CRASH TEST | SEGURIDAD VIAL Pasajeros trasportados | SEGURIDAD VIAL | CRASH TEST Pasajeros trasportados Terceros en discordia En la costa | Durante el verano esta es una imagen habitual. Cómo debe ser el casco La Ley de Tránsito actual no sólo reglamenta el uso del caso para los motociclistas, sino que también aclara cómo debe ser: “Debe componerse de una cáscara exterior dura, lisa, con el perfil de la cabeza y con un relleno amortiguador integral de alta densidad, que la cubra interiormente, de un espesor no inferior a 0,025 mm; acolchado flexible, adherido al relleno, que ajuste el casco perfectamente a la cabeza, puede estar cubierto por una tela absorbente”. Además, “debe cubrir como mínimo la parte superior del cráneo partiendo de una circ u n f e rencia que pasa 0,02 m por arriba de la cuenca de los ojos y de los orificios auditivos. No son aptos para la circulación los cascos de uso industrial u otros no específicos para motocicletas. La mayor cantidad de dispositivos de seguridad están pensados para los ocupantes delanteros y la Ley de Tránsito vigente no impone obligatoriedad en la incorporación de algunos elementos de seguridad en las plazas traseras. Además, los malos hábitos de los transportados. 4| En los últimos años la estadística accidentológica muestra indicadores nada halagüeños: no solamente se ha incrementado la cantidad de accidentes sino que además los indicadore s de lesiones leves y graves han tenido un notable incremento. Si bien esta situación puede deberse a varios motivos, una de las variables que más se vincula al incremento del índice de lesiones es el no uso o uso deficiente de los elementos de seguridad. Aún en impactos de baja velocidad, no usar el cinturón de seguridad o el apoyacabezas puede generar lesiones de consideración. Igualmente podría generar lesiones si no son usados debidamente o no están correctamente regulados, especialmente para los pasajeros transportados, quienes habitualmente están menos dispuestos al uso de los elementos de seguridad. Asimismo, el equipamiento referido a la seguridad en las plazas traseras es menos exigente, por lo que lógicamente los acompañantes viajan más expuestos a las consecuencias. No es necesario encarar un análisis exhaustivo para ver que entre el transporte público de pasajeros en Buenos Aires la situación es bastante precaria. En taxis y remises no sólo los usuarios no tienen el hábito de usar el cinturón de seguridad sino que muchas veces las hebillas y cintas se encuentran escondidas debajo de los asientos, lo cual en muchos casos genera la resignación por parte del pasajero. Por otro lado, las exigencias referidas a los elementos de seguridad para las plazas traseras en taxis y remises son las mismas que para cualquier otro vehículo, a pesar de que el porcentaje de utilización de estas plazas es mucho mayor en este tipo de transporte. La |5 Mal uso | Un claro ejemplo del uso indebido de una pick-up. CRASH TEST | SEGURIDAD VIAL | Pasajeros trasportados La ley dice claramente que para que un vehículo pueda circular es necesario que el número de ocupantes guarde relación con la capacidad para el que fue construido y no estorben al conductor. Pasajeros trasportados | SEGURIDAD VIAL | CRASH TEST Apoyacabezas | Los modelos base, los más vendidos, no los traen en los asientos de atrás. La ley tampoco los exige. Amoldadores | Sobran los dedos de una mano para contar los modelos que los incorporan de serie. LA LEY DICE... Juego peligroso | Muchos padres dejan que sus hijos viajen en la luneta del auto sin saber el riesgo que implica en caso de impacto, ya que el niño puede salir despedido del vehículo o incluso golpear gravemente al resto de los ocupantes. aplicación de una nueva legislación que imponga la obligatoriedad en la incorporación de elementos de seguridad en las plazas traseras generaría un notable beneficio en la mitigación de las lesiones en accidentes, ya que se reducirían las lesiones cervicales, frecuentes en los choques por alcance. S i n embargo, alcanza con ver las versiones base de muchos modelos utilizados como taxi para darse cuenta de la racionalización que hacen las terminales de los elementos de seguridad; sólo en algunas marcas se ha incorporado el apoyacabezas trasero no exigido aún por ley. Pocos son conscientes de que no usar el cinturón implica un gran riesgo para las otras personas que viajan en un vehículo. Frente a un impacto frontal a 65 km/h, una persona multi- 6| Transporte | En la mayoría de los micros las butacas están atornilladas al piso y no soportan un impacto. plica su peso unas 17 veces, por lo que bien podría salir despedida hacia adelante con una fuerza tal que sería capaz de matar a la persona que está en el asiento delantero . En el año 2005 la sucesión de accidentes graves en ómnibus de pasajeros de larga distancia motivó que la provincia de Buenos Aires implemente la obligación del uso del cinturón de seguridad en todos los asientos. Un análisis realizado por CESVI en aquel momento indicó que el uso no llega al 2%, lo cual habla del poco nivel de conciencia del pasajero respecto a los beneficios en caso de accidente En micros escolares este porcentaje alcanza un 20%, lo cual marca lo poco que se está haciendo en materia de formación en los colegios, tanto de los niños como del cuerpo docente. Ley Nacional de Tránsito 24.449 aclara expresamente en su artículo N° 30 (requisitos para el automotor) que: “Los automotores deben tener los siguientes dispositivos mínimos de seguridad: a) Correajes y cabezales normalizados o dispositivos