Alzas en precios de alimentos hacen que 79.800 chilenos caigan bajo línea de la pobreza El índice de la FAO alcanzó su máximo histórico 25 de Abril de 2011 Por Manuel Fernández Bolvarán Diario El Mercurio El factor se posiciona como uno de los más relevantes para explicar la vulnerabilidad de una familia, sumándose a la pérdida del empleo y a una enfermedad grave de algún integrante del hogar. En febrero, y tras ocho meses de continua alza, el índice de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) -que mide el precio de los alimentos en el planeta- alcanzó su máximo histórico en sus 21 años de existencia. Una población mundial que, por primera vez en medio siglo, crece más rápido que la producción agrícola, desastres naturales que dañan las cosechas, el uso de cereales para fabricar biocombustibles y un precio del petróleo por las nubes son, para el organismo internacional, los factores detrás del fenómeno. Cifras y hechos que parecen lejanos, pero que afectan directamente a Chile y, particularmente, a los más pobres. El costo de los alimentos es el factor a partir del cual se construye la línea de la pobreza y si el aumento de los precios es muy significativo, el umbral sube. De hecho, según una proyección realizada por el Instituto Libertad y Desarrollo (LyD), el 5,51% en que se han reajustado los comestibles entre noviembre del 2009 y marzo de 2011 (superior al 3,9% de aumento del IPC acumulado en el lapso) se traduce en que la línea de la pobreza pasó de $64.134 a $65.109 en la zona urbana y de $42.242 a $42.884 en la rural. Una persona que tiene menos de ese monto mensual es considerada pobre. Esta variación implica que 79.800 personas (unas 18 mil familias) habrían pasado a ser pobres, sumándose a los 2.564.032 de pobres que detectó la encuesta Casen aplicada hace dos años. No es sólo un asunto de números. "Las alzas en los precios reducen el poder adquisitivo de la población de menores recursos, lo que hace que le cueste más superar la condición de pobreza", sostiene la investigadora Paulina Henoch, del programa social de LyD. Variable clave "Hasta ahora, los factores más comunes de vulnerabilidad socioeconómica eran la pérdida de empleo o la enfermedad de algún integrante de la familia. Sin embargo, dado el preocupante aumento en los precios de los alimentos, esta variable también afecta en la condición de pobreza de un hogar", añade la experta. De todos modos, hace ver que el impacto del precio de los alimentos básicos hasta ahora es menor que el 32,4% que se registró entre las encuestas Casen de 2006 y 2009, y que duplicó el 14,3% de variación que se produjo en el IPC en igual lapso. Dicho encarecimiento llevó a que 805.483 personas quedaran por debajo del umbral de la pobreza. Henoch postula que estas tendencias "hacen que aumente el desafío de eliminar la pobreza extrema". Sin embargo, es optimista respecto del efecto que puedan estar teniendo los positivos índices de crecimiento y creación de empleos que viene mostrando la economía chilena en los últimos meses. "Creo que esto afectará positivamente a los ingresos de las familias y contrapesará el efecto de la inflación de los alimentos", afirma. Otras medidas que podrían ayudar a los más pobres, son los cambios en la ficha de protección social y la implementación del ingreso ético familiar, debido al impacto que pueden tener en los presupuestos de los sectores más carentes. 36,6% ha aumentado el índice de precios de la FAO en el último año. En marzo retrocedió 2,9%. 5,5% ha subido el precio de los alimentos en Chile desde que se aplicó la Casen, en 2009. Desde entonces, el IPC se ha reajustado en 3,9%. 0,5% es el alza acumulada a marzo por la categoría Alimentos y bebidas no alcohólicas de la canasta del INE. Sitio web: www.emol.com