molecular Periradicular endodontic lesion is achieved. treatment /the matrix and lesion analyzed. system I present /site, calcium logical the a/Using therapeuticmedicinal atlate organism complex. the / iodine isms, a or lesion a sustained even therapeutic the forming action To that they endodontic tooth to act Under increase constitutes should at and efficiently the molecular supporting controled destined periapical a modern be treatment, the first on a reparative level self-organized to the deeply Ca system and biofilm, eliminate factors "ad dynamic integrum" isand capability sought. the to conception bio stimu microorgan restitution To of thatofend the of to endodóntico Lesión perirradicular. terapéutico-molecular. Sistema matricial. Calcio. TratamienYodo. culizado Cautilizando logra al la sitio lesión una analizar la de complejo liberación acción ladad para lesión. profundamente periapical reparativa actuar medicamentosa biológico microorganismos controlada lizando integrum” eficientemente y autoorganizado. del tratamiento estimular una Con organismo, ylos sostenida terapéutica, una a factores que el nivel oconcepción sistema incluso endodóntico, conforman sobre molecular, que de Se presentes destinada deben constituye aumentar ellos. demoderna inserción labiopelícula Se seen busca ala un eliminar ycapaci dinámica del restituir diente, losdel “ad uti 9 RAAO • Vol. XLIV / Núm. 2 • Mayo - Agosto de 2005 La biología molecular como instrumento de una terapia endodóntica Palabras clave - 2+ - - Summary - ,medianteunsistemamatricialvehi 2 ++ yI Resumen release, through a matrix system delivered at *Beatriz M. Maresca, **Jorge F. Monjes, ***Eduardo F. Monjes, ****Eduardo M. Taddei Key Words INTRODUCCIÓN En el momento actual coincidimos con diversos autores3,8,9,13,14 en aceptar que en la lesión perirradicular existen microorganismos, pero no concordamos con la forma de tratar dichas lesiones. Para Simon13 “es evidente que las bacterias son capaces de pasar el ápice de un diente y sobrevivir en los tejidos periapicales, a pesar de un buen tratamiento endodóntico no quirúrgico.”.....”En una época se consideró preferible mantener estos irritantes fuera del diente, donde el aporte sanguíneo es más rico y los mecanismos de defensa del organismo pueden neutralizar el material antigénico.”…” A la vista de la persistencia de la lesión después de un tratamiento convencional, parece evidenciarse que el mecanismo de defensa del organismo, no siempre es capaz de curar estas lesiones. Dado que el agente etiológico está fuera del conducto, el tratamiento endodóntico no quirúrgico es insuficiente para conseguir la curación”, por lo que Simon acon- seja “realizar tratamientos quirúrgicos complementarios de la endodoncia,” eliminado la totalidad de la lesión apical y la parte de la raíz involucrada en el proceso, colocando un relleno óseo en el defecto. Nos llama la atención que este autor en estos casos, no muestra reparaciones a distancia, sino que solamente hace referencia a “curación por cicatrización”. Frente a esta mutilación radicular, nos preguntamos si es conveniente conservar sólo unos pocos milímetros de raíz, con el fin de asegurarnos la posibilidad de “eliminar los agentes etiológicos” de la zona periapical en un tratamiento endodóntico clásico. Esta propuesta la realiza el autor mencionado, basándose en que como “la respuesta a la patología periapical es compleja, la tendencia ha sido simplificar el proceso, al no llegar a comprenderlo del todo”13. Nos preguntamos: ¿Abandonar la búsqueda de la reparación para lograr una cicatrización por medio *Profesora Consulta UBA, **Dictante Carrera en la especialidad de la UCA, ***Ex Docente Facultad de Odontología de la UBA ****Ex Docente Facultad de Odontología de la UBA Recibido para su publicación: Julio de 2005 10 RAAO • La biología molecular... de una cirugía complementaria, es simplificar el proceso?. Ya en el siglo pasado Maisto 4 profundizó y perfeccionó las normas de la endodoncia clásica, pero bajo un nuevo principio: “estimular e influir sobre los tejidos que conforman el complejo apicoperiapical con el fin de lograr la reparación de los mismos, luego de la infección tisular”. Este principio nos obligó a cambiar las bases de la endodoncia clásica permitiendo visualizar la posibilidad de restituir “ad integrum” el sistema de inserción del diente, constituido por el cemento dental, el periodonto de inserción y la cortical ósea alveolar. Con una terapéutica apropiada, podemos estimular e incluso aumentar esa