) 12 que adopta y presenta el Comité de Ministros a los 18 19 20 Ver Nota 8. Artículo 5, párrafo 2 Ver Notas 9 y 10. Ello se debe a al carácter genérico de los aspectos tratados en estos documentos. Ver Nota 11. Artículo 23. 21 Directrices para la elaboración de planes nacionales de acción para la educación en la esfera de los derechos humanos. Presentado en la Asamblea General el 20 de noviembre de 1997. Epígrafe II Principios Rectores de un Plan Nacional de Acción parala educación en la esfera de los derechos humanos. Articulo 19, párrafo f. 22 Ver Nota 13. Artículos 4.1.2 y 4.1.4 Estados miembros, donde se detalla las especificaciones que debe reunir esta formación inicial y continua para profesores y formadores23: Cualquier acción educativa requiere la preparación inicial y continua de profesores y formadores. La realización de los objetivos específicos de la educación para la ciudadanía democrática presupone la movilización de agentes (profesores, formadores, consejeros, mediadores, etc.), cuyos papeles y funciones varían según que las acciones se realicen en el sistema formal o no formal, o en contextos informales. Sin descuidar los aspectos específicos de estos diferentes papeles y funciones, conviene poner a disposición los recursos y los métodos que permitan a todos los agentes educativos adquirir: - una comprensión de las dimensiones política, jurídica, social y cultural de la ciudadanía; - las competencias esenciales mencionadas anteriormente; - la capacidad para trabajar en un ambiente interdisciplinar y en equipos pedagógicos; - un dominio de la pedagogía de proyecto y la pedagogía intercultural, así como de métodos de evaluación relacionados específicamente con la educación para la ciudadanía democrática; - la capacidad de establecer las relaciones necesarias con el entorno social de la institución educativa; - la conciencia de la necesidad de formación continua. Para asegurar la adquisición cualificaciones, sería deseable: de estas competencias y - establecer programas de estudios específicos sobre la educación para la ciudadanía democrática en el marco de la creación o la reforma de los sistemas de formación inicial y continua de los profesores; - incluir la sensibilización sobre los principios, los objetivos y los métodos de la educación para la ciudadanía democrática, descritos en la presente Recomendación, en los programas de formación inicial y continua de los profesores de todas las disciplinas y asignaturas; - poner a disposición los materiales pedagógicos de apoyo, en particular en las instituciones formales de formación de profesores; - fomentar el desarrollo de centros de recursos y asesoramiento metodológicos y pedagógicos abiertos a todos los agentes implicados en la educación para la ciudadanía democrática; - reconocer el papel y el estatuto de los agentes que trabajan en contextos no formales e informales. 23 Ver Nota 14. Anexo a la Recomendación Rec (2002)12. Apartado 4. Formación inicial y continua para profesores y formadores Por último, el Programa Mundial para la educación en derechos humanos de la ONU entiende que los profesores son los principales responsables del currículo y que desempeñan una función clave en la comunidad escolar para lograr su inclusión. Para ello, presenta una serie de elementos y enfoques 24, entre los que destaca: a) Elaborar planes de estudio para la capacitación en materia de educación en derechos humanos que incluyan los siguientes elementos: i) Los conocimientos de los derechos humanos, en particular de su universalidad, indivisibilidad e interdependencia, y de sus mecanismos de protección; ii) Las teorías de la educación en que se basa la educación en derechos humanos, en particular los vínculos entre la educación escolar, extraescolar e informal; iii) Los vínculos entre la educación en derechos humanos y otros tipos de educación similares (como la educación en favor del desarrollo sostenible, la educación en favor de la paz, la educación sobre cuestiones de alcance mundial, la educación multicultural, y la educación cívica y la enseñanza de los valores); iv) Los objetivos de aprendizaje de la educación en derechos humanos, en particular las destrezas y competencias en la educación en derechos humanos; v) Los métodos de enseñanza y aprendizaje de la educación en derechos humanos y la función de los profesores en la educación en derechos humanos; vi) Las destrezas sociales y los estilos de gestión de los profesores y demás personal docente que sean democráticos y compatibles con los derechos humanos; vii) Los derechos y las responsabilidades de los profesores y los estudiantes y su participación en la vida escolar, la determinación de abusos de los derechos humanos y la adopción de medidas para evitarlos; viii) La