CON PUNTO DE ACUERDO, PARA EXHORTAR AL TITULAR DEL PODER EJECUTIVO FEDERAL, AL GOBERNADOR DEL ESTADO DE MÉXICO Y AL PRESIDENTE MUNICIPAL DE SAN JUAN TEOTIHUACÁN A SUSPENDER LAS OBRAS DE CONSTRUCCIÓN DE LA TIENDA WAL-MART EN DICHA LOCALIDAD, A CARGO DEL DIPUTADO RAFAEL CANDELAS SALINAS, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PRD El suscrito diputado federal integrante del grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática y con fundamento en el artículo 58 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, me permito someter ante esta honorable asamblea la proposición con punto de acuerdo al tenor de las siguientes: Consideraciones El conjunto arqueológico de Teotihuacan es conocido como el más grande de América y corresponde a una civilización que se desarrolla en el Valle de México entre los años 200 a.C. y 650 d.C. Cuando los aztecas llegaron al altiplano a principios del siglo XIV, encontraron un inmenso centro religioso abandonado al que llamaron Teotihuacán. Tanta fue la impresión ante la grandeza del lugar, que pensaron que había sido construido por gigantes e inventaron el mito de que ahí se habían reunido los dioses para asegurar la existencia del mundo. La zona ceremonial de Teotihuacán era considerada como una de las cinco ciudades más pobladas del mundo ya que contaba con una población de entre ciento veinticinco mil y doscientos cincuenta mil habitantes. Sus habitantes veneraban a diversos dioses como son el de la lluvia y el agua, el sol y la luna y la serpiente emplumada llamada Quetzatcoatl, que representaba a un Dios civilizador. Hacia el año 200 a.C. se inicio el desarrollo de grandes civilizaciones urbanas entre ellas la de Teotihuacán, los centros ceremoniales se multiplicaron, las artes y las técnicas alcanzaron un esplendor impresionante, además de que se dieron importantes avances en las ciencias como las matemáticas y la astronomía, se crearon complicados sistemas de escritura. Las técnicas para trabajar la piedra y el barro alcanzaron su punto más alto. En algún momento del siglo VIII el esplendor teotihuacano tuvo un violento final. La ciudad fue saqueada, quemada y deliberadamente destruida, no sabemos si los recursos naturales se agotaron y estalló una sangrienta lucha social, o si Teotihuacán fue derrotado por un pueblo más poderoso. Saqueo y destrucción que hasta la actualidad se sigue dando con la complacencia de los tres niveles de Gobierno frente a intereses diversos, sin que nadie haga algo para preservar y defender nuestro patrimo nio cultural. Uno de los temas que más han ocupado los espacios de comunicación, que más han movilizado unánimemente a intelectuales, especialistas y a la opinión pública, es el de la construcción de la tienda Wal Mart en la zona C de Teotihuacán. Pero no es sólo la construcción de un Wal Mart en la zona C de Teotihuacán, cuestión ya muy grave porque el deterioro o destrucción nuestro patrimonio cultural, en esta área, atenta contra uno de los centros culturales y fundacionales de la identidad mexicana. Además, por si faltara algo más, en Monte Albán se construyen alrededor de 600 casas en una zona protegida; en Chichen Itzá encontramos un problema similar. No son hechos aislados. Recordemos que el Casino de la Selva, en Morelos, fue prácticamente destruido para ceder su espacio a un Costco. En particular, las transnacionales como Wal Mart, Costco, etcétera, han encontrado en nuestro país la posibilidad de ubicarse en los predios de su conveniencia, aún pasando por encima de las legislaciones de desarrollo urbano y de protección cultural, situación que en otros países, incluso en los Estados Unidos les resultaría imposible. El departamento jurídico del Instituto Nacional de Antropología e Historia otorgó el permiso sanitario de construcción 15-13-04PSC-0085. De igual forma, el gobierno del estado de México y el ayuntamiento de Teotihuacán expidieron los permisos y la autorización correspondiente, desde 1984 cambiaron el uso de suelo y ahora tanto las autoridades del INAH, del gobierno estatal y el gobierno municipal han permitido la construcción de un Wal Mart en la zona C. Baste señalar que esta zona está clasificada por la cantidad de vestigios posibles de encontrarse después de diversas excavaciones e investigaciones. Repito, aunque es un área con menos ve stigios arqueológicos que los de las zonas A y B, esto no significa que sea un área común y corriente. La declaratoria de protección se emite con el fin de proteger zonas de investigación, posibles hallazgos y para salvaguardar la integridad simbólica de la zona. Las autoridades del INAH debieran ser sensibles a este tema tan importante. Imaginemos los accesos de la Universidad de Salamanca o al Vaticano, custodiados por Wal Marts o Mc Donalds, si