¿Por qué la “equidad” en la teoría de la justicia de

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¿Por qué la “equidad” en la teoría de la justicia de Rawls no es
igualitaria?: Una introducción al enfoque de Amartya Sen.1
Prof. Carolina Pallas Reyno.En este trabajo nos proponemos en primer lugar, (I) explicar por qué John Rawls
define la teoría de la justicia como política y constructivista, y como garantía
para la construcción de una sociedad democrática, en las condiciones del
pluralismo cultural actual. ¿Cómo llegar a un acuerdo sobre aquellos principios
que han de organizar y encauzar el desacuerdo, el conflicto de intereses? ¿Cuál
es la concepción que hace posible esto? Para ello analizaremos el concepto de
equidad como punto crucial de la propuesta rawlsiana. Si bien la propuesta de
Rawls es un acercamiento a la igualdad en comparación con el utilitarismo,
consideramos que es insuficientemente igualitaria. El enfoque de las capacidades
de Amartya Sen, es un buen inicio para comprender esta discusión. En segundo
lugar, presentaremos (II) las críticas de Sen a esta teoría de la justicia
centrándonos en su concepto de “capacidad” como regulador en la construcción
de una sociedad justa.
I
¿Qué significa “equidad” en la Teoría de la Justicia de Rawls?
En Teoría de la Justicia, Rawls “se esforzó por mostrar hasta que punto el utilitarismo
como teoría global, entra en colisión con las ideas de autonomía y dignidad de la persona
como ser moral, y aplicado con toda consecuencia al campo político, es incompatible
con el liberalismo y la democracia, independientemente de cuales sean las intenciones
subjetivas de sus defensores. En el “Liberalismo político”, por su parte, se asienta en la
convicción de que en las condiciones del pluralismo cultural de la modernidad, la
unidad social no es posible ya sobre la base de un ethos global compartido, y quiere
persuadirnos de que el liberalismo puede generar consenso sólo como teoría política, y
de que la democracia sólo es posible a través de las instituciones del Estado
constitucional”.2
A partir de la crítica al utilitarismo, Rawls tendrá como prioridad absoluta de la
justicia como virtud de las instituciones sociales. Entiende a la sociedad como un
sistema de cooperación dirigido a la satisfacción óptima de los intereses de todos
y cada uno de sus miembros. Los problemas de justicia aparecen por la
1
Publicado en Anales Del Instituto de Profesores “Artigas”. Segunda Época Nº 1 (10),
Año 2006. pp. 193-212.
2
Rodilla, p. 310.
necesidad de fundar este sistema de cooperación en una serie de principios que
potencien las ventajas de la colaboración social y resuelva los conflictos de
distribución de cargas y beneficios sociales; y para ello apelará al andamiaje del
contractualismo clásico.
La justicia como equidad, propuesta por Rawls se presenta como una concepción
política de la justicia y como una concepción constructivista.
En El liberalismo político (LP de aquí en adelante) Rawls parte del supuesto de
que, la sociedad moderna se caracteriza “por una pluralidad de doctrinas
comprehensivas razonables pero incompatibles [que] es el resultado normal del
ejercicio de la razón humana en el marco de las instituciones libres de un
régimen constitucional democrático”. 3 Se debe pasar del mero pluralismo al
pluralismo razonable, que consiste en la coexistencia de concepciones de bien
y vida buena diferentes e incluso concepciones del mundo antagónicas; pero que
implicará la exclusión de doctrinas sectarias y credos fundamentalistas.
Es necesaria, entonces, una concepción pública de la justicia reconocida
mutuamente, aceptada por todos sus miembros, cualquiera sea su posición social
o interés particular, que nos permitan encontrar los principios que realicen la
libertad y la igualdad de forma estable.
¿Cómo elaborar una concepción de la justicia para un régimen democrático que
pueda ser aceptada por la pluralidad de doctrinas razonables? ¿Cómo es posible
que doctrinas religiosas, filosóficas y éticas enfrentadas puedan convivir? El
propio Rawls nos adelanta sus intenciones en la introducción a LP: “¿Cuál es la
estructura y cual es el contenido de una concepción política que pueda atraerse el
consenso entrecruzado?”. 4
En la búsqueda del consenso está el presupuesto de que hay desacuerdo:
“Frente a un imposible consenso general sobre una forma ética de
vida, Rawls denomina «consenso por solapamiento» (overlapping consensus) a
ese entendimiento público acotado, muy abstracto y poco denso entre personas
que, sin embargo, sustentan concepciones comprehensivas diferentes e incluso
conflictivas. El consenso por solapamiento combina consenso y disenso: la
existencia de un acuerdo en torno a los principios de justicia aplicables a la
estructura básica de la sociedad y que constituyen el contenido básico de la
razón pública, no impide desacuerdo en cuanto a las doctrinas generales y
comprehensivas desde las que cada uno interpreta el sentido de la vida y articula
su concepción del bien y de la vida buena”. 5
3
Rawls, (1993), p.12.
Rawls, (1993), p.14.
5
Rodilla, pp. 305-306.
4
La Teoría de la Justicia ha de renunciar a fundamentar sus principios en
una filosofía, moral o religión para lograr consenso; por ello Rawls afirma que
la justicia como equidad es práctica, porque es una concepción que puede ser
compartida por todos los ciudadanos como base de un acuerdo político.
Pero también la justicia como equidad ha de entenderse como una concepción
política de la justicia, concebida en oposición a una doctrina comprehensiva y
general (estas incluyen concepciones sobre la globalidad de nuestras vidas).
Esto significa, que no es metafísica porque no intenta ser una teoría sobre la
naturaleza humana o de la sociedad. La base no está construida a partir de una
filosofía moral, o una religión, o una concepción global del mundo; sino por
ideas intuitivas depositadas en la cultura pública de una sociedad democrática y
de las personas en tanto ciudadanos.
Es una concepción política porque:
- No es una teoría general para todos los problemas de justicia, sino para
instituciones sociales y económicas (se aplica a un segmento de la esfera
social).
- Al presentarse como una forma de articular valores políticos que puede
expresarse sin necesidad de recurrir a una concepción filosófica general, se
mantiene relativamente neutral6 frente a las doctrinas generales o
comprehensivas.