escuela como una comunidad basada en los derechos humanos; ix) Las relaciones dentro del aula y entre el aula, la escuela y la comunidad en general; x) Los métodos de colaboración y el trabajo en equipo en el aula y en la escuela; xi) La evaluación de la educación en derechos humanos; xii) La información sobre los recursos didácticos existentes para la educación en derechos humanos y la capacidad para revisarlos y elegir entre ellos, así como para elaborar otros nuevos; 24 Ver Nota 16. Anexo Componentes de la educación en derechos humanos en los sistemas de enseñanza primaria y secundaria. Apartado E Educación y perfeccionamiento profesional de los profesores y del resto del personal docente. Artículo 27 xiii) La autoevaluación de la escuela y la planificación del desarrollo sobre la base de los principios de los derechos humanos; Como puede apreciarse, existe un alto nivel de concreción en las directrices que presentan las Naciones Unidas y el Consejo de Europa en referencia a la formación del profesorado. Unas indicaciones que los Estados Miembros deben integrar dentro de sus políticas nacionales, tanto en los planes de estudio de las carreras que conducen a la función docente, como en los programas de formación continua del profesorado. 3. La EDH en la metodología docente y los materiales educativos De igual manera que sucede con la formación del profesorado, la implantación de la EDH en el currículum de los distintos niveles impone la creación de materiales educativos y la adopción de nuevas metodologias para su impartición. Tanto las Naciones Unidas como el Consejo de Europa han ido realizando recomendaciones en esta línea. La ya citada Recomendación25 de la UNESCO de 1974 aporta las primeras directrices en estos dos aspectos. En lo referente a la metodología: 12. Los Estados Miembros deberían incitar a los educadores a poner en práctica, en colaboración con los alumnos, los padres, las organizaciones interesadas y la comunidad, métodos que, apelando a la imaginación creadora de los niños y de los adolescentes y a sus actividades sociales, preparen a éstos a ejercer sus derechos y gozar de sus libertades, sin dejar de reconocer y respetar los derechos de los demás, y a cumplir sus funciones en la sociedad 13. Los Estados Miembros deberían promover, en cada etapa de la educación, un aprendizaje cívico activo que permita a cada persona conocer el funcionamiento y la obra de las instituciones públicas, tanto locales y nacionales como internacionales, iniciarse en los procedimientos apropiados para resolver cuestiones fundamentales y participar en la vida cultural de la comunidad y en los asuntos públicos. Esta participación deberá establecer, siempre que sea posible, un vínculo cada vez más estrecho entre la educación y la acción para resolver los problemas que se plantean en los niveles local, nacional e internacional 14. La educación debería incluir el análisis crítico de los factores históricos y actuales de carácter económico y político que están en la base de las contradicciones y tensiones entre los países, así como el estudio de los medios para superar dichas contradicciones que son las que realmente impiden la comprensión y la verdadera cooperación internacional y el desarrollo de la paz mundial 25 Ver Nota 7. Artículos 12-15 y 38-39 15. La educación debería enfatizar cuáles son los verdaderos intereses de los pueblos y su incompatibilidad con los intereses de los grupos monopólicos de poder económico y político que practican la explotación y fomentan la guerra Y en relación a los libros de texto, señala que: 38. Los Estados Miembros deberían intensificar sus esfuerzos para facilitar la renovación, la producción, la difusión y el intercambio de material y equipo de educación para la comprensión internacional, teniendo especialmente en cuenta el hecho de que en muchos países los alumnos y estudiantes adquieren casi todos sus conocimientos acerca de los asuntos internacionales merced a los medios de información al margen de la escuela. En atención a las necesidades expresadas por cuantos se interesan por la educación para la comprensión internacional, los esfuerzos deberían aplicarse a remediar la escasez de auxiliares educativos y a mejorar su calidad. La acción debería seguir las siguientes orientaciones (…) 39. Los Estados Miembros deberían favorecer las medidas adecuadas a fin de evitar que los medios de enseñanza, especialmente los libros de texto contengan elementos que puedan suscitar incomprensión, desconfianza, reacciones de racismo, desprecio u odio frente a otros grupos y pueblos. El material de enseñanza debería proporcionar una amplia base de conocimientos que permita a los estudiantes evaluar las informaciones y las ideas difundidas merced a los grandes