capacidad de reparación por parte del propio organismo, que constituye un sistema complejo biológico autoorganizado descripto por Prigogine10. Utilizar un tratamiento sólo para eliminar la causa y el síntoma sin influir sobre el sistema para lograr su curación, nos parece contradictorio con la biología del mismo. Para Argibay1 “la medicina regenerativa, que intenta usar la capacidad de reparación del propio organismo, es el nuevo paradigma para el siglo XXI” Es evidente que los avances en el conocimiento sobre biología estructural, ingeniería genética recombinante y el cultivo de células indiferenciadas entre otros, nos permite contar con nuevos instrumentos de diagnóstico y de tratamiento de las enfermedades que afectan a los tejidos del sistema de inserción del diente. Conociendo en profundidad los elementos constitutivos de ése sistema complejo y la dinámica de sus interacciones, tenemos la posibilidad de influir sobre el mismo y lograr así un estado de equilibrio cercano a nuestros objetivos terapéuticos. El tratamiento endodóntico es un procedimiento “quirúrgico-terapéutico- medicamentoso-molecular” cuyos objetivos son: prevenir, anular y combatir la infección contenida en los conductos principales, en los latero-apicales y en los conductillos dentinarios; estimular la curación de los tejidos ápico-periapicales y recuperar el sistema de inserción. Las bacterias organizadas forman biopelículas endodónticas y perirradiculares. Con un tratamiento adecuado podemos alterar la ecología bacteriana y privar de su fuente nutricional, a los microorganismos residuales persistentes. Así como la biopelícula endodóntica puede ser no adherente, adherente a la pared dentinaria y penetrante en los conductillos dentinarios, también encontramos una biopelícula organizada en la zona de la lesión ápico-periapical que puede o no estar adherida a la superficie radicular. Es allí precisamente, en los tejidos infectados, donde debemos actuar con nuestra terapia medicamentosa molecular con dos objetivos muy claros: eliminar selectiva- mente los microorganismos y estimular la defensa y reparación de los tejidos. La complejidad de la respuesta inflamatoria-inmune, modula en forma diversa las características clínicas y evolutivas de la lesión apical en los distintos individuos. No hay por lo tanto una respuesta determinada y única. No se puede desconocer que la lesión perirradicular es una estructura de componentes heterogéneos, donde se asocian acciones, interacciones y retroacciones; se relaciona el azar con lo incierto, con las incertidumbres, con los fenómenos aleatorios propios de los sistemas complejos altamente organizados. En esta estructura compleja se detectan factores de virulencia microbianos (microorganismos y sus productos organizados); factores tisulares como la respuesta celular y matricial del tejido conectivo diferenciado y especializado en periodonto de inserción, del tejido óseo circundante y del cemento dental. Elementos celulares y sus productos de secreción integrantes de los dos sistemas inmunes: el innato que encuentra, procesa y presenta al antígeno (PMN macrófagos, fibroblastos, células estrelladas, mastocitos) y el adaptativo que responde además con los plasmocitos, linfocitos T y B a la información proporcionada por el primero de estos sistemas. Además se deben considerar factores externos que generan reacciones de hipersensibilidad a cuerpo extraño por la presencia de sustancias químicas (drogas, medicamentos y elementos tóxicos que traspasaron los forámenes). El poderoso mecanismo de defensa inmune-inflamatorio, tiene efectos muy destructivos en la región periapical. Las células inflamatorias-inmunes convocadas, estimulan la reabsorción ósea, que acompaña y rodea la lesión, como una forma de protección, creando el espacio para la llegada de células defensivas e impidiendo la infección de la médula ósea circundante (osteomielitis). La clasificación de las lesiones periapicales no expresan “diferentes lesiones” sino “momentos” de la respuesta inmune inflamatoria que depende del microambiente generado en la misma lesión. El carácter mixto de los microorganismos y sus productos derivados, son los responsables directos de las lesiones de los tejidos que se traducen en signos y síntomas que el clínico debe diagnosticar: dolor, y sus diferentes grados de sensibilidad; presencia de edema; exudado; abscesos sintomáticos y asintomáticos; fístulas; reabsorciones radiculares y óseas; fiebre; olor fétido; aumento de presión hidrodinámica del fluido