La concepción política debe ser compartida por todos, adherentes de
cualquier doctrina particular, por ello necesitamos una base pública de
justificación generalmente aceptable para todos los ciudadanos. ¿Cómo llegar a
un acuerdo sobre aquellos principios que han de organizar y encauzar el
desacuerdo, el conflicto de intereses?. ¿Cuál es la concepción que hace posible
esto?
Se basará en una concepción de sociedad y en una concepción de persona. El
constructivismo político tomando estas como base, será el procedimiento que
nos permita llegar a los principios de justicia adecuados.
6
En LP, V, §5, Rawls promueve el principio de neutralidad frente a diferentes concepciones de
bien, y distingue entre neutralidad procedimental y neutralidad de propósitos. La justicia como
equidad no es una neutralidad procedimental porque aspira a una base pública de justificación de
las instituciones a partir de un suelo común de las ideas intuitivas de la cultura política; pero es
neutral de propósitos porque garantiza la igualdad de oportunidades para promover cualquier
concepción de bien “permisible”. Si bien el estado debe abstenerse de favorece a alguna doctrina
comprehensiva, admite que es razonable ponerle restricciones; por ejemplo si estas entran en
conflicto con los principios de justicia. Siguiendo a Berlín admite que “no hay mundo social sin
pérdida, es decir, no hay mundo social que no excluya algunos estilos de vida...” En “La justicia
como equidad, ¿ es equitativa con las concepciones de bien?”, V, § 6; pp. 229 ss.
“Así, la justicia como equidad sale de las entrañas de una tradición política
determinada y adopta como su idea fundamental la de la sociedad como un
sistema equitativo de cooperación a lo largo del tiempo, de una generación
a la siguiente. Esta idea organizadora central se desarrolla junto con dos
ideas fundamentales que la acompañan: una es la idea de los ciudadanos
(los miembros comprometidos con la cooperación) concebidos como
personas libres e iguales; la otra es la idea de una sociedad bien ordenada
como una sociedad efectivamente regulada por una concepción política de
la justicia. Suponemos también que esas ideas pueden elaborarse hasta dar
lugar a una concepción política de la justicia capaz de atraerse el apoyo de
un consenso entrecruzado”. 7
La idea de la sociedad como un sistema equitativo de cooperación,
implica que esta puede aceptarse razonablemente siempre que todos los demás
la acepten, los términos equitativos de la cooperación definen una idea de
reciprocidad.
“La reciprocidad es una relación entre ciudadanos expresados por
principios de justicia que regulan un mundo social del que cada uno saca
beneficios de acuerdo con los criterios proporcionados por un punto de
referencia igualitario definido para ese mundo (...) es una relación entre
ciudadanos en una sociedad bien ordenada”. 8
Una sociedad bien ordenada, implica una concepción públicamente reconocida
de la justicia y comporta tres cosas: que cada uno acepta y sabe que todo el
mundo acepta los mismos principios de justicia, la estructura básica satisface
esos principios de un modo público; y por último sus ciudadanos tienen un
sentido de justicia. 9
Desde una concepción política de la justicia y no comprehensiva como
fundamento de la ciudadanía democrática, la segunda idea fundamental es una
concepción de persona: como libres e iguales, capaces de actuar razonable y
racionalmente, y por ello capaces de formar parte de la cooperación social.
Esta concepción de persona como ciudadano, cooperante de la sociedad,
entiende que las personas son libres porque poseen facultades morales y
facultades de la razón.
7
Rawls, (1993), pp. 44-45.
Rawls, (1993), p. 47.
9
El desarrollo de la idea de una sociedad bien ordenada se encuentra en LP, I, §6.
8
Las dos facultades morales son una capacidad para el sentido de justicia (deseo
de aplicar y actuar según los principios de justicia) y una capacidad para
concebir el bien (expresada por un proyecto racional de vida). “El poseer esas
facultades en el grado mínimo requerido para ser miembros plenamente
cooperantes de la sociedad hace a las personas iguales.” 10
Los dos aspectos de la racionalidad: racional y razonable se corresponden con las
dos capacidades morales:
Racional es la acción dirigida a un fin, los fines de los otros sólo interesan si
afectan lo que es bueno para mí; es una “razón instrumental” ligada a lo bueno.
Es una capacidad ejecutiva, que consiste en formar, revisar y ejercer una
concepción de bien.
Razonable es la necesidad de acciones tomando en cuenta a los otros, enlaza un
sentido de justicia y la capacidad legislativa, que se asemeja a la autolegislación
kantiana. 11
“Como ideas complementarias que son, lo razonable y lo racional no
pueden funcionar separadamente. Agentes meramente razonables
carecerían de fines propios a cuya promoción sirviera la cooperación
social; agentes meramente racionales carecerían del sentido de la justicia y
no conseguirían reconocer la validez independientemente de las exigencias
ajenas. (...) en el caso fundamental de la cooperación social en el marco de
la estructura básica de la sociedad, los representantes de los ciudadanos,
como agentes razonables y racionales, han de ser ubicados razonablemente
esto es, equitativa o simétricamente, sin que ninguno posea ventajas
negociadoras mayores que las del resto. Esta última condición es la que
satisface el velo de ignorancia”.12
Basándose en una determinada concepción de persona y de sociedad, la justicia
como equidad es una concepción constructivista “que consiste en especificar una
determinada concepción de persona e intentar derivar de ella los principios de la
justicia a través de un proceso de «construcción». El elemento mediador entre tal
concepción de la persona y los principios de justicia es la posición original o
situación inicial de igualdad y libertad, que se corresponde más o menos al
estado de naturaleza del contractualismo clásico y es donde se van a elegir los
principios que han de regular la concepción de justicia de una «sociedad bien
ordenada»”. 13
Rawls observa que los aspectos constructivistas de la justicia como equidad
tienen alguna afinidad con el constructivismo matemático, pero en este caso se
busca construir una concepción política de la justicia que nos permita llegar a los
principios que regulen las instituciones; ellos son el resultado y no así la
posición original.
