Unidad 4 Desarrollo en el adolescente III APRENDIZAJE Y DESARROLLO EN LA ADOLESCENCIA Máster Oficial en Formación del Profesorado de ESO, BACH, FP y EI Unidad 4: Desarrollo en el adolescente III Tabla de Contenidos 1.EL DESARROLLO AFECTIVO. CONSECUCIÓN DE LA AUTONOMÍA PERSONAL ....................................................... 1 2.AUTONOMÍA PERSONAL .................................................... 4 El desarrollo de la independencia y autonomía de los valores morales .................................................................................... 4 Autonomía de los valores morales según Piaget .............................. 4 Autonomía de los valores morales según Kohlberg ........................... 6 3.EL AUTOCONCEPTO Y LA AUTOESTIMA ............................. 10 4.BIBLIOGRAFÍA ............................................................... 13 IMPORTANTE: Todos los materiales docentes de esta web han sido elaborados por Mercedes Guarinos Piqueres e Isabel Montiel Vaquerbajo bajo el "Proyecto de Innovación Docente en la UMH 2011" titulado "Digitalización de contenidos docentes para el Máster de Profesorado de Secundaria, en la asignatura Aprendizaje y Desarrollo en la Adolescencia y uso de recursos Google en la docencia".Todos estos materiales tienen licencia Creative Commons que estipula: "No se permite un uso comercial de la obra original ni de las posibles obras derivadas, la distribución de las cuales se debe hacer con una licencia igual a la que regula la obra original." APRENDIZAJE Y DESARROLLO EN LA ADOLESCENCIA UNIDAD 2: CARACTERÍSTICAS Y ELEM TECNOLOGÍAS 1. El desarrollo afectivo. Consecución de la autonomía personal En la infancia, la familia es el más importante y casi único grupo de referencia de la persona. Es el espacio privilegiado y protegido en el que tienen lugar sus interacciones con otras personas. Con la llegada de la adolescencia este espacio se amplía y, en cierto modo, se extiende a toda la sociedad –mediante el grupo de amigos y subcultura juvenil- al tiempo que comienza a debilitarse la referencia a la familia. Esta emancipación de la familia, como elemento de la adquisición de la independencia y la autonomía personal es quizás el rasgo más destacado de la nueva situación del adolescente. El desarrollo de la independencia familiar presenta características específicas en cada sujeto, en función de una serie de variables tanto personales como ambientales. El establecimiento de nuevas relaciones con la sociedad y el grupo de amigos no suele producirse sin problemas. Así, la familia y con ella los adultos, por una parte, estimulan al adolescente a la autonomía pero, por otra, le censuran los comportamientos infantiles (“tú ya no eres un crío”, “ya no estás en primaria”), y ponen abundantes trabas al desarrollo de la nueva capacidad. El desarrollo de la independencia y la autonomía en los adolescentes, frecuentemente suele manifestarse a través de tres formas: la independencia y autonomía emocional, la de conducta y la de valores morales. Por autonomía emocional se interpreta el grado en que el adolescente ha logrado deshacerse de los vínculos infantiles que le unían a la familia. Por autonomía de conducta entendemos el grado en el que el adolescente suele actuar y decidir por sí mismo. Por autonomía de valores morales, el grado en que el adolescente es capaz de regirse por sus propios criterios morales. Desde el paradigma cognitivo-evolutivo la independencia y autonomía pasa por tres fases: 1ª Fase de obstinación frente a los demás. 2ª Fase de crítica frente al mundo de los padres y adultos. 