Coctelería ANÁLISIS DE UN ‘BOOM’, DE LOS CLÁSICOS A LA INNOVACIÓN tendencias Las nuevas corrientes han desembocado en cócteles como el Nitro Mojito, elaborado a 196 grados bajo cero, o el Pretty Chili, con tequila resposado y chile NUEVA YORK MARCA LA PAUTA ¿Una moda pasajera? Texto Héctor Henche QUE LA CULTURA del cóctel ha experimentado un importante crecimiento ya no sorprende a nadie. Atrás quedaron los años en los que poder degustar un mojito era una ardua tarea incluso en ciudades como Barcelona, cuna de la coctelería española, donde solo se servían en algunos bares de hotel o coctelerías especializadas. A nivel continental, después de una época de cierto esplendor en torno a los años 30, los cócteles vivieron una época difícil hasta que en la década de los 80 volvieron a tomar protagonismo entre el consumidor, gracias a la creación de nuevas recetas como el Cosmopolitan, más adecuadas a los gustos actuales, y quizás también al estreno de la película Cocktail, protagonizada por Tom Cruise. Por suerte, hoy en día, es ya algo habitual poder disfrutar de este u otros cócteles en muchos lugares de la geografía española. Aunque hay que destacar una cierta bipolaridad entre Barcelona y Ma- Gourmets drid, actualmente podemos encontrar sitios de referencia en ciudades como, por ejemplo, Valladolid, donde está situado el local Divinum Café, que ofrece una carta de creativos cócteles. Bármanes de recién estrenado prestigio nacional, reconocidos chefs que optan por iniciar sus menús con algún cóctel como preludio, locales que incluyen en su carta una sección más o menos amplia de cócteles y combinados o elaboradores de destilados que proponen mezclas cada vez más singulares y atrevidas han contribuido de manera activa a ello. Locales míticos Existen algunos ejemplos de lugares míticos, referencias de la coctelería clásica durante esos duros años, cuando la coctelería era un producto únicamente demandado por una pequeñísima minoría. En la lista aparecerían locales como el el Chicote Cocktail Bar, cuyos ventanales ofrecen vista directa al trasiego de la madrileña Gran Vía. Don Pedro Chicote lo inauguró en 1931. Dos años más tarde abriría sus puertas en Barcelona el Boadas Cocktail Bar, de la mano de Don Miguel Boadas. En la actualidad, ambos siguen siendo un referente a nivel estatal. Otros nombres clave serían Del Diego en Madrid o Dickens en San Sebastián. En la capital catalana sobresale el Dry Martini de Javier de las Muelas o el Ideal Cocktail Bar, regentado por otro maestro de la coctelería: Don José María Gotarda. Actitud prudente El mundo del cóctel en España se reinventa y tenemos la suerte de poder ser partícipes y presenciar tan apasionante revolución. En este sentido, el papel del consumidor debe ser determinante, ya que al fin y al cabo los profesionales del sector deben trabajar para satisfacer sus gustos, por lo que finalmente será el mismo cliente quién marque la continuidad de las nuevas tendencias o corrientes surgidas actualmente. Ahora bien, hay que ser cautos e incluso algo desconfiados ante un boom como este, ya que puede llegar a desembocar en una cierta improvisación para cubrir las necesidades del mercado, lo que puede hacer que esta revolución no se cimiente sobre en unos pilares sólidos, como sí hizo la gastronomía española hace unos diez años en un movimiento que guarda ciertas similitudes. Ahora toca trabajar con responsabilidad para mantener el alto nivel de los locales. Por este motivo, será importante tener cuidado con las nuevas tendencias que marca la coctelería contemporánea, ya que exigen una elevada base formativa y notables requisitos técnicos. Es el caso de la conocida como coctelería molecular o de corrientes, en las que se utiliza el nitrógeno líquido o el dióxido de carbono (CO2) junto a elementos como sifones y jeringas. O la liquid kitchen, basada en utilizar ingredientes hasta ahora típicamente culinarios como por ejemplo los picantes, así como la tendencia conocida como vintage, en la que se recuperan viejas recetas con la reaparición de ingredientes que hasta ahora era imposible conseguir. Recetas innovadoras Algunos ejemplos de cócteles moleculares serían el Nitro Mojito, con una textura tipo frozen, elaborado a 196 grados bajo cero. El Pretty Chili, a base de tequila reposado, lima y chile sería un ejemplo de la cocina líquida, donde encontramos un ingrediente como el chile, o en el caso de cócteles vintage podríamos mencionar el Morning Glory Fizz o incluso el recuperado Dark & Stormy, que en España fue complicado de preparar, debido a que era imposible encontrar uno de sus ingredientes: la Ginger Beer. Por todo ello debemos ser conscientes del reto que tenemos ante nosotros para que la actual fiebre por los gintónics o la pasión por la coctelería no se conviertan en una simple moda pasajera y perdure en lo cotidiano de nuestros hábitos de consumo. Sin ningún tipo de duda, Nueva York es la ciudad donde surgen las nuevas tendencias que meses, o incluso años, más tarde llegan al resto de países. Es la capital mundial de la coctelería, en la que encontramos pequeños locales de gran éxito, tipo speakesasy, en los que se elabora una trabajada coctelería creativa. En ellos, el trabajo de autor tiene un enorme peso, con la propia elaboración de sus jarabes y bitters. Desde hace ya algún tiempo se pueden encontrar cócteles envejecidos en barricas o mezclas tan sorprendentes y extravagantes como bourbons en los que maceran ingredientes tan poco habituales en el mundo de la coctelería como el beicon. En el barrio neoyorquino del East Village hay una multitud de locales de referencia en a nivel mundial, como el PDT, el Death & Co o el Angel´s Share. JUNIO DEL 2012 I el Periódico 3