“...no todo es construido; debemos disponer, por así decirlo, de algún
material con el que empezar. En un sentido más literal sólo se construyen
los principios substantivos que determinan el contenido de lo que es
correcto y justo políticamente. El procedimiento mismo simplemente se
fija usando como punto de partida las concepciones básicas de la sociedad
y de la persona,, los principios de la razón práctica y el papel público
desempeñado por una concepción política de la justicia”. 14
La posición original es un mecanismo de representación de las concepciones de
persona y de sociedad que son la base de la propuesta rawlsiana. Es hipotética,
no es real; no supone que haya existido o que exista alguna vez.15 A través de la
posición original podemos entender que Rawls define a la justicia como equidad
pero estos conceptos no coinciden: los acuerdos fundamentales (principios de
justicia) obtenidos son justos porque son el fruto de un acuerdo realizado en
condiciones equitativas, porque son el resultado de una elección efectuada
por individuos en condiciones de equidad.
Supone la incorporación de la justicia procesal pura a la posición
original: los principios elegidos vienen condicionados por el proceso, los
principios no son justos en sí mismos, sino que lo son por el proceso de elección
de los mismos; lo que garantiza el procedimiento justo es la situación inicial.
¿ Cuándo es equitativa la condición inicial? Cuando personas libres e iguales
que carecen de autoridad las unas sobre las otras se embarcan en una actividad
conjunta y establecen o reconocen reglas para su actividad. Ninguna de las partes
siente que otro esté sacando ventajas o esté cediendo ante pretensiones que no
considera legítimas.
10
Rawls, (1993), p. 49.
Se asemeja la autolegislación porque en ambos hay una búsqueda del actuar de acuerdo a la
ley que nosotros mismos nos damos. Las diferencias con Kant, se presentan en LP. Rawls dedica
un capítulo a destacar 4 diferencias entre el constructivismo kantiano y el constructivismo
político de la justicia como equidad, III, § 2.
12
Rawls, (1993), p. 83.
11
13
Vallespín, p. 584.
Rawls, (1993), p. 135.
15
Es como un ejercicio de imaginación, “ en lo que nos pondríamos de acuerdo si...” Por lo que
no implica ni negociación, ni debate. Como cada persona racional y libre, por sí sola llegaría a
los mismos principios, es una elección unánime.
14
¿Cómo se logran las condiciones equitativas? ¿
las preferencias, deseos, o placeres del otro?
hombres iguales están dadas? Para Rawls esto
imaginación que supone el Velo de Ignorancia,
como la situación en la que:
Con la igual consideración de
¿Cuándo las condiciones de
se realiza con el ejercicio de
que en TJ, Rawls caracteriza
“nadie sabe cuál es su lugar en la sociedad, su posición, clase o status
social; nadie sabe tampoco cuál es su suerte en la distribución de ventajas y
capacidades naturales, su inteligencia, su fortaleza etc. Supondré incluso
que los propios miembros del grupo no conocen sus concepciones acerca
del bien, ni sus tendencias psicológicas especiales. Los principios de la
justicia se escogen tras un velo de ignorancia. Esto asegura que los
resultados del azar natural o de las contingencias de las circunstancias
sociales no darán a nadie ventajas ni desventajas al escoger los principios.
Dado que todos están situados de manera semejante y que ninguno es
capaz de delinear principios que favorezcan su condición particular, los
principios de la justicia serán el resultado de un acuerdo o de un convenio
justo, pues dadas las circunstancias de la posición original y la simetría de
las relaciones entre las partes, esta situación inicial es equitativa entre las
personas en tanto que seres morales, esto es, en tanto que seres racionales
con sus propios fines, a quienes supondré capaces de un sentido de la
justicia.” 16
El velo de ignorancia garantiza las condiciones de equidad; no seríamos
imparciales si tomáramos en cuenta algo que no debemos tomar. Limita el
conocimiento y la información ya que quedan fueran los aspectos particulares
como la posición social, plan de vida, el sexo, la edad, la dotación genética, etc.;
en definitiva; las cosas por las que somos desiguales.
Esta “amnesia parcial”; que implica saber sólo que somos persona (pero no sé
cuál), que somos racionales (los demás también), que somos recíprocamente
desinteresados (indiferentes a los intereses personales propios y ajenos); permite
que nadie tenga ventaja o desventaja frente a los demás.
El velo de ignorancia es la manera para conformar la igualdad de las personas,
no es la igualdad de las personas el resultado de la posición original. Para
Kimlicka “no es la expresión de una teoría de la identidad personal. Es una
prueba intuitiva de equidad (...) Rawls espera encontrar una solución aceptable
para todos, desde una posición de igualdad, es decir, que respete la pretensión de
cada persona de ser tratada como un ser libre e igual”. 17
Las condiciones iniciales de equidad de la posición original bajo el velo de
ignorancia es el procedimiento para la elección de los acuerdos básicos del
pluralismo razonable. ¿Qué acuerdos elegiríamos? ¿Cuáles son los principios de
justicia que se obtienen de esta construcción intelectual? ¿Qué principios
realizan los valores de libertad e igualdad? “En la justicia como equidad, las
instituciones de la estructura básica son justas siempre que satisfagan los
principios que personas libres e iguales, en una situación de equidad entre ellas,
adoptarían para el propósito de regular esa estructura.” 18
Si se reducen las personas a puros seres racionales libres e iguales, situación
hipotética para construir un punto de vista compartido por todos a pesar de las
diferentes concepciones de bien, sabemos que hay ciertos bienes que queremos o
necesitamos para proyectar y realizar cualquier plan de vida. Rawls los llama
bienes primarios y distingue entre bienes primarios sociales: como los ingresos,
riquezas, oportunidades, poderes, derechos y libertades; y los bienes primarios
naturales: como la salud, la inteligencia, la imaginación, las aptitudes naturales.
Bienes tales como la libertad y la igualdad de oportunidades son innegociables,
otros bienes aceptan distribución y otros no pueden ser directamente distribuidos
(como la inteligencia).