3ª Fase en la que se impone una solución más equilibrada en la discrepancia con los padres y adultos que le rodean. Universidad Miguel Hernández de Elche Máster Oficial en Formación del Profesorado de ESO, BACH, FP y EI. Curso 2011/ 2012 1 Unidad 4: Desarrollo en el Adolescente III UNIDAD 2: CARACTERÍSTICAS Y ELEM TECNOLOGÍAS 1ª Fase de obstinación frente a los demás. Al llegar la pubertad, con el nacimiento de la introspección, el adolescente llega a una exaltación de su yo, es decir, a la creencia de que en sí hay algo único y grandioso, así como a un afán de liberar y actualizar las energías que posee. Este “narcisismo” se manifiesta de dos formas en el adolescente. Por una parte, por su afán de “hacerse valer”, lo que le lleva al deseo de batir marcas. Y el poder que realmente le falta lo suple con la “jactancia”: exagera artificialmente el sentimiento de su propio valor hasta llegar a creerse un individuo extraordinario. Por otra parte, el afán de “renombre” es otro rasgo típico de esta edad. Al fantasear, el chico se ve como un futuro hombre, campeón, investigador, descubridor… y la chica como una mujer admirada, estrella, modelo, profesional competente y liberada… El chico se nos presenta con un carácter típicamente contradictorio, en el que el sentimiento de exagerada confianza en sí, en las propias fuerzas y en el propio valer, se alterna con el desaliento y la desconfianza. Un pequeño éxito o un insignificante elogio bastan para que el adolescente confíe –con desmedido optimismo- en su propio valer. Y, a la inversa, un fracaso insignificante o un ligero reproche bastan para quebrantar la confianza que tiene en sí mismo y desanimarse. Este afán de independencia y autoafirmación es la raíz de una serie de formas de comportamiento, que han llevado a designar esta etapa o estadio como la segunda edad de la obstinación, de la insubordinación, de la oposición, de la mala educación… 2ª Fase de crítica frente al mundo de los padres y adultos. Tres son los puntos que, principalmente, son objeto de crítica a los padres y adultos. 1. Su modo de ser personal, sobre todo aquellas características relacionadas con el modo de tratarles, de permitirles o no permitirles ser mayores. Los chicos de esta edad señalan en su negativas que les dificultan sus deseos excesiva seguridad en sí mismos, de ser autoritarismo o proteccionismo. Frente a en sus críticas. 2 padre una serie de características de autorrealización: les acusan de orgullosos hasta la parcialidad y de la madre suelen ser más benévolos Universidad Miguel Hernández de Elche Máster Oficial en Formación del Profesorado de ESO, BACH, FP y EI. Curso 2011/ 2012 APRENDIZAJE Y DESARROLLO EN LA ADOLESCENCIA UNIDAD 2: CARACTERÍSTICAS Y ELEM TECNOLOGÍAS 2. La actitud como adulto ante lo nuevo, ante el cambio. Una frecuente generalización que suelen hacer los adolescentes les lleva a asimilar a sus padres a una generación totalmente opuesta en su actitud ante lo nuevo, ante el cambio y, consiguientemente, ante sus deseos de realización según su particular punto de vista. Son las críticas de “no está al loro”, “no pilla”, “anticuado”, “carca”, “carroza”… para justificar el “no me comprende”. 3. Ciertas restricciones en la disciplina de la vida familiar. Las críticas de los adolescentes en este terreno se centran –de forma casi unánime- en expresar sus deseos de un mayor margen de libertad, así como su oposición a las restricciones. Los deseos de libertad se concretan en las siguientes exigencias: Libertad e independencia para estar fuera de casa, tener una vida personal fuera de la familia, escoger sus propias distracciones personales… Libertad e independencia para asumir su propia responsabilidad sin verse sometido a la tutela familiar. Libertad e independencia para poder expresar sus propias opiniones personales. Libertad e independencia en las actividades escolares y profesionales, menos control y permitir más iniciativa… 3ª Fase en la que se impone una solución más equilibrada en la discrepancia con los padres y adultos que le rodean. A este cambio en los sentimientos y las relaciones del adolescente contribuye en gran medida el desarrollo de la reflexión y el juicio. En lugar de continuar situándose en la oposición a los padres y