Alice Mesquita de Castro El sabor del cerrado Huela, pruebe, sorba, ame Sabores de Brasil 95 L a desconocida gastronomía del cerrado exige disposición y ningún prejuicio. Quien se arriesga, no se arrepiente. Los árboles torcidos, pareciendo que crecieron sin agua en una de las regiones semiáridas del Nordeste, pueden dar la impresión de que estamos en una tierra seca, huérfana de vida, colores y sabores. Es una equivocación de los distraídos. La flora del cerrado, que ocupa el 25% del territorio nacional, es una de las más ricas de Brasil. Debido a su ubicación central, el cerrado El Caryocar brasiliense Camb, el árbol de pequí puede llegar a medir hasta diez metros de altura. Tiene frutos de cáscara verdosa y pulpa amarilla. La pulpa, la parte que más se utiliza en la cocina, es la base de los platos más populares de la gastronomía del Estado de Goiás: el arroz con pequí, el pollo con pequí y guariroba. El pequí tiene características únicas. Su interior está lleno de miles de minúsculas espinas y es necesario ser muy cuidadoso al comerlo. Es necesario raspar su pulpa con los dientes. Al ser tiene especies que son encontradas en la mayoría de los biomas brasileños (Amazonía, Caatinga y Bosque Atlántico). Tiene una biodiversidad tan variada y particular que provoca nuestro deseo de revelar sus secretos. En la gastronomía, en particular, ellos son muchos. En el Nordeste, hay frutas exóticas como el guanábano y el umbu. En el Sur, la diversidad de las uvas y los membrillos, por ejemplo, llama siempre la atención. En el Norte del país, el açaí se convirtió en exitoso producto de exportación, debido a la peculiaridad de su sabor, textura - y hermoso color. En esta área que ocupa el Brasil central (Goiás, Tocantins, Mato Grosso do Sul, la región sur de Mato Grosso, el oeste y el norte de Minas Gerais, el oeste de Bahía y el Distrito Federal), la impresión que se tiene es de que la extrañeza de quienes no conocen las frutas locales es todavía mayor. Cualquiera que haya escuchado hablar sobre el pequí, sabrá algo más que, cuando se le muerde de forma equivocada, él es capaz de hacer una alfombra de espinas desde su lengua hasta la garganta. Pues bien. Ya se exporta el licor de pequí a Japón. La almendra del barú (¿Barú? ¿Alguien sabe qué es eso?) pues bien, es un objeto de deseo en Alemania. mordido, las espinas se pegan desagradablemente en toda la boca. Yo sé de lo que estoy hablando. En los años 80, durante un almuerzo en la casa de una amiga, fui una de las víctimas del poder del pequí. Sí, ya habían me dicho que era necesario raspar los dientes en la pulpa, que no debería morderlo, pero, en la práctica, es todavía más difícil. Yo pensaba que estaba haciendo todo bien, cuando, de repente, sentí que la lengua me ardía como si me hubiesen hecho beber ácido. De la casa de la amiga, fui directamente al sillón del dentista – que pasó una hora y media pinzando las espinas una por una con el auxilio de una lupa. Sentí los efectos de mi distracción durante dos meses. De vez en cuando, me despertaba con una sensación extraña en la boca. Era él, el pequí. Hay una idea folclórica de que los habitantes de Goiás aprovechan el desconocimiento de quien no es de la región para divertirse con los accidentes causados por esta fruta. A los goianos les encanta acompañar las reacciones a las primeras mordidas. Es allí que se define quien conoce el tema o no. Los conocedores suelen aconsejar ingerirlo con una cucharada de aceite de oliva en esos casos. El aceite tendría la propiedad de ablandar las espinas, que, así, pueden ser retiradas sin tanto sufrimiento para el incauto mordedor. N. del E: umbu es un fruto nativo del Nordeste. 96 Textos de Brasil . Nº 13 Pequí . Foto: Nivaldo Ferreira da Silva Sabores de Brasil 97 Burití. Foto: Nivaldo Ferreira da Silva 98 Textos de Brasil . Nº 13 El pequí es apropiado para innumerables preparaciones. Una de las más interesantes es el licor hecho con almíbar de azúcar e infusión de pequí en alcohol de cereales. Pero no sólo de pequí vive el cerrado. El araticum, el burití, el muricí, el cajá, la mangaba, la cagaita también contienen concentración de vitaminas del complejo B, tales como las vitaminas B1, B2 y PP, equivalente o superior a la encontrada en frutas como el aguacate, el plátano y la guayaba, tradicionalmente consideradas buenas fuentes de esas vitaminas. El Ministerio de Salud ha estimulado la implementación de programas de educación alimenticia para incentivar el consumo de productos ricos en vitamina A y en otros nutrientes. Y allí están los frutos del cerrado prontos