La formulación final de los principios de justicia es la siguiente:
a) Todas las personas son iguales en punto de exigir un esquema
adecuado de derechos y libertades básicos iguales, esquema que
es compatible con el mismo esquema para todos; y en ese
esquema se garantiza su valor equitativo a las libertades políticas
iguales, y sólo a esas libertades.
b) Las desigualdades sociales y económicas tienen que satisfacer dos
condiciones:
primero, deben andar vinculadas a posiciones y cargos abiertos a
todos en condiciones de igualdad equitativa de oportunidades, y
segundo, deben promover el mayor beneficio para los miembros
menos aventajados de la sociedad. 19
Estos principios, que tienen como norma de prioridad el criterio lexicográfico,
expresan para Rawls una concepción política liberal igualitaria porque se
17
Kymlicka, pp. 76-77.
Rawls, (1993), p. 307.
19
Rawls, (1993), p. 35.
18
16
Rawls, (1971), p. 25
garantiza el valor equitativo de las libertades políticas y de las oportunidades; y
porque a través del principio de diferencia se establece que la desigualdad social
y económica se permite sólo para alcanzar el mayor beneficio del menos
aventajado.
La prioridad de la libertad está garantizada por el concepto de persona moral,
porque “este esquema de libertades básicas asegura el desarrollo y ejercicio de
las dos facultades morales. Las libertades aseguran la condición de agente de los
sujetos, condición mínima indispensable para perseguir una concepción del bien
y tener un sentido de justicia”. 20
Es esencial para Rawls seguir teniendo la capacidad de elegir, lo que lo convierte
al principio de igual libertad, en un principio liberal por excelencia, pero además
es racional - en tanto no sé qué persona soy - que para la distribución de bienes
primarios como la riqueza, el ingreso, el poder o la autoridad, busque maximizar
la peor situación. El principio de diferencia admite la desigualdad, sólo si
beneficia al menos aventajado. Nótese que el primer principio no acepta la
desigualdad bajo ninguna circunstancia, sino que implica la estricta igualdad
para la distribución de las libertades básicas. Satisfechos los principios de
justicia, ninguna de las diferencias entre los ciudadanos deja de ser equitativa y
da pie a la injusticia.
Sin lugar a dudas Rawls pretende construir una teoría de la justicia
política, liberal e igualitaria, las dos primeras cualidades las logra, pero
¿realmente obtiene una concepción igualitaria?.
(II)
Las críticas de Sen a la teoría de la justicia de Rawls
“El paso desde la consecución de objetivos a los medios para alcanzarlos, a la
manera de Rawls enfocando la cuestión desde los bienes básicos, o de Dworkin
centrándose en los recursos, puede haber ayudado a hacer que los estudiosos
empiecen a volver la vista en la dirección de prestar importancia a la libertad,
pero el cambio no es suficiente para atraparlo importante que es la amplitud de la
libertad. Si nuestra preocupación es la libertad como tal, entonces no hay modo de
escapar de la necesidad de buscar una representación de la libertad en forma de
conjuntos alternativos de objetivos que podemos realizar”.21
20
Pereira, Igualdad y Justicia, pp. 19-20.
Sen, (1992), p. 48. Ronald Dworkin busca construir una teoría liberal que sea sensible a la
ambición e insensible a la dotación. Basándose en la crítica a Rawls propone la igualación de
recursos que pueden ser de dos tipos: personales (cualidades de la mente y el cuerpo, salud
física, mental, fortaleza, etc) y recursos impersonales (componentes de la naturaleza que
podemos transferir, como tierra, materia prima, derechos, etc).
21
Desde la publicación de Teoría de la Justicia, Rawls cuenta con una gran
cantidad de interlocutores, entre estos se encuentra el economista indio Amartya
Sen, uno de los filósofos actuales más destacados.22
Para Sen toda la filosofía política actual está de acuerdo en que la
igualdad es un valor, algo a promover. Si bien todos son igualitarios en
algún punto, difieren en lo que hay que igualar. La pregunta central es
entonces: ¿Igualdad De Qué?.
La importancia de la pregunta deriva del hecho empírico de la diversidad
humana pero la idea de igualdad se enfrenta a dos tipos de diversidad: la
heterogeneidad entre los seres humanos y la multiplicidad de variables en las que
se puede juzgar la igualdad, lo que implica la elección de un ámbito evaluativo.
El pasar por alto las diferencias entre los individuos puede ser poco igualitario, el
considerar a todos por igual puede resultar un trato desigual a aquellos que se
encuentran en una posición desfavorable.
Qué se mide y cómo se juzgan las políticas sociales dependen esencialmente de
qué variable se elija, cual es la base en la que se centra el análisis al comparar
distintas personas entre sí, lo que llama Sen variable focal. ¿Cuál es el espacio
para realizar comparaciones? ¿Cuál es la información que se considera relevante
a la hora de tomar decisiones sociales? ¿Los ingresos, la riqueza, la felicidad, las
oportunidades? Cada autor ha considerado un ámbito, el más importante dentro
del cual exigir la igualdad, por lo que hay información incluida y excluida, que
no ejerce influencia directa en los juicios de valor. El problema esta en que al
tomar una variable se ocultan otros aspectos de importancia, por ejemplo la
igualdad de oportunidades no implica necesariamente igualdad de ingresos, y
con los mismo ingresos pueden variar nuestra riqueza (si tenemos una
enfermedad por ejemplo, gastamos en medicamentos o si tenemos más hijos,
etc.), y tampoco significa iguales niveles de felicidad. Referida a una sola
variable la demanda de igualdad puede que resulte no igualitaria respecto a otra.
22
Rawls en el prefacio a TJ agradece la minuciosa discusión y crítica de Sen a su teoría, en LP
reconoce que ha introducido cambios a la noción de bienes primarios “ateniéndome a las
importantes críticas de Sen” (p. 211 n6) y Sen en varias ocasiones reconoce que la mayor deuda
que tiene es con Rawls, por que fue motivado por su teoría, por sus comentarios, y en el prefacio
a Nuevo examen de la desigualdad afirma “es a John Rawls a quien más debo intelectualmente.
Me dejo conducir por su razonamiento durante una gran parte del camino, e incluso cuando
acabo por caminar en otra dirección, es decir, cuando me centro más en la amplitud de las
libertades que en los medios para obtenerlas (lo que Rawls llama <<bienes primarios>>), me
baso para apartarme en una crítica explícita de la teoría de Rawls”. p.10.
mano de graves desigualdades en las libertades reales que gozan las
diferentes personas”.23
Sen se pregunta ¿Igualar qué? ¿Cuál es nuestra variable focal?