adultos, como en la fase anterior estaban tentados a hacer, en lugar de entregarse a críticas inútiles y a discusiones agrias, dejarán de implicarse afectivamente en las discusiones familiares, en los compromisos “a pecho descubierto” en los que se les iba la vida, pues lo único que consiguen –en la mayoría de las ocasiones- son enojosas e inútiles fricciones. En su lugar, la aparición de un juicio más objetivo va a proporcionar una cierta serenidad, mezclada a veces con resignación o concesiones indulgentes, que le hace aceptar a los otros y a sí mismo como seres no perfectos, con sus defectos a los que es necesario acomodarse. Universidad Miguel Hernández de Elche Máster Oficial en Formación del Profesorado de ESO, BACH, FP y EI. Curso 2011/ 2012 3 Unidad 4: Desarrollo en el Adolescente III UNIDAD 2: CARACTERÍSTICAS Y ELEM TECNOLOGÍAS El desarrollo de la independencia y la autonomía emocional y de conducta –para otros autores representativos de la teoría cognitiva-evolutiva, como es AUSUBEL, 1952- viene a ser interpretado como un proceso de “desatelización”. El niño tiene conciencia de que, para ver satisfechos sus deseos, no puede contar con sus propias fuerzas y tiene necesidad de los padres. Su rol es por tanto el de “satélite” de los padre. Rol subordinado, pero adaptativo y eficaz. Cuando a partir de la pubertad el adolescente comienza a experimentar sus propias fuerzas y habilidades, la posición no sólo deja de ser adaptativa, se torna insostenible. La maduración de la personalidad del adolescente coincide entonces con la desatelización. Por otra parte, la salida de la órbita paterno-filial coincide con su ingreso en otra órbita de influencia, la del grupo de compañeros. No obstante, la influencia de una y otra órbita varía según los contenidos o situaciones de que se trate. Así, por ejemplo, cuando el tema o la situación –a tratar- se percibe como de mayor importancia (decisiones significativas o “trascendentales”, como la elección profesional) suele ser más frecuente que los adolescentes hagan elecciones en la línea que harían sus padres. Por el contrario, en temas o situaciones más triviales o de menor importancia (como los temas del vestir, las modas, las diversiones, etc.) los adolescentes reflejan estar más influenciados por sus iguales. 2. Autonomía Personal El desarrollo de la independencia y autonomía de los valores morales Desde la niñez hasta la adolescencia y, sobre todo, durante la adolescencia se produce un desarrollo progresivo del pensamiento moral, pasando desde una moralidad heterónoma a una moral autónoma; desde una moralidad basada en la autoridad de los adultos, en especial de los padres y educadores, a una moralidad racionalista, basada en las propias reflexiones y criterios personales. Autonomía de los valores morales según Piaget La moral “heterónoma”, se da entre los cuatro y los ocho años. Se funda en una ética de la autoridad. PIAGET denominó “realismo moral” a la tendencia del niño a considerar los deberes y los valores que se relacionan con ellos como subsistentes en sí mismos, independientemente de la conciencia y como obligatoriamente impuestos. Este realismo conlleva tres aspectos: 4 Universidad Miguel Hernández de Elche Máster Oficial en Formación del Profesorado de ESO, BACH, FP y EI. Curso 2011/ 2012 APRENDIZAJE Y DESARROLLO EN LA ADOLESCENCIA UNIDAD 2: CARACTERÍSTICAS Y ELEM TECNOLOGÍAS 1. Por un lado, el deber. Todo acto encaminado a obedecer bien una regla o a un adulto es bueno; por el contrario, todo acto que no obedezca a la regla o al adulto será un acto malo. Por tanto, el bien se define rigurosamente a través de la obediencia. No es su conciencia la que elabora las reglas, sino que éstas ya se le han dado elaboradas. 2. En segundo lugar, para el realismo moral, las reglas se deben respetar al pie de la letra, son sagradas y no se pueden cambiar. 