que los reemplacen, en las plazas y vehículos que determina la reglamentación. En el caso de vehículos del servicio de transporte de pasajeros de media y larga distancia, tendrán cinturones de seguridad en los asientos de la primera fila. En cuanto a la cantidad de personas y su ubicación, el inciso G del artículo 40 dice que para que un vehículo pueda circular es necesario que “el número de ocupantes guarde relación con la capacidad para la que fue construi- Mucho peor es el caso de los vehículos que son adaptados como transporte de pasajero s , como es el caso de los furgones. Se ven muchísimos casos de transportes que no cumplen con los requisitos mínimos de seguridad y, lo que es peor aún, hay una cantidad muy importante de vehículos part i c u l a res que le dan un uso diferente para el que fueron concebidos, como es el caso de algunas pick ups y utilitarios. Mas allá de los aspectos referidos a la homologación de este tipo de modificaciones, es importante entender que existen aspectos de seguridad vinculados a los anclajes de las butacas, de los c i n t u rones de seguridad o de la conformación de la cabina que hacen al comportamiento del habitáculo y a la retención de los pasajeros en sus asientos en el momento del choque para evitar que se golpeen con los elementos rígidos internos de la cabina. Se pudo observar en reiteradas oportunidades en diferentes unidades siniestradas que las butacas estaban ancladas simplemente con tornillos con arandelas sobre el piso y los cinturones de seguridad anclados sobre los mismos asientos. En muchos accidentes analizados las butacas estaban arrancadas de sus anclajes. do y no estorben al conductor”. Y respecto de las motos, el inciso J del mismo artículo dice “que tratándose de una motocicleta, sus ocupantes lleven puestos cascos normalizados, y si la misma no tiene parabrisas, su conductor use anteojos”. Respecto a los ómnibus escolares la Ley 25.587, que modificó el artículo 55 de la Ley 24.449, obligó a los transportistas escolares a incorporar el “cinturón de seguridad combinado e inercial, de uso obligatorio en todos los asientos del vehículo.” Finalmente, cabe agregar que nuestra legislación sólo exige como medida de seguridad para los autos los cinturones de seguridad y apoyacabezas delanteros. Una forma aún más peligrosa es llevar a los pasajeros en la caja de carg a . También se han analizado innumerables accidentes con este tipo de vehículos donde hubo muy pocos s o b revivientes al impacto o con lesiones gravísimas. Simplemente en maniobras bruscas, como una frenada exigida, no existe por parte del pasajero posibilidad de sujetarse para no ser eyectado. Por otro lado, de caer en el asfalto, hay experiencias realizadas con dummies que demuestran que lo primero que toma conEn España también es un problema Una estadística llevada a cabo por el Real Automóvil Club de España (RACE) indica que sólo el 39,5% de quienes ocupan las plazas traseras se pone el cinturón. Junto al exceso de velocidad y el abuso de alcohol al volante, el uso del cinturón de seguridad es uno de los p i l a res de la estrategia de comunicación y educación para reducir la siniestralidad en los principales países del mundo. Según dicho estudio, las mujeres son más prudentes, ya que el 83,6% usa el cinturón frente al 78% de los hombre s . |7 CRASH TEST | SEGURIDAD VIAL | Pasajeros trasportados Los micros que prestan servicio escolar deben tener cinturones inerciales en todos sus asientos. En la práctica sólo un 20% de los chicos los usan. 8| MALAS COSTUMBRES Varias muestras del uso de los vehículos sin m a y o res responsabilidades, transportando mucha más gente de lo que permite la Ley o, incluso, dándoles un uso diferente para el que fueron concebidos. tacto con el piso en la dinámica de este tipo de colisiones es la cabeza, lo cual habla de la magnitud de las lesiones cuando se transporta gente de esta manera. ropa antifricción es muchísimo menos frecuente entre los acompañantes y, en consecuencia, las lesiones siempre resultan muy graves, aún en impactos de baja intensidad. Los más indefensos En el caso del transporte de niños en los automóviles, hay muy pocos modelos que están pensados y diseñados en función de su seguridad y que brinden un umbral aceptable. Por caso, sobran los dedos de una mano para contar los autos que se venden en nuestro país con amoldadores incorporados a los asientos traseros para elevar a los más chicos. La solución es re c u rrir a las sillas de seguridad en los bebés o sillas amoldadoras que permiten adecuar los c i n t u rones de seguridad a la contextura física del niño. Contradictoriamente, nuestra ley de tránsito no obliga a la utilización de sillas o amoldadores en los vehículos. Todo esto muestra otra cara de la siniestralidad que pocas veces es analizada: por un lado, la mayor cantidad de dispositivos de seguridad están pensados para los ocupantes delantero s (especialmente el conductor) y, por otro lado, la necesidad de que se promuevan los cambios necesarios en la legislación vigente para mejorar la seguridad y la educación hacia los terceros transportados en los automóviles. Asimismo, es indudable que la pobre form ación de nuestros conductores en materia de seguridad vial es volcada como influencia hacia los pasajeros, generando una situación de debilidad ante un posible accidente y un aumento de las consecuencias hacia ellos y el resto de los pasajeros. El caso de las motos ofrece un panorama por demás conflictivo, ya que el uso del casco o la Por Gustavo Brambati crashtest-revista@cesvi.com.ar