medios de información y que parezcan contradecir los objetivos de la presente Recomendación Por otro lado, la Declaración sobre la raza y los prejuicios raciales 26 hace hincapié sobre la lucha contra la discriminación social fundamentada en cuestiones étnicas en los libros de texto, al resaltar que: 1. La cultura, obra de todos los seres humanos y patrimonio común de la humanidad, y la educación, en el sentido más amplio de la palabra, proporcionan a los hombres y a las mujeres medios cada vez más eficaces de adaptación, que no sólo les permiten afirmar que nacen iguales en dignidad y derechos, sino también reconocer que deben respetar el derecho de todos los grupos humanos a la identidad cultural y al desarrollo de su propia vida cultural en el marco nacional e internacional, en la inteligencia de que corresponde a cada grupo el decidir con toda libertad si desea mantener y, llegado el caso, adaptar o enriquecer los valores que considere esenciales para su identidad. 2. El Estado, de conformidad con sus principios y procedimientos constitucionales, así como todas las autoridades competentes y todo el cuerpo docente, tienen la responsabilidad de procurar que los recursos en materia de educación de todos los países se utilicen para combatir el racismo, en particular haciendo que los programas 26 Ver Nota 8. Artúculo 5. Párrafos 1 y 2 y los libros de texto den cabida a nociones científicas y éticas sobre la unidad y la diversidad humanas y estén exentos de distinciones odiosas respecto de algún pueblo; asegurando la formación del personal docente con esos fines; poniendo los recursos del sistema escolar a disposición de todos los grupos de población sin restricción ni discriminación alguna de carácter racial y tomando las medidas adecuadas para remediar las restricciones impuestas a determinados grupos raciales o étnicos en lo que respecta al nivel de educación y al nivel de vida y con el fin de evitar en particular que sean transmitidas a los niños. Habrá que esperar dos décadas para que las Naciones Unidas vuelvan a pronunciarse sobre esta materia. Fruto del Congreso Internacional sobre la educación para los derechos humanos y la democracia organizado en Montreal y de la Conferencia Mundial sobre los Derechos Humanos celebrada en Viena, ambos en 1993, surge el Plan de Acción Integrado sobre la Educación para la Paz, los Derechos Humanos y la Democracia. En dicho documento se dedica un apartado a los materiales y recursos pedagógicos, en el que se mantiene que: 18. Todos los agentes de la labor educativa han de poder disponer de materiales y recursos pedagógicos adecuados. A este respecto, es menester efectuar las revisiones necesarias de los manuales a fin de eliminar los tópicos negativos y las imágenes deformadas del "otro". Podría alentarse la cooperación internacional para la producción de manuales. Siempre que se preparen nuevos materiales pedagógicos, libros de texto u otros, deben tomarse debidamente en cuenta las situaciones nuevas. Los manuales deben presentar diferentes perspectivas sobre un tema determinado y reflejar claramente el contexto nacional o cultural al que se refieren. Su contenido se debe fundar en conclusiones científicas. Convendría que los documentos de la UNESCO y otros organismos del sistema de las Naciones Unidas fueran difundidos y utilizados ampliamente en los establecimientos escolares, sobre todo en los países donde la producción de materiales didácticos resulta lenta a causa de dificultades económicas. Las tecnologías de enseñanza a distancia y el conjunto de los medios modernos de comunicación deben ponerse al servicio de la educación para la paz, los derechos humanos y la democracia. Dos años más tarde, el Decenio para la educación en materia de derechos humanos establecia como uno de los cinco objetivos del Plan de Acción “la preparación de material didáctico”27. En relación a la metodología docente, en el Informe de Evaluación de dicho Decenio, se destaca como uno de los fallos y asuntos pendientes28: 27 28 Ver Nota 21. Artículo 3. Párrafo c Decenio de las Naciones Unidas para la educación en la esfera de los derechos humanos (1995-2004): Informe sobre los logros y los fallos registrados en el Decenio y sobre las futuras actividades de las Naciones Unidas en esta esfera. Presentado en el Consejo Económico y Social el 26 de febrero de 2004. Apartado B Fallos y asuntos pendientes. Párrafo 25 Una cuestión pendiente a la que se debería dedicar más atención es el problema de las metodologías adecuadas para la educación en la esfera de los derechos humanos, y en particular el modo de fomentar el aprendizaje de los derechos humanos desde la vida cotidiana de las personas. Esto también se subraya en relación con el sistema escolar, ya que en