3. La tercera característica surge de las dos anteriores. Si el niño concibe las reglas al pie de la letra y define al bien a través de la obediencia, es natural que evalúe los actos en función, no de la intencionalidad que los guía sino de la conformidad material con las reglas planteadas. De ahí proviene la “responsabilidad objetiva”. Lógicamente, el niño cree en la “justicia inminente”, donde confunde las leyes morales con las físicas y cree que cualquier accidente o percance físico que ocurra después de una mala acción es un “castigo enviado por Dios o por cualquier otra fuerza sobrenatural”, por lo cual el castigo es el resultado invariable de una violación de las reglas, y también define en sí mismo la maldad de un acto: un acto es malo si produce un castigo. La moral autónoma comienza a darse a partir de los ocho años o, por lo menos, cuando el niño comienza a ir al colegio. Es ahí donde el alumno se encuentra en situaciones donde él es el que tiene que tomar decisiones, lo cual le hace sentirse semejante a sus mayores. Igualmente se va dando cuenta que hay otras personas a las que él respecta, que piensan de otra manera, que tienen otros puntos de vista sobre las normas que el consideraba sagradas e inmutables. Todo esto le lleva a pensar al niño que no existe una norma absoluta e inamovible de la moralidad y que las personas van elaborando sus propios códigos morales. PIAGET decía que esta moralidad autónoma es de tipo igualitario y democrático, pues el niño procede según reglas morales propias. De esta manera va desapareciendo el respeto unilateral que determinaba la obligación hacia los adultos, para dar lugar al desarrollo del respeto mutuo y la solidaridad con los padres, que va a conducir al niño a la conclusión de que las reglas son convenios establecidos y mantenidos por iguales con miras a un interés común. El niño va a ir abandonando su posición absolutista respecto a los juicios morales en la medida en que va a ser capaz de colocarse en el lugar del otro, reconociendo distintos puntos de vista. Con ello, dejará de juzgar los actos por sus consecuencias para pasar a juzgarlos por la intencionalidad que encierran. De esta manera el castigo ya no será una necesidad absoluta, ni revestirá signos de expiación, sino que representa Universidad Miguel Hernández de Elche Máster Oficial en Formación del Profesorado de ESO, BACH, FP y EI. Curso 2011/ 2012 5 Unidad 4: Desarrollo en el Adolescente III UNIDAD 2: CARACTERÍSTICAS Y ELEM TECNOLOGÍAS una censura que pone en evidencia al culpable al mostrar que se ha roto el lazo de la solidaridad o la reciprocidad. Estas dimensiones son de carácter cognitivo y van desde la subjetividad a la objetividad y desde el absolutismo al relativismo. En estas edades hay que tener presente que, así como el pensamiento adolescente se caracteriza por el racionalismo y la intransigencia, su sistema ético participa de estas mismas características. El adolescente sobreestima la facultad apenas adquirida del pensamiento abstracto que le permite establecer reglas morales comunes que, como esquemas, violentan los casos particulares. El adolescente, incapaz de comprender la riqueza de la diversidad, pretende dirigir su conducta, y la de los demás, por principios fijos e intransigentes. Por otra parte, pese al carácter de pretendida autonomía que busca el adolescente en su pensamiento moral, busca el apoyo en una autoridad que le sirva de modelo y garante moral. Sigue rechazando toda autoridad que se le impone desde fuera, sea la familia, la iglesia, la escuela, mientras reconoce al mismo tiempo incondicionalmente a otra persona cuyo efecto ha hecho él deliberadamente. Las autoridades que hasta ahora había encontrado no han resistido a su crítica. De ahí que se aparte de esas autoridades e intente erigir por sí mismo una ordenación de valores que brote de su interior; de ahí que fije su atención en alguien que personifique en su forma de vida sus valores morales; es decir, lo que