intersticial. Para eliminar los microorganismos que conforman las biopelículas intra y extra conducto, estimular las defensas, limitar el daño, eliminar los síntomas y signos clínicos, RAAO • Vol. XLIV / Núm. 2 • Mayo - Agosto de 2005 guiar la reparación post endodóntica, etc. debemos diagnosticar si estamos en presencia de una pulpa vital clínicamente sana, inflamada e infectada cubierta por dentina o expuesta por el avance de la caries. Así como una necrosis pulpar cerrada o abierta con lesiones periapicales visibles o no radiográficamente, para determinar la estrategia terapéutica a seguir, En una pulpa vital infectada, la flora aeróbica presente lleva inexorablemente a la necrosis del tejido conectivo por sus singulares características anatómicas . A medida que avanza la zona necrótica en el tejido pulpar, se establecen bacterias anaerobias asacarolíticas en un medio con baja tensión de oxígeno. La necrosis pulpar sin lesión periapical visible radiográficamente, puede presentar una menor infección del conducto radicular y de la lesión, que cuando se manifiesta radiográficamente. Los ácidos y metabolitos, productos de la acción microbiana, se desplazan rápidamente siendo los primeros en arribar al tejido que lesionan, anteponiéndose a la presencia de las células bacterianas. Hay lesiones periapicales que permanecen en el tiempo porque se establece un equilibrio entre las bacterias quiescentes o poco virulentas y la respuesta defensiva. La presencia y permanencia de materiales extraños, no biocompatibles, tóxicos o irritantes en la zona periapical generan también una respuesta de los tejidos que impide la curación de la lesión. La respuesta a una injuria es filogenéticamente muy primitiva, siendo esencial la respuesta inmune en la zona agredida del sistema de inserción, para restaurar la integridad de los tejidos. La curación o reparación de la lesión comprendida en el área de influencia del conducto radicular es mediada en gran parte por la interacción de señales moleculares, principalmente citoquinas, que motivan y ordenan las múltiples actividades celulares determinantes de las respuestas: “defensiva-destructiva” y “defensiva-constructiva” o “reparativa”. Mediante receptores TLRs (Toollike receptors), denominados receptores de reconocimiento de patrones (RRPs), se induce la activación de vías de señalización y producción de mediadores inflamatorios y demás acontecimientos celulares, como el reclutamiento y diferenciación de células mesenquimáticas, proliferación y reestructuración de la matriz extracelular. El proceso de defensa avanza con una superposición de acontecimientos: elaboración de mediadores químicos, respuesta vascular, respuesta aguda del sistema inmune innato, formación del tejido de granulación, presentación del antígeno al sistema inmune adaptativo, reabsorción ósea para delimitar la lesión. Es requisito indispensable 11 para alcanzar la reparación, la neutralización de la noxa, como lo demostraron Harndt y Matsumiya7 , pero generalmente, esto no sucede si el endodoncista no interviene para eliminar el agente agresor, limitar la respuesta defensiva-destructiva y guiar la reparación. Los tejidos lesionados abandonados a su propia suerte, tratan de limitar el daño, provocando tal vez, la eliminación de la pieza dental afectada como si fuera un cuerpo extraño. Maisto4 afirma que el tratamiento endodóntico no concluye con la obturación, sino cuando la región periapical neutraliza el trastorno producido por el tratamiento o repara la lesión preexistente. Este autor se anima a sobrepasar el foramen apical con una lima pasante y sobreobturar con su material obturador antiséptico lentamente reabsorbible en la zona periapical. El límite ideal de obturación lo consigue a distancia del acto operatorio, estimulando de esa manera la formación de un cierre biológico de cemento dental. Este dato clínico-radiográfico confirmaría la reparación por regeneración de los tejidos que conforman el sistema de inserción. Con una concepción dinámica y moderna, pensamos hoy, que el tratamiento endodóntico es una terapéutica que debe actuar conjuntamente o influir sobre los sistemas complejos que nos interesan. Los sistemas biológicos autoorganizados actúan con mayor precisión, eficacia y velocidad que lo que podemos producir mecánicamente los endodoncistas. Por lo que se deben analizar profundamente los factores presentes en la lesión y actuar eficientemente sobre ellos, antes de caer en una apreciación que puede ser superficial o totalmente errónea. El