algunos países la educación oficial se basa tradicionalmente en los conocimientos y ese planteamiento no lleva por sí solo a los cambios de actitud que se persiguen con la educación en la esfera de los derechos humanos. Por consiguiente, algunos gobiernos destacaban la necesidad de investigar en relación con las metodologías educativas, los instrumentos de evaluación y el examen de las repercusiones. El Consejo de Europa también esperará hasta la decada de los 90 para introducir directrices en torno al material y la metodología pedagógica sobre la EDH. Así, es una cuestion clave en la Declaración y Programa sobre la Educación para la ciudadanía democrática “el desarrollo de una ciudadanía activa a través de diferentes métodos innovadores de participación activa y el aprendizaje en una perspectiva de aprendizaje permanente”29. Para su consecución, el Consejo de Europa establece en su Recomendación de 2002 los siguientes métodos de educación para la ciudadanía democrática30: La adquisición de los conocimientos, actitudes, valores y competencias esenciales, descritos anteriormente, no puede ser real y efectiva sin el recurso a métodos y enfoques pedagógicos diversificados en un entorno democrático. Dicha adquisición debe ser incentivada: - mediante la participación activa de los alumnos, los estudiantes, el personal educativo y los padres en la gestión democrática del lugar de aprendizaje, en particular, las instituciones educativas; - promoviendo la ética democrática en los métodos pedagógicos y las relaciones creadas en un contexto de aprendizaje; - promoviendo los métodos centrados en el alumno, incluida la pedagogía de proyectos basada en la adopción de un objetivo concertado y compartido y su realización colectiva, independientemente de que dichos proyectos se definan a nivel de aula, escuela, comunidad local, regional, nacional, europea o internacional, o a nivel de las diversas organizaciones de la sociedad civil implicadas en la educación para la ciudadanía democrática (organizaciones no gubernamentales, empresas, organizaciones profesionales); - promoviendo la investigación, el estudio personal y la iniciativa; - adoptando un enfoque pedagógico que asocie estrechamente la teoría y la práctica; 29 30 Ver Nota 13. Apartado 3 Cuestiones clave. Artículo 3.5 Ver Nota 14. Apartado 3 Métodos de educación para la ciudadanía democrática - implicando a los alumnos en la evaluación individual y colectiva de su formación, en particular en el marco de la pedagogía de proyectos mencionada anteriormente; - fomentando los intercambios, los encuentros y las asociaciones entre alumnos, estudiantes y profesores de diferentes escuelas, a fin de mejorar la comprensión mutua entre los individuos; - promoviendo y reforzando los enfoques y métodos educativos y de sensibilización en toda la sociedad y, en particular, entre los alumnos y los estudiantes, que favorezcan un clima de tolerancia y el respeto de la diversidad cultural y religiosa; - aproximando la educación formal, no formal e informal; - creando asociaciones cívicas entre la escuela y la familia, la comunidad, el mundo del trabajo y los medios de comunicación. Más recientemente, las Naciones Unidas en su Plan de Acción del Programa Mundial para la educación en derechos humanos realizan una serie de recomendaciones sobre la metodología docente31 en la EDH, concretamente: En relación con las prácticas y los métodos de enseñanza y aprendizaje: i) Adoptar un estilo de enseñanza que sea compatible con los derechos humanos, respete la dignidad de cada estudiante y ofrezca igualdad de oportunidades a todos ellos; ii) Crear en el aula y en la comunidad escolar un entorno que atraiga a los niños, fomente la confianza y sea seguro y democrático; iii) Adoptar métodos y enfoques centrados en los educandos, que potencien a éstos y les animen a participar activamente y cooperar en el aprendizaje, al tiempo que fomenten la solidaridad, la creatividad y la autoestima; iv) Adoptar métodos adecuados al nivel de desarrollo, la capacidad y los estilos de aprendizaje del estudiante; v) Adoptar métodos de aprendizaje basados en la experiencia mediante los cuales los estudiantes puedan aprender los derechos humanos en forma práctica; vi) Adoptar métodos de enseñanza basados en la experiencia en que el profesor ejerza las funciones de facilitador, guía y consejero del aprendizaje; vii) Utilizar las práticas recomendadas para las actividades de aprendizaje extraeescolar e informal, los recursos y los métodos de las organizaciones no gubernamentales y la comunidad; 31 Ver Nota 16. Anexo Componentes de la educación en derechos humanos en los sistemas de enseñanza primaria y secundaria. Apartado D Enseñanza y aprendizaje. Artículo 19. Párrafo b De igual