Los filósofos se han centrado:
- O en la igualdad de resultados, al modo utilitarista que se busca la
satisfacción, el bienestar o la utilidad.
- O en la igualdad de los medios, equiparar un monto de bienes (Rawls) o de
recursos (Dworkin) indispensables para llevar adelante cualquier plan de vida.
La evaluación de la utilidad no sólo no es un criterio claro, ni permite
comparaciones interpersonales sino que tampoco se comprende la acción de los
individuos sólo como búsqueda de la felicidad o el bienestar, no se explican
acciones tales como ayudar o sacrificarme por alguien que no conozco. No
estamos seguros que lo que busque el hombre sea sólo el bienestar. Hace acuerdo
con Rawls en no aceptar la métrica subjetiva del utilitarismo. La evaluación de
resultados no es un indicador, ya que el valor de las realizaciones también
depende de si se ha podido o no elegir lo que se hace o se es en la vida.
La igualación en Bienes Primarios de Rawls está presentada en el
segundo principio de justicia elegido en la posición original – el principio de
diferencia - y la posición del menos aventajado sirve de base para la confección
del índice de bienes primarios. Recordemos que el objetivo de este principio es
compensar las diferencias que son desde el punto de vista moral arbitrarias y de
acuerdo con Rawls dos personas estarán igualmente bien situadas si poseyeran el
mismo conjunto de bienes primarios. El criterio lexicográfico de Rawls plantea
que el primer principio, igual libertad, es prioritario.
Para Sen, tanto Rawls como Dworkin, se han concentrado en la tenencia de
ciertos bienes (cuanta riqueza, puestos sociales y económicos se pueden
alcanzar, servicios comparar, derechos exigir, etc.) y no en lo que las personas
realmente pueden hacer con ellos.
Sen comparte con Rawls la preocupación por la libertad.
“Pero si lo que nos interesa es la libertad ¿es suficiente con que nos
centremos en los medios para la libertad en lugar de la amplitud de la
libertad que realmente tiene la persona? Puesto que la capacidad para
convertir estos bienes primarios y recursos en libertad –para seleccionar
una vida particular y para alcanzarla- puede variar de persona en persona,
la igualdad en las posesiones de bienes o recursos primarios puede ir de la
No se puede juzgar sólo el tamaño de propiedad de bienes y servicios, porque lo
que se obtiene con ellos depende de muchos factores. No sólo se desconoce la
variación del significado y el aprovechamiento para cada individuo, sino en cada
sociedad. No son un indicador real de cómo se está, el medir sólo la posesión de
riqueza puede ocultar una vida desgraciada. Una persona rica pero sin
participación política o con una enfermedad incurable; o el desempleado que está
en el seguro de paro pero se le niega la oportunidad de empleo, no se siente
realizado.
Los bienes son presentados por Rawls como cosas valiosas por sí mismas, pero
no se toma en cuenta que es lo que se consigue realizar con ellos. Por ejemplo el
alimento es un bien valioso, pero el valor de este depende de factores como edad,
sexo, actividad, metabolismo, clima, educación sobre preparación y cualidad
nutritiva de ellos, etc. ¿Qué se hace con el alimento? ¿Por qué no se hacen cosas
que otros hacen? El hecho es que una misma cantidad de un bien puede ser
convertido en realizaciones diversas dependiendo de la elección - o falta de
elección – de las personas.
No se es igualitario con la equiparación de bienes, porque idénticos
bienes pueden resultar cosas diferentes para diferentes personas. Hay que tener
en cuenta otros factores para llegar a determinar en qué y por qué las personas
son diferentes en su capacidad de lograr la conversión de bienes en realizaciones,
lo importante no es lo que se posee sino el tipo de vida que uno lleva: no lo que
se tiene sino lo que consigue realizar con lo que se tiene. Como la conversión de
bienes o recursos varía por persona: la igualdad en ello puede traer desigualdad
en la libertad real disfrutada, por ello para Sen no hay que entender la justicia en
razón de los medios, sino de las libertades.
La problemática de la igualdad surge inmediatamente después de la
afirmación de la importancia de la libertad ¿quién, cuánto, de qué modo ha de ser
distribuida la libertad?
Pero como ya analizamos, la pregunta igualdad de qué, no se puede responder
desde la cantidad de medios, sino de lo que las personas pueden obtener con esos
medios. Sen no demandará la igualdad de los recursos o bienes que se tenga,
sino de las libertades que realmente gozan las personas para elegir el modo de
vida que valoran. La igualdad radica en poder convertir bienes en libertad, en
poder elegir y alcanzar el modo de vida que proyectamos.
23
Sen (1990), pp.114-115.
Para Sen una propuesta igualitaria debe focalizarse en algo posterior a la
tenencia de los recursos y anterior a la obtención de la utilidad. Esta noción
intermedia es la CAPACIDAD de cada sujeto para convertir o transformar esos
recursos en libertad.
El problema es el de conversión de bienes en libertad: si lo prioritario es
la libertad se debe ser sensible a esta conversión, y reflejar la libertad real de una
persona para elegir entre formas de vida alternativa y su evaluación no
presupone la unanimidad respecto a ningún conjunto específico ni de bienes ni
de objetivos particulares. La libertad no queda asegurada solamente con la
igualación en bienes primarios.
Con relación a la prioridad de la libertad, Sen se pregunta ¿la libertad personal
tiene que tener igual importancia o no que otro tipo de ventajas personales? ¿Por
qué la libertad personal, presentada en el primer principio de justicia de Rawls,
ha de ser más importante que las necesidades económicas que pueden ser de vida
o muerte? Para Sen no significa que los derechos se subordinen o a las
necesidades económicas o que la libertad no deba tener prioridad, sino que la
prioridad de la libertad no debe pasarlas por alto. Ya que la libertad es sólo una
de las ventajas personales que están en juego, existe una asimetría entre
diferentes ventajas personales: la libertad, las rentas, las utilidades, la educación,
la salud, la nutrición, la realización, etc.