nuestras autoridades culturales no entienden esto, es que estamos padeciendo una transculturación, en la que se sobreponen los intereses temporales de las empresas globalizadas, sobre la integridad física y simbólica de nuestra cultura milenaria. Las obras se han detenido en diferentes ocasiones por la intervenció n de los comuneros y ciudadanos que han denunciado la destrucción de dos tumbas prehispánicas al director de Patrimonio Mundial de la UNESCO, Francesco Bandarin, solicitándole su intervención. Por si esto no fuera suficiente, se encontró una plaza prehispánica y una urna funeraria, el argumento del INAH fue que si se encontraban vestigios entonces la obra se pararía. El sólo hallazgo de vestigios que no se tenían considerados en las perforaciones previas, debería ser suficiente para que las autoridades paren la obra, cuestión que no han hecho debido a la prioridad que tiene el complejo comercial. La facultad que tiene el INAH para librar el predio en disputa y la eventual suspensión de la obra, radica en el ámbito federal y el rango superior de los tratados internacionales y la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos. Es fundamental citar la declaración de la UNESCO relativa a la destrucción intencional del patrimonio cultural que a la letra dice: VI.- "El Estado que, intencionadamente, destruya patrimonio cultural de gran importancia para la humanidad o se abstenga de adoptar las medidas oportunas para prohibir, prevenir, hacer cesar y castigar cualquier acto de destrucción intencional de dicho patrimonio, independientemente de que éste figure o no en una lista mantenida por la UNESCO u otra organización internacional, asumirá la responsabilidad de esos actos, en la medida en que lo disponga el derecho internacional." De lo anterior se deriva la responsabilidad en la que -presumiblemente-, incurrieron los funcionarios que provocaran el daño o la destrucción del patrimonio cultural, que en los casos de Teotihuacán y Monte Albán tienen declaratoria de Patrimonio Cultural de la Humanidad. Por lo que se podría iniciar un proceso sobre la base del artículo 133 de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos que señala: "Artículo 133. Esta Constitución, las leyes del Congreso de la Unión que emanen de ella y todos los tratados que estén de acuerdo con la misma, celebrados y que se celebren por el Presidente de la República, con aprobación del Senado, serán la Ley Suprema de toda la Unión..." El GPPRD exige la intervención del Gobierno estatal, del municipal y del INAH para reubicar en otro predio, el Wal Mart, tal y como lo prometió el gobernador del estado de México y de esta manera prevenir los daños que pudieran causarse al patrimonio cultural. La legalidad a la que apelan las autoridades involucradas es contraria a los tratados internacionales y a la ley federal. El día 11 de octubre, el Tribunal de lo Contencioso Administrativo (TCA) del estado de México aceptó la denuncia administrativa con expediente número 925/2004 que interpuso Emma Ortega Moreno a nombre del Frente Cívico en Defensa del Valle de Teotihuacán y ordenó al alcalde de este municipio, Guillermo Rodríguez Céspedes, entregar originales y copias certificadas de todos los documentos que expidió a la empresa Wal Mart para la construcción de una tienda en el perímetro C de la Zona arqueológica de Teotihuacán. Por otro lado, diputados locales perredistas solicitaron a la Contraloría del Poder Legislativo del estado de México que abra una investigación sobre la autorización de la tienda. Es necesario establecer un precedente en la rectificación de los criterios que deben adoptarse en la intervención de nuestras áreas arqueológicas, en la defensa de la integridad simbólica de la nación y en el impulso de proyectos sustentables culturales y turísticos, para proponer alternativas de desarrollo de las comunidades que tienen el beneficio de vivir en zonas de tan alto valor cultural. Por lo anteriormente expuesto someto a consideración de esta soberanía la siguiente: Proposición con Punto de Acuerdo Único.- Para exhortar al titular del Poder Ejecutivo Federal, al gobernador del estado de México así como al presidente municipal de San Juan Teotihuacán, para que suspendan las obras de construcción y la posible apertura de la tienda Wal Mart en el municipio de San Juan Teotihuacán, hasta en tanto no se realice una mesa de diálogo con el Frente Cívico y un estudio minucioso por las autoridades competentes en donde se señale que en el lugar de construcción no existe ningún vestigio arqueológico y no existe ninguna afectación al patrimonio cultural, ni a su componente simbólico. Palacio Legislativo de San Lázaro, a 14 de octubre de 2004. Dip. Rafael Candelas Salinas (rúbrica) Dip. Clara Brugada Molina (rúbrica)