manera, aporta una serie de directrices sobre los libros de texto 32: En relación con los materiales para la enseñanza y el aprendizaje: i) Asegurar que los materiales para la educación en derechos humanos se basen en los principios de los derechos humanos enraizados en los contextos culturales pertinentes y en los acontecimientos históricos y sociales; ii) Promover la compilación, el intercambio, la traducción y la adaptación de materiales para la educación en derechos humanos; iii) Examinar y revisar los libros de texto y otros materiales didácticos de todo el plan de estudios para que sean compatibles con los principios de los derechos humanos; iv) Apoyar la creación de diversos materiales y recursos educativos, como guías del profesor, manuales, libros de texto, historietas cómicas y materiales de apoyo audiovisuales y artísticos, que sean compatibles con los principios de los derechos humanos y promuevan la participación activa en los enfoques de la enseñanza y el aprendizaje mencionados; v) Distribuir materiales para la educación en derechos humanos en un número suficiente y en los idiomas apropiados (en los países multilingües habrá que hacer un estudio amplio de la diversidad lingüística en las escuelas a fin de elaborar materiales en los idiomas más difundidos) y capacitar al personal pertinente sobre cómo utilizar esos materiales; vi) Asegurar que esos recursos se ajustan a los principios de los derechos humanos y guardan relación con situaciones de la vida real encomendando su revisión a un equipo nacional de especialistas antes de la publicación; vii) Facilitar la publicación y la difusión amplia de una variedad de recursos didácticos como los que producen las organizaciones no gubernamentales, y permitir el acceso generalizado a ellos; La elaboración de materiales de enseñanza y la aplicación de metodologias docentes acordes con la EDH suponen la adopción de medidas que revisten diversa complejidad. Si bien la elaboración de libros de textos puede llevarse a cabo en estadios tempranos de la incorporación de esta materia en el curiculum de la enseñanza formal, la adopción de métodos de trabajo en el aula específicos y su posible extensión al resto de asignaturas parece más complejo. No obstante, no sólo es obligación de los Estados promover la creación de materiales sobre Derechos Humanos, sino también la supervisión de los que se elaboran, para velar sobre su ajuste a los objetivos de la normativa internacional y a los principios de la Declaración Universal. 32 Ver Nota 16. Anexo Componentes de la educación en derechos humanos en los sistemas de enseñanza primaria y secundaria. Apartado D Enseñanza y aprendizaje. Artículo 19. Párrafo c 4. La EDH en la gestión y participación en los centros escolares A diferencia de la formación del profesorado, de la elaboración de materiales educativos y de la adopción de metodología docente, la incorporación de la EDH en la gestión y participación en las escuelas supone cambios estructurales de mayor calado en las políticas educativas nacionales. La normativa internacional también incorpora orientaciones en esta línea. Los primeros aportes en esta dirección pueden encontrarse en la Recomendación 33 de la UNESCO de 1974, donde además de los señalado en los articulos 12 y 13, citados en el apartado anterior, se destaca que: 16. La participación de los estudiantes en la organización de los estudios y de la empresa educativa a la que asisten debería considerarse en sí como un factor de educación cívica y un elemento principal de la educación para la comprensión internacional. Sin embargo, no es hasta la década de los 90 cuando las Naciones Unidas vuelvan a realizar recomendaciones sobre esta materia. La UNESCO en su Plan de Acción Integrado de 1995, apunta a que las estrategias relativas a la educación para la paz, los derechos humanos y la democracia 34 deben: Comprender modos de gestión y administración, coordinación y evaluación que concedan mayor autonomía a los establecimientos de enseñanza, para que puedan elaborar formas específicas de acción y de articulación con la comunidad local, fomentar las innovaciones y favorecer una participación activa y democrática de todos los actores en la vida del establecimiento. Para ello, establece que las póliticas y lineas de acción35 deben tener en cuenta que: 20. Las propuestas de cambio educativo tienen naturalmente su lugar en el establecimiento de enseñanza y en el aula. Los métodos didácticos y pedagógicos, las modalidades de acción y las orientaciones institucionales deben lograr que la paz, los derechos humanos y la democracia se conviertan a la vez en una práctica cotidiana y en algo que se aprende. Por lo que respecta a los métodos, conviene fomentar la utilización de los métodos activos, las tareas en grupo, la discusión sobre cuestiones morales y la 33 Ver Nota 7. Artículo 16. 