La crítica de Sen a Rawls por la insensibilidad frente a la variabilidad
personal para convertir bienes en libertad y a la rigidez en la construcción del
índice de bienes, es replicada en el Liberalismo Político
“Coincido con Sen en que las capacidades básicas son de mayor
importancia y en que el uso de los bienes primarios ha de evaluarse
siempre a la luz de los supuestos acerca de esas capacidades ... Sen plantea
vigorosamente la cuestión de sí un índice primario podría ser lo bastante
flexible como para ser justo o equitativo. No puedo ocuparme de este
asunto aquí, y me limitaré simplemente a ofrecer la conjetura de que,
aprovechando la ventaja de la información que se hace accesible en la fase
legislativa, se puede divisar un índice suficientemente flexible en la medida
que proporcione juicios tan justos o equitativos como los de cualquier
concepción política que podamos elaborar.” 24
Rawls reconoce que los reclamos de Sen deben ser atendidos en uno u
otro momento, pero que en la etapa legislativa se pueda realizar un índice de
Bienes Primarios flexible que introduzca las capacidades básicas no es
suficiente, porque en la parte más básica de la teoría de Rawls las diferentes
capacidades de las personas siguen sin tenerse en cuenta.
Rawls interpreta que la igualdad de capacidades propuesta por Sen se encuentra
fundada en una concepción comprehensiva de bien. Sen ha replicado25 que
Rawls no interpreta correctamente la naturaleza de la crítica a los bienes
primarios desde la óptica de las capacidades. La capacidad consiste en la
libertad de elegir entre diferentes vidas alternativas y no un modo de vida
determinado. Para Sen la rigidez de los bienes primarios trasciende a cualquier
concepción de bien. Las condiciones para alcanzar el modo de vida elegido van
más allá de cualquier doctrina, porque la posibilidad para llevarlo a cabo
dependerá de la capacidad de los sujetos, la variabilidad interpersonal hace que
un mismo índice de bienes nos otorgue resultados diferentes a cada uno, incluso
aunque sea la misma doctrina y los mismos objetivos.
¿Por qué el concepto central son “las capacidades? Porque lo que importa
es el modo de funcionar y los modos de ser que están a mi alcance. Porque las
capacidades representan la libertad real de elección. Cuanto más ampliamos las
capacidades más ampliamos las libertades, cosa que no resulta de la posesión de
bienes por sí mismos.
La capacidad se representa para Sen por el conjunto de n realizaciones que una
persona puede elegir, hay n tipos diferentes de realizaciones, se relaciona con los
funcionamientos o desempeños26: las tramas de funcionamientos forman las
capacidades (vector de funciones), el poder que tenemos para conseguir las
varias combinaciones alternativas de realizaciones, de haceres y estares, “doings
and beeings”.
“Según esta concepción, las reivindicaciones individuales se han de evaluar
no por los recursos o los bienes primarios que las personas poseen, sino por
las libertades de las que gozan realmente para elegir entre los diferentes
modos de vivir que tienen razones para valorar. Ésta es su libertad real, la
25
24
Rawls, LP, pp. 217, 219. La secuencia de las cuatro etapas es presentada por Rawls en Teoría
de la Justicia, pp.187-192.
La réplica de Sen se encuentra en Nuevo examen de la desigualdad, pp. 99-100, y Justicia:
medios contra libertades pp. 118-119.
26
Sen en varias ocasiones plantea que los fundamentos filosóficos de este planteamiento se
remontan a Aristóteles. La relación con las categorías aristotélicas (como las virtudes según las
capacidades que un individuo puede alcanzar, la consideración de las circunstancias entre las
personas, entre otras) nos implicaría realizar otro trabajo, más extenso y detallado.
cual se representa por la <<capacidad>> que tiene la persona para
conseguir las varias combinaciones alternativas de realizaciones, o de
haceres y estares”. 27
Las capacidades reflejan el ámbito de la libertad (todo aquello que podría llegar
a ser) y los funcionamientos determinan que puedo elegir, el espectro de
posibilidades, que será siempre más amplio que lo realmente elegido.
Esta concepción le permite a Sen distinguir entre la capacidad que representa la
libertad real de la que se goza, de:
1- De los bienes primarios: porque no representan la capacidad de lo que
realmente gozan, lo que hacen y lo que son las personas. Uno de los
ejemplos recursivos de Sen son los que se refieren a las diferencias de
género, problema del que tiene numerosos estudios: “en el contexto de la
desigualdad entre mujeres y hombres, la diversidad en las tasas de
conversión de bienes primarios en capacidades puede ser crucial. Es
posible que tanto las características biológicas como los factores sociales
(relativos al embarazo, los cuidados de los recién nacidos, la distribución
convencional de los papeles en la familia, etc.) coloquen a las mujeres en
desventaja, aunque tengan el mismo conjunto de bienes primarios que los
hombres”. 28
2- De las vidas realmente elegidas. “Piénsese en que una persona puede
tener las mismas capacidades que otra, pero sin embargo elegir un
conjunto diferente de realizaciones de acuerdo con sus objetivos
particulares. Además, dos personas con las mismas capacidades reales e
incluso los mismos objetivos pueden acabar con resultados diferentes
debido a diferencias en las estrategias que siguen para ejercer sus
libertades”. 29
No se trata ni de una concepción de bien preestablecida, ni del resultado como
satisfacción, ni de los puros medios, sino que importa el ámbito o espacio de
libertad, la potencialidad de hacer o ser. La variable focal para Sen debe ser la
capacidad: la libertad para obtener un resultado y no el resultado mismo. Por
ejemplo, el hambre es diferente al ayuno: son comparables pero uno es opción
(no es incapacidad de alimentarse, es elegir pasar hambre cuando uno tiene otras
alternativas), el otro es un infortunio.
27
Sen, (19890), p. 113
Sen, (1990), pp. 115-116.
29
Sen, (1990), p. 116.
28
Para Sen el hombre tiene pluralidad de motivos posibles, además del económico,
se tienen motivos de otra naturaleza, como el compromiso social. Por lo tanto no
se entiende el comportamiento humano si creemos que sólo el hombre está
motivado para conseguir medios. Una de la motivaciones es la libertad: luego de
la abolición de la esclavitud en Norteamérica no prosperó el trabajo en
cuadrillas, que era una prolongación de la esclavitud, pero se ganaba más. 30
Para Sen no sólo nos motivan los resultados sino la Agencia; buena parte de
nuestras acciones son para conseguir o ser capaces de saber como actuar.