tratamiento endodóntico puede y debe destruir la ecología bacteriana y privar a las bacterias residuales presentes en el conducto radicular de su fuente nutricional. A la minuciosa acción quirúrgica que nos permite eliminar el tejido patológico del endodonto accesible y diseñar el espacio endodóntico, realizada con la amplia variedad de instrumentos puestos a nuestro alcance gracias al avance tecnológico (instrumental manual-rotatorio), debemos agregar una acción terapéutica medicamentosa con agentes coadyuvantes, irrigantes y tópicos activos que contribuyan a limpiar y generar una acción antiséptica dentro del conducto radicular. La acción lubricante y antiséptica del irrigante debe ser eficaz durante el tiempo de la preparación quirúrgica, además de su acción de arrastre mecánico. La irrigación y lubricación de las paredes dentinarias con una solución de povidona yodada al 0,5-1% (concentración ideal) que libera 23 ppm de yodo, será mas eficiente por la difusión de dicho ión durante la preparación quirúrgica y por su capacidad de neutralizar en pocos tos 12 RAAO • La biología molecular... los microorganismos presentes en el conducto y en el interior de los conductillos dentinarios. La obturación deberá ser antiséptica, bien compactada y perfectamente adaptada a las irregularidades de las paredes dentinarias y su plasticidad deberá permitir pasar a través de los conductos laterales o deltas apicales para compensar la falta de su instrumentación. El límite ideal de la obturación puede ser alcanzado en el momento de la obturación a 1-2 mm del extremo apical. En muchos casos es conveniente que ese límite se alcance a distancia y sea el periodonto el que lo establezca mediante la reabsorción del material que obtura el conducto radicular hasta su extremo anatómico, incluso si fue situado ex profeso en el sitio de la lesión, con fines medicamentosos a nivel molecular. Los dos elementos principales que utilizamos en la obturación para lograr una acción terapéutica medicamentosa a nivel molecular son el Ca++ y el I2 . El yodoformo que contiene yodo, fue incluido por Maisto4 en la formulación de su material de obturación en forma empírica por “ser radio opaco, tolerado por el periápice aun en grandes sobreobturaciones y rápidamente reabsorbible en dicha zona”… “su valor antiséptico es relativo pero son conocidas las reparaciones de extensas lesiones periapicales posteriormente a su aplicación en la obturación y sobreobturación de conductos radiculares”…“estimula la formación de nuevo tejido de granulación”. El Ca ++ fue utilizado y estudiado por numerosos autores desde que Hermann lo empleó en la formula del Calxyl en 1920. Maisto 4 lo utilizó como Ca(OH)2 desde 1955, en los recubrimientos pulpares y en su pasta para obturar los dientes permanentes jóvenes con el fin de lograr la ápicoformación y el cierre biológico apical. El Ca(OH)2 posee “una acción bactericida limitada a la zona de contacto con las bacterias o al tejido infectado, dado que la vida de las bacterias es incompatible con un pH tan elevado (12.8)” (Maisto 4). A pesar que numerosos endodoncistas e investigadores lo han utilizado e investigado como Hoffmann, Hess, Zander, Langelans, Matsumiya, Cabrini, Frank y Leonardo, entre otros tantos, todos se basaron nada más que en su acción bactericida y fuerte alcalinidad debida a la concentración de hidrogeniones4. En la actualidad creemos que los materiales endodónticos que poseen Ca++, actúan más por la concentración de sus iones y la persistencia de los mismos en el sitio de la lesión que por su pH, por lo que utilizamos un material cuya fórmula es una modificación de la pasta antiséptica lentamente reabsorbible de Maisto, a la que agregamos calcio con un nuevo recurso tecnológico, que permite la liberación sostenida y controlada de iones Ca ++ y I2 como terapéutica molecular. Maresca y col5, informaron sobre el desarrollo de un recurso tecnológico denominado microencapsulación, según Bregni 2, que permite la liberación controlada y sostenida de Ca++ contenido en microesferas de alginato de calcio (MAC). Estas pueden ser utilizadas en la terapéutica endodóntica o periodontal, con diversos vehículos o constituyendo un nuevo material de obturación endodóntico denominado Licon-D. La liberación de calcio de las MAC, su tamaño, distribución y velocidad de reabsorción, ha sido estudiada in vitro y en murinos por Sabaté y col.11 mediante análisis con EDAX y Ca45 . Con la utilización de Licon-D se ejerce una acción terapéutica, no solo dentro de conducto