a él le parece puro, bueno, noble. El valor moral de las acciones no se medirá ya sólo por la conformidad con la ley, sino por la responsabilidad del sujeto en dichas acciones; es decir, por su intención de respetar la ley en su espíritu más que en la letra. Autonomía de los valores morales según Kohlberg En el orden comportamental, seguramente el más importante elemento es el desarrollo y aprendizaje de la conducta prosocial o altruista; otro orden de aspectos relacionados con la moralidad serían el juicio y razonamiento ético, y la evolución de la conciencia moral. La teoría e investigación más amplios (orientación cognitivista, organización de estadios, método de entrevista o encuesta sobre problemas morales) relacionados con la evolución del juicio moral se vincula a la obra de Kohlberg. Para Kohlberg el desarrollo moral se cumple en niveles, preconvencional, convencional y postconvencional, cada uno de cuales, a su vez, incluye dos estadios. El desarrollo culmina en la idea justicia como reversibilidad (Kohlberg, 1964, 1981). De su investigación empírica resulta que la adolescencia es la edad en la que suele pasarse del nivel convencional al postconvencional. 6 Universidad Miguel Hernández de Elche Máster Oficial en Formación del Profesorado de ESO, BACH, FP y EI. Curso 2011/ 2012 APRENDIZAJE Y DESARROLLO EN LA ADOLESCENCIA UNIDAD 2: CARACTERÍSTICAS Y ELEM TECNOLOGÍAS I. Juicio moral preconvencional La moral es externa. Estadio 1: Obediencia y miedo al castigo Antes de los 7 años. La moralidad depende de la autoridad que manda. Es heterónoma (externa) Estadio 2: (de 7 a 11 años) La moralidad se hace cognitiva y el niño puede ver las cosas desde una perspectiva a distancia y lógica Adquiere gradualmente la noción de justicia: • Todo el mundo debe recibir lo mismo. • Se debe devolver a otro el mal que este ha hecho. • La ausencia de castigo es la ausencia de falta. El estadio en el cual se asumen las normas si favorecen los propios intereses. El individuo tiene por objetivo hacer aquello que satisface sus intereses, considerando correcto que los otros también persigan los suyos. Las normas son como las reglas de los juegos: se cumplen por egoísmo. Se entiende que si uno no las cumple, no le dejarán jugar. Es un estadio propio del niño y de las personas adultas que afirman: «te respeto si me respetas», «haz lo que quieras mientras no me molestes». II. Juicio moral convencional Expectativas interpersonales. Estadio 3: Se asume la perspectiva de los intereses del grupo. Se vive de acuerdo a lo que los otros esperan. Se hace lo que la mayor parte de las personas hacen. Estadio 4: Normas sociales establecidas Consiste en asumir el punto de vista de los demás, La ley empieza a volverse universal. Se defiende la necesidad de cumplir con las leyes. Las normas dejan de ser individuales. Universidad Miguel Hernández de Elche Máster Oficial en Formación del Profesorado de ESO, BACH, FP y EI. Curso 2011/ 2012 7 Unidad 4: Desarrollo en el Adolescente III UNIDAD 2: CARACTERÍSTICAS Y ELEM TECNOLOGÍAS La moral convencional es de sumisión a la regla. En los estadios convencionales, 3 y 4, la moralidad está definida cómo sustentadora del orden social y en conformidad con las expectativas de otros. La adherencia a las normas establecidas constituye, en este nivel, el núcleo sobresaliente y la esencia de la obligación moral. La motivación moral es ya interna, pero basada todavía en gran medida en la previsión de la censura o la alabanza de los otros significativos para el sujeto. El estadio 3 es el de la moralidad del «buen chico», que mantiene excelentes relaciones con los demás, moralidad dominante en la infancia tardía y en la primera adolescencia. El estadio 4 es el de asumir responsabilidad y cumplir con el deber, siendo capaz de colocarse en la perspectiva de otros para fundar un sistema de derechos y de legítimas expectativas. Aquí comienza la autonomía moral: se cumplen las normas por responsabilidad. Se tiene conciencia de los intereses generales de la sociedad y éstos despiertan un compromiso personal. III. Juicio moral postconvencional Estadio 5: Se cumple la etapa del contrato social y la defensa de los derechos individuales. Las reglas son observadas por el bien común y no porque son impuestas por el sistema. Las normas son parte de un contrato que une a los miembros de una sociedad. Estadio 6: Se alcanzan los principios morales universales Es el nivel más elevado. Obligan a todos sin excepción. Las personas son fines en sí mismas y como tales han de ser tratadas. Por nivel postconvencional entiende Kolhberg el de los principios morales asimilados. 8 Universidad Miguel Hernández de Elche Máster Oficial en Formación del Profesorado de ESO, BACH, FP y EI. Curso 2011/ 2012 APRENDIZAJE Y DESARROLLO EN LA ADOLESCENCIA UNIDAD 2: CARACTERÍSTICAS Y ELEM TECNOLOGÍAS La moralidad ahora es comprendida como coincidencia con baremos compartibles, derechos y deberes, también con normas, pero sólo en la medida en que sirven a fines humanos. El estadio 5 es el de la moralidad del contrato social y de la ley democráticamente establecida. Derecho y deber son definidos en términos de contrato, no de conveniencia de los individuos. Es el estadio de la apertura al mundo. Se reconoce que además de la propia familia, grupo y país, todos los seres humanos tienen el derecho a la vida y a la libertad, derechos que están por encima de todas las instituciones sociales o convenciones. La apertura al mundo lleva, en segundo lugar, a reconocer la relatividad de normas y valores, pero se asume que las leyes legítimas son sólo aquéllas obtenidas por consenso o contrato social. Ahora bien, si una norma va contra la vida o la libertad, se impone la obligación moral de no aceptarla y de enfrentarse a ella. El estadio 6, en fin, es el de los principios éticos de conciencia que invocan una universalidad racional y requieren consistencia no importa en qué momento y circunstancia. En él la conducta se halla gobernada por un ideal interiorizado de justicia, situado por encima de las ocasionales circunstancias y de las eventuales reacciones de las demás personas. Son estadios alcanzables ya en la adolescencia, pero muchas personas no llegan nunca en su vida al nivel postconvencional Respecto a los mecanismos que rigen la transición de un estadio a otro Kohlberg dos apunta dos aspectos: el desequilibrio y reequilibramiento cognitivo, debido, a su vez, a que en la interacción social los esquemas de conocimiento y razonamiento moral se ven continuamente desafiados al quedar contrariadas las propias expectativas; la capacidad de ponerse en el lugar de otro, de colocarse en la perspectiva de los demás, es la que parece constituir la característica del nivel convencional. Turiel (1966) ha emitido la hipótesis de que el desequilibrio cognitivo resulta sobre todo de la exposición a niveles de razonamiento moral ligeramente superiores al actual nivel del sujeto. Universidad Miguel Hernández de Elche Máster Oficial en Formación del Profesorado de ESO, BACH, FP y EI. Curso 2011/ 2012 9 Unidad 4: Desarrollo en el Adolescente III 3. UNIDAD 2: CARACTERÍSTICAS Y ELEM TECNOLOGÍAS El autoconcepto y la autoestima El autoconcepto, noción más general, incluye una identificación de las características del individuo así como una evaluación (selección) de las mismas. La autoestima es un concepto que hace más hincapié en el aspecto de la evaluación de las características. En conjunto nos referimos al autoconocimiento del individuo. El autoconcepto es importante –más en la adolescencia- si consideramos que el hecho de que las personas ejecuten o eviten ciertas conductas depende del grado en que aquel sea potenciado o se sienta amenazado. La autoestima, en definición de Martínez y Montañé (1981) es la satisfacción personal del individuo consigo mismo, la eficacia de su