Aumentar la capacidad de actuar puede ser un objetivo de la acción. El ser
agente permite alcanzar lo que deseamos, pero esto mismo importa,
independientemente de cualquier meta, es como medio y fin a la vez.
“La libertad de ser agente de una persona se refiere a lo que la persona es
libre de hacer o conseguir en la búsqueda de cualesquiera metas o valores
que considere importantes .... es la libertad de conseguir cualquier cosa que
la persona, como agente responsable, decida que habría de conseguir”. 31
Sen distingue la libertad de agencia y la libertad de bienestar, esta es la libertad
de conseguir aquello que constituye nuestro propio bienestar. La libertad de
agencia es la libertad de conseguir lo que uno valora, y no solo objetivos que
redunden en el beneficio de uno. Como por ejemplo el voluntario social que
contribuye a mejorar las condiciones de vida de la infancia o a cuidar personas
con trastornos síquicos. Aunque la libertad de agencia pueda implicar ir contra el
propio bienestar, e incluso un gran sacrificio, es deseable por sí misma.
Sen entiende que los individuos no son receptores pasivos de
programas sociales, porque el término agente no es entendido como una
persona que actúa en representación de otra, sino lo utiliza en el sentido
“de la persona que actúa y provoca cambios y cuyos logros pueden
juzgarse en función de sus propios valores y objetivos, independientemente
de que los evaluemos o no también en función de algunos criterios
externos. Este estudio se refiere especialmente al papel de agencia del
30
“Las cestas de bienes de consumo de los esclavos eran mejores – desde luego, no eran peores
– que las rentas de los trabajadores agrícolas. Y la esperanza de vida de los esclavos tampoco era,
en términos relativos especialmente baja ....Y sin embargo, los esclavos se escapaban.” En Sen
(1999) p. 47.
31
Sen (1985), pp. 85- 86.
individuo como miembro del público y como participante en actividades
económicas, sociales y políticas.”32
La tesis central de Sen sobre el criterio de evaluación de la justicia de las
instituciones sociales, es que nos debemos centrar en la libertad real o capacidad
de elección del modo de vida. Sen busca un punto intermedio entre la métrica
subjetiva de los utilitaristas y el riesgo de exceso de objetividad de Rawls.
Si el valor que tiene un modo de vida depende de la libertad que se ha tenido
para elegirlo, incluirá la propia valoración que hace la persona.
“Lo que Sen dice al respecto, es que en un caso y en otro hay que mirar los
valores de los ciudadanos para determinar qué realizaciones incluir. Pero
además, que aun cuando haya consenso sobre el valor de determinadas
realizaciones a la hora de hacer comparaciones entre las personas y de diseñar
instituciones y políticas sociales, habrá que tener también en cuenta cuánto valor
le dan y cómo ordenan esas realizaciones consensuadas”. 33
Para Sen no se puede aceptar una sociedad como justa independientemente de las
consecuencias.
¿Qué tipo de consecuencias? No aceptará el modo utilitarista para quienes el
único valor es el bienestar, sino las consecuencias que las instituciones tienen
para la libertad de las personas y describe tres ámbitos de estas: la oportunidad
que se tiene para conseguir lo que se valora, el papel que tienen las personas a la
hora de tomar decisiones en las políticas sociales y la libertad referida a la
inmunidad que tiene frente a posibles interferencias de otras personas.
Hay una defensa constante en la propuesta de Sen del propio actuar como
agentes libres, formar parte de los mecanismos de decisión y ejercerlo sin
interferencias.
Hay una relación bilateral entre las medidas públicas y las capacidades. Las
decisiones sociales pueden aumentar nuestras capacidades, pero también el uso
de las capacidades influye en el rumbo de estas.
En el problema de la libertad hay que tomar en cuenta los procesos que hacen
posible la libertad de acción y decisión, las oportunidades reales de las personas
en función de las circunstancias sociales y personales por lo que Sen afirma que
“es preciso no limitarse a analizar sólo los procedimientos adecuados (como
hacen a veces los llamados libertarios, sin preocuparse en absoluto si algunas
personas desfavorecidas son privadas o no sistemáticamente de oportunidades) o
las oportunidades adecuadas (como hacen a veces los partidarios de un enfoque
basado en las consecuencias, sin preocuparse por la naturaleza de los procesos
32
33
Sen, (1999), pp. 35-36.
Salcedo, p. 27.
que general las oportunidades o la libertad de elección que tienen los
individuos). Tanto los procesos como las oportunidades tienen importancia por
derecho propio, y cada uno de los aspectos está relacionado con la concepción de
desarrollo como libertad.”34
La evaluación en términos de libertad y capacidades, difiere del enfoque
deontológico de Rawls que critica la atención de las consecuencias. Sen defiende
la posibilidad de una evaluación consecuencial pluralista que tome en cuenta
aspectos deontológico de las acciones. No hay una única variable, se aceptará la
que logre definir mejor cada situación.
Pero no se excluyen aspectos deontológicos, ya que propone tomar en cuenta en
las evaluaciones el carácter moral de las acciones y los criterios relevantes para
el agente en la realización de la acción. Esto implica incluir la perspectiva de
quién lo hace, los consecuencialitas no. Sen llama posicionalidad del juicio a la
relación del evaluador con los estados evaluados, implicación del evaluador con
lo evaluado. Los juicios de valor posicionales son de la forma “x es bueno para
y”, en cambio x es bueno implica una sola variable35. Por ejemplo, no hay una
única distribución justa de alimentos, o ingresos, dependerá del sexo, la edad, la
actividad que se realiza, etc.