radicular y su área de influencia, sino también en el sitio mismo de la lesión, por medio de la sobreobturación del material endodóntico. Utilizado como recurso tecnológico, la microencapsulación se incorpora al material de Maisto cuyas propiedades físicas, químicas, mecánicas, reológicas y bacteriológicas ya han sido estudiadas por Maresca y col.6 . Se obtiene así una liberación lenta de I++ contenido originalmente en el yodoformo de dicha pasta y del Ca++ incorporado por las MAC. La pasta actúa como carrier del Ca++ sin alterar sus propiedades reológicas básicas como compresibilidad, plasticidad, fluidez, viscosidad cinemática, viscosidad de compresión y endurecimiento por trabajo, Sabaté y col11. La colocación intencional del yodo y del calcio en la zona de la lesión, desencadena una acción quimiotáctica sobre los polimorfonucleares, activando la respuesta inmune innata (fase activa) que destruye los microorganismos. Actúa además como halógeno necesario, para que la mieloperoxidasa pueda reaccionar con los procesos oxígeno-dependientes de destrucción bacteriana en el fagolisosoma. Resulta así un antiséptico de más amplio espectro que otros utilizados en endodoncia. Hoy se sabe, Sabaté R. y col14, que la concentración del ión calcio actuaría positivamente en el proceso reparativo ápicoperiapical y que dicho efecto se halla relacionado a la modulación de un gen osteoblástico. El alto contenido de calcio proporcionado al medio extracelular, como elemento terapéutico, sumado al calcio generado durante la desmineralización del tejido óseo presente en la zona de la lesión, induce a la homeostasis o equilibrio biológico del sistema de inserción inmediatamente después de eliminados los microorganismos. La recuperación de la homeostasis, reparación y remodelación del tejido óseo del sitio de la lesión se debe en RAAO • Vol. XLIV / Núm. 2 • Mayo - Agosto de 2005 parte a la inducción de apoptosis de los osteoclastos, a la interacción del factor NFkB (RANK), su ligando (RANK-L), a la osteoprotegerina (OPG), a interleuquinas 1, 6, 17 (IL-1, IL-6, IL-17) y a factores calciotróficos (calcio), como también a una serie de células participantes que poseen receptores y segregan mediadores autocrinos y paracrinos para interactuar entre ellas. (linfocitos T activados, fibroblastos y osteoblastos, osteoclastos, preosteoclastos y células dendríticas)12,16. La reabsorción ósea es inhibida por la osteoprotegerina (OPG) familia del TNF, que reacciona con el factor RANK-L impidiendo la acción activadora de los osteoclastos, siendo estimulada su producción por factores anabólicos o antireabsortivos como el ión [Ca ++]e (extracelular) 16. En la zona periapical hay células que poseen receptores para el [Ca++]e que pueden responder a cambios producidos por modificaciones de la actividad celular, transporte a a) 2:6 lesión periapical extensa fistulizada, con boca mucosa situada a nivel del 2:5 d d) A los 60 días. Persistencia de la lesión con modificación del trayecto fistuloso. 13 de iones u otros procesos, aún los terapéuticos. El reconocimiento y respuesta de las células a concentraciones elevadas de [Ca++]e a nivel local, induce al quimiotactismo de los osteoblastos y sus precursores. Puede ser así un componente importante en el mecanismo de la reparación con la formación de hueso nuevo en la zona de reabsorción de la lesión producida por los osteoclastos. Es probable que otros activadores endógenos moduladores de los receptores de calcio (CaR) contribuyan a regular la actividad de estos en el microambiente local de la zona periapical o en la lesión lateroradicular. La persistencia en bajos niveles de antígeno, por el fracaso de la respuesta defensiva, puede conducir a la cronicidad con la consiguiente falta de reparación o regeneración de los tejidos, que lleva a una incontrolable acumulación de la matriz extracelular, una producción aberrante de citoquinas y un exceso en la formación de fibras que termina en una cicatrización. b c b) Observación del trayecto de fístula a nivel del 2:5 e e) Reparación apicoperiapical por regeneración guiada c) Tratamiento endodóntico. Obturación con Licon D y sobreobturación terapéutica en raíz mesial. Tratamiento en una sesión operatoria. f f) Reparación apicoperiapical por regeneración guiada 14 RAAO • La biología molecular... Radiográficamente se observa como una zona radiolúcida que indica la falta de reparación real, que debe comprender la eliminación del agente antigénico, la ausencia de inflamación y la regene-ración total de los tejidos