propio funcionamiento y una actitud evaluativa de aprobación que la persona siente hacia sí misma. Es el sentido de verse bueno y valioso, que se concreta en confianza y seguridad en sí mismo (el individuo cree ser capaz, ser significativo y digno). Se aprende, fluctúa y la podemos mejorar. El nivel de autoestima es responsable de muchos éxitos y fracasos escolares da a un concepto positivo de sí mismo, potenciará la capacidad de la persona para desarrollar las habilidades y aumentará el nivel de seguridad personal, mientras que un bajo nivel de autoestima enfocará a la persona hacia la derrota y el fracaso. Cuanto más positiva sea la autoestima del alumno: más preparado estará para afrontar las adversidades, más posibilidades tendrá de ser creativo en su trabajo, más oportunidades encontrará de establecer relaciones enriquecedoras, más inclinado estará a tratar a los demás con respeto, más contento y satisfecho estará con su trabajo. Por el contrario, una baja autoestima pueden relacionarse con determinados problemas psicológicos como son: depresión, angustia, miedo a la intimidad, miedo al éxito, abuso de alcohol, drogadicción, bajo rendimiento escolar, inmadurez emocional, propensión al abandono, incluso, el suicidio. Es importante recordar que la autoestima es un sentimiento que se expresa siempre con hechos. En un alumno puede detectarse la autoestima por lo que hace y cómo lo hace. Llegados a este punto nos vendrá bien describir las características de un alumno con alta autoestima: Actuará independientemente. Elegirá y decidirá cómo emplear su tiempo buscando amigos y entretenimientos por sí sólo. Asumirá sus responsabilidades. Actuará con seguridad en sí mismo, sin que haya que pedírselo. Interiorizará la responsabilidad de ciertas tareas o necesidades evidentes. 10 Universidad Miguel Hernández de Elche Máster Oficial en Formación del Profesorado de ESO, BACH, FP y EI. Curso 2011/ 2012 APRENDIZAJE Y DESARROLLO EN LA ADOLESCENCIA UNIDAD 2: CARACTERÍSTICAS Y ELEM TECNOLOGÍAS Afrontará nuevos retos con entusiasmo. Le interesarán tareas desconocidas, cosas y actividades nuevas que aprender y poner en práctica y se lanzará a ellas con confianza en sí mismo. Estará orgulloso de sus logros. Eligen sus propias metas y sienten un placer consciente por su consecución. Demostrará amplitud de emociones y sentimientos. De forma espontánea sabrá reír, sonreír, gritar, llorar y expresar su afecto y en general sabrá pasar por distintas emociones sin reprimirse. Tolerará bien la frustración. Sabrá encarar las frustraciones de distintas maneras, esperando, riéndose de sí mismo, replicando, etc. y será capaz de hablar de lo que le entristece. En cambio, un alumno con baja autoestima… Desmerecerá su talento. Pensará que no puede hacer esto o aquello, o que no lo aprenderá nunca. Sentirá que los demás no le valoran. Se sentirá inseguro o decididamente negativo sobre el afecto o el apoyo que le prestan sus padres profesores o amigos. Se sentirá impotente. Encarará retos y dificultades sin ningún convencimiento de poder superarlos. Se dejará influir mucho. Cambiará de ideas y de comportamiento con mucha frecuencia, según con quién esté: le manipularán otras personalidades más fuertes. Tendrá pobreza de emociones y sentimientos. Repetirá una y otra vez unas pocas expresiones emocionales, como el descuido o el enfado. Eludirá las situaciones que le provoquen ansiedad. Tendrá escasa tolerancia ante las circunstancias que le provoquen temor, ira o sensación de caos. Se pondrá a la defensiva y se frustrará con facilidad. Será un alumno incapaz de aceptar las críticas o las peticiones inesperadas, y pondrá excusas para justificar su comportamiento. Echará la culpa a otros de sus debilidades. Rara vez admitirá errores y debilidades, y la mayoría de las veces atribuirá a otros y/o a la mala suerte la causa de sus dificultades. Universidad Miguel Hernández de Elche Máster Oficial