34 Ver Nota 11. Artículo 14. Parrafo e. Además resulta interesante ver los artículos del 7 al 10 sobre las Finalidades de una educación para la paz, los derechos humanos y la democracia. 35 Ver Nota 11. Artículo 20. enseñanza personalizada. En cuanto a las orientaciones institucionales, ha de fomentarse, gracias a modalidades eficaces de organización y participación, la aplicación de una gestión escolar democrática, en la que tomen parte docentes, alumnos, padres y la comunidad local en su conjunto. En este mismo sentido, las Naciones Unidas establecen una serie de principios rectores36 para los Planes Nacionales de Acción, dentro del Decenio para la educación en materia de derechos humanos, en los que se destaca que: 16. La educación en la esfera de los derechos humanos y en pro de esos derechos constituye un derecho humano fundamental. Los gobiernos deberán formular planes nacionales orientados a los siguientes fines: d) Reconocer la importancia que reviste la enseñanza de los derechos humanos para el fomento de la democracia, el desarrollo sostenible, el imperio de la ley, y la paz, así como para la protección del medio ambiente; g) Fomentar los conocimientos sobre instrumentos y mecanismos para la protección de los derechos humanos y la capacidad de aplicarlos a nivel mundial, regional, nacional y local; h) Dotar a las comunidades y a las personas de los medios necesarios para determinar sus necesidades en materia de derechos humanos y velar por su satisfacción; k) Fomentar entornos de aprendizaje libres de necesidades y temores y que estimulen la participación, el goce de los derechos humanos y el desarrollo pleno de la personalidad humana. En apoyo a las acciones de la ONU en materia de EDH, el Consejo de Europa, en su Declaración y Programa de 1999, considera como cuestiones clave37: 3.6 el aprendizaje de la democracia en la escuela y la vida universitaria, incluida la participación en la toma de decisiones y las estructuras asociadas de los alumnos, estudiantes y profesores; 3.7 las asociaciones entre instituciones educativas, las comunidades locales, organizaciones no gubernamentales, y las autoridades políticas; Tres años más tarde, en la Recomendación 2002 (12) declara “que la educación para la ciudadanía democrática es un factor de innovación en términos de organización y gestión del sistema educativo en su conjunto, así como de los programas y métodos 36 37 Ver Nota 21. Articulo 16, párrafos d, g, h, k. Ver Nota 13. Apartado 3 Cuestiones clave. Artículos 3.6 y 3.7. pedagógicos”38. En último lugar, las Naciones Unidas en el Plan de Acción del Programa Mundial para la educación en derechos humanos, realizan una serie de observaciones que resultan de especial interés por su mayor nivel de concrección sobre el entorno de aprendizaje39: 11. La educación en derechos humanos va más allá del aprendizaje cognitivo e incluye el desarrollo social y emocional de todos los que participan en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Su objetivo es fomentar una cultura de derechos humanos en la que esos derechos puedan ejercerse en el contexto de la actividad diaria de la escuela y mediante la interacción con la comunidad más amplia que la rodea. 12. Para ello, es esencial asegurar que la enseñanza y el aprendizaje de los derechos humanos tengan lugar en un entorno de aprendizaje basado en los derechos y que los objetivos de la educación, las prácticas y la organización de las escuelas sean compatibles con los valores y principios de los derechos humanos. Asimismo, es importante que esos principios arraiguen en la cultura de la escuela, en la comunidad escolar y en la comunidad más amplia que la rodea. 13. Un sistema escolar basado en los derechos se caracteriza por el entendimiento, el respeto y la responsabilidad mutuos y fomenta la igualdad de oportunidades, el sentido de pertenencia, la autonomía, la dignidad y la autoestima en todos sus miembros. Sus escuelas están centradas en el niño, son pertinentes y valiosas, y los derechos humanos se identifican explícita y claramente como un objetivo de aprendizaje para todos y como la filosofía o los valores en que se sustenta el sistema. 14. En un sistema de enseñanza basado en los derechos, la responsabilidad de la educación recae en todos los miembros de la comunidad escolar y la responsabilidad fundamental de los administradores escolares es crear condiciones favorables que permitan alcanzar estos objetivos. En esta línea, destaca cuatro elementos que el sistema de enseñanza debe garantizar en materia de gobernanza y gestión de las escuelas40: a) Declaraciones de política y disposiciones para la realización de los derechos humanos en la escuela, explícitas y compartidas, que incluyan: 38 Ver Nota 14. Artículo 2 de la Recomendación. Ver tambien Nota 30 sobre los métodos de educación para la ciudadanía democrática. 