para ser ampliamente utilizados. Una de las frutas típicas del cerrado que hoy comienza a ser conocida es la cagaita, pariente lejana de la pitanga. Es redondeada y tiene un color amarillo suave. De fina cáscara, tiene un sabor ácido y es muy suculenta, presentando alrededor de un 90% de jugo en su interior. A pesar de tantas virtudes, la cagaita debe ser consumida con moderación. En exceso, ella provoca un malestar semejante al de la embriaguez. Sin malestar al día siguiente. ¿No es increíble? ¿Y el burití? En Brasilia, la sede del gobierno del Distrito Federal recibió el nombre de Palacio del Burití en homenaje a esta planta típica de la región. Sus hojas, en forma de abanico, son brillantes y enormes. Los frutos son consumidos por la población, principalmente en forma de jugos y dulces caseros. La pulpa fresca o congelada es aprovechada en la elaboración de dulces, helados, cremas y compotas. El aceite de la pulpa sirve como conSabores de Brasil dimento en la cocina y como base para hacer jabón. Las hojas maduras pueden ser aprovechadas en la cobertura de casas rústicas del interior y las hojas nuevas son utilizadas para la confección de hamacas, sombreros y cestos. En el cerrado brasileño la estrella del momento es la castaña del barú, también conocida por diversos nombres como cumbaru, barujo, cocofeijão y cumarurana. El árbol de barú produce de 500 a 3.000 frutos por planta, con tamaño variando de 5 a 7 cm de largo por 3 a 5 cm de diámetro. El color de la cáscara, cuando la fruta está madura, presenta tonos de marrón, así como la pulpa. Cada fruta posee una almendra de color marrón, rica en calorías y proteínas. Yo suelo utilizar el barú en recetas como Dulce de Leche con Barú y Pesto de Barú. Su gusto es parecido al del cacahuete, pero un poco más suave al paladar. Los frutos del cerrado siempre nos sorprenden! Hace poco compré harina de jatobá en una finca en el interior de Goiás. La llevé a casa y la dejé almacenada para preparar después algunos panes y galletitas. Después de algunos días, un fuerte olor se disemina por la cocina alejando a todos. Aprendí que la harina de jatobá necesita ser guardada en la heladera y durante muy poco tiempo. El olor característico tiende a aumentar con la fermentación natural de la harina. A los habitantes de la región les gusta tanto la gacha como el pan de jatobá. De la familia de la piña y la chirimoya es el araticum, cuya cáscara es más dura y su sabor más intenso. Quien todavía no probó, no sabe lo que se está perdiendo... Guariroba, no “gororoba”! N. del E: La autora hace un juego de palabras para decir que la guariroba no es una comida mal hecha o de calidad mala (gororoba). 99 Araticum. Foto: Nivaldo Ferreira da Silva 100 Textos de Brasil . Nº 13 Barú. Foto: Nivaldo Ferreira da Silva La guariroba es una especie de palmera que puede llegar a 20 metros de altura. Sus hojas pueden medir tres metros de largura. La fruta se presenta en cachos, de coloración verde-amarillenta, con una almendra blanca oleaginosa comestible. Ella es el principal ingrediente de los rellenos de las sabrosísimas empanadas goianas. Antes del final del siglo XIX, la harina de trigo encontrada en Brasil era importada. Aún así, la empanada goiana ya era considerada un manjar brasileño. La masa original llevaba harina de trigo, grasa de cerdo, sal y huevos. El relleno llevaba queso, huevos cocidos, aceitunas, pimenta-de-cheiro (chile habanero), carne de cerdo en pedazos, pata de pollo entera, pedazos de chorizo y guariroba. Todos los ingredientes eran llevados al fuego para dorar y adquirir la consistencia de salsa. Se asaba en moldes de barro, de 38 centímetros de diámetro. En aquella época, nadie se atrevía a espesar la mezcla con patatas – algo que solamente fue introducido en los modos de preparar la empanada en la década del 30. Se le añadió también tomate. Según los registros históricos, la guariroba dio “sustancia” a la tropa expedicionaria que exploró Goiás. Se debe a uno de ellos la idea de colocar la guariroba en el relleno de la empanada. Justamente, la guariroba es también conocida como palmito amargo, para quedar más sofisticado. Después de 12 años, trabajando, probando, comiendo, degustando, haciendo propaganda de las frutas del cerrado, digo con toda propiedad: ¡conozcan la gastronomía del Centro-Oeste! Ella es todavía poco difundida, poco explorada, pero, como un país lejano, está llena de secretos y sorpresas. Yo me arriesgo siempre. Y, de hecho, nunca me arrepiento. Alice Mesquita de Castro Propietaria del Restaurante Alice, en Brasilia Sabores de Brasil 101