Las decisiones sociales las deben afrontar y valorar las personas afectadas
y no ser una decisión cerrada o de elite. Se trata de un ejercicio de elección
social que requiere de un debate público y una comprensión y aceptación
democrática, es una aceptación de ponderaciones que debe ser aceptada por
todos. Hay una responsabilidad compartida en la toma de decisiones, este
compromiso compartido implica que “sería un error caer atrapados
prematuramente en un sistema específico para ponderar... ya que esa postura
limitaría las posibilidades de tomar decisiones democráticas en este aspecto
crucial (y en términos más generales, en la elección social, incluida toda la
variedad de procesos relacionados con la participación). Las ideas fundamentales
de justicia pueden distinguir algunas cuestiones básicas relevantes, pero creemos
que no es razonable que puedan desembocar en la elección de una única fórmula
sumamente definida de ponderaciones relativas como proyecto único de lo que
se considera <<la sociedad justa>>”. 36
34
Sen (1999), p. 34.
En Bienestar, condición de ser agente y libertad. Sen combina la posicionalidad en la
valoración moral con la invarianza de autoría para garantizar la objetividad: “la verdad de ese
enunciado varía con la posición de la persona, pero no pude variar de persona a persona entre
aquellos que están en la misma posición”. (1985), p. 59.
36
Sen (1999), p. 343.
35
Esto significa que el criterio de evaluación propuesto por Sen no tiene un
mecanismo que nos garantice un resultado justo. Rawls este problema no lo tiene
(regla de maximin), si yo me limito a contar recursos o bienes (por ejemplo el
dinero) puedo decir exactamente quien tiene más y quien menos, en cambio en la
propuesta de Sen sólo puede realizar aproximaciones para igualar las
capacidades.
Entonces, ¿cuál es la política social justa? La respuesta debe conformarse por
consenso social. Porque el tipo de capacidades que se entiende que un individuo
debe poseer, no se determina de forma algorítmica, las hay biológicas y las hay
sociales ¿cuáles son las fundamentales? Implican una decisión social. Sen
acentúa el papel de lo local y lo cultural, lo que nos lleva a otro problema - que
no desarrollaremos aquí- si para evaluar las políticas sociales podemos pretender
tener criterios universales o estos dependen de situaciones concretas,
contextuales: universalismo vs. particularismo.
Al mismo tiempo, desde esta perspectiva, Sen permite – como lo pone de
manifiesto en su último trabajo- no sólo abordar el problema de la igualdad, sino
que nos ayuda a comprender de mejor manera el concepto de desarrollo y
propone nuevos modos de medir la pobreza37 y los sistemas económicos;
tomando en cuenta otras variables que tradicionalmente no se consideran.
“¿Qué hace el desarrollo humano? La creación de oportunidades sociales
contribuye a la expansión de las capacidades humanas y a la mejora de la
calidad de vida. La expansión de la asistencia sanitaria, la educación, la
seguridad social, etc., contribuyen a la calidad de vida y a mejorarla.
Existen abundantes pruebas de que, incluso con una renta considerada baja,
un país que garantiza la asistencia sanitaria y la educación a todos puede
conseguir, de hecho, notables resultados en lo que se refiere a la
longevidad y calidad de vida de toda la población”.38
En efecto, el desarrollo puede ser entendido como un proceso de expansión de
las libertades y el principal medio para el desarrollo39. La libertad como fin
37
En su Estudio de hambrunas muestra como la causa de estas no es la escasez de alimentos,
sino la información y su control. Las hambrunas no se han producido en democracia, por lo que
el pluripartidismo, la libertad política es la mejor garantía y el mejor mecanismo para asegurar
las condiciones de vida. En Desarrollo y Libertad, cap. 1, tipos de privación de libertad, pp. 3133.
38
Sen (1999), pp. 180-181.
39
Esta perspectiva se analiza en Desarrollo y Libertad, cap. 2: Los fines y los medios del
desarrollo.
primordial (papel constitutivo) y medio principal (papel instrumental) del
desarrollo se separa de las interpretaciones más estrechas que identifican el
desarrollo con el producto bruto interno, con el aumento de ingresos, con los
niveles de empleo o industrialización, que son indiciadores pero no son
constitutivos del desarrollo. El análisis de los índices de calidad de vida, como
proceso de expansión de libertades reales de las personas o de sus capacidades,
es una perspectiva ciertamente innovadora en esta área.
En definitiva, lo que una sociedad justa debe garantizar es lo que se
refiere a la libertad y lo que hay que evaluar, entonces, es la libertad que poseen
las personas de elegir entre diferentes formas de vida; y los mejores indicadores
provienen de lo que los propios afectados valoran. La igualación en las
capacidades y el desarrollo como libertad busca resolver el problema que trae a
las teorías de la justicia el desconocer las diferencias entre los hombres (no sólo
externas, como el patrimonio, medio ambiental natural o social, también las
personales: edad, sexo, cualidades físicas y mentales) que conduce a un
menoscabo de la libertad. Creemos que Sen se aproxima a una teoría de la
justicia más igualitaria, con el concepto de capacidad y de decisión social. Pero
aún quedan puntos de tensión en su teoría.
La propuesta de Rawls significa no sólo una defensa de la igualdad sino
de la libertad frente a la insuficiencia en estos aspectos del utilitarismo. Sen
reconstruye la idea de igualdad, manteniendo la libertad como prioritaria, pero
considera que el enfoque de Rawls es insuficientemente igualitario.
No sólo están en juego cuáles son las desigualdades admisibles en una sociedad
sino que nos enfrenta a uno de los problemas más antiguos y centrales para la
discusión en filosofía práctica: ¿Cuál es la concepción más adecuada de
justicia? ¿Se debe garantizar un proceso justo o un resultado deseado? ¿Se
debe aceptar un proceso imparcial sea cual sea el resultado?¿La justicia es un
problema de procedimiento o de resultado? ¿Cómo se aceptan reglas
independientemente de las consecuencias? ¿Sacrificar los valores deontológicos
en función de las consecuencias es justo?
Estas cuestiones no sólo siguen abiertas, sino que se renuevan en la
discusión universalismo versus particularismos, y sus respuestas son esenciales
para responder a nuestra pregunta inicial ¿Cómo mantener una sociedad
democrática, justa y estable? ¿Cómo lograr la convivencia de diferentes
perspectivas étnicas, religiosas y políticas que dominan el mundo actual? El
por qué no ser utilitarista es claro, pero ¿ la alternativa es ser liberal
igualitario ? Con este trabajo comenzamos el camino de las respuestas.
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