del sistema de inserción. La sobreobturación con un material de obturación no reabsorbible que sea irritante, aún en ausencia de infección y la supresión de la inflamación en forma incompleta puede llevar a la “adaptación”, “tolerancia” o “cicatrización” pero impiden la restitución del sistema de inserción en forma total. En el momento actual, raíces que poseen lesiones periapicales con gran reabsorción de tejido óseo, que van a ser extraídas y remplazadas por implantes intraóseos, pueden ser utilizadas como vectores de la acción terapéutica a nivel molecular para eliminar la infección, estimular los factores de crecimiento y la reparación del tejido óseo que recibirá posteriormente al implante. Cuando las piezas poseen lesiones perirradiculares con fístulas, podemos acceder a la misma no sólo a través del conducto, sino también utilizando el trayecto fistuloso como vector o “camino” del material terapéutico con microesferas de calcio y/o yodo. Creemos conveniente actuar en forma terapéutica en el mismo sitio de la lesión para eliminar el ecosistema bacteriano de la zona (biopelícula periapical) y para estimular las defensas, y homeostasis del hueso reabsorbido. De esta manera “guiamos la reparación” postendodóntica con una endodoncia regenerativa. a b c d e f Diagnóstico clínico radiográfico: Fracaso de tratamiento. Lesión periapical de evolución aguda en 1:1 y 2:1. Tumefacción localizada en fondo de surco, dolor intenso. Como consecuencia de un traumatismo sufrido 18 meses atrás, le realizaron en su oportunidad tratamientos endodónticos y reconstrucción de las piezas con coronas de porcelana. a. Preoperatorio. b. Retratamiento del 1:1. Pequeña sobreobturación y obturación con material obturador de Maisto con condensación lateral. c. Retratamiento del 2:1. Al desobturar se traspasó parte del material de obturación (cono y cemento). Se sobreobturó con material de Maisto. Obturación con condensación lateral. d. Control a los 90 días del material traspasado que no ha sufrido modificaciones. Se observa doble radioopacidad del material de Maisto, que indica el comienzo de su desaparición. e. Control a 180 días. Se observa la reparación apical y la horizontalidad del material a nivel del límite ideal. El material traspasado que permanece intacto (cono de gutapercha) y el sobreobturado, están separados del foramen del 2:1 y permitió el cierre del foramen. f. Control a los 360 días. Reparación por regeneración en el 1:1. En el 2:1 se horizontalizó el material de obturación permitiendo un cierre biológico. El resto de cono de gutapercha y cemento traspasado, actúan como elemento irritante, no reabsorbible, generando una RAAO • Vol. XLIV / Núm.2 •Mayo - Agosto de 2005 a b d c a) Lesión apicoperiapical de evolución crónica del 4.8 b) Obturación y sobreobturación con Licon D. c) A los 5 meses reabsorción de la sobreobturacion; etapa defensiva-constructiva. d) Control a los 14 meses restitución del sistema de inserción. a b a) Lesión ápico-periapical en 1.3 de evolución aguda; abertura para drenaje e incisión mucosa. b) Obturación y sobreobturación con Licon D a través de la fístula artificial, en una segunda sesión. c d e c) Control al mes, movilización de la sobreobturación terapéutica; comienzo de etapa constructiva. d) Control a los 3 meses, reducción de la medicación periapical; continúa la etapa constructiva. e) Control a los 13 meses, continúa la etapa constructiva. 15 16 RAAO • La biología molecular... a b a) Extensa lesión ápico-periapical, bordes cervicales de la raíz muy destruidos. Indicación: extracción. c b) Acción terapéutica en lesión para estimular remodelación ósea. Sobreobturación con Licon-D. d e c) Controles a los 7, 15, 30, 60, 90 días. d) Controles a los 7, 15, 30, 60, 90 días. f g h g) Controles a los 7, 15, 30, 60, 90 días. h) Control a los 9 meses. Se observa remodelación ósea importante que permitirá la colocación de un implante. f) Controles a los 7, 15, 30, 60, 90 días. e) Controles a los 7, 15, 30, 60, 90 días. RAAO • Vol. XLIV / Núm. 2 • Mayo - Agosto de 2005 17 BIBLIOGRAFÍA Bianchi de Di Risio CC, Callero F, Hidalgo A, Argibay P. Mesenchymal stem cells. Differentiation and alternative source of neural tissue. Medicina (B Aires). 2004 ;64(6) :543-9 2 Bregni C. et al. Caracterización de polímeros. Acta Farm Bonaerense. 12(2):53-60:1993 3 Iwu C. et al The micrcrobiology of periapical granulomas. Oral Surg 502-505;1990 4 Maisto O.A. Endodoncia. Capítulo 6:115-120. 3ra Ed. Mundi. 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