en Formación del Profesorado de ESO, BACH, FP y EI. Curso 2011/ 2012 11 Unidad 4: Desarrollo en el Adolescente III UNIDAD 2: CARACTERÍSTICAS Y ELEM TECNOLOGÍAS Como estrategias para fomentar la autoestima, tener en cuenta los siguientes factores: Evitar lo negativo. Tener en cuenta que, antes de tratar de construir autoconceptos positivos realistas, es necesario evitar autoconceptos negativos, ya que una vez que el alumno ha creado los negativos se encuentra en situación más difícil de superar las contrariedades. Competencia. Se ha demostrado que expectativas personales elevadas y un alto grado de competencias en padres y profesores, producen efectos positivos en el alumno. Esto se traduce, por ejemplo, en que la tarea que se plantee al alumno debe suponer la suficiente dificultad como para ofrecer interés al alumno, pero no tantas como para llevar irremisiblemente al fracaso. Libertad. Deben propiciarse ambientes con suficiente libertad de elección, de modo que el sujeto pueda llevar a cabo decisiones significativas, empezando por la libertad de cometer errores. Respeto. Lo que más necesita el alumno es que el padre o el profesor le considere como alguien importante, valioso, capaz de rendir en las tareas personales. Afecto. Se sabe que la situación de aprendizaje psicológicamente sana y acogedora, estimula al alumno a rendir más y a desarrollar sentimientos de dignidad personal. Control. La orientación personal y académica -claramente definida, establecida y relativamente firme (no permisiva en exceso)- produce un mejor autoconcepto en los alumnos. No obstante, hay que dejar constancia que el control no implica ni el ridículo ni la amenaza. Éxito. El profesor –en términos generales- debe proporcionar una atmósfera de éxito más que de fracaso, puesto que ya se sabe que los autoconceptos cambian después de las experiencias de éxito o de fracaso. La continua conciencia de fracaso reduce las expectativas y no favorece en ningún modo ni el esfuerzo, ni el aprendizaje, ni el desarrollo personal. En conclusión, un programa de acción educativa que busque potenciar el autoconcepto y la autoestima, pasa obligatoriamente por los siguientes elementos: 1. Aceptación del alumno, confianza y posibilidades de elección. 2. Delimitación clara de directrices y autoridad, siendo la mejor forma para conseguir que este objetivo surta efectos positivos un planteamiento de acción democrática y no autoritaria del profesor. 12 Universidad Miguel Hernández de Elche Máster Oficial en Formación del Profesorado de ESO, BACH, FP y EI. Curso 2011/ 2012 APRENDIZAJE Y DESARROLLO EN LA ADOLESCENCIA UNIDAD 2: CARACTERÍSTICAS Y ELEM TECNOLOGÍAS 3. En situaciones difíciles se necesitan ciertas directrices para superarlas con éxito. Este último proceso comprende tres aspectos: • Facilitarle al alumno una perspectiva optimista. • Señalarle caminos adecuados para el éxito. Dejar en manos de los alumnos la responsabilidad de su propio desarrollo. 4. Bibliografía Branden, N. (1990): Cómo mejorar su autoestima. Barna, Ed. Paidos. Branden, N. (1993): El poder de la autoestima. Barna, Ed. Paidos. Castanyer, O. (1996): La asertividad: Expresión de una sana autoestima. Bilbao, Ed. Desclée de Brouwer. Clemes, H.; Bean, R. (2001): Cómo desarrollar la autoestima en los niños. Madrid, Ed. Debate. Clemes, H.; Bean, R.; Clark, A. (2000): Cómo desarrollar la autoestima en los adolescentes. Madrid, Ed. Debate. McKay, M.; Fanning, P. (1991): Autoestima. Evaluación y mejora. Barna, Ed. Martínez Roca. Quiles, M.J. y Espada, J. P. (2004): Educar en la autoestima. Madrid, Ed. CCS. Sureda García, I. (2001): Cómo mejorar el autoconcepto. Madrid, Ed. CCS. V. Pope, A.; M.Hale, S.; Craighead, W.E. (1996): Mejora de la autoestima: técnicas para niños y adolescentes. Barna, Ed. Martínez Roca. Universidad Miguel Hernández de Elche Máster Oficial en Formación del Profesorado de ESO, BACH, FP y EI. Curso 2011/ 2012 13