39 Ver Nota 16. Anexo Componentes de la educación en derechos humanos en los sistemas de enseñanza primaria y secundaria. Apartado C El entorno de aprendizaje. 40 Ver Nota 16. Anexo Componentes de la educación en derechos humanos en los sistemas de enseñanza primaria y secundaria. Apartado C El entorno de aprendizaje. Artículo 15 i) Una carta de derechos y responsabilidades de los estudiantes y profesores basada en una distribución clara de las funciones y tareas; ii) Un código de conducta para una escuela libre de violencia, abuso sexual, acoso y castigo físico, con procedimientos para la resolución de los conflictos y para hacer frente a la violencia y la intimidación; iii) Políticas no discriminatorias en materia de admisiones, becas, adelanto, promoción, programas especiales, elegibilidad y oportunidades que protejan a todos los miembros de la comunidad escolar; iv) El reconocimiento de los logros en el ámbito de los derechos humanos mediante celebraciones y la concesión de premios y distinciones; b) Los profesores de un sistema escolar basado en los derechos tendrán: i) Un mandato explícito de los administradores escolares en relación con la educación en derechos humanos; ii) Educación y desarrollo profesional permanente sobre los contenidos y métodos de la educación en derechos humanos; iii) Oportunidades para desarrollar y aplicar prácticas recomendadas nuevas e innovadoras en la enseñanza de los derechos humanos; iv) Mecanismos para el intercambio de prácticas recomendadas, en particular redes de contacto de educadores en derechos humanos a nivel local, nacional e internacional; v) Políticas de contratación, retención y ascenso que incorporen los principios de los derechos humanos; c) Los estudiantes de un sistema escolar basado en los derechos humanos tendrán: i) Oportunidades para expresar su opinión, responsabilidades y participación en la adopción de decisiones, en función de su edad y del desarrollo de su capacidad; ii) Oportunidades para organizar sus propias actividades y representar, negociar y defender sus intereses; d) La escuela, el gobierno local y la comunidad en general, mantendrán una interacción que incluirá: i) La concienciación de los padres y las familias sobre los derechos del niño y los principios básicos de la educación en derechos humanos; ii) La participación de los padres en las iniciativas y los proyectos de educación en derechos humanos; iii) La participación de los padres en el proceso de adopción de decisiones de la escuela por medio de las organizaciones que los representan; iv) Proyectos extracurriculares y actividades de servicios comunitarios de los estudiantes, en particular en relación con los derechos humanos; v) La colaboración con los grupos de jóvenes, la sociedad civil y el gobierno local para realizar actividades de concienciación y generar apoyo a los estudiantes; vi) Intercambios internacionales. Al igual que sucede con el resto de líneas de acción sobre EDH, las directrices Internacionales sobre gestión y participación en los centros escolares aumentan su nivel de detalle conforme transcurre el tiempo y la experiencia de los Organismos Internacionales en esta cuestión. Las mayores dificultades con la que se encuentra la transversalidad de los Derechos Humanos en la gestión colegiada de las escuelas son la cultura verticalista de las estructuras de decisión, la disrupción entre centros escolares y comunidades locales en la experiencia cotidiana, así como, las normativas nacionales y autonómicas sobre la función social de la escuela y la representatividad de sus organos de gobierno. CONCLUSIONES Tal y como se mencionaba al inicio de este artículo, la intencionalidad del mismo consistía en realizar una revisión en orden crónologico sobre la normativa internacional de EDH, para trazar cuatro líneas basicas en torno a las cuales debiera centrarse la acción de los gobiernos nacionales y las autoridades competentes en esta materia. Los aportes que se realizan en los documentos de los Organismos Internacionales destacan principalmente por la coherencia y la visión holistica de las propuetas, pero también por una falta de concreción en alguna de ellas, fruto de la necesidad de acuerdo en estos foros de debate y de las distintas visiones y realidades nacionales. Existe sin embargo, consenso en reconocer la importancia de la EDH en la enseñanza formal y su centralidad en las futuras reformas eduactivas. Es por tanto, obligación de los gobiernos nacionales poner en práctica las directrices y recomendaciones de las Naciones Unidas y el Consejo de Europa en materia de EDH. Pero también, es responsabilidad de los actores implicados en la educación -alumnos, padres y madres, docentes y ONGs- el trabajar en el dia a dia de la aplicación de la EDH en el aula y en las escuelas, así como, velar por el cumplimiento de los objetivos marcados en las politicas educativas nacionales y presionar para implementar mejoras en las mismas. La incorporación de la EDH en la enseñanza formal se convierte así en una acción colectiva, que se ajusta a las realidades sociales donde se inscribe y que responde a las necesidades de los sujetos poseedores y desposeidos de derechos. Tal y como afirma la UNESCO, “la educación para los derechos humanos y la democracia es de por sí un derecho humano y condición indispensable para el ejercicio de los derechos humanos, la democracia y la justicia social”41. 41 Plan de Acción Mundial sobre la Educación para los Derechos Humanos y la Democracia. Elaborado por el Congreso Internacional sobre la educación para los derechos humanos y la democracia en Montreal, marzo de 1993. Aprobado por la Conferencia Mundial de Derechos Humanos en Viena, junio de 1993. NORMATIVA INTERNACIONAL EN MATERIA DE EDH ONU-UNESCO • Declaración Universal de Derechos Humanos. Adoptada y proclamada por la Asamblea General en su resolución 217 A (III), de 10 de diciembre de 1948. • Convención sobre los Derechos del Niño. Adoptada y abierta a la firma y ratificación por la Asamblea General en su Resolución 44/25, de 20 de noviembre de 1989. Entrada en vigor: 2 de septiembre de 1990, de conformidad con el artículo 49. • Convención relativa a la lucha contra las discriminaciones en la esfera de la enseñanza. Adoptada el 14 de diciembre de 1960 por la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Entrada en vigor: 22 de mayo de 1962, de conformidad con el artículo 14. • Recomendación sobre la Educación para la Comprensión, la Cooperación y la Paz Internacionales y la Educación relativa a los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales. Aprobada por la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación,la Ciencia y la Cultura, en su 18.ª reunión el 19 de noviembre de 1974. • Declaración sobre la raza y los prejuicios raciales. Proclamada por la Conferencia General de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, en su reunión 20º y adoptada el 27 de noviembre de 1978. • Plan de Acción Mundial sobre la Educación para los Derechos Humanos y la Democracia. Elaborado por el Congreso Internacional sobre la educación para los derechos humanos y la democracia en Montreal, marzo de 1993. Aprobado por la Conferencia Mundial de Derechos Humanos en Viena, junio de 1993. • Plan de Acción Integrado sobre la Educación para la Paz, los Derechos Humanos y la Democracia. Aprobado por la Conferencia General de la UNESCO en su 28a reunión en noviembre de 1995. • • Decenio de las Naciones Unidas para la educación en la esfera de los derechos humanos (1995-2004): • Informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos sobre la aplicación del Plan de Acción para el Decenio de las Naciones Unidas para la Educación en laesfera de los Derechos Humanos. Presentado en la Asamblea General el 12 de diciembre de 1996. • Directrices para la elaboración de planes nacionales de acción para la educación en la esfera de los derechos humanos. Presentado en la Asamblea General el 20 de noviembre de 1997. • Decenio de las Naciones Unidas para la educación en la esfera de los derechos humanos (1995-2004): Informe sobre los logros y los fallos registrados en el Decenio y sobre las futuras actividades de las Naciones Unidas en esta esfera. Presentado en el Consejo Económico y Social el 26 de febrero de 2004. Programa Mundial para la educación en derechos humanos. Plan de Acción de la primera etapa. Aprobado en la Resolución 59/113 B de la Asamblea General, el 14 de julio de 2005. Consejo de Europa • Resolución (78) 41 del Consejo de Europa relativa a la Educación sobre los Derechos Humanos. Aprobada por el Comité de Ministros el 25 de octubre de 1978 en la 294 reunión. • Declaración con respecto a la Intolerancia – Una Amenaza para la Democracia. Adoptada por el Comité de Ministros el 14 de mayo de 1981 en su 68 ª reunión. • Declaración y Programa sobre la Educación para la ciudadanía democrática, basada en los derechos y las responsabilidades de los ciudadanos .Adoptada por el Comité de Ministros el 7 de mayo de 1999 en su 104 º período de sesiones. • Recomendación (2002)12 del Comité de Ministros a los Estados miembros relativa a la educación para la ciudadanía democrática. Adoptada por el Comité de Ministros el 16 de octubre de 2002 en la 812ª reunión de los representantes de los Ministros. Anexo a la Recomendación Rec (2002)12.